[Somantia, al noreste del bosque del sur.]
Pov Eypril Eros (candidato a héroe elegido por el mundo) (Novato rango E)
—Antell...
—Uwa...Eso sí que fue bueno... Has mejorado bastante Enji.
—Bueno, he estado entrenando mucho todos los dias... —Contesto Enji mostrando un poco de felicidad con un dedo tallando su nariz.
—Pero eres completamente predecible, cada uno de tus ataques es fácil de leer, sin mencionar, que la sed de sangre que cargas es demasiada, cada vez que te acercas, por mucho que ocultes tu cuerpo en una cortina de humo, es inútil si se a donde vas a atacarme, en una palabra, pésimo.
¿La destrozó al instante...? No, no, no ¿como se le ocurre decir semejante barbaridad frente a este monstruo malhumorado? va a explota...
—¿Qué...?
Ahí viene...
—¡Que mierdas dices claro que me contuve! —Enji tratando de tomar por el cuello a Antell fue interceptada por su muñeca.
—¡Aun no es suficiente!, aunque si te contuviste bastante.
¿Si se contuvo...? ¡Ah! ¡Este no es momento para charlas triviales!
—¡Antell! —grite para que me hicieran caso.
—Humm que quieres Eypril... —contesto Antell evitando mi mirada.
—¿Por qué demonios fui envuelto en eso?
—¿De que hablas? Yo no te vesti verdad...
—Ah en cierto Antell ¿por qué demonios me pones a pelear con un pordiosero inmundo?
Mirando a Antell que había comenzado a sacudirse la tierra de la batalla de práctica, parecía reacio a hablar.
—Bueno...
—¡Yo no necesito la ayuda de este desgraciado inútil, puedo sola!
¿Por qué tantos insultos?
—¡Yo no pedí estar en esa pelea!
—¿Quieren callarse? ¡molestan a la gente, par de imbéciles!
¡Shiu shiu! [No tienen tacto gorilas]
—Que humillación, no es necesario que esté tipejo me ayude... —dijo Enji cruzándose de brazos y dándome la espalda.
Esta chica... A pesar de que ayer no pudo hacer nada contra mi...
—Pues para ser un pordiosero...
Justo cuando estaba a punto de cometer uno de los más grandes errores de mi vida, dos gritos familiares me interrumpieron.
—¡Oye Hermano!
—¡Eypril! ¡Aquí!
—¿Eh? —Mirando en la dirección se podían ver dos tipos, uno grande y otro más pequeño, el grande tenía una barba frondosa, pero se había quedado sin cabello y el pequeño llevaba una cabellera lacia al ras de sus hombros en un cuerpo muy delgado.
—Ah, ustedes...
—¡Ven aquí hermano solo un momento! —gritó el flaco mientras el gordo y grande asentía con la cabeza.
Antell y Enji que habían visto todo, pararon el paso mientras yo caminaba hacia ellos, en vez de los trapos con capucha que vestían el otro día, hoy llevaban unos delantales blancos sucios frente a una freidora y una mesa.
—Ustedes... Es bueno ver qué sus heridas fueron curadas por completo.
—¡Todo es gracias a ti hermano! Ya estaríamos muertos si no nos hubieras salvado el otro día... —dijo el flaco.
—No, no hice nada...
—¡Hermano salvaste nuestras vidas y nos llevaste sobre tus hombros con nadie más que con la curandera oscura! ¡Si eso no es de elogio no sé que es...! Gilbert y yo sabemos que con lo que pagamos el otro día no es suficiente, aparte de todo, nuestro padre siempre nos ha enseñado a devolver bien el favor, ¿ya casi está Gilbert?
—Ya casi está Aron —dijo el gordo que movía dos palillos de madera en un baño de aceite caliente y burbujeante.
Así que se llaman Aron y Gilbert... ¿Acaso no cambiaron demasiado de un día para otro?
—El otro día hermano, sentimos lo que verdaderamente significa estar al borde de la muerte, Gilbert y yo habíamos pensado en meternos en un negocio un poco turbio, aunque no pensamos terminar como terminamos, fue un buen desarrollo de personajes el que nos dio esa chica del demonio.
¿Desarrollo de personaje? ¿De que habla este tipo?
—La verdad es que nunca debimos entrar en ese tipo de negocios, por eso decidimos volver al negocio de nuestro padre y empezar a hacer las cosas bien, esta es una muestra de nuestra gratitud hermano —dijo Aron mientras Gilbert sacaba dos brochetas de carne de jabalí freídas.
