Capítulo 6. Viaje y Leyendas Verdaderas.

[En algún lugar del bosque del sur]

Pov Eypril Eros (Candidato a Héroe elegido por el mundo.)

¿Qué es ese sonido?

Sintiendo frío en los pies no pude evitar comenzar a despertarme.

¡Que molesto! ¿Acaso ya es hora de entrenar?

Mi cuerpo parecía estar temblando de arriba a abajo como si fuese llevado a alguna parte.

Estos tipos nunca se cansan de molestarme... Ese desgraciado de Creim... ¿Qué les ordenó que me hicieran aho...?

¿Eh? ¿No se supone que paso esto y aquello...?

...

Antes de que me despertara completamente, un gruñido feroz entro por mis oidos.

¡¿Eh?! ¡Ese sonido! ¡El lobo!

Entonces, como lo tenía que haber hecho en aquel momento, cuando el lobo estaba por comerme, lanze la magia por reflejo.

—¡Huevo!

En medio del camino comercial seguro, que se dirigía a Somantia, una carreta explotó.

¡Waaaah!, ¡Ukeee!, ¡Giiiaa!, ¡Kyaaa!

Híiiiiiii

Para que incluso un caballo estuviera dentro del estómago del lobo... ¿Acaso no le dio dolor de estómago?

¿Shiu? [¿Ya es de mañana?]

—¡¿Waaahg, qué demonios?!

—¿¡Ataque enemigo!?

—¿Yokais?

—Oh, esos no se escuchan como lobos...

................

¡Shiuuu! [Imbécil]

¡¡Shiu!! [Estúpido]

¡¡¡Shiuuu!!! [¡Imbécil!]

—Ja, ja, jah... Esto es malo... —Con las manos arriba y sentado en los escombros de una carreta, deshice la barrera en forma de huevo a mi alrededor.

—¡Desgraciado! ¡¿Qué mierda planeas?!

Rodeado de lo que parecían ser más de veinte personas con: cuchillos, lanzas, espadas y bastones de magia, estaba yo sin poder levantar ni un mísero muro para cubrirme

—Este es mi fin...

Shiu... [Hay... ¿Cuántas veces hasta ahora ha sido tu fin?]

—¡Destruyó la carreta! ¿No será otro de esos yokai que parecen humanos?

—¡¡Desgraciado muestra tu verdadera forma!!

¿Yokai?

—¡¡No, eso no funcionará, esta escoria debe pagar!!

—¡¡Si!! —En una unanimidad perfecta todos apuntaron a mi cabeza.

Shiu shiu... [Igual y si es tu fin...]

—Mierda...

Tratando de volver a levantar el muro de huevo, las chispas de rechazo por falta de centir empezaron a preocuparme con cada segundo que la lanza del tipo que gritaba "Yokai" se acercaba.

Mi centir se gasto por completo en esa magia... Ahora sí...

Entonces como si se hubiera cansado de escuchar mis lloriqueos, una cara conocida se hizo presente lanzando al tipo de la lanza volando sobre mi.

—Oigan, chicos... ¿No creen que están un poco apresurados?

Clavando la lanza frente a la fila de gente que quería empalarme hizo detener la línea de avance de la eufórica revuelta.

—Parece que ya estás más animado chico... —dijo la mujer de cabellera negra junto al hombre.

—Jani, Antell, ¿ya están bien?

Un hombre con armadura de hierro caminó un poco frente a la revuelta.

—¿Acaso no lo ves Daji?—Dijo el hombre desclavando la lanza y dándole vueltas alrededor de su cuerpo.

—Pero, ¿no fueron atacados hace un momento?

—No, solo salimos volando, pero... Bueno, también nos gustaría saber por qué...

Todos me miraron a la cara y sin saber a dónde dirigir la mirada no pude evitar sonrojarme.

—¡No te sonrojes! ¡contesta! —El grito fue unánime.

—Awa... Lo-¡¡lo siento!! Eso que pasó... Fue que utilicé magia, pero, ¡porque pensé que aún seguía enfrentándome a esos monstruos! ¡Por eso usé magia para protegerme!

—¿Monstruos...?¿Este tipo de que habla…? Dijo el grandulon al que habían llamado Daji.

—Ya se los había contado chicos... Que alguien nos ayudó a cazar a esos lobos impregnados —replicó Antell.

—¿Eh?, Con alguien te refieres a... —El hombre puso su mirada en mí.

—Sí, ese chico fue el que nos salvó el trasero.

—No, no, Antell, debes estar confundido, ese chiquillo es al que rescataron, ¿no?

—¿Eh?

