Capítulo 13; Confesiones

Jayden cargo la bañera con agua caliente. El omega metió sus manos y sonrió al sentir el agua, pero el omega estaba tan ido en sus pensamientos que no noto la mirada de su esposo en él. Aleksander sonrió apenas, al ver la sonrisa en los labios de su omega, Jayden a veces era como un niño .

El omega miro a su esposo y lo vio luchando para poder desvestirse.

— ¿Sabes que pedir ayuda sería más fácil? — inquiere el omega acercándose al alfa ayudándolo a quitarse la venda en el brazo.

— No quería molestarte.

— Eres mi esposo, mi alfa. No serias molestia para mí — el alfa se sorprendió ante las palabras del omega y se quedó en silencio.

Jayden lo obligó a sentarse en uno de los bancos que había en el baño y le saco los pantalones. Obligó a su esposo a que se metiera en la bañera y el alfa sintió sus músculos relajarse al sentir el agua tocar su cuerpo.

El omega cargo un tazón con agua y comenzó a tirarla por la espalda del alfa, quien se estremeció ante el tacto del omega, pero tampoco hacia algo para alejarse de su omega.

El alfa cerro sus ojos cuando el omega enredo sus dedos en su cabello platinado, las manos de su esposo eran mágicas, el alfa disfrutaba de ese tacto, de esa sensación que le produce la caricia de su omega.

— Tu...¿lo mataste? — aquella pregunta hizo al alfa abrir los ojos.

— No. Aunque me hubiese gustado hacerlo, para mi terrible suerte, no fui capaz de matarlo, eso lo hizo Gael. — mascullo el alfa.

Jayden apartó las manos del cabello de su esposo, y frunció el ceño antes de mirarlo. Aleksander estuvo a punto de quejarse pero giro su rostro para mirar a su omega.

— ¿Estas loco? — pregunto el omega

— No.

— Aleksander, querías matarlo. Estas así por mi culpa, y te arrepientes de no matarlo ¿De encerio? — pregunto el omega incrédulo — ¿Matarias por mi? — pregunto sarcástico.

— Si.

El alfa ni siquiera vaciló por un segundo al responder. Esa respuesta lo había sorprendido.

— ¿Que...? — preguntó sin creer lo que escuchó.

El alfa se acercó a su omega y tiro de su muñeca, Jayden cayó en la tina, mojando su blanco camisón de encaje y cayendo en las piernas del alfa. Aleksander se acercó al oído de su esposo y susurró.

— Si. — susurró con la voz ronca — mataría a todo aquel, que te hiciera daño. Destruirá el mundo si eso te hiciera sonreír — el alfa comenzo a repartir besos por el delicado cuello de su esposo.

Jayde estaba completamente sorprendido por las palabras de su esposo.

Aleksander... El realmente mataría por él.

Él... Estaba loco.

Cuando el alfa lo volteo de golpe, el omega soltó un gemido de sorpresa, sobre todo al ver la facilidad con la que el alfa lo volteo y lo acercó apesar de tener el brazo herido.

— Alek...tu brazo... — se quejó el omega pero el alfa atrapó sus labios con lujuria.

El castaño se quedó quieto unos segundos. Parpadeó un par de veces, sorprendido por el gesto. Dudó. Pensó por un momento en alejarse pero no notó ni un rastro de dominancia en Aleksander. No era un beso para callarlo o hacerle saber que era superior. Era... diferente. Algo que era ajeno y al mismo tiempo solo Aleksander podría hacer.

Cerró los ojos y cedió al beso, inclinándose un poco más para poder corresponderle. Largos segundos después, se separaron. Se miraron mutuamente. Podían decir muchas cosas, tal vez. Pero decidieron dejar que esa sensación en su pecho hablara por ellos.

Al primer beso le siguió otro y otro más. El aire se helaba conforme la madrugaba se asentaba pero Jayden y Aleksander parecían ajenos al clima. Sus labios se tocaban una y otra vez, memorizando la forma del otro, descubriendo la mejor manera de encajar uno con otro. Se acercaron hasta estar prácticamente entrelazados.

La temperatura entre los dos subía y las manos de Jayden habían pasado ya del pecho de su alfa a sus hombros y su espalda. Estaba sentado sobre sus piernas y se sentía atraído por una fuerza desconocida y magnética.

— Jayden... —murmuró Aleksander entonces cuando se separaron para recuperar el aliento — No tienes idea de lo mucho que te deseo en este momento — continuó. Tragó saliva —Pero... Sé que me dijiste... — el castaño negó con la cabeza y le cubrió los labios.