—Ah... Lo que pasa es que en este momento no traigo dinero, tal vez mañana...
—Que dices hermano, entiende que es una muestra de gratitud, tómalos gratis.
—¿Gratis? ¿Acaso está bien eso? No puedo...
—Eypril, Eypril, Eypril... Hermanito, no puedes rechazar el agradecimiento de una persona a la que le salvaste la vida, ¡eso sería muy grosero de tu parte!
Antell que vió todo desde atrás, caminó hacia el puesto de brochetas dónde estaba y arrebato la comida a Gilbert.
Pero Enji nunca se acercó al puesto, en cambio, hacia un intento increíble por chiflar mirando en dirección contraria hacia donde estábamos.
—Así es hermano, está es nuestra gratitud, puedes volver cualquier otro día por tus brochetas.
Antell me dió una brocheta y se quedó con la otra...
—¡Gracias por la comida, nos vemos! —Me despedí mientras caminábamos de vuelta.
—Ah, ¡Hermano te deseamos suerte en la contienda de mañana, tienes que ganar! —Gritaron haciendo conejos con sus brazos.
—Ja, ja, Si gracias...
—Así es Eypril, no puedes decepcionar a las personas que te apoyan, más vale que ganes, ja, ja, ja.
—Huf...
......................
Después de que Antell me diera un tour por toda la avenida principal de Somantia, el sol se puso, la tarde comenzó a refrescar y los puestos de venta de frutas y verduras como otros que vendían baratijas comenzaron a cerrar.
—Uwaah... Parece que es tiempo de volver. —dijo Antell bostezando por el viento que había empezado a helarse.
—¿Que te pareció este recorrido Eypril?
Somantia por la mañana era bastante ruidosa, desde el entrenamiento, hasta las personas que trabajaban en la calle principal, algo que definitivamente no habíamos visto ni Centir ni yo en los años que llevábamos viviendo en "El pueblo frío".
—Es un lugar interesante.
—¡Shiu!
—¿De dónde? —replicó Enji aburrida.
—Bueno, bueno, me alegro que te haya parecido un buen lugar, pero como ya lo experimentaste, espero que no se te olvide que también es un lugar peligroso.
—Eso sí eres un debilucho —agregó Enji.
Eso es algo que no debo olvidar... Aunque la persona más peligrosa que conocí desde que llegué está a mi lado.
—Sí...
—Dejando de lado eso, también tienes que saber que Somantia es otra de noche... Debes de disfrutar todo...
—¿Eh?
—¡Ven es hora!
—¡¿Ehhh?!
Espera... Acaso no está hablando de... "Eso"
Lo que escuche de los chicos por la alcantarilla...
La historia nocturna de un hombre...
¡Shiu shiu shiu!
—No me importa lo que digas Antell, aunque duerma en ese lugar no me harás ponerme ese maldito traje una vez más!
¡¿Qué?!
De pronto, Enji parecía completamente rabiosa al escucharlo.
—No me digas que Antell y Enji... Con la hermana de su esposa...
—Eso depende, Enji.
—¿Qué? —reclamó desafiante.
—Piedra, papel o tijeras, si tú ganas te lo daré sin ningún esfuerzo de tu parte, pero si yo gano tendrás que ponerte eso de nuevo.
—¡Ja! ¡Cómo si pudieras ganar por segunda vez consecutiva idiota!
¡¿Pero qué mierda están apostando a un juego de piedra papel o tijera?!
Sin poder aguantar la sensación de calor en mi cara, me cubrí con las manos.
¡Aun así es mi deber como tercera persona en un duelo verificar los resultados! ¡No puedo ser cobarde!
Abri un poco los dedos de mis manos para poder ver al ganador.
Shiu...
—Piedra
—Papel
—O...
......................
En Somantia, la noche acaba en las últimas horas del día, aunque las emergencias no tengan hora de terminar, la casa gremial está cerrada, aunque tengas mucha hambre, los restaurantes están vacíos y solitarios, aunque algunos se estén preparando para salir en una misión, los encargados de las tiendas de abarrotes también se han ido a descansar después de la larga jornada.
Pero aún en Somantia existen aquellos descarrilados que por simple vicio o bullicio se han saltado la hora de la cama para seguir adelante, y para todos ellos el lugar al que van es...
[Somantia, Taberna Trynk.]