Ambos se miraron confundidos unos segundos.

—¿Mm?

—¡¿Eh?! —La revuelta se sorprendió...

Shiu shiuu... [Es todo un galán...]

[[Centir no quiso decir eso.]]

......................

Centir un poco más desestresado por el show ridículo de antes, desapareció de mi visión para tomar un descanso en mi bolsillo de viaje a mi lado.

Increíblemente, aún después de haber destruído la carreta me siguen dejando estar encima de otra, y no porque sea alguien carismático, si no por...

Lentamente, puse la mirada sobre las personas frente a mí para observarlas mejor.

Una chica con pelo, cabello y ojos negros, unas pestañas hermosas, vestida con una túnica blanca que hacía resaltar su cuerpo y aunque quisiera desviar mi mirada, en algún momento terminaría en sus pechos de nuevo, sí... Igual a la mirada del hombre a su lado.

Cabello castaño grisáceo, despeinado, una cara fina con cicatrices a los lados, barba en la punta de su mentón, ojos cafés, y cejas bien marcadas en sus expresiones, con un atuendo igual que el de la chica, blanco y largo para proteger de la nieve y servir de camuflaje, junto a sus botas cafes que aunque desgastadas, eran utilizables como toda su vestimenta.

—Guhoo... —Acercando lentamente la mano al pecho de la chica como si hubiera encontrado una bolsa de monedas de oro, el hombre parecía hipnotizado haciendo ruidos extraños.

—Antell, no te atrevas a hacerlo.

—¡¿Eh?! Pero, pero... ¡¡Llevamos ya siete días en esta expedición!!

—¿Y?

—Janii, es imposible que un hombre como yo aguante tanto tiempo sin poder meterte mi... ¡Goff!

Lo golpeo en una fracción de segundo...

—Ju, ju... Ignóralo, no le hagas tanto caso a lo que salga de él —Dijo la chica lanzando un poco de su cabello negro ondulado hacia atrás.

—Ah, sí... —Le contesté sin saber si podía reírme o no.

—¡¿Hum?! — Un instante después, el hombre se puso de pie en la carreta tan rapido como pudo y me lanzó una mirada amenazante—. Oye mocoso... ¡¿Acaso te quieres morir?!

¡¿Qué?!

Antes de saber por qué estaba enojado, un aura que no le pertenecia a él ni a mi se cirnió sobre la carreta completa haciendo que los caballos que iban trotando tranquilamente se volvieran locos y mientras a lo lejos el revoloteo de los cuervos espantados se escuchó.

Esta aura es muy pesada... Acaso hay otro monstruo por aquí cer...

—¡Escucha! ¡Janii es solo mi-guhoo! —Sin poder terminar de hablar otro gancho al hígado fue conectado en Antell.

—COMO DECÍA...

Con solo dos de sus palabras los caballos que se habían vuelto locos se quedaron inmóviles haciendo frentar a toda la caravana.

—No hagas tanto caso a lo que los cobardes dicen chico. —dijo Janii mientras levantaba un puño cerrado contra el pobre hombre amedrentado haciendolo soltar un gemido—. Después de todo, perro que ladra no muerde.

El cuerpo del hombre se tensó tanto que parecía haber envejecido cinco años...

Los caballos solo podían soltar lágrimas lentamente.

Sin embargo, el carretero anciano, no se quejó ni un segundo y piso a andar a los caballos de nuevo.

—Antell siéntate, no tengo ganas de sentarte.

—Sí.

La increíble aura o debería llamarse más bien intención asesina de la chica comenzó a bajar y por fin pude relajar mi cuerpo tembloroso.

Hasta hace unos días lo único que podía pensar era en el entrenamiento y la comida... Incluso después de escaparme nunca pude sentirme tranquilo en medio del bosque... Pero ellos... Mirándolos de reojo, lo único que podía sentir era calma.

—¿Mmm?, ¿Pasa algo chico? ¡Si quieres decir algo hazlo!, No te quedes como tonto mirando a las personas.

—¡¿E-eh?!

—Uwahh... Antell, no es necesario que grites...

—¡No! ¡Sí es necesario! ¡Ya sabes que no me gusta que se nos queden mirando de esa forma!

¡¿E-eh qué pasa?! ¡¿Acaso los insulté de alguna forma?!

—¡Ah!, ¡lo siento si fue grosero de mi parte! —Poniendo mis manos en el piso de la carreta me disculpé con ellos.

¿Pero qué estoy haciendo? ¡Ellos fueron los que me salvaron! No puedo tratarlos de esta forma.

—ANTELL...

—¡Uwaa perdón!

—¡Uwaa perdón!