— Sé lo que dije — respondió — Pero también puedo cambiar de opinión. Esta vez yo quiero estar en control. Esta vez tú me escuchas a mi.

El alfa obedeció y fue en un abrir y cerrar de ojos, que el alfa levanto el camisón húmedo de su omega y se adentro en él de una estocada.

Era como una visión. Aleksander creyó que podría estar alucinando por la falta de oxígeno. Detrás de su omega, a traves del cristal de la ventana, la luna brillaba más que nunca y parecía que a su alrededor había un halo que lo hacía ver divino.

No tenía idea de cuándo ni dónde había aprendido a mover así sus caderas pero le daba lo mismo. Lo estaba montando como nunca antes nadie lo había hecho. La mano de su omega le apretaba el cuello al apoyarse en él para mover su cuerpo mientras se daba placer. Jayden marcaba el ritmo, la profundidad, la velocidad. Aleksander solamente se había recostado el respaldo de la bañera de la mejor manera y dejaba escuchar a su esposo sus jadeos y sus gemidos graves, tal como se lo había pedido.

Jayden lo miró y se perdió unos segundos en los brillantes destellos de los ojos azules, oscurecidos por el placer, la lujuria y deseo de su esposo. . El parche había quedado descartado, olvidado como el resto de su  camisón. En ese momento se sentía en la cima del éxtasis. Las manos de Aleksander le daban apoyo en la espalda y los muslos. Subía y bajaba o dibujaba círculos amplios con la cadera. El sonido húmedo de su piel chocando interrumpió la noche y rompía el silencio de la madrugada. Cuando le soltó el cuello a Aleksander, se aferró a la espalda del mayor para obligarlo a sentarse y besarlo con un deseo que se había negado por meses.

Sus cuerpos se movían al unísono, en un ritmo que finalmente era solo de ellos dos. Jay guiaba y Alek seguía, invirtiendo así los papeles de su baile de bodas.

Jayden echó la cabeza hacia atrás y Aleksander le cubrió de besos el cuello y el hombro.

— Me fascina tu piel... —susurró en su oído — Me encanta tu aroma... Tus ojos, tu cabello. Adoro sentirte. Adoro cogerte, Jayden...

— Y yo adoro que lo hagas — gimió el omega aumentando el ritmo de sus movimientos — Soy solo tuyo, solo de ti, mi alfa — gimió en respuesta el omega —No quiero que pares nunca... No quiero que te alejes de mí.

— Eres mío, nadie puede tocarte, nadie más que yo. — gruño el alfa agarrando las caderas de su omega y aumentando el ritmo — Eres mi primera opción, destruiré el mundo por tí, si tengo que hacerlo. Matare, torturare y mutilare por tí. Haré cualquier cosa por tí, solo por ti.

Aleksander le juró entre besos que le pertenecía. Que haría cualquier cosa por él. Si tenía que quemar una ciudad hasta las cenizas para que Jayden fuera feliz lo haría sin dudarlo. Si le pedía su corazón, no dudaría en arrannacárselo del pecho. Ese era su acuerdo. Y el amanecer lo selló.

El deber siempre estaba primero.

O eso era lo que decía su madre.

Desde que tenía memoria, siempre había sido un niño obediente, gentil, responsable y diligente. En la villa siempre había sido alabado por su buen comportamiento y temperamento. Todos los que conocían a su familia, decían que el sería un buen líder cuando llegará el momento.

Jamás se había descarrilado del camino que su madre había preparado para él. Jamás habían tenido distracciones en su vida, mucho menos había puesto sus sentimientos primero. Siempre siguió el camino "correcto" como decía su madre, el camino justo y honesto. El camino de la familia, el honor y el deber.

O eso creía hasta que llegó él.

Gael Románov.

El alfa que se atrevió a adentrarse a su mundo, y ponerlo de cabeza. El alfa bromista, divertido y caótico. El alfa que jamás temió hacerle frente a las cosas. El alfa al que no le gustaba que le den órdenes, ni mucho menos que le dijeran que estaba bien o mal.

Gael... A ese alfa de cabello albino y ojos azules, le gustaba causar caos donde había orden.

Y fue eso mismo que hizo con él. Roan siempre creyó que su vida era la más organizada, sería el futuro señor de Villa Bogdan, un buen alfa, padre y esposo. O eso creyó hasta que se encontró con Gael.

