Capitulo II Tomando su lugar

Fui a ver a Catia no sabía cómo decirle que ya no iría a la ciudad, pero era lo mejor, no podía arruinar mi vida así debía decirle lo que estaba pasando.

Catia: amiga viniste, estoy tan feliz al menos una de las dos alcanzará sus sueños y cuando triunfe te sacaré de este pueblo, te lo prometo.

Ver la cara de felicidad de mi amiga me quito el valor de decirle la verdad, ya no podía hacer nada más que aceptar la propuesta de Carolina, no tengo de otra además solo será un año, después de eso ella ocupará su lugar y yo seré libre.

Al día siguiente busque a aquella mujer y acepte su propuesta, sentía que le estaba vendiendo mi alma al diablo, pero que más podía hacer.

Carolina: sabía que aceptarías, ahora debemos prepararte para ocupar mi lugar, obviamente físicamente eres igual a mí, pero te falta mucho para ser como yo, pasado mañana viajaremos a la ciudad así que no tenemos mucho tiempo, debemos empezar de una vez.

Lo primero que hizo Carolina fue cortarme el cabello pues el mío estaba más largo que el de ella, luego lo peino y me enseñó como lo usaba ella, no me gustaba este estilo tal vez más adelante lo cambiaría, me enseñó algo de etiqueta y comportamiento y lo que para ella era más importante, me enseñó a ser arrogante y altanera, fue la parte más difícil, ya que nunca me había comportado así, fue un duro trabajo, no salimos de este lugar hasta que yo estuviera lista, las horas parecían años junto a esta mujer estaba desesperada, solo quería salir corriendo de aquí.

Carolina: ya estás lista Amanda, realmente eres idéntica a mí. Mírate al espejo, acaso no crees que somos hermosas.

No podía creer lo iguales que somos, es imposible que dos personas sin parentesco alguno se parezcan tanto, algo está pasando aquí y esta es mi oportunidad de saber que es.

Era hora de empezar con el cambio, estoy muy nerviosa siento que me van a descubrir y seguramente me encerraran de por vida.

Carolina: ya deja de temblar, si lo haces bien nadie se dará cuenta, ok.

Amanda: Carolina tengo una pregunta.

Carolina: dime querida.

Amanda: que pasará cuando tu novio quería ya sabes, pasar a segunda base.

Carolina: jajaja no te preocupes por eso, debes tener algo en claro, Mauricio me odia él solo es mi novio de palabra, nunca he entendido por qué su familia lo obliga a casarse conmigo, así que no te preocupes él nunca se propasara contigo ok.

Amanda: por qué no me dijiste eso desde el principio, ahora estoy más nerviosa.

Carolina: tranquila solo ignorarlo eso es lo que siempre hago.

Era tiempo ya Mauricio estaba esperando a Carolina en el carro, está era la tercera vez que la llamaba y no se escuchaba nada feliz.

Carolina: este es mi teléfono, yo ya tengo otro, también guarde mi nuevo número en tu teléfono, estoy tan emocionada ahora podré hacer lo que yo quiera y nadie sospechara de mí, eres mi ángel salvador querida Amanda.

El teléfono volvió a sonar y en la pantalla decía Mauricio Walton.

Carolina: vamos contesta quiero ver cómo lo haces.

Amanda: aló.

Mauricio: no tengo todo el tiempo para esperarte, o vienes o me voy de una vez.

Amanda: has lo que quieras y piensa bien lo que digas a tus papis cuando llegues sin mí, ahora dame unos minutos más ya bajo.

Colgué la llamada me sentí muy extraña hablando así, pero tenía que hacerlo no podía dejar que me descubrieran.

Carolina: estuviste perfecta, hasta yo me lo creí, ahora ve y diviértete siendo yo.

Ya no había vuelta atrás, salí de aquel cuarto de hotel, directo a mi infierno, llegue al auto y un señor vestido de negro me abrió la puerta, está gente si es rara. Ya no sería más Amanda de ahora en adelante me llamarían Carolina.

Amanda: buenos días, gracias.

El señor me miró con cara de susto, ya metí la pata, no le preste más atención y entre al auto.

Mauricio: vaya hasta que la princesa se dignó a acompañarnos, sabes que odio esperar y más si es a ti.

Este hombre es realmente guapo, me quedé como idiota mirándolo, no me salían las palabras, como alguien no se querría casar con alguien como él, me quedé embelesada viéndolo, mi corazón se aceleró a mil por horas, que estaba sintiendo, que me pasa?

Mauricio: que tanto me miras? ¿Acaso te gusto o que?

Amanda: piérdete ya quisieras que me fijará en ti, mejor vámonos o es que era mentira el apuro que tenías.

Mauricio: siempre tan linda querida novia.

Amanda: gracias mi amor.

Que antipático es, con razón la verdadera Carolina no lo quiere.

Ya empezó el juego en este momento estoy ocupando su lugar.

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