— El cargamento deberá ser trasladado por la madrugada — ordeno el alfa de cabellos marrones, a el grupo de hombres que estaban frente a el.
— Nada puede salir mal — los hombres miraron al dueño de aquella voz, al lado de su jefe se encontraba un joven de cabello rubio mientras bebía el wiski en su vaso. —Ese cargamento debe llegar intacto a Sicilia. Si falta un paquete, o llega a tener algún defecto, pagaran cada gramo de crack que se desperdicie bajo su cuidado —Amenazo el heredero de la familia Ivanov, Roan Borges Ivanov, el hijo de la dama roja, el hijastro del señor del infierno y de los cielos.
Los hombres tragaron en seco ante la amenaza del heredero Ivanov, Roan, podría tener 21, pero no lo hacia inútil ni mucho menos tonto. El joven alfa, estaba tan informado sobre los deberes y trabajos de su familia, que fácilmente podría remplazar a la dama roja en algunas reuniones; Victoria Borges Ivanov.
Danil, el padrastro y líder de Roan, sonrió con orgullo ante las palabras de su hijastro. El alfa mayor estaba seguro que Roan en un futuro lejano, seria el remplazo perfecto para Victoria y para el, cuando sea hora de renunciar. Pero eso no significaba que deseaba que su hijastro se pudriera como el, o como todas aquellas personas que se involucraban en la mafia, incluyendo a su esposa. Victoria aun tenia esa inocencia, dulzura y amabilidad en ella, lo opuesto a el.
— Si la misión falla, si el cargamento no llega a Sicilia, ustedes lo pagaran con sangre ¿Les quedo claro? — el grupo de hombres asintieron ante las palabras de Danil. — Largo, vayan a cumplir con su trabajo — ordeno Danil y el grupo de hombres rápidamente salió de la sala de reuniones, no sin antes inclinarse ante los jefes.
Cuando el grupo de hombres se retiro, Roan miro a su padrastro, Danil bebía el liquido rojizo de su copa, mientras sentía la mirada de su hijastro en el.
— Di lo que quieras decir —Danil miro a su hijastro expectante.
—No puedo acompañar al camión — confeso y Danil levanto un ceja en modo de que siguiera, — Tengo planes hoy por la noches, no puedo cancelarlos. — afirmo Roan a su padrastro.
—¿Y eso significa...?
— Convence a mama de enviar a Colin en mi lugar — pidió.
— Tu hermano aun no ha terminado con su universidad, tiene un examen mañana y debe descansar para poder aprobar ¿De verdad crees que tu madre enviara a tu hermano? —pregunto Danil a su hijastro y Roan resoplo.
— Entonces ve tu, por favor papa — suplico Roan a su padrastro, las únicas veces que Roan lo llamaba papa, era porque este sabia que jamás podría convencer a su madre. Ese cargamento a Sicilia aseguraba una buena relacion con un viejo amigo de la familia. Si el cargamento no llegaba habrían problemas.
— Veré que hago — respondió el alfa mayor y Roan sonrió.
— Gracias, prometo que será la ultima vez —Danil asintió y su hijastro se puso de pie yendo hacia la puerta.
—Roan — lo llamo el alfa y el joven lo miro —No cruces los limites. No me importa con quien hables, o con quien salgas. Todo tiene un limite, y se que estas lo suficientemente grande para saber cuales son los tuyos. Debes tener cuidado, hijo. —Roan sonrió y asintió.
—Lo tendré, Danil. —aseguro —Volveré mañana por la mañana. —informo y el alfa mayor asintió, viendo como su hijastro se retiraba con una sonrisa boba en su rostro.
Danil se recostó sobre el sillón negro de cuero, y soltó un suspiro cerrando sus ojos. Debía planear como convencer a su esposa, para que esta no regañara al joven y para que no se enfureciera con el. Además, debía ver como haría para que Victoria le permitiera hacerse cargo del camión que llevaría el cargamento.
—¿Agotado? — El alfa abrió sus ojos al oír aquella voz que lo traía loco.
Victoria se acercaba a el, con una pequeña sonrisa en labios, en esos carnosos y rojizos labios, que al alfa le daban deseos de devorar. La mujer de cabellos rubios como los rayos del sol, se acerco a su esposo y se sentó en las piernas de este, Danil llevo sus manos hacia las caderas de su esposa sosteniéndola con firmeza.
