Capitulo XIX Mi familia

Amanda

Lo último que recuerdo fue estar abrazada a Samuel, en ese sueño profundo en el que caí vi una hermosa luz blanca que llenaba mis sentidos, sabía que había muerto, el dolor la tristeza, el miedo había desaparecido y no pensaba en nada solo en aquella luz que me llamaba, iba caminando hacia ella cuando a lo lejos escuché el llanto de un bebé, quien era ese bebé, me pregunté, mire mi cuerpo y recordé que dentro de mi había una vida, en ese preciso momento los recuerdos de mi tiste vida vinieron a mi como una gran ola que arrasa con todo y supe que había una pequeña esperando por mi, no podía irme y dejarla sola en este mundo tan cruel, tenía que volver por ella, le di la espalda a aquella luz y busque el camino de vuelta a la vida mi hija me necesitaba yo era lo único que ella tenía en el mundo y no podía crecer como yo sin padres, dos años después de eso aquí estoy frente al espejo viendo mi rostro, este rostro que odie por tanto tiempo, pero que ahora es el rostro que mi hija ve y a quien reconoce entre la multitud, oculte mi enfermedad por esa pequeña para que pudiera tener una oportunidad de vida, la amo y ella es mi mayor secreto ella es mi secreto de amor. Su padre nunca debe saber de ella, el nunca debe enterarse que Milagros está viva.

Escuché que tocaban a la puerta así que me apresure a bajar pues ya sabía que ellos, mis padres vendrían al país, tenía mucho tiempo sin verlos ni oír su voz, ya que Mauricio los estaba vigilando y no se atrevía a llamar, cuando baje las escaleras los vi, los ojos de mi madre se iluminaron mucho al verme, corrió a mi encuentro y nos dimos un fuerte abrazo, mi padre se unió a la reunion familiar.

Amanda: mamá, papá bienvenidos.

Natalia: gracias hija, te ves tan hermosa, te amo mi pequeña.

Alfonso: eres una guerrera mi vida, perdón por el daño que te cause.

Amanda: eso ya es pasado, ahora lo importante es que ustedes están aquí y que al fin conocieron a su nieta Milagros.

Natalia: así es amor, nuestra nieta es bellísima, se parece mucho a ti.

Samuel: bueno pasen y sientensen deben estar muy cansados.

Alfonso: gracias hijo, si fue un viaje largo.

Amanda: ya les pido algo de tomar y los llevo a su habitación para que estén cómodos.

Natalia: gracias hija, no queremos molestarlos por eso pensamos ir a un hotel y después buscar un apartamento donde vivir.

Amanda: eso es imposible, esta es su casa y por lo tanto aquí se quedan con nosotros, además quiero recuperar todo el tiempo perdido.

Alfonso: gracias hija, bueno y esta pequeña que cuenta, ya casi cumple dos años y haremos una gran fiesta de cumpleaños.

Milagros: abuelito siiiiiiiii

Amanda: eso lo veremos por ahora ayudemos a la abuela a desempacar, te parece?

Milagros: está bien mami, vamos, papi cuida de mi abuelo ok.

Samuel: ok mi amor, ve con tu mamá y tu abuela mientras cuido de tu abuelo.

Mi mamá, Milagros y yo subimos a la habitación de mis padres, mientras mi papá y Samuel se quedaron en la sala, mi mamá me miraba con tanto amor, que me sentía en un sueño.

Natalia: hija una pregunta, ¿por qué la niña llama papá a Samuel?

Amanda: Es la única figura paterna que tiene, ella solo está confundida, cuando sea mayor le aclaro las cosas.

Natalia: es lo mejor, no vaya a ser que algún día descubra la verdad por otro lado. Ahora dime hay algo entre tú y samuel?

Amanda: no mamá, solo somos amigos el es un gran apoyo y se podría decir que me salvó la vida.

Natalia: sientes algo por él?

Amanda: no pienso en eso, apenas voy saliendo de una enfermedad que casi me mata y ahora solo me quiero dedicar a mi hija.

Natalia: eres muy joven y Samuel es un gran hombre solo no te demores en definir lo que sientes, después puede ser tarde.

Amanda: ay mamá que cosas dices. Mejor terminemos aquí y luego bajemos por algo de comer, te parece?

Natalia: está bien mi amor, solo piensa lo que te digo.

Terminamos de acomodar las cosas y después de una hora bajamos a la sala, mi papá y Samuel estaban muy a gusto hablando era como si se conocieran de toda la vida.

Samuel: Amanda, señora ya casi está la cena por favor pasemos al comedor.

Amanda: gracias Samuel siempre tan atento.

Samuel: lo hago con gusto.

Pasamos al comedor y tuvimos una buena cena y conversamos de tantas cosas y de planes a futuro.

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