Capítulo 19: Negro y Rojo

— Debo ir — los ojos del omega se llenaron de lágrimas — Debo ir a verlo. — Jayden se apresuró a ir hacia su clóset y agarrar su ropa para comenzar a vestirse con rapidez.

— Debes calmarte Jay...

— ¡Es mi hermanito! — exclamo con lágrimas en sus ojos, Aleksander suspiro y se acercó a su omega.

— Lo se, amaré. — Jayden comenzo a llorar, el alfa tomó sus manos y lo sento en la cama, mientras se arrodillaba frente a él — Se que es tu hermanito, y que lo quieres mucho, pero el llorar no arreglará nada — limpio sus lágrimas — Recuerda, que llevas a nuestro bebé dentro de ti — puso una mano sobre el vientre del omega.

Jayden sollozo y Aleksander comenzo a soltar sus feromonas en un intento de calmarlo.

— ¿Quieres ir? — pregunto con cautela y el omega asintió — Bien, cambiate, te esperare abajo — dejó un beso en la frente de su omega y miro a Zinnia, la doncella asintió antes de acercarse a Jayden.

Aleksander salió de la habitación y bajo las escaleras. Cuando bajo, se adentro a la Sala y se encontró a su familia. Alyra estaba sentando al lado de su padre, la joven le estaba diciéndo algo sobre unos insectos, mientras que Vlad la escuchaba atentamente y le sonreía débilmente. Por otro lado su madre estaba sentanda en uno de los sillones rojos de la Sala, con una taza de té en manos, mientras que Gael estaba a su lado, diciéndole donde se detendría cuando se vayan

— Cariño — Aleksander miro a su madre. — ¿Saldras? — Aleksander asintió — ¿A estas horas? Cariño se que puedes manejar un arma, pero es peligroso salir a estas horas.

— Estoy listo — todos miraron hacia el omega que entró a la Sala.

— ¿A donde irán ustedes dos? — pregunto Alice poniéndose de pie, Aleksander se acercó a Jayden y se puso su saco negro.

— el hermano de Jayden, Alaric, el hijo más pequeño de Victoria, sufrió un grave accidente, y cayó de las escaleras. Iremos al hospital madre — Alice soltó un jadeo de sorpresa y miro al omega.

Alice se acercó al omega de ojos rojos y mejillas hinchadas, todo por su llanto, la mujer tomó las manos del omega y dejó un pequeño beso en su frente.

— Iré contigo — Jayden fruncio el ceño — Todos allá, seguramente están cuidando de tu hermano. ¿Pero quien te cuida a tí, al bebé, a mi hijo? — ella acarició su mejilla — Dejame acompañarte, no diré nada, guardaré silenció, pero permiteme cuidarte y acompañarte, tu embarazo aún no es estable, y tu salud todavía no ha mejorado.

Jayden mira a Aleksander y luego los dos miran a Alice y asienten. La mujer sonríe y mira a su doncella, una mujer de edad avanzada, un poco Canosa.

— Enseguida le traere su abrigo, mi dama — la doncella se fue en busca del abrigo de Alice.

— Yo también iré con usted — Gael se puso de pie — Madre los protegerá ustedes, pero ¿Quien la protege a ella? — Bromeó y dejó un beso en la frente de su madre.

Una tos, hizo que todos voltearan en dirección a Vlad, a excepción de Alyra, claro, la joven seguía pérdida en su libro.

— Los Ivanov, dejaron de ser tú familia, cuando te casaste con Aleksander, y sobre todo cuando Victoria, envió a uno de sus hombres y te vendió a esta familia. — Le recordó Vlad — Son tus enemigos, Jayden. Entiendo tu cariño hacia tus hermanos, pero te recuerdo, les recuerdo, que deben tener cuidado — Todos asintieron ante las palabras de Vlad, cuando la doncella le entregó el abrigo a Alice, y está agarro su bolso para salir junto con sus hijos y yerno la voz de Vlad detuvo al omega. — Jayden.

El omega volteo a verlo.

— No importa qué. Recuerda, nosotros somos tu familia. Si ella, dice algo que te lastima, tú diles, que eres el yerno de Vlad Románov, gran señor del infierno, que eres yerno de Alice Románov, gran señora de la virtud y la valentía. Eres Jayden Románov, esposo de Aleksander Románov, el siguiente líder de la mafia negra. Tienes dos cuñados que son temidos en toda rusia, y que quemarian todo por esta familia, tu cuñada, es Alyra Románov, la gran aprendiz de bruja, la flor carmesí. ¿Te ha quedado claro? — el omega asintió con una pequeña sonrisa — Esperó... Que tu hermano, se recupere.

— Gracias, señor Vlad — Vlad asintió.

