Capítulo 4 El Peleador incorregible.

En el capítulo anterior unos bonitos perritos de fuego jugaron conmigo.

[En algún lugar del bosque del sur]

Pov Eypril Eros.

Respiré.

No podía respirar.

Trate de respirar.

Con la espalda destrozada y las piernas magulladas no puedo hacer mucho...

—Todo ha terminado...

Después de que el líquido en mi nariz saliera pude respirar un poco.

El aire estaba afilado como navajas.

Solo me queda...

Levantando la mano dispuesto a usar mi última magia se podía observar la desesperación de Centir.

Volando sobre mi en forma de garabato.

Nunca lo había visto en esa forma.

—¡No te rindas!

¿Eh?

—¿Centir por fin hablas?

Shiuuu ¡Shiuuu! [¡Yo no fui imbecil!]

—¡¿Eh?!

Antes de que pudiera procesar lo que pasaba, el sonido de un aplauso seguido de un dolor hormigeante, me recorrió todo el brazo.

—¡¿Eeeehhhh?!

Fui levantado.

Comencé a ser estirado por el brazo con el que iba a lanzar mi última magia.

Girando.

Lo único que podía ver eran rayas blancas, verdes, cafés y una silueta sujetandome.

Mis pies comenzaron a levitar.

—¡Aún es rápido para rendirse chicooo!

¡¿Eh?!

—¡Janii!, ¡lo dejo en tus manos!

No sabía que estaba ocurriendo.

Sin embargo, aún sin saber nada volé.

Comencé a girar.

Igual que un frisbee.

Tengo miedo...

—¡¡Sí!!

Tengo miedo.

—¡Pase largo!

¡Tengo miedo! ¡Mierda, este golpe me va a rompe...!

—¡Te tengo!

¿Suave?

Abriendo los ojos lentamente sobre una perfecta almohada dual, aún sentía el aire helado del bosque en mi cuerpo que ya se había acostumbrado a volar.

Aún así esto... El shock de esto...

¿Estoy siendo cargado como princesa? ¡¿Eh?! Una... Una chica... ¡Estoy siendo cargado por una chica!

—¡Prepárate para la caída!

—¿Caída?

Mirando alrededor las copas de los pinos llenas de nieve y a una ardilla agarrada de un tronco completamente congelada, me sujeté de ella.

—¡¿Cómo demonios me lanzaron hasta acá?! ¡Waaahh!

Caímos.

Fui golpeado por pinos, ramas, y raices de treants en el aire.

Cai en la nieve.

Sobre la bendita cama natural del bosque.

Era demasiado suave.

Descansando sobre mis huesos rotos y a punto de perder el conocimiento, una pequeña creatura en forma de "~" comenzó a golpearme la mejilla.

Shiuuu shiuuu. [¡No te duermas aún imbécil!]

¿Y la chica...?

Mis ojos vagaron de aquí para allá hasta encontrar una hermosa cabellera negra tras de mi, su cuerpo aún estaba tratando de amortiguar la caida.

¿Quién es?, ¿la conozco? No, yo no conozco a ninguna chica.

No sabía quién era, No sabía que quería, Nunca la había visto antes, aún así, no tardó en mirarme a los ojos.

Me tomo las manos.

Con una sonrisa gentil.

La más gentil después de la de mi madre.

—Ya está bien, ahora estás bien...

Apretando mi mano con fuerza una luz verde como la del mar emanó sobre mi cuerpo devolviendome el calor lentamente.

—Sanación.

Caliente...

Tan cálido que quisiera dormir...

....Tengo sueño...

Shiuu shiuu.

Pero...

El sonido de Centir me hizo recobrar la cordura.

La batalla aún no ha acabado, aún esta vivo el lobo más fuerte.

Utilizando mi mano libre y la rama de un treant cercano me enderece.

El lobo grande estaba enfurecido, había llegado dónde estaba yo, y en mi lugar, un hombre con una espada en cada mano recibió una tecleada de frente.

La mandibula del lobo trató de darle un mordisco pero las espadas bloquearon su dentadura.

