Por un cabello

La profesora entró al aula de clases con toda la actitud, para obtener el cabello del joven lobo. No tenía ni idea de como lo iba a lograr, pero haría lo que sea necesario para obtener ese cabello que tendría a ese hombre arrastrándose a sus pies, además quería vengarse de esa fenómeno que tiene por novia.

La clase transcurrió normal, con Loraine caminando entre los pasillos del aula, siendo observada atentamente por todos los estudiantes, en una mínima oportunidad se hace la que se le tuerce el tobillo y muy conveniente cae sobre Claude. Loana que analizaba hasta donde era capaz de llegar la mujer, solo por capricho, mantenía una sonrisa apenas visible. Ella sabía lo que la loca humana pretendía con su mate, como también sabía que Maelok tenía que ver en esa ridiculez. El brujo no había soportado que ella simplemente lo rechazó pues ambos servían en bandos diferentes. Él era un brujo oscuro, mientras que ella era servidora de la luz. Además, el planeaba dejarla sin sus poderes.

- ¡Ay! Lo siento, se me ha doblado el pie, no fue mi intención - explicaba.

- No se preocupe señorita Sullivan, solo fue un accidente - decía Claude mientras se sobaba la parte donde sintió el halón de cabello.

Loana recurrió un poco a la magia, para cambiar el cabello y colocó el de Cox, un compañero que suele vestirse como hippie de pradera y que parece no bañarse muy seguido.

Al finalizar la jornada, la profesora va al parqueadero y llama al brujo, este atiende el llamado de inmediato, apareciendo casi en el acto.

- ¡Por Dios! Casi muero del susto - expresa la mujer con una mano en el pecho - aquí tiene el cabello de Claude.

El hombre lo olfatea y efectivamente, percibe la esencia de ese cachorro de lobo y de Loana. Pronto obtendrá su venganza por el rechazo de ella.

- Con esto verás que ese tonto se arrastrará a tus pies, tanto así, que no sabrás cómo quitártelo de encima - una sonrisa maliciosa brotó de los labios de Loraine.

- Es lo que más deseo - afirma ella, convencida de que es lo correcto.

El brujo vuelve a desaparecer y esta queda sola en su vehículo, imaginando todo lo que vivirá con ese chico que se ha adueñado de sus sueños más húmedos.

A la mañana siguiente como cada día, salió para la universidad y al ingresar en el parqueadero para docentes, allí estaba Cox, con un ramo de flores y una caja de chocolates. La mujer extrañada por la presencia de su alumno de apariencia desaseada.

- Profesora, aquí le traigo este humilde presente - le extiende las manos con los obsequios - ¡la amo! La necesito como el aire para respirar, como a la Mary Jane para elevarme y dejar la crueldad de este mundo lleno de codicia - se acerca cauteloso y la pega contra el coche, quedando muy pequeña delante de él - sea mi salvación para no sufrir las inclemencias de esta sociedad nefasta.

Loraine quería salir corriendo despavorida, se supone que era Claude quien debía estar allí rogándole, pero en cambio estaba el hippie de la clase. No entendía nada, ella misma arrancó el cabello del pelinegro.

Estaba tan distraída en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando apareció Loana.

- Veo que acosar alumnos es lo que más le gusta.

- Yo... yo... no sé por qué este chico está así.

- Claro que lo sabe - el rostro de la bruja pasó de tener una sonrisa burlona, a una seria - usted quería tener poder sobre mi macho, pero no tiene idea con quien se está metiendo. Dígale a Maelok, que se busque otro truco - dio media vuelta y se fue del lugar, dejando a Loraine lidiando con el joven castaño.

Ahora odiaba mucho más a esa estúpida peliblanca que al parecer no se le escapa nada. Debía llamar al brujo, pero este parecía no atender su llamado y ya no sabía cómo quitarse de encima al loco desquiciado de su alumno.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***