Pov Eypril Eros (candidato a héroe elegido por el mundo) (Novato rango E)
—¡Es hora de trabajar!
La música fue llevada dentro de la taberna por un pequeño grupo de hombres que llegaron de improviso, y cuando los instrumentos comenzaron a tocar las puertas de la taberna fueron abiertas y golpeadas por montones de gente tratando de entrar a la fuerza.
—¡Maldición! Estuve tan cerca de ganarle...
Los quejidos eran de Enji claramente.
¿Acaso esto no es un poco decepcionante?
Shiu...
Pero aunque sea un poco decepcionante el desenlace de ésto no lo es... ¡Por dios!
Mirando de reojo, a mi lado, de dónde venían las maldiciones que seguro estaban dirigidas a Antell, había una chica rubia con un pañuelo blanco en la cabeza, su cabello ondulado era tan largo que le llegaba a la mitad de la pierna y los zapatos negros y brillosos que llevaba sonaban una y otra vez contra el piso de madera liberando su enojo, pero también sostenía su vestido de volantes color negro y blanco delicadamente con ambas manos.
Algo que me decía, tenía experiencia llevando vestidos largos.
—¡Definitivamente, el vestido de sirvienta te queda bien Enji, te ves muy linda con el! —dijo Antell recargado en el marco de la puerta.
—Pff...
Ésto es malo, me voy a reír en voz alta...
—¡Desgraciado! —Gritando y a punto de desenvainar, un par de ojos negros azabache aparecieron al lado de Antell frenando a Enji. —¿Ehhh?
—¡Que mierda estás haciendo aquí Antell!
—Gyaa.
Antell fue lanzado a la barra.
—Ahh.
Enji fue lanzada a las mesas.
—Kyaah.
Fui lanzado a la cocina.
—¡Hay un montón de pedidos imbéciles a trabajar!
—¿Yo porque estoy en la cocina?
—Debido a que los otros dos son imbéciles sin el poder de captar ni una sola orden bien, tú serás mi nuevo ayudante... Espero que te guste el delantal, lo compre especialmente para ti.
—¡¿Eh?! ¿En qué momento me lo pusiste?
¡¡Shiu!! [¡¡Que rápida!!]
—¡No hay tiempo! ¡Necesito que peles y cortes todas estas papas ya! ¡Rápido!
—¡Si!
......................
La taberna Trynk se llena de personas, a pesar de que no es una taberna verdaderamente grande, creo que el ambiente podría ser el más animado de toda la ciudad a esta hora.
Mientras Janii cocina carne y vegetales con una sartén dónde fácil podría caber un jabalí entero, yo lavo, corto y vacío los vegetales en unas pequeñas cestas que cada diez minutos se llenan hasta desbordarse y son vaciadas por Janii una vez más al sartén.
—¡Janii ya no hay zanahoria!
—Entonces corta más cebolla! ¡Pero no pares!
—¡Si!
Despues de condimentar con algunos de los frascos llenos de especias que tiene acomodados a los lados de la estufa y vaciar botellas de alcohol sobre la comida, un delicioso aroma embriagador sale por la ventanilla al lado del bar haciendo que el estómago de todos los aventureros nocturnos rujan de hambre.
Los platos son amontonados en la misma ventanilla que tiene un marco grueso para poder colocar varias órdenes y el grito de Antell se escucha por toda la Taberna.
—¡Otra orden lista!
El vitoreo de la gente emocionada por comer suena y los pistones de un monstruo malhumorado no impiden que el ambiente baje.
—Todas estas ya están listas Enji, son para la mesa cinco.
—¡Ya sé!
—No empieces como el otro día por favor o todos los platos rotos saldrán a tu cuenta...
—¡Ya sé!
Con tres platos en cada brazo, Enji camina entre las mesas de maderas llenas de gente, sin embargo, aquellos dormidos por el alcohol, el cansancio o aquellos distraídos y mal acomodados en sus asientos, son despertados por el pie duro del poder.
—Gha!!
—Kuuuhh
—Guhe...
—Gihu... Que... Bien...
—En la taberna Trynk , el tiempo transcurre con diversión desde las 9 de la noche hasta las 3 de la mañana, si necesitan un trago nocturno, ¡no duden en venir a conseguirlo desgraciados! —Brindo Antell.
—¡Eypril deja de ver por la ventana y ponte a trabajar!
—Ah, ¡sí!
......................