Con todos esos pensamientos en su cabeza. Roan se encontraba mirando el techo de la habitación, la habitación de la casa pequeña y oculta que tenian. Y se preguntaba porque, de todas las cosas que pudo haber hecho mal, el amor fue su gran defecto. Se acomodo más en la cama y miro a su izquierda, al cuerpo de Gael boca abajo, sin camisa y arropado con las sabanas del torso hacia abajo.

— De todos los errores que pude cometer — murmura sabiendo que su amante no se despertaría por su sueño pesado — ¿Porque tuviste que ser tú?

Volvió a mirar el techo, y suspiro frustrado.

Roan habia conocido a Gael en el bosque, al parecer el mayor habia tenido problemas con su madre. Alice, la dama negra no queria que su hijo estuviera com ciertas "compañias", cuando la mujer y este discutieron, el joven adolescente de dieciséis años habia escapado al bosque, buscando soledad. Fue entonces, cuando Roan habia hecho una apuesta con Colín, y como el primogénito de los Ivánov habia perdido, este tuvo que ir al bosque a cazar el animal mas grande que pudiera.

Solo que el primogénito de los Románov y el primogénito de los Ivánov, jamas imaginaron que cruzarían los limites que dividían ambas villas y que para colmo se encontrarían.

Al principio ninguno conocia la identidad del otro, solo eran dos adolescentes que habían coincidido por accidente. Pero también, fue en ese preciso momento que las cosas cambiaron.

Porqué los años siguientes a ese encuentro habían tenido una amistad tras bambalinas, donde se reunían en los limites de las villas para hablar, o hacer cualquier cosa juntos. No fue difícil para Roan agarrarle cariño a Gael, de hecho empezo a sentir nervios a medida de que iban teniendo mas encuentros.

A veces los dos estaban juntos sin decírse nada, disfrutando de la compañia del otro sin tener la necesidad de expresarlo en palabras; al joven Ivanov le gustaban esos momentos, ya que podia observar lo que hacia Gael y maravillarse de lo afortunado que era de disfrutar una persona como él.

Un dia Gael reposaba recostado sobre un arbol, luego de tener una discusión con la dama negra, mientras que Roan leia un libro de historia para matar el rato, pero en ese momento, mirando a Gael con los ojos cerrados y expresión de profunda calma, le había hecho tener unas ganas de besarlo, hasta se habia acercado casi automáticamente a Gael para hacerlo, pero el contrario habia abierto los ojos, y se había alejado de él.

— ¿Que intentabas hacer, Ivánov? — habia preguntado el albino, mientras refriega sus ojos para ver mejor al moreno delante de él.

— Iba a despertarte — se excuso rápidamente el moreno.

— ¿Tan cerca? — Gael parecía confundido, no furioso. Roan se habia aliviado por eso.

— Si...

— Por un momento pense que ibas a besarme — el Románov sonrió en broma y negado con la cabeza.

Roan había intentado reír sarcásticamente pero había fallado, saliendole una risa nerviosa en su lugar. Una de las cosas de las que se había dado cuenta fue que al estar más tiempo estaba con Gael a solas, mucho más fácil se le hacía dejar su fachada y sentirse cómodo un su propia piel. Es decir, ahora se le hacía difícil mentirle a esos ojos azules llenos de vitalidad, mientras que Gael se le había vuelto fácil ver cuando este intentaba ocultarle algo.

Gael había levantado una ceja, su sonrisa se había ido.

— ¿Intentabas besarme?

— Sí.

La expresión seria de Gael se mantuvo por los segundos más largos de la vida del heredero de los Ivanov y de pronto se había levantado. Roan había creído que iba a salir corriendo, pero se impresionó al ver que en vez de eso se había acercado hasta él, lo había agarrado por la cintura y le había propinado un beso en los labios, dulce, sin prisas. Roan no había desaprovechado la oportunidad de subir sus manos, tocando en el camino la espalda del chico hasta el cabello siempre despeinado de Gael. También había intentado atraerlo más cerca, profundizar el beso, pero Gael se alejó.

— Vamos con calma, Ivánov — dijo colocando su frente contra la de Roan —. Quiero disfrutar esta primera vez, no sabes desde cuando...

El corazón del moreno se aceleró mucho ante eso y lo había interrumpido, feliz por esa confirmación de algo que había parecido tanto posible como imposible en su mente ambivalente.

— Yo también he querido hacerlo desde hace un tiempo — había dicho Roan, sonriendo — pero yo quiero disfrutarlo de prisa, Románov.

