Danil tomo asiento en el sillón de la sala, sosteniendo su cabeza con frustración. No podía creer lo que acaba d ocurrir hace unos momentos; su esposa entregando al niño que el consideraba suyo.
Victoria dejo su bolso sobre la mesa, y se acerco a su esposo mientras dejaba su saco en el sillón de la sala. La mujer tomo asiento a su lado, e intento tocar sostener la mano de su esposo, pero este la evito, mirándola a los ojos.
— ¿Qué fue lo que hiciste, Victoria? — la omega sintió una punzada en su pecho cuando su esposo la llamo de esa manera.
—Hice lo correcto — respondió la mujer y el alfa negó.
— Entregaste a Jayden a los Romanov, lo estas enviando a la boca del lobo — le respondió molesto el alfa.
— Es lo mejor, Danil. No solo esta en juego nuestro negocio, sino también la vida de nuestros hijos.
— ¡¿Y por eso sacrificaras a Jay?! — Victoria retrocedió ante el grito de su esposo — El también es tu hijo, pero en cambio lo usas como si fuera una moneda de intercambio. — Danil sintió dolor en su costado derecho, la herida de cuchillo de la noche anterior había vuelto a sangrar.
El alfa soltó un quejido de dolor, y suspiro antes de volver a tomar asiento. Danil se levanto la camisa negra, dejando ver el vendaje con gasas teñidas de sangre que cubrían la herida del alfa. Victoria volvió a acercarse a su esposo, y tomo asiento a su lado nuevamente.
— Trae el botiquín — le ordeno Victoria a una de las sirvientas que obedeció con rapidez.
Danil recostó su cabeza contra el respaldo del sillón, sintiendo el dolor de la herida intensificarse. Cuando la sirvienta volvió, Victoria le dio las gracias y le ordeno que se fuera dejando a la pareja a solas en la sala. La mujer intento acercarse a su esposo pero este e aparto.
— Puedo hacerlo solo — aviso fríamente el alfa mientras se sacaba el vendaje y las gasas con el. Victoria vio las muecas en el rostro de su esposo, y se preocupo, pero Danil no le permitía ayudarlo.
Cuando el alfa termino de limpiar y curar su herida, comenzó a tener dificultades para poder ponerse bien el vendaje.
— Déjame ayudarte —susurro la mujer tomando las vendas en sus manos, y al ver que el alfa no se opuso, lo ayudo.
Victoria le puso el vendaje a su esposo en silencio, el alfa estaba molesto, así que no jugaría con su suerte, pero para su sorpresa fue el, quien rompió el silencio.
— Roan, Colin y Jayden son mis hijos, Viki.
Ella guardo silencio unos segundos, asegurando el vendaje, luego levanto la mirada.
— Y tu eres su padre. — aseguro la mujer. Danil la tomo del rostro haciendo que lo mire directo a los ojos.
— Tu puedes ser mi mujer, mi omega, y la madre de mi hijo. Pero si Jayden es dañado por algún miembro de la familia Romanov, olvidare todo el amor que siento por ti. — Advirtió el hombre soltando su rostro y poniéndose de pie para alejarse de la mujer que considera su esposa.
— ¿Entonces estas de acuerdo con el matrimonio? — pregunto Victoria a su esposo pero este la ignoro, y miro a la sirvienta que se encontraba limpiando los cuadros del pasillo angosto de la entrada.
— Llama a mis hijos, diles que necesito hablar con ellos — ordeno Danil a la sirvienta y esta asintió antes de irse en busca de los cuatro hijos de la familia Ivanov.
— Danil ¿Qué estas haciendo? — pregunto y el alfa la miro.
— Quiero que los mires a los ojos, y les digas que su madre acaba de vender a su hermano — Victoria negó — Quiero que mires a Jayden a los ojos y le digas lo que acabaste de hacer — ordenó el alfa.
— No, lo que estas haciendo es cruel. — Danil río sin gracia.
— Más cruel eres tú, al usarlo a él.
— ¿Mama? ¿Papa? — La pareja miro en dirección a la escalera que llevaba a la primera planta. Roan, y Colin bajaban con Alaric en medio de ellos, pero la persona que estaban esperando aún no bajaba.