Los integrantes de la familia Románov salieron, a excepción de Alyra y Vlad. Todos se subieron a uno de los coches de la familia, mientras que dos coches más los seguían por detrás.

— Llegaremos en unas horas, el hospital queda lejos. — Informó Aleksander mientras conducía.

Jayden asintió y miro a través de la ventanilla del coche. Perdiendo su mirada en la carretera, los pensamientos comenzaron a hacerse presente en la mente del omega.

¿Cual había sido la razón para que su madre golpeara a Alaric?

Su hermanito era muy juguetón, tal vez había roto algo, pero Victoria solo lo regañara, jamás le levantaría la mano. Lo mismo ocurría con su padre, Roan y Colin, si Alaric hacia algo mal o si rompía algo, ellos solo le dirían que estaba mal, y que debía tener más cuidado.

Jamás sintió odio hacia Alaric, jamás se sintió molesto por el amor, el cuidado y aprecio que le tenían su madre y hermanos al niño, al contrario, sentía un poco de envidia, pero no lo odia, y se reprochaba de sentir envidia de su hermanito.

Solo esperaba que él este bien, quería volver a sentir sus abrazos, sus pequeños besos en su mejilla, sus locuras, sus travesuras. Quería que su hermanito encontrará algo curioso, y que vaya a contarlo como hacia siempre. Quería que Alaric le siguiera haciendo dibujos, que cada vez que venía de la escuela, le diera una fruta. Quería a su hermanito, y mucho.

El omega salió de sus pensamientos al sentir una mano en su pierna, dando leves caricias con el pulgar, miro a su izquierda y su esposo estaba conduciendo mientras mantenía su mano en su pierna, en una muestra de apoyo.

— No quiero perderlo. — susurro el omega y el alfa lo miró — No quiero — sus ojos se llenaron de lágrimas.

— No lo harás, mi amor. Él vivirá.

Aleksander agarro la mano de su omega y dejó un pequeño beso en los nudillos del omega. Dándole paz al corazón dolido del omega.

— ¿Me lo aseguras?

— Te lo aseguró.

La sala de urgencias del hospital estaba llena de tensión y ansiedad. Victoria, Roan, Danil y Colin, miembros de la mafia Roja, esperaban noticias sobre Alaric, el pequeño de ocho años que estaba siendo atendido. El silencio era interrumpido únicamente por el tic tac de un reloj de pared oxidado.

No estaba de más decir que cada uno de los presentes en ese pasillo, estaba sintiendo distintas cosas.

Victoria se encontraba desesperada, y muy en fondo se sentía culpable.

Colin se encontraba ansioso, y muy en el fondo su corazón anhelaba una mala noticia.

Roan se encontraba en shock, primero había sentido miles de cosas en su pelea con Gael, y ahora estaba sin creer que su hermanito estaba al borde de la muerte.

Danil por otro lado, se encontraba en shock, desesperado y molesto. Mientras que su mente le jugaba la mala pasada de que hubiese sucedido si él no hubiese dejado a su niño solo. Y sobre todo, pensando si Jayden, su hijo, sabía que Alaric, estaba internado. Aun así, a pesar de escuchar el llanto de su futura ex esposa, no creía en las lágrimas y la vaga explicación que le ofreció Victoria.

— Todo es culpa de aquel maldito bastardo — exclamó Victoria luego de horas en silencio — Mi niñito estaría bien, sino fuera por culpa de Jayden.

— Madre debes calmarte, Alaric estará bien — Colin le sostuvo la mano.

— Ese mocoso...

— Es suficiente — Víctoria miro a Danil, el alfa se encontraba de brazos cruzados recostado en la pared mirando hacia las afueras del Hospital por la ventana.

— ¿Que?

— Jayden esta a cinco horas de Villa Bogdan — Danil la miro — He preguntado a los sirvientes, incluso a miembros de la Organización, ninguno lo ha visto desde que se caso hace un año. ¿Que intentas hacer? — la miro molesto — Todos los sirvientes de la mansión, e incluso los guardaespaldas de turno han dicho que destrozaste la habitación de Jayden.

Roan miro a su madre sorprendido ante la declaración de su padrastro.

— ¿Es eso cierto, madre? — pregunto el mayor y Victoria gruño.

— Jayden es un bastardo. Tenía algo que hacer ¡Solo una! — exclamó furiosa — Debía asesinar a Aleksander, y no lo hizo, al contrario, ese maldito idiota se enamoró ¡Arruino mis planes! — Roan nego, incapaz de creer las palabras que salían de los labios de la mujer que llamaba "madre".

— Alaric — Víctoria miro a Danil — ¿Que fue lo que te hizo? — ella fruncio el ceño — Los de la mansión dicen, que le gritaste, él solo se alejo de tí. Dicen que lo tomaste del brazo con fuerza y lo llevaste hacia las escaleras. Mi hijo, se solto de tu agarre y lo abofetaste, él resbaló y cayó por las escaleras — Danil se acercó a ella de una manera furiosa y atemorizante.

