capítulo 8- de regreso...

Tras haber acabado con esos bandidos, se regreso a su habitación para darse un baño, la peste de la sangre de esos hombres se le había pegado a su vestido, al acabar seco su cabello colocándose un pequeño gorro que hay en el baño, el cual gracias a una joya mágica, seca rápidamente el cabello; hecho esto se peina y se va a la cama, ya en un día más debe regresar a la mansión del Marqués y se va divertir acabando con todos los que habitan esa mansión, pues todos son cómplices de Nidia en sus fechorías contra la verdadera Charlotte.

En la habitación de Sigrid, esta había vuelto, pero seguía intrigado por lo que vio, esa niña tiene un poder increíble y peligroso, además, su manera de ser no fue precisamente la de una niña, pues jugo fácilmente con la mente de esos hombres antes de matarlos.

— Amira, ¿crees que ella sea un demonio fingiendo ser una niña?—

{No es un demonio, es humana, pero una peligrosa, por lo que veo actúa según sus intereses.} Responde la mujer quien estaba acostada en el enorme sofá de la habitación.

— ¿significa que si nosotros no le somos útiles, nos podría quitar del camino?—

{Si, puede que pase algo así, pero si en tus planes esta hacerte del trono, creo que ella podría ser tu aliada.}

— cierto, podría ser útil, quizás hasta ella pueda quitar al príncipe heredero de mi camino.—

No es que odie a su primo mayor, pero no lo cree capaz de cargar con el peso de la corona. Su padre jamás ha querido luchar por el trono, pero si el príncipe heredero sube al trono, el reino se irá a la ruina y en cuanto a Hugo, es alguien que solo estaría bajo las faldas de su madre y conociendo a la reina, sin duda también haría caer el reino.

****

Al día siguiente, todas las clases las tomaron dentro, Charlotte no puede decir que ya no hay peligro. Ambos terminaban su clase de espada cuando escuchan un alboroto, al asomarse, era el Marqués quien le reclama a su madre por desafiar su autoridad y llevarse a Charlotte.

— si ella estaba en esa habitación es por calumniar a su hermano mayor, ella debe entender y dejar de ser una mimada.— reclama el Marqués.

— ¿mimada? Parece que hablas de tus bastardas. Charlotte es una señorita bien portada y muy inteligente. Si tanto te molesta, no se porque te la quieres llevar, mejor déjala a mi cargo.—

— de ninguna manera, llámala, me llevo ahora mismo y espero dejes de faltarle el respeto a mi esposa.— exige.

— jamás le he faltado al respeto, aun sin estar viva, respeto su memoria.—

— no hablo de ella, hablo de Nidia...ella ahora es mi esposa, la marquesa.—

— esa puta solo seguirá siendo eso, una puta que atrapo a un estúpido.—

El Marqués estaba ya colorado de irá ante las palabras de su madre, incluso levantó la mano pero los guardias lo detienen.

— mira ahora, intentas golpear a tu propia madre por decirte la verdad, que vergüenza de hijo tengo.— reclama la baronesa.

El Marqués solo apretada los puños del coraje que sentía ante las ofensas de su madre. Charlotte y Sigrid observan tras la columna.

— con un padre así, no creo que deba volver...— menciona Sigrid.

— pero debo hacerlo o será peor.— se lamenta Charlotte.

Baja las escaleras hasta llegar donde los adultos discuten y se muestra sorprendida ante la presencia del Marqués, así que hace una reverencia.

— Marqués, bienvenido...— mantiene la mirada baja.

—¿Marqués? — pregunta este.

Y es que antes, pese a los desprecios, la verdadera Charlotte nunca dejo de llamar padre al Marqués.

— recoge tus cosas, regresas ahora mismo a la casa.— le exige.

— si Marqués. Abuelita, no discute con el Marqués, estaré bien.— abraza a su abuela.

Valentina le corresponde el abrazo y cuando ve que Charlotte ha subido mira con molestia al Marqués.

— ¿lo escuchaste? Ya nisiquiera mereces ser llamado padre. Espero mi nieta este bien o recurrire al rey.—

— por favor madre, no sea absurda.—

Tan pronto como Charlotte baja, el Marqués le toma la mano para arrastrarla hacía el carruaje.

—y tu, más te vale comportarte, solo regreso y ya me causas problemas.— aprieta con fuerza su brazo.

— me lástima, yo no hice nada, la abuela es quien vio como la marquesa me golpeo...por eso me trajo a su casa porque con la marquesa todos me tratan mal.— empieza a sollozar.

El Marqués se detiene al escucharla.

—¿te golpeo? Mira mocosa, deja de mentir, tus lágrimas no sirven.—

— nunca me crees, yo no miento...¿hasta cuando me creerás? ¿Hasta que mi madrastra me mate o hasta que mi hermano robe mi virtud? —

—¡basta! Deja de decir calumnias...—

La empuja con fuerza para que suba al carruaje y cae sobre el piso de este mientras llora. Valentina quien venía atrás, se ve furiosa por ver como tratan a su nieta.

