capítulo 11- ella es la culpable...

La mañana parecía ser bastante normal, la marquesa planeaba iniciar toda la preparación para el debut de Mariam, pero al ir a su habitación, se encontró con una desagradable sorpresa, sus gritos desgarradores se escucharon por todo el lugar, el Marqués y todos los demás corrieron hacía la habitación de Mariam, dándose cuenta de lo sucedido, Mariam, ya no tenían vida.

Lo que para la marquesa, debió ser una preparación para una fiesta, ahora era la preparación de un funeral, estaba completamente desconsolada por lo sucedido, su preciosa hija ahora ya no vive.

Para medio día, fuera del marquesado, ya todos se habían enterado del terrible suceso, justo un día después de que la marquesa presumiera de la gran fiesta que había planeado. En el gran salón, estaban familiares y conocidos del Marqués y la marquesa, escuchando la ceremonia fúnebre, Rogelia estaba sentada, cuando de repente sintió un escalofrío y recordó las palabras de Charlotte, entonces al levantar la vista, vio a Mariam parada junto a su feretro mientras se lleva el pulgar a los labios en señal de silencio.

La niña se puso de pie gritando y salió despavorida de la sala, las doncellas fueron por ella, al igual que la marquesa.

— esta muy afectada por lo de su hermana.— se excusa el Marqués.

— no se preocupe, comprendemos.— le responde una mujer.

Rogelia estaba en un rincón de otra sala, abrazada a sus piernas.

— Rogelia, hija ¿que pasa?—

— s-soy la siguiente...ahora Mariam me persigue así como Doroti la persiguió a ella.— llora.

Nidia no comprende porque su hija dice todo eso, pero pide la lleven a su habitación y no la dejen sola, ella debe de volver al funeral.

Charlotte estaba en su balcón, veía todos los carruajes en el jardín, pero no eran más que personas hipócritas, ni a una sola le importa Mariam, solo quieren quedar bien con la familia y ante la sociedad.

El Marqués finalmente libero a Charlotte, desde la muerte de Mariam han pasado ya cuatro días, la marquesa esta en su habitación, aún no supera del todo lo sucedido y no ha podido dormir bien, porque ahora quien pasa por lo mismo que Mariam, es Rogelia, los sueños y alucinaciones no la dejan dormir, la marquesa estaba cansada durante el día al no poder dormir bien.

Ahora teme que el mismo mal, le haga daño también a su hijo, nuevamente llamo a los magos, esta vez acudieron 3, estos notaron el aura maligna que cubría la casa, pero cuando intentan purificar esa energía, su sello de purificación se rompe y sienten como su energía es drenada, así que tuvieron que retirarse, pues ellos no pueden hacer nada.

— quien ha puesto el mal a su hogar, debe de ser un mago de primer nivel y posee magia oscura.—

—¿que? Esa magia es muy rara de ver y solo la poseen aquellos que descienden de demonios.— asegura el Marqués.

— señor, no podemos encontrar al portador de esa magia, es tan poderoso que bloquea nuestro poder de purificación.— le responde el mago.

Sin más que decir se retiran, pero antes le dicen al Marqués, que lo mejor sería irse de esa mansión o contratar un mago de la torre central, cosa que sería de lo más caro, un mago de la torre cobra demasiado por sus servicios.

El Marqués se encierra en su habitación, necesita pensar en que hará ahora, una hija ya ha muerto y la otra esta padeciendo ese mal, de seguir así, su heredero también podría sufrir ese mismo mal. Es entonces que recuerda las palabras de Charlotte cuando la encerro. Sale furioso de su estudio y sube hacía la habitación de la niña, al abrir la puesta, ella estaba sentada en una silla frente a la ventana.

— hola Marqués, escuche sobre el deceso de Mariam, es una pena, era tan joven.— sonríe con burla.

— has sido tú, esto empezó desde que volviste.—

— corrección, usted me trajo, pero no se de que habla, yo he estado aquí todo el tiempo, si no recuerda, usted le puso llave a la habitación.— Charlotte responde con calma.

El Marqués la agarra con fuerza del cabello y la arrastra hasta el piso de abajo, todos observan lo que hace el Marqués mientras que la niña solo grita y pide ayuda.

— no dejen que se vayan los magos, díganle que regresen.— ordena el Marqués.

Rápidamente un sirviente sale corriendo en busca de los magos, subió a su caballo para alcanzar el carruaje, mientras que el Marqués lanza a Charlotte fuera de la casa, la niña se queda en el suelo, apoyando sus pequeñas manos sobre la tierra y el cabello lo tenía todo revuelto. Los magos no demoran en llegar.

