capítulo 2- abuelita...

En su llegada a un nuevo mundo, nueva vida y nuevo cuerpo, Anika, ahora Charlotte, fue descubriendo cosas, como que ese cuerpo posee magia y una magia peligrosa. Después de aceptar su nueva vida, salió de su encierro de dos semanas y busco en la biblioteca libros que le fuesen útiles, es ahí donde se informo sobre la magia y el como funciona, pero existe un tipo de magia que puede ser peligrosa, la magia oscura, esta es peligrosa tanto para quienes la enfrentan, como para sus usuarios, pues los pocos que le han presentado, se dice que han perdido la cabeza. Charlotte sonríe por ese hecho, porque ella ya esta loca.

También pudo ver que existe ciertas ventajas gracias a la magia, por ejemplo, las luces, son una especie de cristales que se activan por sellos colocados en algún punto de la casa, como si se colocará un boton de encendido y apagado, también había la ventaja de poder viajar de un lugar lejano a otro, gracias a portales colocados en puntos estratégicos, pero claro, hay que poseer un permiso para que el mago guardián del portal les deje pasar y así, algunas ventajas más.

*****

Después de aquel incidente, la hija de la marquesa, se había quedado encerrada en su habitación, lloro durante horas y durante las noches tiene pesadillas sobre el acontecimiento, eso a Charlotte la tiene contenta, ver que como la conciencia de aquella chiquilla, como siempre, ella permanece en el tercer piso, pero se queda cerca de las escaleras escuchando lo que sucede abajo.

"No comprendo porque lo hizo, incluso dijo que estaba por casarse con un hombre rico."

"Tal vez ese hombre rico la dejo, muchas mujeres se quitan la vida por una decepción amorosa."

"Cierto, tal vez ese hombre ni existía. Siempre se daba aires de grandeza solo porque la favorece la marquesa."

"Es verdad, el otro día me regaño por estar descansando, cuando ya de por si era mi hora de descanso."

Y así, lo que debería de ser una platica de compañeras tristes por la partida de una, solo se transforma en una platica donde ven los beneficios de no tener a esa chica molestandolas. Charlotte mostró una leve sonrisa, los humanos son así, tan predecibles.

Se puso de pie para bajar, estaba aburrida y quiere conocer un poco más de aquel lugar, pero justo al estar en la salida, escucha la voz de aquella mujer que dice ser la marquesa.

—¿a donde crees que vas? Mi niña esta muy triste ve a llevarle dulces y has todo lo que te pida.— le ordena la mujer.

—¿por qué debería? No soy una sirvienta, soy la hija legítima de la marquesa.—

— ¿tú, mi hija? Que absurdo, eres una bastarda.—

— usted no es la marquesa, el título le queda grande a una prostituta...— sonríe con malicia.

La marquesa al escucharla se apresura a ir hacía la niña y le da una cachetada que resuena por el lugar. Todos presencian aquel acto, pero prefieren no decir nada.

— ¿se puede saber porque le has pegado a mi nieta? —

La marquesa se paraliza al escuchar las palabras de aquella persona, esta era la madre del Marqués, según recuerda Charlotte, es la única que la trata bien. Charlotte corre hacía su abuela y le sostiene la mano mientras llora.

— abuelita...la marquesa me pego porque no quise limpiar su baño...— la niña llora amargamente.

—¿que? ¿Como que limpiar su baño? Explícame esto.— se dirige a la marquesa.

— y-yo no...no es lo que cree...ella miente...—

—¿también es mentira que le pegaste?— pregunta molesta.

— y-yo lo siento madre...ella se porto mal y le daba un castigo...—

— tus hijos se portan mal y no los veo limpiando los baños. ¿Por qué mi nieta debe hacerlo?—

— l-lo siento madre, no pasará de nuevo.—

La mujer mayor acaricia la cabeza de la niña mostrando una sonrisa.

— Charlotte, querida, ve a cambiar ese sucio vestido tomaremos el té.—

— si abuelita...pero...mis vestidos...—

— sus vestidos estan recién lavados, traeré uno limpio...— menciona rápidamente la marquesa.

