19

Fue todo más rápido de lo que esperaba. Mis padres aceptaron contentos el hecho de que me vaya a vivir con mi prometido.

Los días pasaron preparando las maletas que en realidad solo eran 2, ya que tenía pocas pertenencias.

Llegó el día tan esperando para mi familia, me mudaría. Yo estaba apurada, no los quería ver más.

Por un momento dudé mucho, me cuestioné el hecho de estar tan tranquila confiando y siguiendo a Faver. Pero en realidad, cualquier camino que tomara no tendría el final o el trayecto más feliz del mundo, así que da igual. Prefiero arriesgarme por algo nuevo y no por esta "familia".

Para seguir con el teatro de "Buen compromiso" Faver mandó su carruaje para que yo me pueda trasladar. Era super lindo y elegante, digno de un gran Duque como lo es él. Aunque no tengamos una gran relación, debo admitir que es sorprendente y admirable el cómo tomó el mando de su familia y negocios con tanta madurez e inteligencia. Es el Duque más importante del imperio y es gracias a su esfuerzo.

Con sus 24 años, hizo muchas cosas increíbles. Yo con 19 años siempre fui un títere de mi familia y hablo de ambas vidas, pero ahora quiero romper con eso.

Tomé impulso para subirme al carruaje ya lista para irme, antes de que me cierren la puerta mi padre se interpone.

Mi respiración se entrecortó al sentir como apretó mi muñeca con fuerza.

Su mirada era oscura, no podía descifrar sus emociones.

- Acuérdate del objetivo principal, Caeli- habló por lo bajo

Con la garganta seca sólo pude asentir ante sus palabras. Por primera vez, mi padre me generó miedo.

El carruaje comenzó andar, dejando atrás a mi padre que sólo miraba a la misma dirección.

Después de un minuto pude volver a respirar tranquila.

Sólo quiero llegar y dormir una siesta.

El carruaje se detuvo, ya por la ventana podía ver al mayordomo de siempre esperando por mi en la puerta junto a dos sirvientas.

- Buenas tardes- saludé al bajar

- Buenas tardes, señorita Fawzy. Soy Saúl- me devolvió el saludo el hombre mayor

- Déjeme presentarle a Janne- señaló a la pelinegra que estaba a su derecha

- Y a la Rose- señaló a la rubia de su izquierda

- Un placer conocerlas- sonreí

Tengo que generar buenas impresiones y posibles relaciones ahora que viviré aquí, por un tiempo según Faver.

- Janne y yo nos encargamos del equipaje mientas Rose la guiará a su habitación- explicó el mayordomo

Asentí sin hacer tanto lío y seguí casa adentro a la rubia.

Subimos las escaleras hasta el segundo piso, caminamos por un largo pasillo lleno de cuadros y pequeñas estatuas.

- Llegamos- indicó Rose abriendo la ante última puerta.

No. No puedo creer lo preciosa que es la habitación.

Me adentré sin esperar que Rose me lo pidiera. Era enorme, más grande que la mía. Sus paredes eran de un color bordó y con flores beige.

La cama se encontraba en el centro contra la pared, sábanas rojas que parecen ser sedosas, a sus costados habían dos mesas de luz de una madera oscura.

Sonreí al notar que tenía una ventana grande como en mi antigua habitación. Podría ver el atardecer o amanecer sin ninguna molestia.

El juego de sofás y mesa de té eran de un color beige elegante y con detalles marrones.

Me adentré al baño, este era espacioso y limpio.

Escuché voces en la puerta principal, las cuales reconocí como el mayordomo y las sirvientas. Ya llegó mi equipaje.

- Muchas gracias- agradecí apareciendo frente a ellos

Negaron con una sonrisa y se fueron. Ahora si podré dormir.

***

Pasó al rededor de una hora y media. Mi cuerpo pedía pasar más tiempo en esa cómoda cama pero la servidumbre se preocuparía o hablaría mal de mí, creo que lo más factible es la última opción.

Pasé mis manos por mi vestido para evitar alguna arruga y salí de la habitación.

Caminé con lentitud hasta el otro extremo del pasillo, quiero conocer bien la casa. No llegaría al punto de ser tan chusma de abrir todas las puertas porque he leído otros libros y eso sale mal.

Una vez ya captado los detalles del segundo piso, bajé las escaleras. El ambiente en esta casa es diferente a la de mi familia. Es silencioso, en ocasiones sólo se escucha a las sirvientas haciendo sus tareas pero nada más. Me gusta.

- Rose- llamé al ver a la rubia pasar frente a mí

- ¿Qué sucede, señorita? ¿necesita algo?- preguntó

- ¿el Duque dónde está?- pregunté

No lo vi ni siquiera cuando llegué a la casa. No recrimino el que no me haya dado la bienvenida porque no lo quería ni tampoco esperaba pero era raro no verlo en su propia casa.

- Se encuentra fuera trabajando, tenía una reunión- informó con una sonrisa

De forma inmediata supe que ella sería la más cercana a mi. No es tan sería como los demás, sus respuestas no son cortas.

- Gracias por responder. Yo iré al mercado- informé

Ella asintió y siguió con su camino.

Después de un pequeño viaje, llegué a mi destino. Lo hice caminando ya que me daba vergüenza molestar al hombre del carruaje, no me siento con poder para mandar.

Este día el mercado no estaba tan lleno de gente. Capaz era por el horario pero como siempre, me gustan los sitios con pocas personas.

Pasé unos minutos mirando puestos y comprando distintos bocadillos.

Cuando voltee para irme de un puesto choqué con una persona, ocasionando que se me cayeran algunos bocadillos.

- Lo siento, estaba distraída- me disculpé aún en cuclillas

- No se disculpe, fue mi culpa-

Levanté la cabeza rápidamente al escuchar esa voz ya conocida.

- Disculpe- murmuré levantándome y comenzando a caminar

Puse los ojos en blanco al notar que caminaba a mi lado

- ¿Qué sucede, Yeliston?- pregunté

- Solo vamos para la misma dirección- contestó intentando parecer inocente

Sé que me está siguiendo, al igual que sé que me chocó a propósito. No hay tanta gente como para que haya tenido que caminar por esa parte y así chocar conmigo. No es coincidencia.

- Me enteré de su compromiso con el Duque Waligtton. La debe estar pasando mal ¿No? Ya que está siendo obligada- habló mientras pateaba una piedra pequeña con su zapato

-¿Qué le hace creer eso? ¿No pude comprometerme por amor?- pregunté levantando una ceja

Camden se detuvo de forma y de forma imprevista y brusca me sujetó del brazo

- No puede ser así, usted no puede amar a Faver- su voz tembló

Sus ojos se movían de forma constante, nunca lo vi de esa forma. Me generó mucha incomodidad.

-¿Por qué No?- pregunté intentando zafarme de su agarre, el cuál se volvía más fuerte.

- Él no es lo mejor para usted, yo soy mejor- murmuró lo último

- ¿Qué está diciendo? Ya parece loco- dije elevando la voz

Al lograr soltarme comencé a alejarme, miré atrás y él estaba en la misma posición.

Nunca son buenos los encuentros que tengo con él, pero esta vez fue algo distinto, un distinto malo.

♡

Hola! soy la autora. Este es el capítulo más largo que escribí en esta historia (hasta ahora) iujuuu!

¿Qué piensan de Camden? Está medio rarito ¿No? mmmm

Nuestra Caeli ya está con su dulce prometido jajaja Se vienen cositas...

Comenten, siempre estoy activa leyendo. Lxs amo♡

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