Ninguno de los hijos de la dama Roja, ni la misma estaban acostumbrados a mirar esa faceta del alfa. Siempre había sido un alfa honesto, cariñoso, gentil, duro con quienes lo necesitaban, y muy dedicado.

— Es mi hijo — susurro Victoria nerviosa.

— Incluso Alice Románov es mejor madre que tú. — Bramo el alfa, mientras la culpa, el dolor y la decepcion se hacían presenté en su pecho — La dama negra, sabe portar un arma, y ser despiadada con sus enemigos. Pero también, sabe abrir su corazón, y ser amorosa con sus hijos. Incluso ella, por más dura que actúe, se atrevería a golpear a sus hijos — miro a Roan y luego a Victoria — Incluso ella, siendo temida, en su vida, forzaría a uno de sus hijos a lastimar a un inocente.

Las palabras de Danil fueron como una apuñalada al corazón de Victoria. El dolor se reflejo en los grises ojos de la rubia.

Antes de que Victoria pudiera decir algo en contra de las palabras de su esposo, la puerta se abrió y el doctor salió con un semblante preocupado.

Todos los presentes en esa Sala, incluyendo los miembros de la mafia negra que habían llegado, corriendo detrás del omega embarazado, lograron escuchar las palabras del doctor.

— Lamento informarles que Alaric ha entrado en coma y necesitará ser controlado de cerca — anunció con voz grave el doctor. — Con su permiso, me retiro.

— ¿Cómo ha sucedido esto? ¡No puede ser! — Victoria dio un paso atrás siendo sostenida por Colin.

— Madre, debes tranquilizarte — le aconsejó Colin — Ahora, solo debemos mantener la calma y estar con mi hermano en todo momento.

A unos pasos lejos de la familia Ivanov, Jayden, los observó sin poder evitar que su corazón se llenara de tristeza y culpa.

Debió haber estado ahí para su hermano, debió cuidarlo, y sobre todo debió protegerlo.

Entonces, cuando la dama Roja levanto su cabeza, y vio a los miembros de más que estaban presentes allí en el pasillo, Victoria, al verlo, estalló en una mezcla de ira y dolor, culpándolo de la situación de Alaric.

— ¡Pero miren quién ha venido a hacer su aparición! ¿Acaso te sientes culpable por lo que le ha sucedido a tu propio hermano? — exclamó furiosa y con colera.

— No te atrevas a culparme, Victoria. — la familia Ivánov, sobre todo la dama roja se sorprendió cuando Jayden le habló fe ese tono — Tú sabes tan bien como yo que siempre he querido lo mejor para Alaric. Es mi hermano, lo tuve en mis brazos cuando nació, lo quiero, sin importar que me hayas desterrado de tu "familia" él sigue siendo mi hermano. — La rubia apretó su mandíbula furiosa — No es mi culpa, que él prefiera permanecer a mi lado, en vez de estar contigo.

Las últimas palabras del omega hicieron enfurecer a la mujer, Victoria se acercó rápidamente a Jayden molesta.

— ¡Maldito bastardo!

Rápidamente Alice se interpuso cuando vio la intención de la rubia de querer abofetear al omega. Alice le sostuvo fuertemente de la muñeca deteniendola en el aire, mientras con su otra mano ponía al omega detrás de ella.

— No te atrevas a tocarlo, Victoria. Si lo haces, te hundirás aún más en el abismo en el que te encuentras. — amenazó — Jayden es un miembro de mi familia, lo quiero como si fuera mi hijo, y si te atreves a ponerle una mano encima, puedo asegurarte que motivos no me faltarán para dispararte — la rubia río con ironía al oir las palabras de la pelinegra.

— ¿Quien te crees que eres? — preguntó burlona, safandose del agarre de la mujer y retrocediendo. Victoria río y miro al omega detrás de Alice — ¿Crees que no puedo hacerte daño, mocoso? — en ese momento un click llamó la atención de todos.

Victoria volvió a mirar a la mujer de ojos negros, quien tenía su brazo extendido con su arma en mano y apuntando en la cabeza a la dama roja.

— ¿Te atreves? — inquirió.

— Pruebame. Y veras lo que sucede cuando se meten con mi familia. — otro click sono, dando aviso que solo hacia falta que la dama negra apriete el gatillo para acabar con la vida de la rubia.

La tensión entre los dos grupos se hizo palpable.

— Mamá, por favor, no lo hagas — Pidió Jayden poniendo una mano sobre el brazo de Alice y bajandolo con suavidad — No pelees, ¿si? — Alice lo miro y asintió.

