Capitulo XI Una oportunidad

Mauricio

Después de anoche me siento un cobarde, como pude proponerle algo así, ella hasta anoche era pura como debió sentirse por mi falta de tacto, entonces todo lo que se decía de ella era pura mentira, seguramente la gente malinterpreto las cosas, anoche ella se portó como lo hacia en las discotecas y no por eso andaba revolcándose con el primero que se le pasaba por el frente, soy un ciego, está mañana tardó más de una hora en el baño y aunque cuando salió estaba maquillada se podía notar que estuvo llorando, soy un cobarde por hacerle algo así, seguramente se estaba guardando para el hombre que ella amara.

Ya entiendo su desesperación por huir de casa y por no casarse ahora que hago con todo esto.

Amanda: hola.

Mauricio: hola.

Amanda: dormí mucho?

Mauricio; solo un poco.

Amanda: ok mejor saldré a dar un paseo.

Mauricio: me gustaría acompañarte.

Amanda: no es necesario, seguramente tienes mucho trabajo.

Mauricio: no te preocupes por eso, mejor salgamos y nos relajamos un poco.

Amanda: bueno como digas.

Mauricio: qué te gustaría hacer?

Amanda: quería caminar en el parque.

Mauricio: listo, entonces al parque iremos.

La lleve a un parque muy bonito a las afueras de la ciudad, este era un lugar muy tranquilo donde se podía pensar sin ser molestado, Carolina se veía feliz aquí, no paraba de caminar parecía una niña yendo de un lugar a otro, me llamo la atención como jugaba con los niños nunca antes vi esa faceta en ella, en el camino al lago nos encontramos con dos pequeños, se veía que eran de escasos recursos y hay estaban vendiendo unos dulces, Carolina se acercó a ellos y los saludo tocando su cabeza, estos niños le sonrieron y empezaron a hablar entre ellos, Carolina les pregunto por sus padres, a lo que ellos respondieron que no tenían, luego les compro todos los dulces que tenían y les dio algo más, después fue por algo de comida y se las dio.

Amanda: niños ustedes deben estar estudiando, deberían buscar un lugar donde los puedan ayudar lo que les doy no es mucho, pero al menos tendrán para unos días, ahora no tengo como ayudarlos más, solo espero algún día poder ayudar a muchos niños como ustedes.

Les dio un abrazo y se despidió de ellos, quedé asombrado con su actitud, ella siempre se mostró como una mujer arrogante que no me importaba nada más que ella en este mundo, estaba tan equivocado, seguimos nuestro camino, hasta el lago ahí se sentó en una banca y se quedó mirando un punto fijo, no decía nada solamente estaba ahí mirando a la nada.

Mauricio: fue muy bonito lo que hiciste por esos niños.

Amanda: eso no fue nada esos niños sufren mucho y más por parte de las personas con dinero.

Mauricio: como sabes eso?

Amanda: solo lo sé y ya.

Mauricio: ok, que te parece si vamos a comer algo, lo que tú quieras.

Amanda: no debes ser amable conmigo, o te sientas culpable por nada.

Mauricio: no estoy siendo amable por eso, solo quiero que nos llevemos bien.

Amanda: está bien.

Mauricio: me gustaría un helado enorme de chocolate.

Amanda: no me gusta el chocolate, yo lo prefiero de vainilla con chispas de colores y dos palitos de barquilla, ese me encanta.

Mauricio: entonces ese será el postre, por ahora busquemos comida de verdad.

Amanda: eres tan aburrido, está bien, pero después vamos por el helado.

Mauricio: es un trato.

Nos fuimos a comer y después por el helado, fue una tarde muy bonita y por ese periodo de tiempo me olvidé de todos mis problemas, no me había fijado, cuando estoy con Carolina el tiempo no se siente, al regresar al hotel ya era de noche, estábamos muy cansados, no había hecho algo así nunca.

Amanda: creo que ya no es necesario seguir en este hotel.

Mauricio: tienes razón, el apartamento donde viviremos está casi listo.

Amanda: está bien, cuando podemos mudarnos.

Mauricio: pienso que mañana en la tarde.

Amanda: perfecto entonces mañana nos mudamos a tu apartamento.

Mauricio: a nuestro apartamento, recuerda que somos esposos.

Amanda: aún no me acostumbro a eso.

Esta chica es demasiado especial me sentí tentado a besarla, en el momento que se me dio la oportunidad la bese y ella me correspondió, una cosa llevo a la otra y terminamos haciendo el amor otra vez, nos quedamos dormidos abrazados toda la noche, decidimos darnos una oportunidad, al menos eso pensé yo.

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