La mujer corre hacía arriba, entrando a la habitación de su hija menor, quien se queja de inmediato al ver que saber que le dará su vestido a Charlotte.

— cierra la boca, la madre del Marqués esta aquí...—

—¿la abuela? Entonces debo saludarla.— menciona la niña de 11 años.

La marquesa saco un vestido ya antiguo de su hija, de esos que su hija usaba cuando tenía la edad de Charlotte. Al salir de la habitación le entrega el vestido.

— más vale no hables de más o ya sabes lo que pasará.— le riñe.

Charlotte no dice nada y solo se va a su habitación para cambiarse. La hija de la marquesa, Rogelia, ha bajado vistiendo de la manera más elegante posible y al estar ante la anciana, hace una breve reverencia.

— saludos abuela, bienvenida a la casa, espero me permita acompañarla.— muestra una sonrisa.

— madam para ti, mi nieta solo es Charlotte, ustedes solo las hijas de esa concubina.— menciona la mujer.

— y-yo lo siento, madam...— Rogelia aprieta las manos en la falda de su vestido.

— abuelita, ya estoy aquí.—

Charlotte llega alegremente hacía la mesa de la mujer y esta le hace tomar asiento, mientras las doncella traen el té y postres.

— y tú, ya vete, no quiero que mi tiempo con mi nieta se arruine con tu presencia.— le riñe a Rogelia.

Rogelia solo hizo una reverencia y se retiro, llegando hasta la sala donde se encontraba su madre.

— maldita...¿por qué la favorece a ella? Ahora yo soy la hija legítima.— grita.

— calma cariño. ¿Que ha pasado?—

Rogelia le cuenta lo que Valentina le dijo, causando que la marquesa también se enoje, pero no puede hacer nada, si le reclama a Valentina, su esposo seguramente la regaña a ella por ir en contra de su madre. En el jardín, Charlotte y su abuela degustan de los postres que les han servido.

— querida, sobre lo sucedido hace un momento, ¿sucede seguido?— pregunta Valentina.

La doncellas que permanecen cerca, se tensaron al escuchar tal pregunta. Charlotte la mira y luego coloca una expresión de tristeza.

— si, la marquesa me castiga mucho y papá no me cree.—

— y ustedes que lo ven, ¿no le dicen nada a su señor?, les recuerdo que sirven al Marqués, no a esa arribista.— le riñe.

Las doncellas se disculpan, alegando que ellas jamás han visto que la marquesa castigue a la niña, mientras que Charlotte solo las escucha, son tan patéticas, bueno, ellas también acabarán igual que la otra.

— parece que tendré que pedirle a mi hijo que cambie a todo el personal.— expresa Valentina.

Las doncellas solo agachan la cabeza sin querer hablar de más. Después de pasar el día con Charlotte, Valentina debe retirarse, pues no puede quedarse mucho tiempo fuera de su casa.

— querida, cuando regrese tu padre vendré a hablar con él. Ahora solo mantente lejos de esa mujer. —

— si abuelita, estaré bien.— Charlotte sonríe de manera dulce.

Valentina sube a su carruaje y de marcha, mientras que Charlotte va subiendo, pero alguien la detiene del brazo, era la marquesa quien venía acompañada de aquellas doncellas que estaban presentes durante la visita de Valentina.

— ¿que demonios crees que andas diciendo? Maldita mocosa bocona, debería cortar tu lengua.—

— mejor cuide la suya marquesa, mi abuelita vendrá a hablar con el Marqués, me pregunto, ¿cuanto tiempo le queda en esta mansión?— sonríe con malicia.

La marquesa le suelta la mano, pues la mirada de la niña le causo un breve escalofrío, algo era diferente en ella, antes nunca se atrevió a hablar o responder de esa manera. Charlotte sube las escaleras sin mirar atrás.

...

*******

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Comments

Rosario Zapata

Rosario Zapata

🤔

2025-03-25

0

Lita Wellington

Lita Wellington

perfecto comenzó con un aperitivo ya viene el plato fuerte

2024-12-11

2

Julieta Rodríguez

Julieta Rodríguez

Pues muy querida no era... Ni modo, la historia sigue

2024-10-29

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