— Necesito hablar contigo, cariño — comento Danil dejando un pequeño beso en los labios de su esposa, Victoria lo miro sonriente.
— ¿Qué sucede? —Indago.
— Roan no puede escoltar el cargamento que va Sicilia hasta el puerto. —Informo y Victoria entrecerró sus ojos —Tiene planes para esta noche, y no puede cancelarlos. Además, sugirió que vaya Colin en su lugar, pero el tiene examen mañana, no puede permitirse distracciones, así que...
— Así que pidió que vayas en su lugar ¿No es cierto? — pregunto la mujer y Danil asintió. — Ese niño rebelde — se quejó Victoria en un susurro. Y Danil sonrió divertido.
—Tiene 21, Victoria. Es un joven, esta en la etapa de las fiestas, las salidas. Déjalo disfrutar su juventud. —La mujer negó suavemente.
— Sera el próximo líder, cariño. No digo que esta mal que quiera divertirse, solo digo que lo necesito aquí, este operativo es importante. — El alfa acaricio el cabello rubio de su esposa con suavidad mientras dejaba un beso en la frente de su esposa.
— Creo que esta saliendo con alguien. — La omega lo miro sorprendida.
— ¿Roan? — Danil asintió.
— Déjalo ser libre por hoy, mañana podrá retomar sus deberes —Victoria suspiro derrotada y asintió.
La mujer se recostó sobre el pecho de su esposo, permitiéndole a este que acariciara su cabello. Danil dejo un beso sobre la cabellera rubia de su esposa. Pero el dulce momento de la pareja fue interrumpido cuando un niño de cabello rubio entro a la sala corriendo mientras soltaba risas.
—¡Mama! — grito el pequeño niño de cabello rubios corriendo hacia sus padres, Victoria se levanto del regazo de su esposo y abrazo a su pequeño hijo de ocho años.
—¿Por qué corres, mi dulce niño? — pregunto con una sonrisa la mujer.
— Jay quiere atraparme —respondió el niño con una sonrisa.
— ¿Alaric? ¿Pequeño? — Danil miro en dirección a la puerta, viendo al joven omega de quince años entrar al estudio buscando a su hermano.
Alaric se escondió detrás de su madre, mientras reía al ver a su hermano. Pero Jayden no entro al estudio, solo se quedo quieto en la puerta, sonriéndole a su hermanito.
— Lo lamento, no quería interrumpir — se disculpo el omega, y Danil se puso de pie acercándose a su hijo.
— No debes correr, mi dulce niño — le dijo Victoria a su hijo mas pequeño, sin mirar a su otro hijo e ignorando sus palabras.
Danil vio como la pequeña y genuina sonrisa de su hijo, se desvaneció poco a poco antes las palabras de su madre. Danil revolvió el cabello de su hijastro, y el alfa le sonrió cuando este lo miro.
— Me retiro, madre, padre. — Alaric miro con confusión a su hermano mayor mientras soltaba a su madre e iba corriendo detrás de el.
—¡Jay! ¡Jay espera! — grito el niño corriendo detrás de su hermano.
Victoria miro hacia la puerta donde se habían sus dos hijos, y sintió la mirada de su esposo en ella, la omega lo miro y vio un pequeño destello de decepción en los ojos de su alfa.
— El no tiene la culpa — afirmo —Iré a preparar el cargamento de esta noche —informo el alfa saliendo del estudio, dejando a su omega sola en la sala de juntas.
"El no tiene la culpa"
Esas palabras resonaron en la mente de la Dama Roja. Victoria sabia que Jayden no tenia la culpa, pero tampoco podía mirarlo como suyo.
Por otro lado, a kilómetros de Villa Bogdan, la familia Románov, también planeaba un operativo para la noche.
— Nos ha llegado la información de que el camión que exporta las armas de los franceses llegara por la noche — Informo uno de los hombres dirigiéndose al líder de la mafia negra; Vlad Romanov, el hombre ya era de una avanzada edad así que entendía muy poco las palabras de sus hombres, pero podría decirse que estaba lo suficientemente cuerdo para saber de que hablaban.
— ¿Qué tipo de armas? — pregunto el heredero de la mafia negra; Gael Romanov.
