RESSE (CAP. 20)

Siempre nos partimos de risa al ver la cara del chico. Pobre, pero no dejan de intentar e intentar. Cameron solo acepta chicas que necesitan protección y se encarga de dejarlas seguras. Una vez termina, corta comunicación y pasa a la siguiente. Yo, pues yo no rechazo a ninguno que quiera salir conmigo. Tengo varios chicos a la vez, pero con ninguno voy más allá de tomarlo de la mano. Algunos me reclaman y yo solamente les digo que ya sabían mi reputación. Me llaman de nombres coloridos y se van.

Mis amigas son bien complejas. Cada una tiene su propia maleta. Mientras Layla finge que no le importa Cruz, veo esa sonrisa pequeña que pone siempre que lo encuentra en su página de sombreros grises. Creo que él es el motivo de tanta proactividad en su trabajo.

También, veo a Cameron. Dándose cuenta de lo mismo que yo, pero en sus ojos hay añoranza. Parece que tiene ese primer amor bien marcado en su corazón.

Estas chicas han hecho realidad mis sueños. Son mis hermanas y el mejor apoyo que puedo pedir. Por lo tanto, quiero lo mejor para ellas. Espero puedan conseguirlo.

Diría que eso es suficiente, pero tanto hablar con Jayjay, mueve mis convicciones. No quiero darle a una persona el poder de ser mi felicidad y mi angustia. Lamentablemente o felizmente, el memo no le llega a Jayjay y sigue buscando hablar conmigo.

- Entonces, ya que comiste rico, es hora de hablar de negocios. En estos dos años hemos intervenido 10 locaciones de los Quintana y arrestado a 5 hombres de confianza de la cabeza. Ahora, no quiero que te alteres, es hora de darte un dato grande.

* Eres mala, después de algo tan rico me lanzarás una bomba. Bueno, ya te conozco, por eso traigo todos mis apuntes listos y mi kevlar puesto (chaleco antibalas).

- jajaja... exagerado. Bueno ya te expliqué casi toda la jerarquía del cartel, hoy te daré el nombre del líder. Cuando era joven solo se dedicaba a derrochar y no destacó, por lo que no usaba su nombre. Ahora de adulto sigue manteniendo el secreto.

* Sí. Todos piensan que el liderazgo pasó a los Chávez, ya que no se volvió a escuchar el apellido Quintana. Aunque, tenemos unos informantes que dijeron que hace años escucharon decir a una niña rubia que era la heredera.

No dejo de mirar el celular. ¿Quién dio la información? Esa persona no pensaba ser un informante; bueno, no un informante del FBI, pero si uno para otro cartel. Pablo, ese desgraciado. Cuando me decía, que de manera orgullosa muestre mi legado, era únicamente para poner una diana en mi espalda. No le importaba que fuera solamente una niña.

* Todavía recuerdo la risa del agente que me contó esa información. Dijo que todo el mundo se mofó del informante en ese bar. Ese lugar era conocido por ser un punto de encuentro entre peones de distintos carteles. Por supuesto, no daban nombres. Ahí la razón por la que se burlaron de él. No solo por divulgar, sino por decir que una rubia era heredera de un cartel hispano.