Híiiiiiii

—¡¿Por qué ustedes tambien?!, huh... No, no te preocupes, no nos insultaste, esto es solo algo personal.

—Es eso...

—Sí, está bien, por cierto, llevamos todo este tiempo llamándote chico... Y no conocemos tu nombre. —Con una mano en su pecho refiriéndose a ella misma prosiguió—. Cómo soy la que habla de esto, voy primero. Mi nombre es Janii Exaptel, un gusto conocerte.

—Y él es A... —Sin dejar que lo presentará la interrumpió.

—Mi nombre es Antell Trynk, un gusto —dijo estirando la mano hacia el frente.

—¿Eh...? ¿Que?

—Oye chico no me digas que no sabes cómo saludar... Es solo un apretón de manos...

—¿Apretón de manos?

—¿Enserio no sabes...? Solo tienes que apretar mi mano, solo eso.

—Ah, ¡entiendo!

Entonces solo cuando sostuve la mano de Antell lo pude saber, cayos, cicatrices, una mano tan dura y con una intención tan poderosa... Alguien peligroso pero que aprecia haberse esforzado por ser fuerte toda su vida. 

Estas personas no son normales, aún comparandolos con mis compañeros en el pueblo... Ellos están fuera de su rango... Son fuertes...

—Y... ¿Qué acaso no te enseñaron a presentarte también chico? —preguntó Antell un poco molesto.

Este hombre parece capaz de lanzarme un golpe en cualquier momento... No hay que desesperarlo...

—¡Ah! ¡Si! Mi nombre es Eypril, Eypril Eros, y...

¿Eh...? ¿Acaso debería decir que soy "él"...? No, yo no soy él, yo decidí escaparme de ese futuro... Yo no volveré a ese lugar ni a ese título.

No soy el Héroe.

—Y soy un pueblerino.

Perfecto, ahora sonríe.

La chica y el hombre se miraron entre sí extrañados unos momentos...

—Mmm... ¿Pasa algo malo?

—Mas vale que no estés bromeando chico, no, Eypril, si es que ese es tu verdadero nombre, te lo preguntaré directamente por respeto, ¿acaso quieres que creamos tu pobre historia?

¡Ni siquiera una mentira pude decir bien!

Atell me miro fijamente después de hablar.

Está enojado...

—Te lo preguntaré de nuevo... No, me presentaré de nuevo y espero que me tomes en serio.—Enderezando su columna y estirando su espalda al pararse en la carreta, parecía haber crecido metros—. Mi nombre es Antell Trynk, mi título es el número 10 del ranking del gremio de Somantia, todos me dicen:

 El Peleador incorregible.

Después de presentarse una vez más agregando ahora lo que parecía indicar algún tipo de estatus, no pude evitar que otra cosa me llamara la atención.

—¿Mm? ¿Gremio? ¿Qué es eso?

—¿Eh...?

—¿Eh...?

Siempre que se sorprendían parecían estar en sintonía.

Esto es malo... Quise salir al mundo exterior pero, el maldito de Creim no me dijo nada sobre él... Al menos parece que eso llamado "Gremio" es algo que todos conocen...

—¡¿Ehh?! Entonces no sabes que es el gremio, ¿verdad?

—¿Mm…? Acaso Antell... ¿Es el chef de algún delicioso restaurante?

—Puff... Ja, ja, ja, ¡como si supiera cocinar! —Janii se retorció de la risa—. Ja, ja, ja ¡Cocinero!

Con venas claras y marcadas en su frente paso lo inevitable.

—Kgh... ¡No me jodas niño!

—Ay... —Recibiendo un golpe en la cabeza no pude hacer nada en mi defensa.

Parece que esta vez si le falte el respeto.

—Pon atención, porque solo lo explicaré una vez —dijo mientras se acomodaba sobre algunos bultos en la pared de la carreta.

—Primero que nada te haré una pregunta, ¿alguien no te ha puesto algún apodo raro antes verdad?

Con la palabra "apodo" inmediatamente me vino a la cabeza "Héroe", pero, ¿acaso sería algo bueno decírselo? Aunque sean buenas personas, En mi antiguo pueblo me resignaron a estar encerrado mientras se me enseñaba magia, vigilado día y noche, resguardado y solo libre de salir para entrenar mi cuerpo, si donde sea que escuchen la palabra Héroe es razón para hacerte algún tipo de trato especial... Entonces no lo deseo.

—No...

—Bien, entonces comenzaré a explicar el gremio.

Recargandose sobre su brazo mientras volteaba los ojos hacia la derecha comenzó.