— ella es la culpable, revisen si tiene magia, ella debe de ser el demonio.—

Los magos se sorprenden de ver a la niña y cuando esta levanta la mirada, sus ojos estaban llenos de lágrimas.

—¿por qué mi papi me trata así? Yo solo trato de ser una niña buena, nunca pido nada, ni comida...solo como el pan que me dan.— llora amargamente.

Los magos se miran entre si al ver llorar a la pequeña, uno de ellos se acerca y ayuda a la niña a ponerse de pie.

— ¿que esperan? Ella es la culpable.— grita el Marqués.

— es verdad, desde que ella volvió mis hijas enfermaron.— agrego la Marquesa.

— pero señor, es una niña...lo que dice es...absurdo...—

— ¡revisala!no crean en sus falsas lágrimas.—

El mago mayor quien ayudo a Charlotte a ponerse de pié, sostiene la mano de la niña y un sello aparece en esta, pero no demora en desvanecerse.

— me temo que esta niña no tiene magia, ¿como podría ella ser el mal? — menciona el mago mayor.

— no se como lo hizo, pero fue ella...— asegura nuevamente el Marqués.

— y-yo no se...¿que hice? ¿Por qué papi me odia? Quiero a mi abuelita...— Charlotte comienza a llorar desesperada.

Ante los ojos de esos magos, el Marqués era un mal hombre al culpar a una pobre niña, una niña que es su hija, ¿que clase de padre es ese hombre? Se preocupa por otras y a la pequeña la quiere culpar de aquel mal.

— si usted piensa que ella es la culpable, nosotros la llevaremos a la cede para analizar, pero necesitamos un permiso firmado por usted donde nos ceda la custodia de la niña.— menciona el mago mayor.

—¿que? ¿Por qué haría algo así? Solo hagan sellen su poder.—

— me temo que no puede ser así. Si en verdad tiene un gran poder, necesita de ser sellada en una habitación especial en nuestra cede.— asegura el mago mayor.

— bien, haré ese documento, no pienso permitir que ese engendro siga dañando a mis hijos.—

— y-yo no hice nada...no se porque papi me odia.— solloza.

Cuando los magos ven entrar al Marqués, le preguntan a su maestro el porque dijo todo eso, si la niña no es culpable no tienen porque llevarla.

— silencio, ¿dejarían ustedes a sus hijas bajo el techo de ese hombre? Solo miren a esta pobre criatura.

Charlotte solloza limpiando sus lágrimas con la manga de su vestido.

— yo no hice nada...quiero a mi mami...me quiero ir con mami al cielo...—

La niña comienza a llorar amargamente, los magos al escucharla, sienten como se les estruja el corazón, entendiendo porque su maestro ha querido llevarla. Después de una hora, el Marqués regresa con un documento sellado donde transfiere la custodia de la niña a la cede de magos.

— asegúrense de que nunca vea la luz del día...— ordena el Marqués.

— no se preocupe señor, ella jamás saldrá. —

El mago mayor la carga, pero la niña comienza a gritar y suplicar a su padre para que no se lleven, todos los sirvientes solo pueden observar, aunque sientan pena por Charlotte, nada pueden hacer, mientras que la marquesa estaba feliz de que esa niña se fuese de su mansión, ahora ya no tendrá a la baronesa molestando y quizás de ese modo, ahora acepte a sus hijos como lo que son, sus legítimos nietos.

...

Después de dos semanas, Valentina se enteró de lo que su hijo hizo cuando acudió a la mansión para visitar a Charlotte, estaba furiosa y envió gente a buscar a la niña en la cede de magos.

— no se en que momento te volviste un hombre tan vil, si tu padre estuviera vivo, te despojaria de todo.— le grita.

— basta madre, esa niña causo la muerte de Mariam, ahora esta donde merece, que agradezca que no hice que le corten la cabeza.— responde.

— Charlotte es tu hija legítima, si esa bastarda murió, debe ser porque su madre la mato para causar lástima entre la sociedad, no sería una sorpresa.—

—¿como se atreve a insinuar algo así? Cariño, no permitas que me hable así...— Nidia deja escapar un par de lágrimas de sus ojos.

— madre, silencio, si solo has venido a esto, retirate de mi casa.—

— bien, pero que sepas, que conmigo no cuentas y de mi cuenta corre que está mujer tuya, acabe en la pobreza aunque deba hacerte caer a ti.— amenaza Valentina.

Dicho esto se marcha del lugar, pero esta vez si piensa ir con el emperador, necesita ayuda para encontrar a su nieta, no sabe a que cede la llevaron y sin una orden del emperador, no puede solicitar información a los magos. Aunque también ellos son inhumanos, llevarse a una niña así nada más creyendo en las palabras del Marqués, solo para ganar dinero.

...

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