La profesora

Los días siguientes en que tuvieron la clase con la profesora Sullivan, la mujer siempre tenía la excitación a mil con solo ver a Claude. No era una mujer fea ni tampoco mayor, su edad oscilaba entre los 20 tantos y los 30. Muchos de los chicos de la facultad fantasiaban con ella, más ella empezaba a desarrollar cierta obsesión con el objeto de su deseo. Las camisas de seda iban un poco más abiertas para mostrar más piel que según ella, despertará la lujuria de su Bombón.

- Señor Thompson, ¿me podría ayudar después de clase con unos campos de matemática aplicada? - pregunta insinuosa la profesora.

- Eeh... claro que sí profesora, en cuanto termine el ensayo que debo presentar junto a Mi novia - remarcó la palabra Mi, para que no le quedara menor duda de que él no estaba disponible.

La clase terminó y el joven lobo se fue directo a la oficina de la profesora para ver qué tanto era útil. Al entrar se encontró a la mujer sentada con las piernas bastante descubiertas una encima de la otra, arriba del escritorio.

- Adelante señor Thompson, lo estoy esperando hace un rato - habló de manera sugerente, el olor a excitación para Claude resultaba repugnante - necesito que me ayude con varios problemas - se levantó para acercarse más a él.

- Trataré de ser útil - como pudo se zafó de la situación - Pero no puedo estar mucho tiempo aquí, mi mujer me espera.

- ¿Mujer? Pero dijiste que era tu novia - preguntó molesta la mujer.

- Realmente es mi mujer, vivimos prácticamente juntos.

- Y no deseas una mujer ¿más experimentada? - lo vuelve a acorralar, y sin vergüenza alguna, con descaro, pasa su mano por su intimidad.

Remi, el lobo de Claude toma el control y sujeta la mano de la mujer tan fuerte que la hace chillar.

- Ella es todo lo que necesito en esta vida para mí.

La puerta es tocada y abierta, dando paso a Loana que tiene cara de pocos amigos al ver como la mujer está demasiado próxima a su lobo.

- Hola amor, es hora que nos vayamos, tu mamá nos quiere puntual para la cena de nuestro compromiso - dice la peliblanca.

- Ya nos vamos mi amada.

Se aleja de la insinuosa mujer y toma la mano de su compañera para salir lo más rápido posible.

- Gracias, si no hubieras llegado, le iba a quebrar la mano por ser tan atrevida. Si ella supiera la repugnancia que me da su horrible olor picante.

- Debes ponerle un alto, sé que volverá a dar molestias.

Después de salir de la universidad, se dirigieron a la casa de los padres de Claude, donde se encontraban el ex Alfa Rey, su luna, el beta y su pareja, Marlene y su esposo, la actual alfa y su luna que no es otro que Beneditte.

- Buenas noches, que gusto tenerlos a todos aquí.

- ¿Cómo están? La Bruja y el cachorro, quién lo diría - dice un burlón Antoine.

- Que te puedo decir, últimamente nos gusta el colágeno, mira tú con la dulce Becca - le dice en la misma forma Loana.

- Ella era una señora humana - responde y recibe una manotada en la nuca - ¡Aauch! Pero es verdad, amor.

- Mejor iniciemos la cena porque sino, alguien aquí dormirá en el andén como un pordiocero, ni siquiera en el sofá - la que se burla ahora es Gretta.

Todos entraron al comedor y se sentaron para disfrutar de la cena. Entre Marlene, Gretta y Becca sirvieron la comida. Los hombres discutían sobre economía, mientras Antonietta y Grace la melliza de Claude hablaban de la fiesta de plenilune que se realizaría en 2 meses en la manada real. Muchos lobos y lobas solteros asisten con la esperanza de encontrar a sus destinados. Es una gran fiesta donde todos se divierten.

La cena fue servida con una variedad gastronómica que entre la pareja de anfitriones se lucieron al hacerla.

- Mmmm... esto está de maravillas - expresa Rebecca para degullir otra cuchara de la crema de mariscos que hizo su buen amigo James.

- Mi Caperucito hace la mejor crema de mariscos del mundo - dice alabando el buen sazón de su amor.

- Gracias - responde colorado de la vergüenza por el apodo que le dio su lobita, se acerca y besa su mejilla y le dice al oído - más tarde azotaré ese culito por decir mi apodo.

Gretta se estremece al solo recordar los castigos que le impone su destinado.

- Sí me sigues amenazando te voy a llevar a nuestra habitación, Caperucito malo.

La pareja de enamorados son interrumpidos por el tintineo de una copa. Todos se quedan mirando a Antoine quien a sido el que ha hecho el toque.

- Quiero hacer un brindis por la nueva pareja de enamorados, mi buena amiga, Loana y el hijo de mi querida amiga, Gretta. Me siento feliz porque mi buena amiga por fin está con el amor que tanto esperó - alza la copa en pos de brindar - cachorro, te llevas a una gran mujer ¡Salud por los enamorados! Tienen mi bendición para su Unión.

- ¡Salud por los enamorados! - repitieron todos al tiempo.

- Yo también quiero hacer un brindis - esta vez habla Antonietta - tía Loana, primo Claude quiero darles mi bendición como alfa real y les deseo mucho amor y dicha como la tenemos mi amado Beneditte y yo ¡Vivan los enamorados!

- ¡Vivan los enamorados! - volvieron a repetir.

Luego siguieron las palabras de los padres del joven lobo y de parte de la hermana de la bruja.

Ambos estaban más que felices de compartir ese momento en familia, ajenos a los planes de la obsesiva profesora.

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