El choque del golpe hizo levantar una cortina de nieve en todas direcciones que al instante se convirtió en vapor por el fuego del lobo.

¡¿Detuvo ese golpe así de fácil?!

Una batalla había empezado.

No era como lo que yo había echo antes.

No era una pelea estratégica.

Era una batalla de monstruos.

Una simple pelea.

A golpes.

El lobo gruñendo era intimidador, sin embargo, cada mordisco era cubierto por las espadas del hombre.

Cada colmillo era detenido.

Cada arañazo era desviado.

Aún así, pareciendo que el que llevaba la del atera era el hombre, en el piso podías ver dos líneas de lodo delante de los pies del hombre.

Estaba siendo empujado.

Resistiendo embestida tras embestida, sus brazos fornidos le comenzaban a temblar por el sobre esfuerzo que era algo digno de observar.

—Esto es malo.

Habló la chica con una cara preocupada.

—Antell es fuerte, pero pareciera que la fuerza del lobo va en aumento...

Shiu shiuuu. [Tiene razón, el miasma es cada vez más intenso.]

Habló Centir corroborando su análisis.

Confundido por el cambio de presa repentino, el lobo astuto, tomo su distancia una vez más y comenzó a correr alrededor del hombre.

Está buscando los puntos débiles...

Era difícil.

Los ojos del lobo se agudizaron y su aire de superioridad bajó.

Lo entiendo.

Ni siquiera yo puedo verlos.

El lobo sorprendido por el increíble aguante del hombre, lanzó una ráfaga de mordidas y golpes atacando desde todas las direcciones mientras corría a su alrededor.

Una vez más parecía que no estuviera solo.

La realidad era esa.

Sus movimientos eran tan rápidos que parecía que tres lobos líderes estuvieran atacando continuamente a su alrededor.

Pero él.

El hombre colocando las espadas en una equis perfecta, bloqueo cada golpe en dos simples tajos horizontales.

El viento se rompió.

Troncos incendiados en blanco habían sido partidos con el mismo bloqueo.

—¡Inutil! —Gritó el hombre.

Con las espadas encendidas en fuego por la fricción de cada bloqueo y golpes rechazados, una increíble canción de choques de espada se posó sobre el escenario de pelea.

Fácilmente había escuchado sus espadas golpear más de cien veces en un minuto.

Hubo más tajos perdidos, arañazos desviados y fallidos. El bosque a su alrededor pronto quedó completamente talado.

Había árboles en el piso chillando, moviéndose como serpientes mutiladas y chamuscadas.

Entonces, como si deseara romper el punto muerto del increíble intercambio de golpes, una onda de miasma se esparció de la cola llameante hacia todo el cuerpo del lobo.

Las maderas de los pinos alrededor, los cuerpos de los treants, los pinos que aún no eran mutilados.

Todo se quemó.

Con el más mínimo roce del pelaje del lobo cualquier cosa podía prenderse en llamas.

El sonido del fuego aumentó.

La temperatura se elevó incluso más que cualquier día caluroso que hayamos vivido en el sur.

Aunque estaba nevando, solo alrededor de la pelea no era así.

Toda la nieve desaparecía antes de llegar a existir veinte metros alrededor de esos dos.

Demasiado calor.

—¡¡Antell!! —gritó preocupada la chica a mi lado por el increíble calor infernal sobre todos.

El lobo de fuego se volvió a lanzar con un nuevo impulso y sus mandíbulas terminaron sobre las espadas del hombre que se defendía con ellas frente a su pecho sin ceder su vida.

—Mierda... Es increíble... No pensé que dejar mis guantes en el herrero fuera a hacer las cosas tan difícil.

El reforzamiento corporal del hombre era leve, aún le faltaba nivel para poder pelear contra ese monstruo de frente.

Esto es malo...

Teniendo que cubrirme por el calor intenso, pero sin querer dejar de ver la increíble pelea del hombre, chorros de sudor y sangre congelados comenzaron a caer por mi cara hasta los charcos de lodo en la tierra ahora humeda. 

