Capitulo VII Descubierta

Estaba hablando con mis padres y los padres de Carolina, cuando me quedé fijo mirando a las escaleras, Carolina estaba bajando con tanta gracia que parecía un ángel además venía vestida como toda una dama se veía increíble, nunca antes me había fijado tanto en ella, es realmente hermosa, creo que no será tan sacrificio casarme con ella, lo único que daña el paisaje es su pasado de ligera y libertina, ella me cacho mirándola y eso me puso muy nervioso, llegó a nosotros y saludo muy amablemente, mis padres estaban fascinados con ella, le pedí que se sentará a mi lado y ella no hizo no muy convencida, cuando nadie estaba prestándonos atención le susurre algunas cosas al oído ella se puso muy nerviosa lo sé porque cuando lo hace empieza a decir disparates, salió al jardín y estuvo un buen rato afuera, me pidieron ir por ella la conseguí hablando sola y diciendo que antes de casarse conmigo prefería escapar y que está noche lo iba a hacer, no me pude contener más, o sea que le pasa debe dar gracias que alguien se quiera casar con ella después de lo arruinada que estaba su reputación, así que la bese, fue el beso más dulce y delicado que había experimentado en toda mi vida, este beso me llevo al cielo y si esto siento con un beso como será con lo demás, quise probar otra cosa he intente profundizar el beso, ella reaccionó muy diferente a lo que esperaba y me dio tremenda cachetada, no entiendo que le pasa si ella está acostumbrada que la traten así, la vi entrar a la casa muy molesta, o sea, y de paso se ofende, espere calmarme y entre a la casa, la comida fluyó muy bien hasta que nos despedimos.

Mauricio: me las vas a pagar (se lo dije al oído)

Amanda: quiero ver lo que harás (respondió de igual forma)

Mauricio: ya lo verás.

Como había llegado en mi propio auto mis padres salieron primero y yo me quedé afuera de la casa esperando a que la princesa hiciera acto de presencia, paso al menos dos horas cuando vi movimiento en la parte de afuera de la casa, lleve el carro hasta ese lugar por donde estaba trepando la pared y cuando la vi en lo más alto de esta me asusté al pensar que podía caer, pero la habilidad con la que bajo por el árbol me sorprendió, esta chica es una caja de sorpresas, la dejé pensar que lo había logrado y cuando se escabulle entre las sombras encendí las luces de auto y empecé a tocar la bocina, al verse descubierta salió corriendo hacia el auto y empezó a pedir que no llamara la atención al parecer aún no se daba cuenta de que era yo, se subió al coche y me pidió arrancar, la conejita fue atrapada por el lobo. Después de conducir por unos quince minutos le hablé.

Mauricio: si alguien te ve en esa posición podría malinterpretar la situación.

Amanda: no puede ser, eres tú, porque tengo tanta mala suerte.

Mauricio: te dije que me la pagarías.

Amanda: mira déjame por aquí yo me voy muy lejos y así no te obligan a casarte conmigo.

Mauricio: y quien dijo que me están obligando, sabes que desde que te portas como niña buena has llamado mi atención.

Amanda: yo no quiero llamar tu atención, solo quiero que me dejen en paz.

Mauricio: jajaja mira niña tonta ya el matrimonio se anunció, si te escapas como me dejas parado, no creas que me dejaras como idiota al que la niña más ofrecida del mundo lo rechaza, o sea, has estado con medio mundo y a mí me rechazas, eso no lo voy a permitir, ahora vamos a ir a un hotel y me vas a cumplir ok.

Amanda: que te pasa yo no voy a estar contigo déjame en paz, si me haces algo te voy a denunciar tenlo por seguro.

Mauricio: nadie te creerá, acaso no sabes todo lo que dicen de ti, no eres más que una zxxxx según los medios.

Amanda: lo que dicen sé mi no es cierto, si me gustan las fiestas y salir con mis amigos, pero nunca me he acostado con nadie, por favor créeme.

Estaba llorando con mucha desesperación, si estaba actuando lo estaba haciendo muy bien, se podía sentir como temblaba del miedo, que está pasando con esta chica, ¿por qué tiene tanto miedo?

Mauricio: mejor cálmate quieres, no vamos a ir a ningún lado, te voy a llevar a tu casa y aquí no paso nada, está bien.

Amanda: si, por favor, pero no me lleves a mi casa no quiero volver ahí quiero irme lejos donde nadie me pueda encontrar.

Mauricio: eso no lo puedes hacer, recuerda que en seis días nos casamos, acaso me dejaras plantado.

Amanda: mira tú no me quieres y yo a ti tampoco, mejor es terminar con esto aquí y ahora.

Realmente lo que ella decía era verdad, si la dejaba ir me libraría de este matrimonio sin amor y sería libre para casarme con Cecilia mi verdadero amor.

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