Tensé la mandíbula, tratando de no decir nada inadecuado. No me conviene, no puedo buscar otro problema más.
Cómo si ella no estuviera persiguiendo ya a un hombre, yo lo hago obligada, ella no.
-Tengo que irme, ten un buen día- terminé la conversación.
Bajé las escaleras, estaba por entrar a la cocina para pedir algo para comer, pero otra mujer me interrumpió.
Dios no me dejan en paz.
-¿Qué sucede, madre?- pregunté
Mayde, madre de Caeli. La pude reconocer gracias a la detallada descripción de ella en la novela, y ¿como no hacerlo? Si es una mujer "extravagante". Siempre llena de joyería y maquillaje exagerado, como queriendo demostrar estatus y poder. Un poder que perdimos junto al orgullo y dignidad, por culpa de mi padre.
Wow, me sorprende como me estoy adaptando y acepto mi nueva vida. Supongo que me apasionaba tanto la novela y no extraño mi anterior vida y por eso me adapto así.
¿Cómo extrañar mi otra vida? Si era tan vacía y triste. Mi padre me abandonó cuando era pequeña y mi madre nunca me dio un poco de su atención y amor. Cuándo por fin pude conseguir empleo y mudarme a un departamento, seguía sintiendo un vacío en el medio de mi pecho. Me sentía vacía, perdida. Sinceramente, si no perdía la vida aquella noche mientras cenaba, me la quitaría días después.
Haría mi mejor esfuerzo por tener una buena vida aquí, por llenarla de cosas que me faltaron antes. Quiero vivir.
-Tenemos que ir a la modista, ya está tu vestido- informó mi madre sacándome de mis pensamientos.
-Oh, que emoción. Vamos, madre- contesté sonriendo dirigiéndome a la salida.
Al llegar al mercado, las personas nos miraban de reojo y hablaban entre ellos. Eran tan evidentes.
Mi madre fingió no notarlo y con aires de superioridad entró a la tienda.
Saludé de forma vaga a la mujer que nos atendió, mi atención había sido robada por todas las telas y vestidos que estaban siendo exhibidos. Era impresionante ver tantas cosas elegantes y bonitas en un solo lugar.
Sentí un apretón fuerte en mi brazo, voltee quejándome del dolor que me causó. Mi madre me miraba con enojo mientras que la otra mujer me sonreía de una forma incómoda.
-Caeli, la señora Caterina te está hablando- dijo entre dientes
-Disculpe, estaba admirando sus creaciones- hablé con la verdad
La castaña me sonrió con agradecimiento
- No se preocupe, solo le estaba diciendo que ya puede probarse el vestido. Acompáñeme, mis ayudantes la ayudarán a vestirla- indicó
Asentí y la seguí hasta un cuarto pequeño al fondo de la tienda.
Entre la modista y dos chicas más me ayudaron con el vestido. Ahora me miraba en el espejo, el vestido rosado con detalles plateados me quedaba hermoso. La parte superior se apegaba a mi cuerpo muy bien y la parte inferior no tenía volumen, su falda no era voluptuosa y lo agradecía. No me gustaban los vestidos tan exagerados.
-¿Qué le parece, señorita?- preguntó la modista
Le sonreí atreves del espejo
- Es hermoso, me encanta- respondí
Pero en realidad, el valor del vestido se decidirá dependiendo si el Duque se interesa en mi mañana por la noche o no.
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Comments
Mary Montilla
Pobre chica sin amor de ningún índole en su otra vida😔 espero que en esta encuentre al menos el amor de su vida porque de familia no lo tiene 😔😔😔
2024-01-28
9
Angela Cortes
Que feo si el duque se interesa pagan el vestido o se lo darán valla padres tan hdp.
2024-01-22
0
Ivon Caraballo
merece ser feliz en esta vida y alejarse de las víboras que están en su nuevo hogar
2024-01-19
3