TERESSE (CAP. 12)

Me voy a clases y al terminar es hora del almuerzo. Voy a la cafetería y la veo. Está comiendo tranquilamente con una chica. Claro como no es su amiga quién está llorando, ella está bien tranquila.

Me acerco a su mesa, agarro el vaso con agua de la pelirroja y se la echo a Layla en la cabeza. Veo como ella y su amiga se giran a verme y sus ojos se abren demasiado del asombro. Me parece extraña sus reacciones a juego. Sé que soy hermosa, pero ellas también lo son. Demasiado diría yo. Acerco mi rostro al suyo y le digo confiadamente.

- No eres tan fea, por lo que no deberías ser una ofrecida. Aiden te dijo que tiene novia y aún así lo llevaste a tu cama.

Layla borra toda sorpresa de su rostro y adopta una postura y mirada fría.

-* Tienes razón. Fue mi error apuntarle con una pistola, para llevarlo a mi cama, y obligarlo a tener una erección donde poder sentarme.

Su amiga escupe su comida y no la culpo. Jesús. Yo actuo bien fresca, pero nunca tanto. No sé que decir, si recriminarla o felicitarla por su facilidad de palabras. Antes de decidirme, ella continua.

-* Déjame ahorrarte la vergüenza. No sé quién eres y no sé quién diablos es Aiden.

Layla señala a su amiga y sigue hablando.

-* Debes conocerla. Es la lesbiana más cotizada por mujeres y hombres, y yo soy la afortunada de estar con ella. Solo ella entra a mi cuarto. Ahora, vete.

Miro a la pelirroja y tiene razón. Ella es Cameron. Varias compañeras y compañeros tienen fotos de estas chicas. No es que tengan permitido subirlas a redes sociales, de alguna manera se enteran y los masacran.

Cameron se mantiene serena y solo me observa.

Me pongo a pensar en lo descabellado que dijo Layla y tiene razón. Aiden no es ninguna víctima, me deje convencer por sus lágrimas. Quién diría que un chico tendría tal facilidad para crear riachuelos.

Solo me queda seguir actuando confiada.

- No te metas en nada que tenga que ver conmigo y estaremos bien. Adiós.

Camino rápido a la salida. Dios, que verguenza.

Durante la tarde, Aiden me manda un mensaje, para citarme en su cuarto en la noche. Voy para decirle sus verdades, pero lo espero por una hora y no aparece. Regreso a mi dormitorio.

Al día siguiente, bien temprano en la mañana me entero que Aiden y unos 5 chicos más están en el hospital. Voy para allá, pregunto por su habitación y entro.

- ¿Qué te pasó?

El levanta la cabeza y pone ojos llenos de miedo.

^ Teresse, lamento querer hacerte daño. Estaba al tanto de tu reputación y quería hacer un negocio contigo. Perdóname, por favor y dile a Layla que ya no apareceré en tu vida. Por favor, dile que me deje vivir.

Solo lo escucho y me voy. Parece que me deje engañar de nuevo por un chico. Me encuentro muy molesta y al sentir que alguien tira de mi brazo me da la excusa perfecta para desquitarme.

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