El bosque, encendido en llamas, ponía una espesa niebla sobre el lugar, haciendo poco visible la pelea de ellos, pero eso no basto para que mis oídos (ya recuperados gracias a la magia de la chica), no captaran esas palabras...

¿Una risa?

—Je... ¡JA JA JA! ¡¿Qué pasa desgraciado?! ¡¿Esa es toda la fuerza que tienes?!

¡¿Este tipo que dice...?!

El lobo aulló.

Muchos lobos a lo lejos aullaron también.

¡Esto es muy malo!

—Barrera.

Sintiendo la malicia de la burla, el lobo contestó a la provocación del hombre expandiendo el fuego con una explosión de calor.

La zona de calor se expandió mucho más.

La chica y yo nos encontrábamos bastante lejos, aún así, árboles alrededor de nosostros también comenzaron a incendiarse.

Nos protegí, use mi magia.

—¡Antell! —la chica a mi lado gritó tan fuerte que parecía que sus ojos podrían salirse en cualquier momento.

Desesperación.

Un incendio se había desatado en medio del bosque quemándolo todo, los treants habían empezaron a chillar tan fuerte que podían dejar sordo a cualquiera y en vez de una ventisca parecíamos estar dentro del horno de un herrero.

Se creo un infierno de fuego blanco.

Los pinos no tardaron en desplomarse y la chica dejo de tratar mis heridas con la preocupación sobre su compañero.

Este hombre... Si no se retira... Morirá...

—¡Ghaaaaagg! —

La llamarada había comenzado a ser demasiado para el hombre.

Nunca podría imaginar cuánto calor está soportando estando tan cerca de ese monstruo.

El lobo lanzó otra mordida.

Pareciera que el fuego blanco trataba de engullir al hombre, sin embargo, el detuvo el ataque.

Teniendo la mordida encima de las espadas, la llamarada había empezado a devorar la dureza del hierro.

Las hojas estaban al rojo vivo.

Se empezaron a derretir.

El hierro derretido cayó sobre las manos del hombre y este cayó de rodillas.

—¡¡GAAAAAHG!!

—¡¡Antell aléjate!!

—........

Dirigí mi brazo hacia la pelea.

Tratando de reunir centir frente a mi mano solo una pequeña chispa amarilla se formaba.

Eso significaba rechazo.

Me he agotado...

Tratando de invocar el muro aún sin centir, muchas pequeñas chispas amarillentas explotaban frente a mi mano que apuntaba a la pelea.

—No... Es imposible... A menos que detenga las barreras del pueblo...

Había troncos rodeando a los dos.

Troncos que formaban un cuadrilátero perfecto.

Una jaula de fuego.

—¡ANTELL! —gritó.

Dejándome en el piso se echó a correr hacia ellos.

—¡No!

La detuve.

Aunque no pudiera crear una barrera para detener nada, la tome del brazo antes de que quedara quemada.

—¡¡Para!! ¡¡No puedes acercarte más!!

La sujete de la manga de su gabardina blanca pero no lo notó.

Seguía tratando de caminar.

Igual que los lobos más pequeños.

Seguía tratando de ir a su muerte.

—¡¡Quítate!! ¡Suéltame! —Arañandome inútilmente con sus guantes de piel y golpeando mi mano mientras miraba a su compañero, nunca me quito de encima.

—¡No puedes acercarte a eso, no saldrás con vida!

—¡¡Suéltame!! ¡¡ANTELL!!

Lloró.

Sus golpes aunque débiles, por alguna razón eran más dolorosos que los de lobo.

No la solté.

—¡Detente, es imposible sacarlo de ahí!

Esta chica no está pensando bien...

Si no estuviera completamente alterada ya me hubiera golpeado para ir con él.

En ese estado no puedo dejarla marcharse, no habrá nada que hacer...

El lobo que veía el fuego como su mejor aliado, dió un medio giro y golpeó las espadas medio fundidas con un coletazo de fuego.

Desaparecieron.

Era como si el hombre nunca hubiese estado armado.