Gael volteó los ojos y luego de un suspiro resignado, volvió a besar al moreno, esta vez con fuerza e excitación incluída.

Y fue en ese momento que Roan supo que estaba jodido. Sobre todo cuando su "relación secreta" llegó a los oidos de la dama roja, su madre.

Victoria Ivanov Borges.

Y empeoró aún más, cuando esta le ordenó solo una cosa. Una cosa que debía obedecer sin replicar; Enamorar y destruir al heredero de los Románov.

— ¿Roan? — el moreno miro a su izquierda. Gael se incorporó en la cama y miro a su alfa. — ¿Estas bien? — preguntó con voz adormilada.

— Necesitamos hablar — aquellas palabras parecieron haber borrado todo rastro de sueño en el albino.

— ¿Sucede algo? — pregunto el alfa con voz más sería.

— No puedo más con esto, Gael.

— No entiendo, ¿que quieres decir?

— Es mejor terminar.

Aquella oración dejó helado al albino. No creía las palabras de su alfa.

¿Terminar?

Roan quería terminar con él... ¿Despues de todo lo que vivieron?

Gael se levantó de la cama con rapidez, esta completamente vestido, solo le faltaba la camisa.

— ¿Hablas... En serio? — volvió a preguntar. — ¿Quieres terminar conmigo? ¿Con lo nuestro?

— Jamás existió un nosotros.

Pum.

Esas palabras fueron como clavarle un puñal a su corazón, y romperlo más de lo que ya se encontraba.

— Me usaste... ¿No es así?

— Lo hago todo el tiempo ¿no?

Una bofetada dolía menos. El orgullo del albino esta en el suelo y su dignidad le hacia compañia.

— Yo te uso y a cambio te doy buenos momentos, como las caricias cuando te despiertas o tus orgasmos en mi cama. Es simple — Roan se encogió de hombros.

— Roan...— Gael dio un paso hacia el moreno — Es mentira ¿verdad? Tu me amas ¿no es así? — pregunto el albino con los ojos cristalizados.

«Destruyelo» : las palabras de Victoria resonaron en la cabeza del Moreno.

— Yo nunca te ame — afirmó.

— ¿Nunca me amaste? — pregunto entre dolido e incrédulo el albino.

— ¿Quien se enamoraría de alguien como tú, Gael? — hace una pausa, y las siguientes palabras solo lo destruyen — ¿Quien querría a un borracho, alcoholico bueno para nada? No eres más que un ridículo alfa necesitado que le abre las piernas al primero que se acerca.

— Roan...

La última frase del alfa termina por quebrarlo.

— No eres más que un pedazo de basura, incluso tu madre siente vergüenza de tí.

Y esas palabras fueron más crueles de lo que el moreno imaginó. Esas palabras, solo le dieron al albino una razón más para odiarse, y con ello odiar cada parte de él.

— Felicidades por su boda, señor Ivánov.

Roan no se esperaba esa repentina respuesta.

Todas las palabras que le dijo... ¿No le habían dolido?

El moreno vio como el albino se ponía la camisa y los zapatos una vez que estuvo del todo vestido, el albino se dirigió a la puerta.

— Espero que ella pueda hacerte feliz, y no te de asco al tocarla — tras esas palabras, Gael salió de la habitación dando un portazo.

El moreno se quedó en silenció y quieto en su lugar, mientras el albino abandonaba la habitación. Roan había cumplido con su deber, pero también había traicionado a su corazón.

— Lo siento. Lo siento, mi amor.

Aleksander dibujo pequeños círculos en la suave piel de su omega, mientras este mantenía su cabeza apoyada en su pecho.

Luego de su largo y añorado "baño", el alfa había cargado a su omega en brazos y lo había llevado a la cama, claro está, que Jayden algo agotado se había puesto otro camisón, y Aleksander tuvo que mirar para otro lado, para no ponerse de pie y volver a tomar a su omega.

Ahora estaban acostados, mientras que el alfa daño pequeñas caricias en la piel desnuda de su omega, este mantenía la cabeza apoyada en el pecho del alfa y disfrutaba de sus caricias.

— ¿Puedo preguntarte algo? — Jayden emitió un sonido en aprobación. — Tu madre, ella...¿Alguna vez hizo algo para detenerlo? — pregunto.

El omega levantó su cabeza del pecho del alfa y apoyo su mentón en el, mirándolo a los ojos. Al ver el dolor reflejado en la mirada de su omega, Aleksander estaba por retractarse de su pregunta.