— ¿Qué sucede? ¿Por qué tienen esas caras? — pregunta Colin mirando a su madre y a su padrastro. — ¿Mama? — Victoria mordió su labio inferior.
— Tengo que decirles algo.
Aleksander frunció el ceño, cuando bajo al comedor y vio toda la mesa decorada y repleta de comida. Era como una cena elegante, tal vez una cena importante.
El alfa albino dejó un beso en la frente de su hermana, antes de tomar asiento al lado de esta. Alyra comenzó a hablarle sobre el nuevo insecto que había encontrado en el jardín. Tal vez algunos consideraban loca al tercer vástago de la familia Romanov, pero para Aleksander y sus hermanos, Alyra era única y sin igual; ellos amaban oírla hablar, ver el brillo en sus ojos, y escuchar la alegría en su voz, sobre todo oír las contagiosas risas que soltaba la joven.
A los minutos, llegaron sus hermanos, Aleksander miro a su hermano menor, Kaiden Romanov, el desaparecido.
— ¿Tu no estabas en San Petersburgo? — el alfa miro al mayor y se encogió de hombros.
— Madre mando a buscarme hace unas horas. — respondió Kaiden encogiéndose de hombros y tomando una de las manzanas que estaban sobre la mesa.
La mirada de Aleksander viajó a su hermano mayor, pero se detuvo en su cuello, las marcas eran muy visibles, el alfa hizo una mueca.
— Si madre te ve, te asesina — comentó Alyra antes de beber su jugó.
Gael frunció el ceño sin poder entender a que se refería su hermana, hasta que miro a Aleksander y este le hizo señas para que mirara su cuello. El mayor abrió sus ojos sorprendido y Alyra río. A los minutos, Alice llegó acompañada de Vlad, su madre estaba algo pálida.
— Mamá ¿esperamos a alguien? — pregunta Kaiden, y Alice niega.
— Tenemos una cena importante — los tres vástagos del matrimonio fruncieron el ceño, sin entender a que se refería su padre, a excepción de Alyra, la joven jugaba con las manos de su madre.
— ¿A que se debe? — pregunto Gael mirando fijamente a su padre, el cual en esta ocasión, ignoro las marcas en el cuello de su hijo mayor.
Vlad se puso de pie con algo de dificultad, mientras que Alice apoyaba sus manos dejado de su mentón, mirando a su esposo y negando lentamente, sabiendo que lo que diga a continuación generaría un desastre.
— Anoche, el operativo que planeamos fallo. La mafia roja llegó al puerto, y por un error ambas partes sufrieron pérdidas, los Ivanov perdieron 50 toneladas de crack, mientras que nosotros, perdimos el camión que exportaba las armas francesas, según los informantes, los franceses habían cambiado la fecha y lugar para entregar las armas — Aleksander apretó su mandíbula furioso.
— ¿Entonces? — cuestiono Kaiden mirando a su padre.
— Por lo tanto, hoy por el día, hemos tenido una reunión con los Ivanov, y hemos llegado a un acuerdo — la mirada del alfa más grande fue hacia su segundo hijo.
— ¿Qué acuerdo? — Pregunto Gael viendo como su padre miraba a su hermano.
— La mafia roja, esta dispuesta a ofrecernos a Jayden Ivanov, el tercer hijo y único omega de la familia Ivanov. — Gael miro a su madre cuando esta habló.
— ¿Y eso que tiene que ver con nosotros? — pregunto Gael.
— Que Jayden se unirá en matrimonio con Aleksander, para fortalecer los lazos y acabar con la enemistad de ambas casas.
La tensión y un silencio sepulcral se adueño del Gran comedor, los dos alfas miraron al albino, este miraba a su padre y luego a su madre. No podía creer las palabras que había dicho su padre.
¿El casándose con el bastardo Strong?
Para la mafia negra, no era sorpresa que Jayden Ivanov no era igual a Danil, ni mucho menos a Victoria. Al contrario, ese omega era todo menos parecido a su madre o padre. Así que era conocido como un bastardo, además, la madre este jamás había dicho algo para callar esos rumores.
La tensión y el silencio fue interrumpido por unas dulces risas y alegres aplausos, la familia miro a la joven de cabello platinado que sonreía y aplaudía feliz, al saber que su hermano se iba a casar.