—Bueno, básicamente es una organización hecha con el objetivo dar un trabajo a aquellos que necesitan dinero ayudando a resolver los problemas de la gente de una ciudad, pueblo o mundo.

»Existen tres tipos de Gremio:

El más pequeño tipo de Gremio sería la Casa Gremial.

Esta casa es un lugar destinado a la organización del gremio, pero en general esta la tienen la mayoría de los pueblos medianos de alrededor de 1000 habitantes.

Después está el Palacio Gremial.

Este nivel, como su nombre lo indica, es un palacio dedicado a recibir todas las peticiones, normalmente en ciudades de alrededor de 6000 habitantes.

Y por último está el País Gremial.

Abrió grande los brazos.

Este es diferente de los anteriores, esto es algo reciente que ocurrió hace dos años. La organización Gremial compró un país.

—¡¿Eh?! ¿Un país entero?

—Ah, de eso sabe más Janii —indicó Antell apuntado con sus ojos a ella.

—Así es, con oro compro un país pobre, lejos de aquí, no tan al norte ni tan al sur, rodeado de grandes potencias, un país casi a punto de desaparecer y lo convirtió en el país Gremial, actualmente el país más rico y el país habitado por monstruos —dijo Janii con una sonrisa maliciosa.

—Se dice que es habitado por monstruos porque ahí es donde los más fuertes se juntan, es el país lleno de gente imposible y lleno de razas variadas, no importa de que raza seas, que edad tengas, ni cuántas vidas hayas tomado, siempre y cuando seas fuerte serás respetado en ese lugar —dijo Antell mientras cerraba su puño fuertemente—. También aquí es donde las diferentes misiones más descabelladas se originan.

—Así es, con el avance de la contaminación del miasma sobre el norte, constantes retos son presentados al País Gremial, siendo así el país que más hace correr el dinero gracias al sistema de misión/recompensa y por la fiabilidad y confianza que tiene en todo el primer mundo. —complemento Janii a la historia.

—Eso es increíble... Parece ser una organización enorme.

—Claro que sí chico, pero no solo los aventureros son fuertes, si no, también los dueños —aclaró Antell sonriendo con emoción.

—¿Eh?

—No, decirle fuerte se queda corto, para empezar se dice que los encargados de los palacios no son de este mundo, eso significa monstruos de otros mundos.

—Monstruos...

—Esto casi podría considerarse un mito —dijo Antell bajando el volumen de su voz y poniéndose la mano en la boca—, porque después de todo, no hay personas que hayan visto a estos encargados, pero no es lo más sorprendente que existe.

»Después está la otra leyenda, digo otra, para que no confundas la leyenda del héroe con esta que voy a contar, ya que no tienen punto de comparación —agrego Antell.

—Ahí vas de nuevo Antell, nadie se cree esa tonta leyenda más que tú —rió Janii.

—¡Ja! ¡Por eso mismo debe ser real!

—Ahh... No tienes remedio —suspiró Janii sobándose la sien.

Antell sonrió de un lado a otro emocionado mientras se enderezaba la espalda y comenzó a contar su leyenda.

—Muchos se preguntan si este mito es verdadero, ya que tiene 200 años de existir, pero se sabe que si le preguntas a un ser de alguna especie longeva podría contarte cómo se veía "él".

Aquel que tiene las iniciales de su nombre como el nombre de su misma leyenda y el mismo que es reconocido por los dioses como el más fuerte.

Su apellido es Rakihole y su nombre va en el título de su mito.

La historia que cuenta el bautizo de los 3 mundos.

¡¡La historia del Dios Demonio Diale!!

"El ser bendecido por sí mismo."

¡Increíble! Definitivamente, esta historia no la había escuchado en mi antigua aldea.

—...

—...

—¿Eh? ¿Por qué no sigues con la historia?

—De que hablas esa es toda la historia.

—¡¿Eh?!

—¡No le mientas cabrón! 

—At- lo entiendo, lo entiendo...

—Pues lo que pasa es que... Eso es todo lo que recuerdo je, je. Verás, está historia, me la contaba mi padre hace mucho tiempo, y como podrás ver actualmente ya no recuerdo mucho de ella.

—¿¿Eh?? ¿Solo eso recuerdas?

Justo cuando estaba poniéndose buena...

—Ja, ja, no te equivoques chico, no es que solo recuerde eso, sino que solo recuerdo lo suficiente —Moviendo la cabeza en dirección a la ventanilla del chófer, pude ver lo que se presentaba frente a mí en la ventana...  

—Ya estamos llegando, eso es Somantia.

Inseguridad.

Esa fue la única palabra que cruzó mi mente al ver el pueblo.

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