— No, ella jamás hizo nada — susurro el omega — al contrario, creo que ella incluso le dio más acceso a mí — Aleksander apretó su mandíbula.

Jayden suspiro, y acarició la mejilla de su alfa con ternura. El alfa pareció calmarse ante la caricia de su omega, cerro sus ojos y recargo su mejilla contra la delicada y suave palma de su omega.

— Esta bién. Ya paso — susurro el omega suavemente.

— ¿Por cuanto tiempo...?

— Durante tres años — respondió.

— ¿Tu enfermedad...?

— Desde que tenía cinco. — respondío con calma.

— ¡Por los dioses, Jayden! — exclamó — ¿como puedes responderme con tanta calma? — pregunto frustrado y el omega soltó una pequeña risa, una muy leve.

Eso desconcertaba al alfa. Su omega había sido humillado, ignorando y abusado. ¿Como podía responderle las preguntas como si fueran lo más normal del mundo, y encima reír?

Realmente no podía entender.

— No te enojes, alfa — pidió el omega —. Y respondiendo tu pregunta, ella decía que era algo a lo que debía acostumbrarme — intento darle una pequeña sonrisa pero fue más como una mueca.

Aleksander quería asesinar a Victoria Borges.

¿Como ser humillado y abusado, era algo a lo que debía acostumbrarse?

Miro a su omega, y el deseo y sentimiento de querer cuidarlo y protegerlo de todo y todos en el mundo, se hicieron presentes. Aleksander lo apretó contra su pecho y dejó un beso en su frente.

— Nadie te volverá a hacer daño, lo prometo — aseguró el alfa y el omega asintió con una pequeña sonrisa.

— ¿Lo prometes?

— lo prometo.

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Comments

Zaurus

Zaurus

Estrechemos la mano de poeta a poeta

2024-07-19

1

leli thv

leli thv

ayy pobre gael ,roan lo destruyó con mentiras ,todo culpa de su madre esa bruja odiosa 🤬😭

2023-08-16

3

Total
Capítulos
1 Prólogo
2 Capítulo 01; El Error.
3 Capítulo 02; El acuerdo.
4 Capítulo 03; Moneda de intercambio
5 Capítulo 04; Alfa y Omega
6 Capítulo 05; Un secreto entre mafias
7 Capítulo 06; Lazos rotos
8 Capítulo 07; ¿Celos?
9 Capítulo 08: Promesas Vacías.
10 Capítulo 09: Inservible
11 Capítulo 10: Volveré.
12 Capítulo 11: Sentimiento de culpa
13 Capítulo 12: Amore
14 Capítulo 13; Confesiones
15 Capítulo 14: El omega imperfecto
16 Capítulo 15: Una noticia
17 Capítulo 16 : Invitados inesperados
18 Capítulo 17 : Conocido del pasado
19 Capítulo 18 : Revelaciones
20 Capítulo 19: Negro y Rojo
21 Capítulo 20 : Lazos Rotos
22 Capítulo 21 : Recuerdos del pasado
23 Capítulo 22 : La Verdad
24 Capítulo 23: Engaño
25 Capítulo 24 : Morirás.
26 Capítulo 25 : Ataque.
27 Capítulo 26 : Pridurok
28 Capitulo 27; esta bien
29 Capitulo 28: Propuesta
30 Capítulo 29: Te amo
31 Capítulo 30: Gustar
32 Capítulo 31: celos
33 Capítulo 32: Uno de los dos
34 Capítulo 33: Latidos
35 Capítulo 34: La cena
36 Capítulo 35: Huye conmigo
37 Capítulo 36: Planes
38 Capitulo 37: Escapo
39 Capitulo 38: Una espera
40 Capitulo 39: El nuevo integrante
41 Capítulo 40 : Noche de bodas
42 Capítulo 41: Llamada
43 Capítulo 42 : Reencuentro
44 Capítulo 43: Noticias
45 Capitulo 44: No puedo
46 capitulo 45: Informante.
47 Capitulo 46: Quiero a mi bebé
48 Capitulo 47: Caer
49 Capitulo 48: Presentimiento
50 Capítulo 49: No me dejes
51 Capítulo 50: Errores
52 Capítulo 51: Divorcio
53 Capítulo 52: Asesino
54 Capítulo 53: Enfrentamiento
55 Capítulo 54: Sentencia
56 Capítulo 55: Siempre serás mi pequeña
57 Capítulo 56: Una copa
58 Capítulo 57: Los nuevos líderes
59 Capítulo 58: Castigo
60 Capitulo 59: Deuda Saldada
61 Capitulo 60: Segundas oportunidades
62 Capitulo 61: Arma Letal.
63 Capitulo 62: Dos bebés y una llamada.
64 Capitulo 63: Eres miembro de esta familia.
65 Capitulo 64: Mellizos
66 Capitulo 65: Heredera
67 Capitulo 66: Iniciación
68 Capitulo 67: Calma antes de la tormenta
69 Capitulo 68: Te amamos.
70 Capitulo 69: Infierno
71 Capitulo 70: Bienvenidos al mundo.
72 Capitulo 71: Nivel uno, Nivel dos.
73 Capitulo 72: Jamás.
74 Capitulo 73: Espérame
75 Capitulo 74: Tu no fuiste el único
76 Capitulo 75: Estrategia
77 Capitulo 76: Destrucción en la ciudad.
78 Capitulo 77: Perdóname
79 Capitulo 78: Esos ojos...
80 Capitulo 79: Voy a casarme.
81 Capitulo 80: Mío
82 Capitulo 81: Tu culpa
83 Capitulo 82: Experimento
84 Capitulo 83: La Ciudad Del Pecado
85 Capitulo 84: Fuga
86 Capitulo 85: Regresé
87 Capitulo 86: Me has hecho falta.
88 Capitulo 87: Tiempo.
89 Capitulo 88: En mis manos
90 Capitulo 89: Vendetta
91 Capitulo 90: Libre
92 Capitulo 91: Me alegra haberte conocido...
93 Epílogo.
94 Agradecimientos.
95 Anuncio.
96 Ayuda.
97 No es capitulo.
Capítulos

