Buscando respuestas

Los días habían pasado, sin ninguna novedad sobre el paradero de Canterville, para Claude era frustrante ver a su compañera en ese estado. Loraine también se veía demacrada, casi no dormía por estar al pendiente de Maelok, pero esa mañana de inicios de invierno, el sueño la venció y quedó dormida con la cabeza pues sobre sus brazos en la cama donde yacía el brujo. Una revelación vino a ella, una linda mujer de cabellera blanca le habló sin siquiera mover los labios.

- Mi pequeña Loraine, sé que todo esto es nuevo para ti, pero debes ser fuerte, tu hijo te necesita.

- ¿Mi hijo? - instintivamente puso su mano en su vientre, las lágrimas rodaron por su mejilla - ¿Cómo es posible? Maelok está en ese estado.

- Es por ello que debes decirle a mi pequeño Claude, que Canterville está en el lugar donde se unen los 2 océanos.

Loraine se despertó sobresaltada, aún tenía la mano sobre su vientre.

- Amor, debes volver, tendremos un hijo.

Se apresuró a levantarse para ir a buscar a Claude, lo encontró reunido con las otras dos mujeres que llegaron con él hace dos días.

- Soñé con una hermosa mujer de cabellos blancos como Loana - dijo, ganando la atención de los presentes.

- Selene - susurra la madre de las brujas - ¿qué te dijo?

- Ese brujo se encuentra donde convergen los dos océanos, me dijo que tú sabrías dónde es este lugar.

- Es el llamado Golfo de Alaska - confirma la pelirroja - debí suponer, ese lugar está lleno de energía.

- Debemos ir hacia él - propone Claude - pero tenemos que ocultar nuestra esencia.

- Estoy de acuerdo, debemos llevar a Marlene y a Maritza, ustedes tres jupantos son más poderosos de lo que piensan.

La ninfa recita unas palabras y en un segundo están con ellos Maritza y Marlene.

- Canterville se encuentra en el Golfo de Alaska - dice Emeli.

Pronto nos vamos los 5 hacia el lugar, Loraine, mamá y papá se quedan con los dos brujos. Por la noche Antoine y Rebecca llegarán para sellar el lugar con seguridad el lugar.

Los 5 que se fueron, llegan a la frontera entre Canadá y Alaska, exactamente a la isla de Kodiak en su parte más remota.

- Debemos peinar la zona, es bastante extensa - habla el joven lobo, quien fue entrenado por su padre, quien en su juventud sirvió al S.W.A.T y por Gretta quien a pesar de su apariencia delicada, fue una de las matonas de Antoine.

Los 5 se adentraron en una caverna que olía a muerte y destrucción.

- Los estaba esperando - la voz de Canterville emergió en medio de la oscuridad - es grato ver a mis queridas antiguas amigas, aunque veo una linda lobita nueva.

- ¡Ya deja de hablar tanto! Sabes perfectamente a qué hemos venido - le dice Claude.

- Baia... que aburrido es este chico, no se parece en nada a ti, bella Emeli.

Una bola de fuego es lanzada de alguna parte de la caverna, pero logran esquivarla. De inmediato otra es lanzada y otra. El brujo era bastante hábil, pero en un descuido, Maritza se acercó lo suficiente para herirlo en el costado izquierdo cerca del corazón, debilitándolo, cosa que aprovecharon Marlen y Claude que dejó salir a su lobo Sgar, la bruja lo neutralizó y el joven lobo le arrancó la cabeza.

- Debemos encontrar el cofre - sugiere la banshi.

Entre Marlene, Maritza y Emeli crearon una gran fuente de luz, iluminando el espacio. El escenario era tétrico, habían cientos de cadáveres, sobretodo de mujeres muy jóvenes.

- Ese maldito se alimentaba de la energía de estas personas, sobretodo de jovencitas.

Al fondo de la caverna se escuchó un leve sollozo, sé miraron entre sí, los dos lobos se acercaron olfateando y hallaron a un par de niños mal vestidos, con los pies descalzos, abrazados entre sí.

- Tranquilos pequeños - les habla Marlene, tratando de acercarse, pero los dos pequeños se aferran más uno al otro - No teman, no les haré nada - poco a poco se fue acercando y sus caritas temerosas la llenaron de tristeza - ¿cómo llegaron aquí?

- El señor malo mató a nuestros papitos y nos quedamos solitos - de sus lindos ojitos salieron lágrimas en abundancia.

Marlene los abrazó de manera protectora - no van a estar solos, yo los cuidaré, se los prometo.

- ¡LO ENCONTRÉ! - gritó Claude.

Todos fueron a ver el cofre, el artefacto estaba sellado, seguramente la llave se hallaba en el cuerpo de Canterville, era precisamente allí donde estaba.

Pronto todos regresaron a la casa de los Thompson, para poder regresar el poder a los dos ausentes.

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