CAPÍTULO 10.

CAPÍTULO 10.

Por Emiliano. 

Ver a Pau en ese estado me rompió el corazón. Tenía ganas de ir y partirle la cara al imbécil de Alexis. Acepté cantar y hacer música con ella porque note que era una escapatoria para ella. Después de aquel bello momento que tuvimos cantando juntos, la invité conmigo a dar un paseo y tal vez así despejar su mente. Ella aceptó.

Salimos de la discográfica y como era de esperarse, el idiota estaba esperándola afuera.

-Pau... Paula. –Dijo él.

-Vete de aquí. –Dijo ella.

-Quiero que me escuches. –Dijo él. –Hablemos.

-No tengo nada que hablar contigo. -Dijo ella. – Vete de aquí.

-No me iré hasta que aceptes hablar conmigo. –Dijo él.

-Alexis... Viejo, por favor, vete de aquí. No armes un escándalo. –Dije.

-TU CALLATE, ESTÚPIDO. –Gritó él. –¿QUIÉN ERES PARA DIRIGIRME LA PALABRA? ¡ASESINO! ¡ASESINO!

Suspire. Le hice una seña al de seguridad y él salió inmediatamente. Se llevó a Alexis y no se que ocurrió, pero él no volvió por aquí. Abracé a Paula, ella estaba llorando.

-Debes denunciarlo, Pau. –Dije.

-No lo haré... ¿Estás loco? Es “The King” o como mierda se haga llamar. Lo conozco, tapará cada una de sus cagadas y yo quedaré como una tonta.

-Te apoyaré si es lo que deseas. –Dije. –Pero no estoy de acuerdo. ¿Dónde te quedarás?

-Pensaba pedirle asilo a Luz. Ella me lo ofreció una vez.

-¿Luz? ¿La niñera de Dylan? ¿La vecina de Alexis? –Dije. –¿Esa Luz?

-¿Qué pretendes que haga? –preguntó ella.

Suspire.

-Con los chicos alquilamos un pH, no muy lejos de aquí. Creo que hay una habitación libre.

-¿Qué dices? No puedo aceptarlo. –Dijo ella.

-No permitiré que mi hijo duerma en la calle. –Dije. –Hazlo por él. Yo no estoy mucho en casa, así que... Puedes estar tranquila.

-Está bien. –Dijo ella. –Le diré a Luz que me acompañe a sacar las cosas de mi departamento y luego iré.

-Mientras tanto, puedo enseñarte el camino. –Dije sonriéndole. Ella aceptó y juntos fuimos hasta la casa. Obviamente, no llevábamos mucho viviendo aquí, al principio estábamos en una pequeña pensión. Cuando cobramos nuestro primer sueldo en la productora, decidimos alquilar un piso más grande y sobre todo, que se encuentre cerca de la empresa.

Llegamos a casa y para sorpresa de ambos, los chicos estaban ahí con Dylan, quien estaba plácidamente dormido.

-¿Qué le han hecho a mi hijo? – pregunté, bromeando.

-Se ha divertido mucho hoy. –Dijo Joe. –Pau, ¿crees que podamos compartir la tenencia?

Pau comenzó a reír.

-Ni lo sueñes. Yo soy su único padre, ¿ok? –Dije celoso.

Los chicos rieron.

-Paula se quedará un tiempo con nosotros. –Dije.

-¿Qué tienes en el rostro? –preguntó Curtís.

Ella no respondió.

-Alexis la golpeó y no solo eso... intentó abusar de ella. –Dije.

-¿QUÉ? –Gritaron todos al mismo tiempo.

-Shhh. El niño. –Dije.

-Lo siento. –dijo Luke. –¿Lo denunciaste?

-NO... –Dijo ella. –Es una larga historia. –Dijo finalmente para cortar con el tema.

-Bueno... Creo que podremos arreglarnos. –Dijeron los chicos.

-Dormirá en mi habitación. –Dije. –Yo... me reubicaré.

-¿De qué hablas, Emi? –Dijo ella. –Dijiste que sobraba una habitación.

-Pues sí. –Dije. –Es la mía... Tranquila, de verdad...

-Pero...

-Paula... No permitiré que regreses a esa casa. Menos con mi hijo... Así que elige. –Dije. Sabía que sonaría como un verdadero hijo de puta, pero era la única forma en que ella se de cuenta. –Te quedas con el niño o te vas sola.

-¿Qué dices? –preguntó ella.

-Si decides volver a vivir con Alexis, Dylan se queda conmigo. –Dije. –No deseo ser malo, pero espero que entiendas que es por su seguridad.

-Entiendo. –Dijo ella. –Me quedaré... Llamaré a Luz para recoger mis cosas.

-Bien. –Dije.

-Emiliano. –Dijo ella. –Ven aquí...

La seguí hasta la cocina, para estar solos y ella habló...