— Cinco unidades de FAMAS-F1, cuatro unidades de FAMAS-G2, y siete unidades de MAT-49. — Leyó el alfa de cabello albino el papel que tenia toda la información sobre las armas; Aleksander Romanov. Todos los presentes miraron al segundo vástago de los lideres de la mafia negra.
Aleksander aparte de su padre y hermano, era el que mas autoridad tenia, además era el que se hacia cargo de los operativos o las entregas, estaba a cargo de la administración de varios negocios, y en un futuro seria la mano derecha de su hermano, quien al parecer estaba en otro mundo, porque este solo estaba escribiendo cosas en un papel. El alfa podría tener dieciocho pero eso no lo hacia ajeno a los negocios de su familia.
Gael podría ser el primer vástago de los lideres de la mafia, pero a pesar de eso no muchos lo creían capaz de ser el futuro líder, por esa misma razón habían abogado varios miembros de la mafia negra, que Aleksander fuera el heredero, pero Vlad no esta de acuerdo, así que le dio la oportunidad a su hijo de ser la mano derecha de su hermano y tener casi la misma autoridad y poder que tendría el líder.
— ¿A que hora llega el camión? —Pregunta Vlad mirando al miembro que dio la información.
— Por la madrugada, dos de la mañana, tal vez tres. El camión debe llegar al puerto de Primorsk, antes de las cinco, en ese momento, llegara una embarcación francesa que también dejara una importante carga. Pero nuestro objetivo no es esa embarcación, es la carga que los franceses esperaran. — Respondió el hombre a su líder.
— ¿Qué tan seguro es ese objetivo? —pregunto Aleksander mirando fijamente al hombre.
— Lo hemos estado observando por semanas, los franceses no son tontos, han dejado camión listo y protegido desde hace semanas, según nuestro informante el camión parte hoy — Respondió el hombre al joven alfa de dieciocho.
Aleksander miro a su hermano, Gael seguía escribiendo algo en un maldito papel, el menor le dio una patada debajo de la mesa llamando la atención de su hermano, quien lo fulmino con la mirada y guardo el papel en su bolsillo. El menor miro a su padre, el hombre le dio una pequeña y casi no visible sonrisa, para luego acomodarse en su asiento y hablar.
— Si algo sale mal, ustedes lo pagaran ¿Quedo claro? — Advirtió Vlad a todo sus hombres y estos asintieron — Retírense, necesito hablar con mis hijos. — Los hombres se pusieron de pie, y se inclinaron rápidamente ante el líder y los hijos de este, antes de retirarse rápidamente.
Vlad se agarro la cabeza con cansancio, y soltó un suspiro antes de mirar a su hijo mayor.
— Gael — Aleksander le dio un codazo a su hermano llamando su atención, el mayor lo miro, Aleksander hizo un movimiento con su cabeza para que mirara a su padre, cuando el hombre recibió toda la atención de su hijo mayor, prosiguió. — Es la tercera vez en esta semana en la que no estas atento a las reuniones —lo regaño Vlad.
—Estoy aquí, padre. Estoy atento a todo lo que dicen, y todo lo que hablan. —Vlad negó — Lo hago, padre.
— No es cierto, Gael.
— ¡Papa! —Exclamo el mayor poniéndose de pie.
— ¡No estas aquí! ¡Tu cuerpo esta aquí! ¡Pero tu mente, tu atención, no lo están! ¡Tu no lo estas! — exclamo molesto Vlad poniéndose de pie. Aleksander se puso de pie con rapidez cuando su padre comenzó a tambalearse y cayo nuevamente en su asiento.
— ¡Llama a mi madre! — Le grito Aleksander a unas de las sirvientas que se encargaban de ser las coperas. La sirvienta salió con rapidez de la habitación en busca de la señora Alice, la dama negra.
Aleksander ayudo a su padre a acomodarse en su asiento, mientras servía un vaso de agua, Vlad miro a su hijo mayor antes de aceptar el vaso con agua de su hijo menor.
— Gael, solo requiero un poco mas de tu atención. Solo eso ¿Crees poder hacerlo? — Gael miro a su padre y asintió.
El heredero Romanov, miro el reloj en la pared y sonrió. Vlad suspiro al ver como su hijo no entendió. El heredero se inclino ante su padre y salió de la sala, dejándolos solos.