Cómo si no hubieran existido.

Cómo si nunca hubiesen sido forjadas.

Pronto sería lo mismo con nosotros.

—¡¡¡ANTELL!!!

—Agh... Desgraciado... —Gimió el hombre agitando las manos sobre el lodo hirviendo para calmar la alta temperatura.

Comenzó su juego previo.

Ese lobo era repugnante.

Rodeando al hombre del ego destruido, el lobo se dispuso a jugar con su presa.

Se volvió hacia atrás y como si fuese un caballo, lo golpeó con sus patas traseras

Lo lanzó contra los troncos.

—¡¡Antell!!

Sorprendida por el golpe serio que conecto el lobo a su amigo, la chica de un jalón me hizo caer al piso

—¡Agah!

Dios… Esta chica es demasiado fuerte... No tenemos tiempo para ésto, tenemos que irno...

¿Huh...?

Trato de arrastrarse.

Enterrando los dedos en el lodo la chica seguía tratando de escapar de mi agarre.

Eso no fue lo que llamo mi atención.

¿Qué demonios es esa cara...?

Dolor.

Lágrimas.

Rabia.

Su expresión...

La cara que hace unos segundos era un templo de tranquilidad y luz, ahora era un lío de resignación y dolor.

—¿Por qué...?

No quería hablar.

Solo salió.

Involuntariamente pregunté.

Siendo ya un milagro que haya podido escuchar mi susurro dentro de este infierno, sus labios se movieron en respuesta.

—¡Porque él es mi felicidad!

La escuché.

Su grito me recorrió todo el cuerpo.

Hasta las entrañas.

—......

Me levanté.

Todo era un caos.

El hombre que me había salvado de morir ahora estaba a punto de morir en mi lugar.

Esto es extraño...

Esto no se siente como algo natural.

Así ha sido toda mi vida.

El sentimiento de estar fuera de lugar.

El sentimiento de no pertenecer aquí.

El sentimiento de no tener ningún rumbo.

Sin destino.

Casi olvido sus palabras por todo el alboroto.

Pude ver su sonrisa en mi mente.

—Centir... Ayúdame...

Ahora es diferente..

Miré a la bestia de miasma.

¡Ahora no vivo para ser un héroe!

Cierra los ojos y cálmate.

Concentre mi corazón para sentir la energía en el aire.

Luces.

Pequeñas luces desordenadas flotando al ritmo del escenario, como un enjambre de luciérnagas.

Sin rumbo.

Igual que yo.

En el día las puedo ver a simple vista, sin embargo, en la noche es diferente, esta no es una opción viable para salir del aprieto.

Normalmente me sería imposible controlarlas.

Pero...

Miré a mi derecha. Miré a mi compañero.

Centir está a mi lado.

—Ve a flotar.

¡Shiu!

Una forma de utilizar magia que requiere mucho tiempo.

Si utilizará esto en una pelea uno a uno, sería rebanado enseguida.

A mi orden Centir comenzó a vagar.

Al ritmo de las flamas.

Al ritmo del centir.

Flotando como un listón llevado por el viento.

—Concéntrate... Ordenalos...

Crea la corriente.

Ordenando a Centir con uno de mis dedos, comenzó a moverse por todo el lugar.

Alrededor de los árboles.

Sobre las piedras.

Su forma empezó a cambiar.

Como un listón de luz transformandose en una aurora boreal.

......................

...[[Eypril... Encuéntrala... Tu felicidad.]]...

......................

El coliseo de fuego ahora parecía una fogata gigante y aquel hombre, un pedazo de carne cocinándose a la leña.

No había espadas.

No había con que defenderse.

Lo hizo retroceder.

Eso era lo que se obtenía al interrumpir su caza.

Ahora iba a perderlo todo.

El lobo ya había decidido terminar su cena.

Decidió echarse el bocado al hocico.

Él era el lobo más fuerte...

Aún siendo un monstruo consumido por el miasma, él era aquel que había podido mantener la cordura.

Había controlando la llama blanca a la que toda su manada temía solo con el poder de su mente sobre desarrollada.

