Capitulo 13

Azrael se miró en el espejo del baño y tocó el pendiente de Ally, que tenía una micro grieta casi imperceptible. “Es increíble, todo lo haces mal, Linne” se reprochó a sí misma. “¿Cuándo vas a madurar? Deberías aprender a manejar tu don o, por lo menos, tus emociones. Piensa en frío, no hay margen de error. ¿Cómo funciona esto? ¿Por qué leí la mente de Aris? Ni siquiera quería hacerlo, así que ¿cómo es que pasó?”

—¿Esa es una chica en el baño de hombres? —señaló un desconocido que acababa de entrar junto a su amigo.

Su acompañante retrocedió para mirar el cartel que estaba afuera y asegurarse de que habían entrado al sitio correcto.

—Sí… —afirmó sin quitar la vista del cartel, sorprendido por lo que veía.

Una tercera persona entró y dijo:

—No se preocupen tanto por esas cosas, hoy en día es algo normal ver a una mujer travestida —se burló, empujando a sus amigos para que salieran de la puerta y entraran de una vez al baño.

Linne se dio cuenta de lo que había hecho demasiado tarde y se apuró para entrar rápido a uno de los baños individuales, encerrándose en él, avergonzada al ver a los hombres orinar frente a ella.

—Ni siquiera se puede aguantar algo como esto y se atreve a entrar a este lugar —se burló el desconocido.

Los otros dos lo siguieron soltando una carcajada. Al terminar, se retiraron del lugar, dejando un silencio detrás.

Linne dejó salir un suspiro y se tomó unos momentos. Luego pensó mientras miraba la parte inferior de su cuerpo: “Ya debería estar bien esa cosa. Ya es hora de volver”. Cuando volvió a transformarse, al salir del baño se encontró con Zion esperándolo en la puerta.

Linne se asustó al ver su presencia, que le había parecido muy sombría por un momento. Dado que llevaba una cara de pocos amigos.

—Vine a buscarte y, mientras esperaba aquí fuera, me puse a pensar que quizás, después de todo, esta salida fue un fracaso.

—Te dije que no quería salir, pero… —se detuvo un momento para observar bien a Zion y se dio cuenta de que desprendía un fuerte olor a alcohol—. ¿Cuánto tiempo te dejé solo para estar en este estado?

—No era por el tiempo, solo que no esperaba que Joey estuviera hoy. Debí hacer algo para no pensar mucho.

—Ahhh, por eso te emborrachas, ¿eh? —razonó.

—Sí… —respondió Zion, algo desconcertado—. Normalmente, la pregunta que debías hacer a continuación sería: ¿Por qué te emborrachas por culpa de Joey? Si no me equivoco… Pero parece que sabes la razón.

—¿No es por desamor? —preguntó tontamente, intentando desviar sus sospechas.

—No digas tonterías, solo es un amigo un tanto peligroso.

—Eso también dijiste de Aris y, aun así, la invitaste a la reunión.

—Aris es peligrosa. En estadísticas, ella es un 25 por ciento de peligrosa y él, en cambio, es un 100 por ciento.

—¿Y por qué piensas eso de ellos? —indagó.

—Azrael… — dudo en responderle — después de todo, ellos son enemigos de clan.

—Y, a pesar de eso, sales a divertirte con ellos. ¿Eso no es traición? — Le cuestiono

—Porque yo no los veo así, son mis amigos.

—Veo que eres muy inocente.

—Te equivocas, sé quiénes son ellos a la perfección. Es por eso que sé que no hacen lo que hacen queriendo. Es que el destino no les tuvo piedad.

—De igual forma, ¿no estarías poniéndote en peligro a ti?

—No. Por alguna razón, su organización no se mete con los fénix.

—La próxima vez, no me traigas a estos lugares y, menos, con ellos.

—Creí que tu forma de ver las cosas era como la mía.

—¿Hablas de sentir pena por ellos?

—No me siento de esa forma —alzó la voz Zion, ofendido.

—Si es compasión… Lo sabes… No puedes ofrecerles nada más que tu amistad, aunque quieras ayudarlos. Pero yo no tengo tiempo de sentir compasión y hacerme su amigo. Yo he venido al clan Fénix por una razón y no puedo permitirme que me echen antes de conseguir mi objetivo —dijo con mucha determinación y pensó para sus adentros: “No te preocupes, luego yo me encargaré de desmantelar ese maldito lugar con mis propias manos”. Y terminó de decir en voz alta: —Ahora volvamos al clan —ordenándole.

—¿Tanto te importa recibir la bienvenida al clan? ¿No crees que ser parte es más como una prisión? No somos diferentes de Joey y Aris.

—No sabes lo que quiero y no necesito explicártelo.

—Esta persona de aquí sentirá pena por ti, así que no te alejará aunque intentes poner distancia —dijo Zion acercándose a Azrael y tomándolo por sorpresa para abrazarlo.

Aunque no le gustó el abrazo, no intentó alejarlo, solo se quedó mirando hacia un costado.

Una voz de fondo se escuchó muy por encima de la música diciendo alegremente:

—Aquí está tu teléfono.

El chico acababa de salir del baño con el celular en la mano, moviéndolo de un lado a otro.

Cuando los ojos del chico se encontraron con los de Azrael, dejó caer el teléfono de su mano por la sorpresa. Pero decidió pensar que quizás vio mal y se retiró, recuperando lo que se había caído y acercándose a sus amigos que estaban a unos 10 pasos.

—¿Ya terminaste? Tengo sueño…

—Sí… Sí, vamos.

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