Víctoria sintió una rara sensación en su estómago cuando oyó a su hijo, llamar madre a la mujer de ojos negros. Pero aún así, a pesar de el extraño sentimiento, eso no hizo que quiera acusar a ese omega de todo lo malo que sucede en su vida.

— ¡Tú eres el único culpable de todo esto, Jayden! — el omega se sorprendió ante las palabras de Victoria, pero aún así se paro frente a ella — ¡Bastardo! No debi haber permitido que te acercaras a mi hijo, ¿Porque querías apartarlo de mi lado? Mi niño esta en coma ¡Y todo por tu culpa!

— ¡No puedes echarme toda la culpa a mí! Todos somos responsables en mayor o menor medida. — grito dolido y molesto el omega, sintiendo un ligero dolor en su vientre.

Ante esas palabras, Colin, se sintió ofendido. Aquel omega bastardo se había atrevido a faltarle el respeto a su madre.

¿Quien se creé que era?

— Tú — Jayden miro a su segundo hermano mayor, Colin se acercó a él — No eres más que un maldito omega bastardo, sucio y enfermizo que ya fue utilizado por más de dos hombres — aquellas palabras revolvieron el estómago del omega — Hoy, te enseñare a respetar a mi madre, y sobre todo te enseñare cual es tu lugar, sucio omega.

Aleksander molesto por las palabras de Colin, se interpuso, protegiendo a su omega con su cuerpo. Nadie tenía derecho a insultar a su omega, mucho menos a intentar ponerle una mano encima.

— Te aconsejó que bajes tu mano. Si no quieres perderla — amenazó — No tienes derecho a agredir a mi omega de esa manera. — Colin lo miro incrédulo.

— ¿Me estas enseñando como debo tratar a mi hermano?

— Te estoy enseñando como tratar a mi esposo. — respondió el alfa albino con vos firme, dura y a la vez calmada.

Eso solo reavivó aún más la discusión entre ambos grupos. En medio del caos, los gritos y las discusiones, uno de los miembros de la mafia roja, aprovechando el caos, se acercó rápidamente a Jayden y golpeo, haciéndo que el omega cayera al suelo, por la bofetada proporcionada y por el golpe en su abdomen.

Jayden levanto su mirada con los ojos cristalizados aún en el suelo, y miro al alfa delante de él.

— Eso es lo que te mereces por arruinar nuestra vida, Jayden. — musito Roan, viendo la mirada verdosa de su hermano.

«Lo siento»

La mafia Roja festejaba el golpe, satisfecha, mientras que la mafia negra se mostraba preocupada y molesta.

— ¡¿Que estas haciendo?! — grito Alice molesta y abofeteó a Roan — ¿Como te atreves a ponerle a una encima a mi hijo? — otra bofetada hizo eco en el pasillo.

Aleksander se acercó a Roan, lo tomó del cuello de la camisa y con fuerza lo estampó contra la blanca pared del Hospital.

— Maldito, te arrepentíras de haberle puesto una mano encima a mi omega — Aleksander apretó el cuello de Roan con fuerza, lo que hizo a Victoria soltar chillidos y despertó la preocupación de Danil y Colín.

Pero cuando Aleksander estaba por golpearlo, Jayden se quejó del dolor en su estómago, el omega soltó un pequeño grito de dolor, lo que rápidamente llamó la atención de la familia Románov. Aleksander soltó a Roan, lo que hizo que el rubio cayera al suelo. El albino corrió hacia su omega, y Jayden soltó un grito cuando vio sangre.

— Alfa — Aleksander miro los ojos llorosos de su omega. — Por favor no. — suplicó.

— Aleksander, lleva a Jayden a que lo revisen. No podemos permitir que algo le suceda a él ni al bebé que espera. — tras la orden de la dama negra, todos se sorprendieron. Aleksander cargo a Jayden en sus brazos y se apresuró a ir corriendo en busca de un médico.

— ¿Esta en cinta? — pregunto Danil y Alice lo miro.

Una mirada negra y una mirada café, volvieron a chocar después de tanto tiempo. Ella asintió, y Danil suspiro. Luego, la dama negra dio media vuelta y se fue, siendo en se momento, cuando el corazón del alfa volvió a doler.

Gael miro a Roan una última vez, antes de soltar un suspiro e ir detrás de su madre.

Víctoria no lo podía creer, su hijo había quedado embarazado, su hijo estaba esperando un bebé.

Un nieto.

Su nieto.

Jayden era enfermizo, seguramente no sobreviviría al parto, y el bebé quedaría solo. Ella no quería que los Románov educaran a su nieto. Ella haria lo que jamás pudo hacer con aquel maldito omega, bastardo y enfermizo. Pero eso cambiaria, ella criaría a ese bebé.

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