Utilizando a los demás como frente podía observar las habilidades de sus presas.

Solo era rutina.

Para un ser pensante como él esto no era nada.

Esa fue su perdición.

—....¡!

Confundida la bestia miró a su alrededor. Algo no andaba bien, el nuevo sentido que había obtenido de la llama blanca parecía estar perturbado.

Lo miró, detenidamente se dió cuenta.

El centir que hace un momento estaba esparcido por todos lados, ahora se movía como un río en una sola dirección.

¿Por qué no habia sospecho nada antes?

El tipo que había acabado con su segundo al mando y con todos los comunes.

Aunque estaba seguro de que ya lo había terminado.

Cruzo miradas con esa fuente de poder.

¿Qué es éso...?

¿Cómo está haciendo eso...?

Esa carne ya había sido ablandada completamente...

Él lo entendía, como la increíble creatura lista que era, lo entendía...

Ese poder me eliminará si no lo elimino primero.

La bestia que ya había empezado a correr contra su cena cambió de dirección en un ángulo de noventa grados y aumento su velocidad.

Cruzó el mar de llamas blancas como un proyectil en mi dirección.

Sin distraerse con nada.

Había olvidado su hambre incontrolable con el único deseo de sobrevivir.

Pero... Para él, al igual que la primera vez, ya era muy tarde.

¡El centir ya está concentrado en mi mano!

—¡¡Barrera!!

Fue un impacto directo.

Una ráfaga de aire y fuego se extendió por todo mi muro pintándolo de blanco.

—¡Gaaaahhh!

Me hizo retroceder al instante como la primera tacleada que se llevó aquel hombre.

Cada uno de mis dedos había comenzado a cocinarse.

La barrera no se había roto aún pero el calor parecía traspasarlo todo.

—¡Aún nooo!

Justo ahora solo un brazo me funcionaba, aún así de alguna forma logré colocar mi brazo roto sobre el derecho.

Lo sujeté.

Si no me sujetaba con los dedos caería de nuevo.

Ahora había dos fuentes de energía conectadas una sola salida de Centir para mi magia.

Cree un cuello de botella intensificando y fortaleciendo mi magia con todo el centir que mi compañero me estaba proporcionando amarrado a mi brazo.

No es suficiente...

Mi barrera reforzada había empezado a agrietarse de las orillas.

La bestia me estaba mirando.

Cara a cara.

La presa y el cazador.

—... ¡!

Está cosa... Aún no se ha agotado... ¡Está maldita bestia aún tiene energía para eliminarnos! ¡Su fuerza no ha llegado a su límite!

Incrementó el empuje de su fuego.

Pronto mis piernas cedieron dejándome hincado sobre la pierna que no me había lastimado.

Necesito más centir... Pero ya lo usé casi todo...

El piso donde me encontraba ya se había secado.

Bajo mis pies solo quedaba un pedazo de tierra infértil que comenzaba a romperse y agrietarse...

Ese es mi destino...

—Mierda... Mierda... Aún después de usar todo lo que me quedaba fue inútil...

¿Es esto a lo que se refería el viejo?

¿Ese fuego blanco va a terminar quitándonos todo...?

Esto es todo...

Mi barrera se agrietó por completo.

Me rendí.

El dolor en mi espalda era insoportable y los calambres de las piernas me estaban volviendo loco.

Al fin decidí darle el merecido descanso a mi cuerpo.

—...

No caí.

¡Shiu shiu shiu shiu shiu!

Mi mano seguía levantada por mi compañero flotante.

La barrera seguía erguida

Lo sentí.

—¡Sa... Sanación!

Una luz verde aqua, me envolvió.

En mi espalda magullada una delicada mano me daba soporte.

Observé la luz con el mínimo reflejo de mi barrera y observé su rostro.

—...¡!

La chica que había estado gritando hasta ahora, tenía una cara completamente diferente, no la que había perdido la esperanza, si no, una llena de concentración y poder.

Entonces, por solo una fracción de segundo lo noté.

Tan rápido como algo que no existe.