— Ese muchacho me volverá loco — murmuro Vlad cuando su hijo mayor se retiro. El alfa mayor miro a su segundo hijo. — ¿Crees que fui duro con el? — Aleksander se encogió de hombros.
— El será el próximo señor Romanov, Gael tiene 22, como madre dijo una vez, es fiestero, quiere divertirse, y según ella, seguramente conoció a alguien que lo distrae, tal vez sea pasajero, tal vez no. — Respondió el segundo vástago de Vlad.
— ¿Y si no es pasajero? —inquirió Vlad.
— Entonces te presentara a esa persona, y tal vez, muy pronto tengamos a la futura señora Romanov, o tal vez, al señor Romanov. Nadie sabe que tiene el destino preparado — Vlad sonrió ante las palabras de su hijo.
— No te quiero en el operativo de hoy —Aleksander frunció el ceño — Disfruta el día, haz lo que quieras, pero no te quiero en ese operativo. Haz hecho demasiado al administrar los equipos y los hombres que irán ¿Entendiste? — el albino asintió y Vlad le hizo un asentimiento de cabeza para que se retirara.
Cuando Aleksander salió de la sala, a los minutos entro su esposa, Alice, una omega hermosa de cabello negro ondulado, con hermosos ojos negros como la noche, se acerco a su esposo con unas pastillas en manos. Alice le tendió las pastillas a su esposo , y se aseguro que este las tomara, la omega tomo asiento a su lado y se estremeció cuando su esposo tomo su mano.
— ¿Hice bien, Alice? — la mujer frunció el ceño al oír la pregunta de su esposo — ¿Hice bien en volver a Gael nuestro heredero?
— Jamás se lo preguntamos, tal vez, aun no sea tarde — respondió la mujer dándole una pequeña sonrisa, Vlad le correspondió y dejo un pequeño beso sobre las manos de su esposa.
El líder de la mafia negra solo esperaba que todo saliera bien en el operativo de esta noche. El cargamento de los franceses era muy importante para ellos, sobre todo para su segundo hijo, Aleksander tenia toda su fe en que ese operativo saldría bien.
Pero el destino da muchas vueltas, y nadie sabe cuan incierto puede ser. Un sabotaje, y una mente mas brillante, pueden cambiar cualquier cosa, sobre todo una vida.
En el puerto abandonado de Primorsk por la noche. Hay niebla densa y poco iluminación. Al fondo se ve el camión francés desde lejos acercándose hacia el puerto. Mientras que la mafia negra, esta preparándose para atacar. Un grupo de hombres vestidos de negro, armados hasta los dientes, se ocultan entre los contenedores de carga, listo para atacar.
— Ese camión porta mas de tres armas importantes, asaltarlo es nuestro objetivo de hoy. — Susurro uno de los hombres quitándole el seguro a su pistola.
— ¿Estas seguro de que es el camión correcto? — pregunto uno algo dudoso, había algo en ese camión que no le gustaba para nada.
— Por supuesto que estoy seguro. Hemos investigado ese camión durante semanas. Ese camión es el blanco perfecto, para darle el primer golpe a los franceses.
En ese momento, se escucha un motor aproximándose. El camión de la mafia roja, lleno de cajas de crack, se acerca al puerto, tomando una ruta diferente a la planeada. Sin embargo, además de tomar la ruta incorrecta, algo no va según al plan; el camión que exportaría el cargamento hasta el puerto y lo enviarían a un barco a Sicilia comienza a fallar y se detiene a medio camino.
— ¡Malditos saboteadores! — grito uno de los conductores furioso. En ese preciso momento, la radio del hombre comenzó a sonar y al contestar logro oír la voz de su jefe del otro lado.
— ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué te detuviste? Avanza — ordeno Danil desde el otro lado de la linea al ver como el camión que iba delante suyo se detuvo.
— Nuestro camión esta arruinado, jefe. Esto es una trampa — informo el hombre al ver que el camión no arrancaba.
Danil golpeo el volante del auto furioso una y otra vez, eso seguramente había sido obra de los malditos negros.
— Seguramente fue la mafia negra, salir del auto y proteger el cargamento, no dejen que se acerquen a el — ordeno el alfa avisándoles a todos por la radio del auto.
