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Mordía la punta de mi dedo con ansiedad, mi vista estaba perdida en el suelo de mi habitación.

Pasaron unas horas del encuentro que tuve con Camden, escapé de ahí como si hubiera robado algo.

Me dolía la cabeza de pensar tanto, tenía tantas dudas y cero respuestas.

Tengo miedo de hacer las cosas mal, desviarme del camino original de la novela.

Si bien no me hace gracia hacer todo el espectáculo armado con el Duque, tampoco me gusta la idea de meterme con Camden.

Tengo que elegir un camino, lo sé. Es lo único que tengo en claro.

Si me soy sincera a mi misma, quiero investigar ambas situaciones y lo intentaré hasta que pueda.

***

Pasaron unos días hasta que Faver volvió a pedir un encuentro conmigo, otra vez un almuerzo.

¿Cómo puede comer tan tranquilo en el ambiente tan incómodo que creamos?

Suspiré con cansancio y seguí bordando un pañuelo. El bordado es una de los tantos "talentos" que tengo gracias a que los practico desde pequeña. Sé bordar y tocar el piano, algo básico que tiene que hacer las mujeres de la nobleza.

En mi otra vida ni de milagro sabría hacer todo eso. Porque no tenía las oportunidades y porque no me llamaba la atención esas actividades.

- Le traje el té, señorita- informó Karla entrando al salón

Agradecí sin mirarla, estaba concentrada en terminar el bordado.

- Señorita...- llamó con duda

Levanté la mirada para prestarle atención, su rostro estaba lleno de duda y miraba para la puerta como vigilando que nadie nos espiara.

- Hoy cuando fui a retirar el vestido de su hermana, me crucé con un hombre alto y de cabello oscuro. Me dijo que le entregara esta carta- explicó entendiendo su brazo para darme un sobre sellado.

- ¿Tenía una cicatriz en su nariz?- pregunté sintiendo que ya sabía la respuesta

- ¿Cómo lo sabe? ¿Lo conoce? Al principio me resistí, pero él dijo que se conocían- dijo haciendo una mueca de culpa

- Lamentablemente, lo conozco- dije con pesar

- Gracias, puedes retirarte- terminé la conversación

Ella asintió y se fue.

Me aseguré que no entrara nadie y comencé a leer la carta

"Señorita Fawzy.

Es una lastima que se haya ido de esa forma la última vez que nos vimos.

Nos quedaron muchas palabras por decir y escuchar.

Quiero que sepa que no tengo malas intenciones con usted, capaz usted lo sintió así, pero es porque no me dio la oportunidad de expresarme de forma adecuada y escucharme.

Espero que podamos concordar un encuentro pronto, si lo desea puede ser el último pero hablemos bien.

Atentamente, Camden Yeliston"

¿Por qué tanta insistencia? ¿No puede buscar otra chica? Debe tener muchas detrás, siendo el hijo del medio del Marqués.

Doblé la carta y me senté encima apenas escuché unos pasos entrar al salón, era mi madre.

- Caeli, ¿qué haces aquí?- preguntó sentándose en el sofá que estaba frente a mí

- Estaba bordando y por tomar una taza de té- contesté agarrando la taza para darle un sorbo mientras la seguía mirando.

- Maite tiene una cena con el conde, ese amor está yendo muy bien- contó contenta

Con razón vino a hablarme, quiere presumir.

¿Amor? ¿Amor entre Maite y ese viejo que solo la mira con lujuria? No lo creo. Ahí hay menos amor que entre Faver y yo.

- Que bien- dije sin una pizca de interés

Comenzó a hablar sin parar sobre Maite y el conde, pero yo solo tenía en mente una cosa

Te veré otra vez Camden.

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