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1
Prólogo
2
Capítulo 01; El Error.
3
Capítulo 02; El acuerdo.
4
Capítulo 03; Moneda de intercambio
5
Capítulo 04; Alfa y Omega
6
Capítulo 05; Un secreto entre mafias
7
Capítulo 06; Lazos rotos
8
Capítulo 07; ¿Celos?
9
Capítulo 08: Promesas Vacías.
10
Capítulo 09: Inservible
11
Capítulo 10: Volveré.
12
Capítulo 11: Sentimiento de culpa
13
Capítulo 12: Amore
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Capítulo 13; Confesiones
15
Capítulo 14: El omega imperfecto
16
Capítulo 15: Una noticia
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Capítulo 16 : Invitados inesperados
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Capítulo 17 : Conocido del pasado
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Capítulo 18 : Revelaciones
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Capítulo 19: Negro y Rojo
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Capítulo 20 : Lazos Rotos
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Capítulo 21 : Recuerdos del pasado
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Capítulo 22 : La Verdad
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26
Capítulo 25 : Ataque.
27
Capítulo 26 : Pridurok
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Capitulo 27; esta bien
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Capítulo 31: celos
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Capítulo 32: Uno de los dos
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Capítulo 33: Latidos
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Capítulo 34: La cena
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Capítulo 35: Huye conmigo
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Capítulo 36: Planes
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Capitulo 37: Escapo
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Capitulo 38: Una espera
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Capitulo 39: El nuevo integrante
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Capítulo 40 : Noche de bodas
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Capítulo 41: Llamada
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Capítulo 42 : Reencuentro
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Capítulo 43: Noticias
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Capitulo 44: No puedo
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capitulo 45: Informante.
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Capitulo 46: Quiero a mi bebé
48
Capitulo 47: Caer
49
Capitulo 48: Presentimiento
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Capítulo 50: Errores
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Capitulo 61: Arma Letal.
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Capitulo 68: Te amamos.
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Capitulo 71: Nivel uno, Nivel dos.
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Capitulo 76: Destrucción en la ciudad.
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Capitulo 77: Perdóname
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Capitulo 78: Esos ojos...
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Capitulo 79: Voy a casarme.
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Capitulo 80: Mío
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Capitulo 81: Tu culpa
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Capitulo 82: Experimento
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Capitulo 83: La Ciudad Del Pecado
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Capitulo 84: Fuga
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Capitulo 85: Regresé
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Capitulo 86: Me has hecho falta.
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Capitulo 87: Tiempo.
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Capitulo 88: En mis manos
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Capitulo 89: Vendetta
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Capitulo 90: Libre
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Capitulo 91: Me alegra haberte conocido...
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Epílogo.
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