El sol se ponía en Villa Esperanza, tejiendo sombras que danzaban en las calles. Amelia y Cassian, cargados con el peso de los secretos desenterrados, se reunieron en la Plaza del Tiempo. El aire estaba impregnado de una tensión palpable, como si las sombras mismas conspiraran para avivar las llamas de la desconfianza.
Amelia, con la mirada fija en la fotografía que sostenía en sus manos, rompió el silencio con una voz cargada de ansias y frustración.
—Cassian, no estamos avanzando. Cada pista que seguimos nos conduce a más misterios, y las sombras en este pueblo parecen multiplicarse.
Cassian, con la mirada sombría, replicó con un dejo de agotamiento en su voz. —Amelia, estamos en esto juntos, pero necesitamos más que impulsividad. La cripta, la mansión, cada paso que damos desata fuerzas que no comprendemos.
—¿Acaso dudas de mí? ¿Dudas de mi capacidad para enfrentar la verdad? —inquirió Amelia, su tono llevando consigo una mezcla de desafío y herida.
Cassian suspiró, su expresión revelando la carga que llevaba sobre sus hombros. —No es eso. Pero no podemos permitirnos seguir ciegamente sin entender las consecuencias. Las sombras que enfrentamos son más oscuras de lo que creemos.
La mirada de Amelia chocó con la de Cassian, y en ese instante, la tensión que se había ido acumulando estalló en una tormenta de palabras. —¿Y qué sabes realmente? ¿Qué no estás compartiendo conmigo? Esta búsqueda se siente como una danza en la que solo tú conoces los pasos.
Cassian se enderezó, su expresión endurecida por la confrontación. —No necesitas señalar con el dedo. Todos tenemos secretos, y en este pueblo, los secretos pueden ser tan mortales como las sombras que persiguen nuestras pesquisas.
—Entonces, ¡dime, Cassian! Dime qué estás ocultando. Si estamos juntos en esto, necesito la verdad, no medias verdades y sombras insinuantes —exigió Amelia, sus ojos buscando respuestas en los de Cassian.
El silencio se instauró, un abismo entre ellos que resonaba con el eco de palabras no dichas. Cassian se pasó la mano por el rostro, como si la verdad fuera una carga imposible de sostener.
—Hay más en la historia de Villa Esperanza de lo que te he contado. Eventos que prefiero olvidar, pero que están intrínsecamente ligados a los crímenes actuales. No puedo... no puedo decirte más por ahora —confesó Cassian, su voz resonando con un peso que iba más allá de las palabras.
Amelia, sintiendo la urgencia y la frustración mezcladas, se cruzó de brazos. —Cassian, esto no puede continuar así. Necesitamos confiar el uno en el otro si queremos resolver este enigma.
Cassian asintió con pesar. —Lo sé, Amelia. Pero también debemos ser cautelosos. En este pueblo, la verdad es una moneda de doble filo, y no sabemos quién está jugando qué juego.
La discusión se desvaneció en un silencio incómodo, dejando en el aire la sensación de que las sombras de desconfianza persistirían. En la Plaza del Tiempo, donde las agujas del reloj marcaban las horas de una búsqueda desesperada, Amelia y Cassian se enfrentaban no solo a las sombras de Villa Esperanza, sino también a las sombras que se cernían entre ellos. La tormenta de desconfianza amenazaba con oscurecer aún más el camino que tenían por delante.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 32 Episodes
Comments