Después de la primera vez que nos conocimos, cuando me llamó imprudente, pensé en no usar mi nombre cuando fuera aceptado en el FBI. Así lo hice y todos mis casos están guardados bajo mi alias "agente J". Solo figura mi edad y lo apto para el público de mis casos.
* No te preocupes. Primero le pasaré todos los filtros que tengo y en caso se vea falso, te aviso. No sé las intenciones de Lake, pero esa chica me da buena onda.
*- Otra vez hablando como viejo. Se dice buena vibra. Si, ella es genial. No sé cómo se ve y por su voz debe ser joven, pero simplemente le da nueva perspectiva a mi vida.
* Wow, mejor ya manda a hacer el anillo. Por como jugo con tus monitores y el cariñoso audio, tendrás para rato. Te deseo suerte.
*- Gracias.
Cuelga y me doy cuenta de que no negó lo del anillo. Resulte como resulte, espero que no pierda esas ganas de vivir, como lo escucho.
Pensar en mis amigos, me distrae. Mañana es el peor día del año, para mí. Miro el reloj y ya llegó. 31 de marzo. La fecha del fallecimiento de mis padres.
En este día, tengo una rutina. Desde muy temprano, voy al John Ericsson Memorial y camino por la calle Ohio, mirando el río Potomac. Regreso a mi casa cuando se oculta el sol y por el cansancio quedo dormido rápidamente; y con suerte, soñar algún buen recuerdo con ellos.
Me siento muy deprimido. Soy un hombre de 25 años, pero ahora quisiera escuchar la voz de mi mamá diciéndome que siempre seré su bebé. Incluso, cuando yo le decía a mi padre que me independizaré cuando fuera adulto, él siempre respondía que la casa es grande y debería quedarme con ellos.
Tal vez sea momento de tomar mi propio consejo, el que le di a Cruz.
"Dale tiempo, te aseguro que llegará. Sea alguien o algo, volverás a sentirte lleno de vida. "
Subo la mirada al cielo y pido que no me haga esperar mucho. Por favor.
Y como una señal divina, mi celular seguro vibra en mi chaqueta. Lo saco y veo el mensaje.
- Hey, agente 007, me dieron tu número. Soy Riri y seré tu nueva persona favorita.
Ocurre algo que creí impensable, me reí.
RESSE
- Probaste los makis que te recomendé.
* Claro. Quién iba a creer que esas pequeñas cosas rodeadas de arroz serían tan deliciosas.
Han pasado dos años y la comunicación entre el Jayjay, agente J, y yo es... magnífica. Seguimos con textos y mensajes de voz, nos contamos muchas cosas; no solo lo referente a cierto cartel.
Layla está bien metida en su grupo de sombreros grises y hasta la siento preocupada, parece que busca algo. Igual, la chica es una máquina del perfeccionismo. Compagina muy bien todo y también nuestros horarios, para coincidir en los almuerzos. Mientras todos sufren para buscar salones y horarios, nosotras nos relajamos porque ya Lay lo tiene hecho.
Seguimos mostrando nuestras fachadas e incluso tenemos un juego. Cuando un chico quiere algo con Layla, yo le coqueteo. Si se mantiene firme en "sus sentimientos" por ella, ésta sale con él por 2 o 3 semanas, máximo. Siempre les encuentra algo malo y les termina. Si los chicos se ponen fastidiosos después de romper con ellos, entra Cameron. Ella interrumpe el lloriqueo del chico abrazando a Layla y le dice
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