Tan rápido como un parpadeo involuntario.

Una pequeña chispa de rechazo recorrió mi barrera entera.

Una chispa rosada.

Por una fracción de segundo mi magia era rosada.

—...¡!

Algo me abrió el pecho.

Tenía un hoyo gigante y vacío en el pecho.

Así se sentía.

Enseguida el centir comenzó a viajar de todas direcciones hacia mí, como si se estuviera llenando un hueco repentino en medio del mar.

¡¡¡Shiuu!!!

¡Si, definitivamente aprovecharé ésto!

—¡¡Ghaagaa!!

Me levanté.

Todo mi cuerpo estaba lleno de energía y no paraba de rellenarse con una inimaginable cantidad de poder.

Dirigí toda la energía a mi muro y su forma agrietada desapareció, se había vuelto más resistente que ninguna otra barrera que hubiese creado antes en toda mi vida.

¡¡¡Shiuuu!!! [¡AHORA!]

—¡¡¡GHAAAAA!!!

Se creo un cubo gigante alrededor del cuerpo del lobo como si hubiese sido envuelto por mi mano.

Apreté.

—¡Gaaaahhhh!

Con el doble esfuerzo de mi puño y sin titubear, los muros que habían encerrado al lobo se encogieron.

Del tamaño de una casa mi magia se encogió al tamaño de un terrón de azúcar en un instante.

—¡Compresión!

Grité el nombre de mi magia.

Un cubo increíblemente pequeño quedó flotando en el aire.

Lo tomé con el esfuerzo de mi brazo roto.

—Sello...

Una luz naranja salió de las grietas entre mis dedos y con un pequeño "clik", mi magia se completó.

Mi brazo quemado y roto no dejaba de temblar y latir con destellos de calambres por todos lados debido a la fuerza que había aplicado para cerrar el puño.

El sonido del miasma quemando la madera fue desapareciendo lentamente y el calor se esfumo más rápido de lo que debería ser posible.

Aún sin comprender lo que había pasado con todo ese centir que usé de golpe, mi conciencia desapareció sin más.

Centir agárrame.

....Choque de cara contra el lodo.

Capítulos
1 Capítulo 1 Escape.
2 Capítulo 2 Oscuridad y fuego.
3 Capítulo 3 Revolcarse en la nieve
4 Capítulo 4 El Peleador incorregible.
5 Capítulo 5 Misión Urgente.
6 Capítulo 6. Viaje y Leyendas Verdaderas.
7 Capítulo 7 El Tajo y La Seguridad.
8 Capítulo 8. Vitoreos Fugaces.
9 Capítulo 9... La desviación... La puerta de él.
10 Capitulo 10. Rojo Intimidante.
11 Capítulo 11 Baño caliente.
12 Capitulo 12. Cena pesada.
13 Capítulo 13. Soñando sobre la mesa.
14 Capítulo 14. Entrenamiento Vespertino.
15 Capítulo 15. Después de la fuga.
16 Capítulo 16. Tarde en la Taberna Trynk T.T.T
17 Capítulo 17. Contienda Gremial.
18 Capítulo 18. Voces en el bosque.
19 Capitulo 19. Eypril vs Exaptel.
20 Capítulo 20. Un cepillado correcto.
21 Capítulo 21. Desesperación y locura.
22 Capítulo 22. La cáscara.
23 Capítulo 23. Buscando un culpable.
24 Capítulo 24. Kinoka.
25 Capítulo 25. El fin de la contienda.
26 Capítulo. 26. Tonterías.
27 Capítulo 27. Nuevo integrante en la taberna.
28 Capítulo 28. YOKAI.
29 Capítulo 29. El viejo viejo, Eypril y el viejo actual.
30 Capítulo 30. La mañana del día libre.
31 Capítulo 31. Por la tarde en los callejones de Somantia.
32 Capítulo 32. El anciano destripador.
33 Capítulo 33. Las Yuki Onna (Mujeres de nieve)
34 Capítulo 34. La chica de los ojos lilas.
35 Capítulo 35. El consejo de mi hermano.
36 Capítulo 36. Primer cálculo.
37 Capítulo 37. Cuando eres viejo ya no te asustas fácilmente.
38 Capítulo 38. El ataque de los Fantasmas de Hielo.
39 Capítulo 39. Quiebre celeste.
40 Capítulo 40. El camino por delante.
41 Capítulo 41. El camino que lleva al cielo.
42 Capítulo 42. Infierno.
43 Capítulo 43. Collares.
44 Capítulo 44. El último vestigio de la voluntad más fría.
45 Capítulo 45. La sacudida de la pequeña chispa rosada.
46 Capítulo 46. Ese chico misterioso.
47 Capítulo 47. Hora de un cuento.
48 Capítulo 48. Hora de dormir.
49 Capítulo 49. La importancia de no mirar.
50 Capítulo 50. Alboroto.
51 Capítulo 51. Mi camino y el de cada uno.
52 Capítulo 52. Nieve roja.
53 Capítulo 53. Nadie se va.
54 Capítulo. 54 Mega monstruo.
Capítulos