— miserable, así no se trata a tu hija, ¿acaso no escuchas lo que dijo? ¿Como que su hermano tiene intenciones sucias con ella? Primero tu mujer la golpea y ahora me entero de las asquerosas intenciones de tu bastardo.—

— solo son inventos de ella, quiere llamar a la atención porque es una niña mimada, ahora apartarse.—

El Marqués sube al carruaje y le pide al cochero que ponga en marcha el carruaje, mientras que Valentina no deja de gritarle, no comprende como es que su hijo actúa de esa manera.

Sigrid solo observa de lejos, parece que el Marqués, quien se presenta como un padre y esposo ejemplar, solo es un mentiroso. Sigrid a acudido con su padre a algunos eventos y el Marqués siempre presume sobre sus hijos, pero al parecer solo es una mentira. Camina hasta la baronesa y le sostiene la mano.

— no se preocupe, ella estará bien, podemos hablar con mi tío, que la ayude a traer de vuelta a lady Charlotte.—

— es verdad, tendré que ir al palacio, ahora que he visto como la trata de mi hijo, no dejaré que le hagan más daño.—

La mujer se apresura para ir a su estudio y escribir una carta al rey para pedir una audiencia con él, su nieta no puede seguir en casa del Marqués y menos con ese comportamiento violento hacía ella.

*****

En la mansión del Marqués, este baja llevando a Charlotte del brazo, quien intenta safarse del agarre, todos en la mansión observan lo que pasa, pero nadie dira nada, Nidia sonríe victoriosa al ver como la niña es arrastrada hasta la habitación del ático, ahí el Marqués la encierra con llave.

— de ahí no sales en una semana, para que aprendas a no mentir.—

— yo no miento, tú y esa mujer son una basura asquerosa. Pero ya los veré pidiendo clemencia ante mis pies y solo arrancaré sus lenguas antes de matarlos.—

El Marqués se sorprende al escuchar las palabras de la niña, la cual solo venía en el carruaje llorando.

— como te atreves a hablarme así, te haré suplicar perdón por tus palabras de amenaza.—

— ¿amenaza? No, solo estoy diciendo lo que pasará...la primera en lamentar mi regreso, será esa puta que llamas esposa.—

El Marqués puede escuchar la risa de la niña. Pero solo se da la vuelta y baja las escaleras, donde la marquesa le halaga por no permitir que Valentina no desafie su autoridad como padre, pero el Marqués no dice nada y se encierra en su estudio, pues tras escuchar las palabras de Charlotte y su risa algo macabra, sintió un escalofrío en todo su cuerpo.

*****

Esa misma noche, después de días de estar tranquila, Mariam nuevamente se despertó gritando por volver a tener esas pesadillas tan siniestras y cuando volteo hacía un rincón de su casa, Doroti estaba parada ahí con el rostro todo putrefacto. Sus gritos resonaron por toda la mansión, la marquesa tuvo que quedarse en la habitación de su hija, pero Mariam no se dormía y cuando la marquesa lo hacía, Mariam nuevamente veía esa horrible figura de la mucama.

Al día siguiente el doctor fue a revisarla, pero no había nada que pudiera hacer, todo era un problema mental de la chica.

— de casualidad lady Mariam, ¿sabías de las intenciones de Doroti?—

— n-no yo...no.— menciona cabizbaja.

—¿como mi hija podría saber eso? No comprendo a que viene esa absurda pregunta.—

— calmese marquesa, a veces el detonante de éstas cosas se debe a la culpa, por ejemplo, saber que la doncella tenía esas intenciones y al no haber hecho nada, algunas personas tienden a sentirse culpables.— explica el doctor.

— mi hija no tiene porque saber los problemas de las sirvientas. Tal vez alguien la envidia por su belleza y le puso un hechizo, llamaré a un mago.—

— de acuerdo, es usted libre de hacer lo que mejor le parezca.—

El doctor se retira. Mientras que la marquesa busca al Marqués para hacerle saber lo que estaba pasando con Mariam y sus intenciones de ir por un mago. El Marqués le dijo que lo haga, aunque si le puede que tenga razón la marquesa y se trate de un hechizo, en ese momento se acordó de las palabras de Charlotte, pero descarta esa posibilidad, la niña no posee magia, se hizo la prueba hace tiempo y es solo una niña normal, solo su hijo es quien saco dones mágicos y por eso esta en una prestigiosa academia donde aprenderá a usarlos y se prepara también como su heredero.

En la habitación del ático, Charlotte observa desde la pequeña ventana como un mensajero sale de la mansión a toda prisa, la marquesa debe de estar desesperada por saber que le pasa a su amada hija, después de todo, la necesita son su moneda de cambio, Mariam pronto hará su debut y necesita estar bien para tener buenos pretendientes.

— es una pena que su debut será en infierno.— sonríe de manera maliciosa.


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