-Estoy aquí porque es el único lugar donde puedo ir por el momento. –Exclamó. –Pero tienes que saber algo... Aún tengo sospechas sobre el asesinato de Juan... Y aún no confío en ti. –Exclamó. –Espero que lo entiendas... Es que... la muerte de Juan Cruz ha sido difícil para mí... Era mi mejor amigo... y... a pesar de creer que tus intenciones ahora sean buenas, no me terminas de decir toda la verdad y se que la sabes.

-Entiendo. –Le interrumpí. –Intentaré estar lo más alejado posible de ti, no te preocupes. -exclame. Tenía ganas de decirle la verdad, pero ya había decidido que no lo haría. Cada día me dolía más que ella me creyera capaz de asesinar a una persona, sobre todo a mi mejor amigo, pero ya no importa. La verdad siempre sale a la luz. Tarde o temprano.

Los días fueron pasando, la gira se acercaba cada vez más. Ya estaba todo preparado. El disco había sido un éxito y Logan estaba ansioso por viajar. Me he comunicado con Chris, ya que me preocupaba lo que pasaría con mi tío. Habíamos hecho algunos avances con la causa; sin embargo, la DEA aún no realizaba ningún operativo para atraparlo. En cuanto a Alexis, no supera que Paula lo haya dejado, así que no dejaba de hablar mal de mí en los medios de comunicación. En cuanto a mí, no hice nada para defenderme, sino que lo deje estar. No me importaba en absoluto lo que ese hombre dijera. No por ahora. Estaba concentrado en proteger a mi hijo y en que por fin se resuelva el problema de mi tío.

Finalmente, después de tanto esperar, recibí una llamada de Chris, pidiéndome que concrete una reunión con mi tío para armar una emboscada y finalmente detenerlo. Había llamado a Carlos y aceptó reunirse conmigo hoy, por lo que decidí darle aviso a Chris para que prepare todo. Estaba demasiado nervioso. Pasado mañana el avión saldría rumbo a Argentina para comenzar con la gira. Solo espero que las cosas salgan bien. De lo contrario, arruinaría mi carrera antes de llegar a la cima.

Mientras caminaba de un lado a otro en la cocina, pensando en lo que haría, Paula se acercó a mí.

-¿Está todo bien? –preguntó ella.

-Sí...-Dije. –Solo estoy nervioso por la gira.

-¿Seguro? –preguntó ella dudando.

-Sí... No te preocupes, todo está bien. –Dije, intentando evadirla.

-Emiliano...

-Debo irme. –Dije. –Necesito hacer unas compras antes del viaje... Te veré luego. –Exclame, besando la coronilla de su cabeza, tomándola desprevenida.

Salí del departamento a pasos agigantados. No podía permitirme un minuto más allí. Mis nervios estaban a mil por hora, pronto obtendré mi libertad total, no tendría que pedirle permiso a unos agentes de la ley cada vez que necesite salir de aquí. Tomé el coche que Logan nos había prestado para movilizarnos temporalmente y comencé a conducir con rumbo a una vieja casa a las afueras de la ciudad, la cual se encontraba abandonada. Ese era el lugar que mi tío había propuesto para la reunión. Y allí iré, solo espero que todo salga bien.

Aproximadamente media hora más tarde, había llegado a aquella hacienda. Mire hacia los lados y note a un agente de Chris escondido entre los árboles. Suspire. Observé el lugar en el que me encontraba. A pesar de ser una hacienda abandonada, se veía espléndida. Grandes terrenos, con una bella vista y una enorme casa que se notaba que era de algún siglo pasado. Una arquitectura increíble, debo decir.

No sabía con exactitud qué hora era, pero en mi cabeza los minutos parecían horas. Observé mi reloj y marcaba las 17.45 p.m. Supongo que en cualquier momento mi tío llegará. Habíamos quedado de reunirnos a las 18 p.m para evitar miradas curiosas. Aunque la hacienda se encuentra en un camino deshabitado. Supongo que un hombre que es fuertemente buscado por la justicia tendría que tener todos los cuidados posibles.

La camioneta de Carlos llegó, primero bajaron sus lacayos y finalmente, el gran Carlos Castronovo se hizo presente.

-Sobrino. –Dijo él. –Que bueno verte.

-Hola tío. –Exclame. Carlos se acercó y me abrazó. Después de un minuto se alejó y tomó la palabra.

-Hace tiempo no nos reunimos. –Dijo él.

-Es difícil conseguir una reunión contigo. –Dije sonriendo de lado.

-Lo se. –Dijo él. –Emiliano... Quiero que entiendas que mi cabeza tiene un precio y el tiempo corre.

-Sí... Sí... –Dije. –Quería verte porque me iré de gira pasado mañana y no se cuando regrese.

-Ah, sí... Lo he oído... Veo que has tenido suerte en esa tontería de la música.

-Sí... Tuve suerte. –Dije.

-Y... ¿Puedes salir del país con el tema de tu libertad? –Dijo dudando.