El bando de la mafia roja, sale con rapidez de los autos armados hasta los dientes. Los hombres vestidos de negro, se preparan para enfrentar a los enemigos, y asesinar a todo aquel que intente tocar el cargamento. Incluso Danil salió de su auto para defender el cargamento, un cargamento que era importante para el, pero también para su esposa.
— ¡Ahora! — grita el hombre encargado de llevar a cabo la misión.
La mafia negra se abalanza hacia el camión que ellos creen que es el francés, pero en cuanto uno de los negros se acerca al camión, y ve al grupo de hombres, especialmente al líder de la mafia roja, se percata de su error.
— ¡Deténganse, esa no es nuestra carga!
Los miembros de la mafia negra, confundidos, se detienen pero algunos ya están atacando al camión de la mafia roja.
— ¡Maldita sea! Nos equivocamos de camión. ¡Estos idiotas de la mafia roja también están aquí! — grito uno de los hombres entre furioso y sorprendido.
— ¡Si no hacemos algo rápido nos van a matar!
Pero entonces se desata el caos, los tiroteos comienzan a escucharse, dando inicio a una pelea entre ambos bandos. Danil comenzó a golpear de manera violenta y furiosa a todo aquel que se acercaba al cargamento.
— ¡Pagaras por esto! — grito el alfa molesto al hombre que llevaba a cargo la misión.
Danil se abalanza hacia el hombre a cargo, comenzando una cruel y violenta pelea entre ambos encargados de llevar a cabo el operativo.
— ¡Fue un error! — grita el encargado de la mafia negra.
— ¡Los errores no existen en nuestro código! ¡Asaltaste nuestro camión, ahora lo pagaran! — grito Danil sacando su navaja de su bolsillo.
— ¡Nuestro objetivo era el camión de armas!
— Pues parece que nuestros amigos de la mafia negra tienen un buen gusto por el crack —se burlo Danil enfureciendo mas al hombre.
— ¡Esto es una trampa! — grito el miembro de la mafia negra.
Rápidamente, se desata un caos en el almacén mientras ambos bandos comienzan a pelear entre si. Golpes y disparos llenan el lugar, unos se golpean ferozmente, intercambiando puñetazos y patadas, otros se enzarzan en una lucha cuerpo a cuerpo, derribándose mutuamente. Al mismo tiempo, algunos se enfrentan con armas de fuego. La pelea se intensifica mientras los dos bandos se enfrentan con ferocidad, creyendo que cada bando saboteo el operativo del otro. El puerto abandonado se convierte en un campo de batalla lleno de gritos, golpes y disparos. La sangre salpica y mancha el suelo, los gritos y disparos se intensifican. La niebla y la oscuridad dificultan la visibilidad, pero las balas y los golpes resuenan en el aire.
Cuando ambos bandos ven los cuerpos tirados, y la sangre derramada se dan cuenta de el error que cometieron.
— ¡Es suficiente! — grito Danil escupiendo sangre — Dile a tu jefe, que quiero verlo, sin faltas y sin excusas. O da la cara por su estúpido error, o iré yo mismo y los prenderé fuego — Ordeno el alfa caminando hacia su auto siendo seguido por el resto de sus hombres.
Ambos bandos se detienen, heridos, lastimados, incluso muertos. Las sirenas de la policía se escuchan a lo lejos, mientras cada bando se apresura a alejarse de aquel puerto, dejando el caos en el.
Cuando la noticia del puerto llego a los oídos de Vlad, este se dio cuenta del error que habían cometido y no solo eso, sino de las consecuencias que esto traía. Mientras que en la familia Ivanov, cuando Danil llego a su hogar, Victoria salió espantada creyendo que toda la sangre en el cuerpo de su esposo le pertenecía, pero el alfa le conto lo sucedido a su omega, no estaba demás decir que los sirvientes se alejaron de sus señores, cuando la omega estaba dispuesta a ir hacia la mansión Romanov para ponerle un tiro entre ceja y ceja a Vlad Romanov.
— ¿Qué haremos? — pregunto Alice a su esposo con cierta preocupación en su voz.
— Reunirnos con los Ivanov, el operativo fallo, y eso desato una guerra entre ambos lados. Si esto sigue así, me temo que los resultados será aun mas peores que lo sucedido en el puerto.
— ¿Qué les propondrás? ¿Dinero? ¿Armas? — Vlad negó ante las palabras de su esposa.
— Una alianza.
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