—¿Aquí es?
—Si, lo único que tienes que hacer es jalar el cordón para que la escalera de madera baje y puedas subir, de esta forma. —Poniéndose de puntillas, Janii jaló el cordón mientras se tapaba la nariz con la otra mano. —Pero creo que necesita una limpieza porque... ¿Eh? no hay ni una pizca de polvo...
—Ah no te preocupes por eso, Centir y yo ya nos encargamos de limpiar.
—¡¿Aquí también limpiaste?!, espera, ¿Quién es Centir?
Apunte a Centir que se paseaba sobre mi cabeza como un mosquito merodeador.
—El es Centir.
—Al instante una cara de confusión y repulsión fue puesta sobre el rostro de Janii.
—Oye Centir... ¿Una vez más me lo vas a hacer?
Shiu Shiuuu...
—Contigo... Siempre... Siempre... ¡Siempre es lo mismo! ¿¡Porque demonios no te muestras ante ella desgraciado!? —Explotando como cada vez que presentó a Centir a alguien, traté de atraparlo con las manos mientras volaba sobre mi cabeza inútilmente.
Por eso lo odio, ¡por esa expresión!, ¡cada vez que lo presento me miran con asco!
Mientras sentía la mirada de asco que me lanzaba Janii, de pronto, el sentimiento desapareció.
¿Eh? Es raro, casi siempre dura más esa mirada...
Mientras se golpeaba la palma de la mano con su puño derecho como si hubiera captado una información importante.
—Ya se me hacía raro...
—¿Eh? ¿Qué?
—Es sentido común ¿no?, después de todo, eres un mago...
¡¿Eh?! ¿Por qué ha empezado a derramar lagrimas?
—Pobre pequeño... ¡Yo te entiendo, después de todo, aunque sea una curadora, comprendo todo lo que te has esforzado!
—¿Eh?
—¡Ven aquí ya todo paso!
—¡Uwa!
Siendo fundido entre los brazos de Janii parecía que algún malentendido se había formado de golpe.
—No...
—El trauma que te ha dejado ser mago debió ser bastante serio, no, incluso a tu edad eres bastante talentoso, no imagino la tortura que debiste haber pasado... Para tener el poder que tienes...
—Humf...
Esta almohada dual es increíble... ¿Eh?, que pensé... No debo dejar que se creen malentendidos así nada más...
—No, Centir en verdad exi... Mufg...
—Bueno, de igual forma aunque hayas tenido que vivir, entrenar o sufrir cualquier infierno, ya ha pasado... Hoy trabajaste muy bien en la cocina, sin duda eres el ayudante que necesitaba desde hace mucho, esos dos son como gorilas cuando entran a una cocina, por eso toma.
Dejándome libre del abrazo justo al instante en que pensé que ya no podía aguantar más sin oxígeno, Janii busco dentro de su delantal blanco medio manchado y saco un pequeño bulto de tela cerrado con un hilo.
—Diez monedas de cobre.
—¿Eh?
—Esta es tu paga del día de hoy, ya que trabajaste bastante bien, agregue dos monedas, aparte de todo, limpiaste bastante bien el lugar, verdaderamente es un alivio no tener que oler el aroma maloliente de siempre...
—No, pero yo estoy viviendo aquí...
—Está bien, siempre y cuando trabajes como hoy, podrás seguir aquí, aparte tampoco es exactamente una suma muy grande de dinero, pero si es "tú dinero", gástalo como quieras —dijo mientras me lanzaba la bolsita a las manos.
—Mi dinero...
¿Eh? ¿Qué es esto? Esta sensación de poder... Además, este agradable sonido al sacudirla...
—Ahhh... Increíble... podría ser mi segundo sonido preferido...
Shiu shiuuuu [El primero es mi bonito sonido al moverme...]
......................
—Contienda gremial...
Después de que Centir se acostara a dormir profundamente, aunque casi siempre nos dormimos al mismo tiempo, mi cabeza no podía parar de pensar en el enfrentamiento, lo que da por resultados esta desgracia...
—No puedo dormir...
¿Acaso está bien que tenga todo este espacio para mí? ¿No desaparecerá de la nada al dormirme? Tengo un poco de miedo, aunque ahora tenga ésta hermosa vista que siempre quise tener sobre mi cabeza... ¿Lo perderé todo si no gano mañana?
Moviendo un poco la bolsa de monedas en mi mano mi mente se desvaneció.
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