Capitulo IV Es egoísta y sin corazón

Mauricio

Hace cuatro días llegamos a este pueblo, la gente aquí es muy amable y humilde, solo hablan de la carrera y de una tal Amanda, las cosas que dicen de ella me tienen fascinado, me gustaría conocerla espero tener la oportunidad.

Estoy metido en mis pensamientos cuando llega la pesada de Carolina, no la soporto solo estoy con ella porque mis padres así lo dispusieron, no sé cuál es el afán de casarme con un ser tan egoísta y sin corazón a ella solo le importa ella misma.

Carolina: hola amor, en que piensas.

Mauricio: ya te dije que no me llames así, además quien te invito a pasar.

Carolina: uy qué genio, yo solo vengo para decirte que no te voy a molestar unos días, así que mejor me voy.

 A quien le importa lo que ella hace por mí se puede lanzar de un avión y ni me molestaría, ahora tengo cosas por hacer y lo mejor es que no me moleste.

El día de la carrera llegó, pedí me presentarán a Amanda, solo que ella no estaba disponible al parecer andaba alistándose para la carrera, la vi salir de los vestidores y cuando estuve por llegar a ella Carolina se interpuso.

Carolina: que ves con tanta insistencia.

Mauricio: que te importa, mejor vayamos a nuestros lugares.

Fuimos a nuestros puestos y a los minutos empezó la carrera, la chica llamada Amanda estaba en la delantera realmente era buena ciclista, cuando estaba por ganar empezó a disminuir la velocidad y fue cuando la niña que iba de segundo lugar la alcanzó y paso, llegando está en primer lugar, me decepcionó un poco, ya que solo llevaría conmigo a la ganadora, al terminar la carrera no conseguí a Carolina por ningún lugar así que me sentí en paz por mucho tiempo.

Conocí a la tal Catia y al saber que era amiga de Amanda le pregunté por ella y la respuesta de esta me dejó impactado.

Catia: mi pobre amiga, le dije que no compitiera hoy pues por su estado era una imprudencia, pero no me escucho y bueno perdió al bebé que esperaba y tuvo que dejar el pueblo, para que nadie se diera cuenta.

Mauricio: es una lástima pues la chica es realmente buena en lo que hace, bueno felicitaciones mi gente te llevará a la ciudad para que te prepares y tengas un buen futuro.

Eso no era lo que había escuchado de Amanda por parte de la gente del pueblo, pero quien mejor que esta chica que es la mejor amiga para saber la verdad, es una lástima, ya que hubiera llegado muy lejos, pasaron dos días más y por fin era hora de salir de este pueblo, están esperando en el carro a Carolina que para variar se estaba haciendo de rogar la llamé varias veces y siempre me decía lo mismo, ya bajo espérame, esa chica me desespera demasía, al fin la vi llegar y cuando Carlos abrió la puerta para ella por primera vez le dijo gracias, Carlos quedo igual que yo de sorprendido, ella solo se montó en el carro me saludo sin insinuarse como siempre lo hacía y en todo el camino solo se dedicó a ver por la ventana, llegamos al aeropuerto y ella se subió al avión sin más, con mucha clase se ajustó el cinturón y mientras el avión despegaba ella se apoyó en su asiento y cerró los ojos, se veía tan linda así como si fuera un ángel tan tranquila no se porque, pero ahora que la veo tan quieta me doy cuenta lo hermosa que ella es.

Como ya habíamos despegado nos pudimos quitar los cinturones y al tiempo de estar en vuelo una fuerte turbulencia nos golpeó, por el alta voz el piloto pidió colocarnos los cinturones, yo lo hice sin problema, pero Carolina estaba muy nerviosa y no podía colocarse lo, me levanté de mi puesto y fui a su ayuda me senté a su lado y Carolina me tomo de la mano muy fuerte podía sentir sus uñas en mi piel, la turbulencia había pasado y ella seguía aferrada a mi mano, fue cuando se la pedí de vuelta, ella al ver cómo tenía sus uñas hundidas en mi piel se puso más nerviosa y empezó a decir puras cosas sin sentido, me pareció tan linda, su rostro estaba rojo como un tomate nunca antes la había visto así y es que bueno tampoco la detallaba para mí ella es una niña caprichosa y sin corazón.

Cuando se había calmado solo se sentó en su puesto y ya no dijo nada más.

Íbamos ya en camino a su casa cuando recibí una llamada de mi padre donde decía que la boda se había adelantado, no me dio explicaciones porque él siempre decidía por todos.

Ella también recibió una llamada y en su cara se reflejo solo felicidad, así que supuse ya le habían dicho la noticia, esa actitud me dio más coraje, quise lanzarla del auto en ese momento, cuando esté casado con ella haré lo posible porque quedé embarazada y darles ese nieto que tanto piden mis padres.

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