-Mi productor tiene algunos contactos. –Dije. –Movió algunos hilos y... obtuvo un permiso.

-Vaya... Creo que tendré que conocer a ese productor tuyo. –Dijo, pensando algo para sus adentros. -Bueno, Emiliano... pronto comenzaré con el plan de exportar la coca. Así que mejor que te vaya bien en ese concierto, así será más fácil lavar el dinero que obtengas.

Suspire.

-Eso va a ser difícil tío. –Dije.

Vi a lo lejos a Chris y sus agentes acercarse lentamente a nosotros, así que seguía entreteniendolo.

-¿DIFÍCIL? –Dijo elevando la voz. – NADA DE DIFÍCIL. LO LAVAS PORQUE LO LAVAS.

-Ok tío, entiendo, pero... llevará tiempo, aún no se qué números nos dejará el concierto, aun así, sabes muy bien que la productora se queda con una parte.

-No te preocupes, tú sabrás como hacer que las cosas funcionen.

-¿Entiendes que estás metiendo a una productora en tus negocios sucios? No puedes lavar tu dinero ahí... Ni siquiera es mía. –Dije. –Es una locura.

-Me importa una mierda quién se vea involucrado. –Dijo él.

En ese momento, Chris y sus agentes comenzaron a disparar a los hombres de mi tío. Uno de ellos se acercó a mí para disimular mi detención y otros tres se fueron detrás de Carlos. Rogaba que por favor no escape porque no saldría vivo de esto.

Me subieron a la camioneta con Chris, y una vez arriba soltaron mis esposas. La camioneta arrancó y durante el camino le avisaron al agente que lograron detener a mi tío. Suspire aliviado. Esa es una excelente noticia.

Chris condujo hacia las cercanías de mi departamento, no quería levantar demasiadas sospechas con la camioneta negra que conducía. Antes de bajar, Chris hablo:

-Misión cumplida, soldado. –Dijo sonriendo. –Un agente está llevando tu carro hacia el departamento. No te preocupes por él.

-Gracias agentes. –Dije viéndolos a los tres presentes dentro del vehículo.

-Cuando regreses de la gira te estará esperando un documento con tu libertad completa. Agradecemos inmensamente tu colaboración con nosotros. –dijo Chris.

-¿Qué pasará ahora? –pregunte.

-Bueno... Con las pruebas que tenemos mandaremos a tu tío a prisión y haremos que nos dé nombres... Estoy seguro de que esto no terminará con ese hombre preso... Cuídate Emiliano, y no dudes en llamarme si necesitas ayuda.

-Gracias Chris. –Exclame. –Por favor, quiero que me avise los avances.

-Por supuesto. –Dijo él. –Suerte en la gira.

-Te conseguiré boletos para el último show aquí. –Dije sonriendo.

Luego me despedí de todos y me dirigí a mi departamento. Comencé a reír como loco. Pero estaba feliz. Por fin era libre. Corrí el último tramo que me separaba de mi departamento, dispuesto a contarles las noticias a los chicos.

Al llegar al apartamento, los chicos estaban reunidos en la sala.

-Soy libre. –Dije riendo. Ellos me vieron sorprendidos.

-ERES UN MALDITO HIJO DE PUTA, EMILIANO CASTRONOVO. –Grito Paula, entrando detrás de mí.  –DAME UNA MALDITA RAZÓN PARA NO ENVIARTE A PRISIÓN AHORA MISMO.

-¿De qué hablas? –Le pregunto confundido.

-Te seguí, Emiliano. –Grito. –Te reuniste con tu tío. Eres un mentiroso. No creo una maldita palabra de lo que dices. No solo tienes contacto con ese hombre, sino que asesinaste a Juan Cruz.

-Deja de decir estupideces. –Dije, enojado.

-¿Te reuniste con tu tío? –preguntó Luke. –¿Estás loco?

-Lo detuvieron, Luke. –Dije.

-¿De qué hablas? –preguntaron los demás.

-Carlos Castronovo está preso. –Dije.

Los chicos comenzaron a reír y me abrazaron. Obviamente, estábamos felices, finalmente se había terminado esa pesadilla.

-Obviamente están locos. –Dijo Paula.

-Paula, escucha... Deja que él te explique. –Dijo Curtís.

-¿Explicarme? ¿Acaso hay una explicación? –dijo ella. -Aquí lo único que veo es que no cambiaste. Que eres el mismo delincuente que fue a prisión hace dos años. Jamás te perdonaré por matar a Juan Cruz. -Reclamó ella. Sus palabras me dolieron… Demasiado diría yo. Pero no estaba dispuesto a decir nada. No hasta que todo esto se calme. Además, ella piensa que soy culpable, será inútil explicarle todo.

-No se preocupen. –Dije. –Hay una explicación Paula, pero veo que has decidido formar tu opinión sobre mí antes de escucharla. Así que, si me permiten... Deseo ver a mi hijo y preparar mis maletas para el viaje.

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