TERESA (CAP. 4)

Y eso, eso es lo que siento que me falta en mi vida real. Y lo quiero con todas las fibras de mi ser.

- Gracias. Lo mismo te digo.

Cambiamos de tema y veo que son las 3 am. Me despido y me dirijo a la cocina a servirme algo para tomar. En el camino, escucho un sonido rítmico, proveniente del cuarto de Regina. Me acerco sigilosamente y veo que su puerta está entreabierta. Me asomo con cuidado y escucho sus gemidos.

Me sorprendo, porque no he visto a mi hermana con alguien. Después pienso que tal vez, las horas que desaparezco para entrenar, ella los emplea para verse con su novio.

"Ni siquiera he sido besada y mi hermana ya está anotando" no puedo evitar soltar una risita en mi mente. Tomo una foto, para luego fastidiarla, y mientras la veo, escucho una voz que me hiela la sangre.

^ Vente para mi, Gina.

No, mi mente debe estar jugándome una broma o tal vez estoy soñando. Estoy creyendo mis propias mentiras, aunque reconocería esa voz donde sea, hasta que Regina me hunde en la miseria.

^^ Estoy cerca, Gonzalo, dámelo más rápido.

No quiero ver ni escuchar nada más. Voy rápidamente a mi cuarto y reflexiono en mi paranoia. Falso o no, yo quería que todo ese mundo de rosa fuera cierto. Algo dentro mío sabía que todo era lo contrario, pero solo eso conocía. No había nada más para mí.

En mi cuarto, cierro la puerta con seguro y regreso a mi laptop.

- Lake, ¿sigues ahí?

-* Hey, Riri, ¿qué pasó? Pensé que irías a dormir, ya es tarde.

Ella no debería saber eso, pero ahora es el menor de mis problemas.

- ¿Qué tanto sabes?

-* ... Mucho. Te conté qué me hizo ser lo que soy. Sabía mucho cuando te uniste al foro, sobre todo porque no muchos manejamos el dinero que metiste a la organización.

Parece que mi amiga no únicamente es hacker, también debe ser una persona con bastante dinero.

- Por mucha curiosidad que tengo sobre ti, necesito la ayuda que me prometiste. Para ayer.

-* Ya la tienes en tu escritorio.

Minimizo la página y sí, hay una carpeta que antes no estaba ahí.

- Estás a otro nivel de eficiencia.

-* Dejemos los halagos para después. Es mucha información que debes leer. Apenas termines, me escribes. LEE.

No escribo más y con mano temblorosa guío el cursor a la carpeta. Le hago doble clic y me pide contraseña. Estoy a punto de preguntarle, cuando pienso en lo que me dijo.

Pongo "noestassola" y la carpeta se abre. Y es mi caja de pandora personal.

Hay información desde antes que yo naciera. Al parecer el cartel Quintana estuvo a punto de desaparecer. Mi padre, Pablo Quintana lo heredó a una temprana edad, 17 años, debido al asesinato de sus padres por un cartel rival. Era un joven alocado y despilfarrador. Después de 10 años, en los cuales solo se divertía, se vio todo el daño que causo su descuido.

El cartel de los Michoacana estaba detrás del territorio de los Quintana.

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