Capitulo XV Confesión

Tengo siete meses de embarazo, mi salud ha estado mucho peor, actualmente vivo en un pequeño apartamento que rente gracias a los ahorros que con esfuerzo conseguí, cambié de ginecóloga pues no quería que mi familia ni la familia de Mauricio me encuentren, Samuel ha sido de mucha ayuda, todos los días viene y me trae algo para hacerme feliz, especialmente hoy me siento mal me duele todo el cuerpo y no tengo fuerzas para levantarme de la cama, alguien había llamado a la puerta así que como pude fui a ver quién era, al abrir me arrepentí de haberlo hecho pues aquí estaba Mauricio con cara de odio hacia mí.

Mauricio: mi querida esposa, como es posible que vivas en esta pocilga, la princesa Colins, viviendo como una plebeya.

Amanda: que haces aquí? Por favor vete.

Mauricio: jajaja eso no pasará, sabes todo lo que tuve que hacer para encontrarte, mis padres están como locos por el bebé que esperas, mira mejor vámonos te ves muy mal y mi hijo no puede nacer en un lugar como este.

Amanda: si mal no recuerdo, dijiste que este niño no era tuyo, mira sigue pensando así y déjame en paz.

Estaba discutiendo con Mauricio cuando todo empezó a ponerse negro, empecé a perder mis pocas fuerzas y sentí el mundo venirse encima de mí.

Perdí el conocimiento y cuando desperté me encontraba en un hospital, no tenía fuerza para nada me sentí débil y con mucha sed, escuché una voz familiar decir mi nombre.

Samuel: hola Amanda, al fin despiertas.

Amanda: que me pasó?

Samuel: te descompensaste, por qué no me llamaste si te sentías mal?

Amanda: no quería molestar, sabía que estabas trabajando.

Samuel: sabes que eres lo más importante para mí y siempre correré a ayudarte.

Mauricio: bravo, bravo, bravo que hermosa escena, dígame doctor es igual de atento con todos sus pacientes.

Samuel: Carolina es mi paciente y mi amiga así que si ella me necesita la ayudaré.

Mauricio: tu amiga y cuénteme por qué son amigos? ¿Desde cuándo se conocen?

Samuel: un día te vas a arrepentir de hablar así, mejor cálmate, Carolina está muy débil y necesita recuperarse.

Mauricio: mejor vaya a seguir trabajando yo me encargo de mi mujer.

Samuel se acercó a mí y me pidió estar tranquila, él iba a estar pendiente de mí. Sin más que hacer salió de la habitación y me dejó sola con esta bestia.

Mauricio: mi querida esposa como me gustaría enseñarte a respetarme, por ahora no puedo hacer nada, pero una vez nazca el bebé me las pagarás.

Amanda: jajaja ese día nunca llegará.

Fue lo único que pude decir pues no tenía fuerzas para nada, al rato llego la mamá de Carolina muy asustada.

Natalia: hija mía que tienes? No es normal verte así, los embarazos no te debilitan tanto, que te lo digo yo que estuve embarazada de gemelas.

Mis ojos se abrieron de par en par, entonces es verdad Natalia tuvo dos hijas.

Amanda: mamá que pasó con la otra bebé?

Natalia: ya lo olvidaste, te lo he contado tantas veces, bueno no importa te lo vuelvo a contar, tu hermana gemela fue secuestrada del hospital a penas nació, una enfermera se la llevó y nunca más supimos de ella, así que asumimos que tú hermana había muerto.

Las lágrimas inundaron mis ojos no podía creer lo que estaba escuchando, entonces ellos si son mi familia, ella es mamá, le pedí acercarse y le confesé algo al oído.

Amanda: mamá no morí soy yo tu otra hija Amanda...

No pude decir nada más pues me desmaye de nuevo.

Natalia

Carolina había dicho algo imposible, me dijo que ella es la gemela perdida, no entendía nada si ella no es Carolina entonces dónde está Carolina? Tenía sentimientos encontrados, sabía que esta niña que yacía en la cama de este hospital no podía ser Carolina mi corazón de madre me lo había advertido, pero yo solo veía lo que quería ver, Carolina había cambiado mucho desde que regreso de aquel pueblo como fui tan ciega, tenía que hablar con Alfonso él sabrá que hacer. Deje a mi pequeña niña sabía que aquí nada le pasaría necesitaba hablar ya mismo con mi esposo.

Alfonso: que está pasando mujer, no me dejaste ver a mi hija.

Natalia: de ella tengo que hablarte de Carolina y de Amanda.

Alfonso: Amanda, que Amanda?

Natalia: nuestra otra hija, la gemela de Carolina.

Alfonso: no entiendo nada habla claro mujer.

Natalia: la niña que está en este hospital no es Carolina, ella es Amanda nuestra otra hija.

Alfonso: eso no es posible, aquella niña murió, al menos eso pensamos.

Natalia: pensamos mal Alfonso, está niña me acaba de confesar que ella se llama Amanda y no Carolina y yo le creo, está joven que ha estado con nosotros todo este tiempo es muy diferente a Carolina, date cuenta.

Alfonso: no le digamos a nadie hasta saber que está pasando, si es verdad lo que ella dice entonces están las dos en un gran problema, ahora busquemos a Carolina tiene mucho que explicar.

Alfonso y yo contratamos a un investigador que buscará a nuestra otra hija, le explicamos la situación y este dijo que sería muy fácil encontrar mi otra hija... Ay Carolina ahora que has hecho?

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