TERESA (CAP. 5)

Antes de estinguirse, despertó el ingenio de Pablo Quintana. Uno de sus mejores clientes era Michael Johnson. Un anciano proveniente de dinero antiguo. Tenía un gusto peculiar por chicos jovenes, entonces compraba cocaína de Quintana para dárselo a sus juguetes, a quienes los engreía. Ese viejo arrogante se creía muy poderoso y no pensó que Quintana tenía mucha evidencia en su contra.

Entonces, Pablo fue a verlo y lo chantajeo, con exponer todo si no le daba todo el dinero que tenía. El anciano así lo hizo, le entregó casi todo y solo se quedó con lo necesario para mantener su estilo de vida. Con ese dinero Quintana resurgió de las cenizas, pero todavía era un fuego leve. Entonces le preguntó al anciano Johnson, el porqué no tenía mas dinero, siendo él uno de los más ricos en EEUU. El viejo les dijo que la mayor riqueza de su familia está en manos de su única nieta, ya que su hijo y su esposa fallecieron.

Pablo Quintana al ver la foto de Emma Johnson decidió que la haría su esposa. El ya tenía una prometida, Dora Juarez, pero necesitaba el dinero de los Johnson para volver a ser temidos. Dora entendió y el anciano Johnson engañó a Emma para que lo visitara. Ella paraba siempre con un guardaespaldas. Éste, al ver que Emma era jaloneada a un auto negro, se apresura en su auxilio. Lamentablemente eran muchos y aunque se llevó a 6, él también murió. El grito de Emma fue tal, que tuvieron que dormirla e irse rápido; antes que la policia los agarre.

La boda fue en una semana. Solo hay una foto del evento, donde se ve una Emma con cara de enojo al lado del sonriente Pablo. Justo cuando están a punto de partir en limosina al aeropuerto, para su luna de miel, Emma vomita encima de Pablo.

La luna de miel se cancela. Emma está embarazada. El detalle es que Pablo nunca la tocó. El bebé no es suyo.

Hay otras fotos de Emma Johnson. Antes de ser embaucada. Es hermosa, con cabello rubio, ojos chocolate, una tez bronceada y de 1.60 de altura. En todas se ve feliz, siempre con su guardaespaldas al lado, quién tiene una pequeña sonrisa mientras la mira. Jonah White. Cabello negro, de 1.89 de altura, tez blanca y ojos azules cristalinos.

Dejo en pausa lo demás y me levanto rápido de la silla. Me voy a mi baño, para echarme agua al rostro. Al secarme, levanto la mirada y en el espejo me saluda una chica de 17 años de cabello rubio y rasgos delicados; con tez blanca, alta y de ojos azules cristalinos, los cuales dejan caer muchas lágrimas.

Me palmeo las mejillas y me doy ánimos. Debo terminar de leer.

La vida de Emma no fue fácil. Al menos, yo tenía gente que se quería congraciar conmigo, pero mamá no tuvo ningún hipócrita a su lado. Su única familia la vendió y perdió al amor de su vida. Cualquiera tendría los ánimos bajos o estaría deprimido, pero no Emma. Ella pensaba en su bebé. Debía asegurarse de protegerla, porque tenía el presentimiento de que pronto se uniría a su amor y sus padres.