Updated 54 Episodes

1
Capítulo 1 Escape.
2
Capítulo 2 Oscuridad y fuego.
3
Capítulo 3 Revolcarse en la nieve
4
Capítulo 4 El Peleador incorregible.
5
Capítulo 5 Misión Urgente.
6
Capítulo 6. Viaje y Leyendas Verdaderas.
7
Capítulo 7 El Tajo y La Seguridad.
8
Capítulo 8. Vitoreos Fugaces.
9
Capítulo 9... La desviación... La puerta de él.
10
Capitulo 10. Rojo Intimidante.
11
Capítulo 11 Baño caliente.
12
Capitulo 12. Cena pesada.
13
Capítulo 13. Soñando sobre la mesa.
14
Capítulo 14. Entrenamiento Vespertino.
15
Capítulo 15. Después de la fuga.
16
Capítulo 16. Tarde en la Taberna Trynk T.T.T
17
Capítulo 17. Contienda Gremial.
18
Capítulo 18. Voces en el bosque.
19
Capitulo 19. Eypril vs Exaptel.
20
Capítulo 20. Un cepillado correcto.
21
Capítulo 21. Desesperación y locura.
22
Capítulo 22. La cáscara.
23
Capítulo 23. Buscando un culpable.
24
Capítulo 24. Kinoka.
25
Capítulo 25. El fin de la contienda.
26
Capítulo. 26. Tonterías.
27
Capítulo 27. Nuevo integrante en la taberna.
28
Capítulo 28. YOKAI.
29
Capítulo 29. El viejo viejo, Eypril y el viejo actual.
30
Capítulo 30. La mañana del día libre.
31
Capítulo 31. Por la tarde en los callejones de Somantia.
32
Capítulo 32. El anciano destripador.
33
Capítulo 33. Las Yuki Onna (Mujeres de nieve)
34
Capítulo 34. La chica de los ojos lilas.
35
Capítulo 35. El consejo de mi hermano.
36
Capítulo 36. Primer cálculo.
37
Capítulo 37. Cuando eres viejo ya no te asustas fácilmente.
38
Capítulo 38. El ataque de los Fantasmas de Hielo.
39
Capítulo 39. Quiebre celeste.
40
Capítulo 40. El camino por delante.
41
Capítulo 41. El camino que lleva al cielo.
42
Capítulo 42. Infierno.
43
Capítulo 43. Collares.
44
Capítulo 44. El último vestigio de la voluntad más fría.
45
Capítulo 45. La sacudida de la pequeña chispa rosada.
46
Capítulo 46. Ese chico misterioso.
47
Capítulo 47. Hora de un cuento.
48
Capítulo 48. Hora de dormir.
49
Capítulo 49. La importancia de no mirar.
50
Capítulo 50. Alboroto.
51
Capítulo 51. Mi camino y el de cada uno.
52
Capítulo 52. Nieve roja.
53
Capítulo 53. Nadie se va.
54
Capítulo. 54 Mega monstruo.

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