Aleksander no podía odiarla, a fin de cuentas, Alyra era solo una joven de quince años con una mentalidad de una niña de ocho o en algunas ocasiones cinco años.
— ¿Debo estar feliz? — pregunto sarcástico el albino.
— Aleksander — lo regaño su madre y el la miro.
— La familia Ivanov jamás me aceptara, nos han robado, se han metido en nuestros territorios ¿y quieres que me casé con ese bastardo? — Vlad golpeo la mesa con furia.
— El trato esta hecho, romperlo generará una guerra.
— ¡Pues no me casare! ¡Si lo hago lo asesinare! — Grito furioso el albino.
Alyra cubrió sus oídos al oír los gritos. Alice rápidamente hizo una seña a las sirvientas para que se llevarán a su hija. Aleksander se arrepintió de haber gritado en presencia de su hermana pero aún así, su ira no disminuyó.
— Te casaras con Jayden Ivanov, en dos días. No me importa si no lo aceptas, te casaras con él, lo harás tu omega, y le darás un heredero a la familia Romanov.
— ¡No lo haré!
— ¡Niño malcriado! — el alfa levanto su mano con la intención de golpearlo.
— ¡Vlad! — grito Alice poniéndose de pie — No te atrevas a ponerle una mano encima ¿te quedó claro? — amenazó la mujer y el hombre la miro molesto.
— Si tú no te casas, la que deberá casarse será Alyra — Aleksander miro sorprendido a su padre, incluso los demás alfas se sintieron molestos.
No. Ninguno de ellos quería que Alyra fuera sacrificada. Ella...ella era muy inocente.
— Mañana los Ivanov llegaran para la boda, te casaras y lo volverás tu omega. ¿Te quedó claro? — el alfa resoplo antes de salir del Gran comedor.
— Estas cometiendo un gran error, padre — le advirtió Gael decepcionado yendo detrás de su hermano menor, Kaiden negó ante sus padres y también fue detrás de sus hermanos.
Cuando los jóvenes se fueron , solo quedaron Alice y Vlad en el gran comedor, acompañados de unos sirvientes que estaban esperando que sus jefes se retiraran para comenzar a recoger la mesa, pero al parecer la dama negra tenia muchas cosas que decirle a su esposo, y este parecía estar apunto de estallar si escuchaba una palabra mas.
— Aleksander tiene dieciocho, el tiene planes, Vlad. Desea ir a Alemania, y pasar una temporada allá. — el hombre miro a su esposa.
— No puedo cancelarlo, Alice. — los ojos de la omega se cristalizaron — Aleksander se casara en dos días, los preparativos ya están en curso, será una ceremonia privada que será llevada a cabo cuando la mafia Roja llegue .
— Reconsidéralo.
— No — respondió frio
— Vlad — insistió.
— No lo hare, no cambiare de opinión — aseguro el alfa.
— Por favor, reconsidéralo...
— ¡No voy a reconsiderar nada! Esto ya fue pactado y no lo arruinare solo por unos niños confundidos — dijo Vlad enojado mientras levantaba la voz mas de lo normal — ¡Es momento que me empiecen a respetar, todos ustedes! ¡No solo soy tu esposo y el padre de esos niños, soy el líder de la mafia Negra, una de las mafias mas poderosas! ¡Así que les guste o no ese matrimonio se llevara a cabo!
Alice no supo que decir ante eso y solo dio unos pasos hacia atrás por instinto. Nunca, en todos los años llevaba siendo la esposa de Vlad, lo había visto actuar así, nunca lo había visto tan enojado como lo estaba ahora, y por supuesto nunca antes le había hablado así.
Los miembros de seguridad que estaban presentes en el gran comedor se miraron entre si incomodos por no saber como actuar, mientras que las criadas salían rápidamente de la habitación con la cabeza agachada. Nadie allí presente, podía creer lo que ocurría, así que solo observaban la escena con atención, jamás hasta ese día habían escuchado al líder de la mafia negra hablarle de esa forma a su esposa.
La situación en la familia debía ser muy critica si era tan indispensable que el joven vástago del matrimonio; Aleksander Romanov, debía casarse con un miembro de la familia Ivanov, la mafia roja. Porque ellos sabían, por los años que llevaban con la pareja, que su líder siempre cedía ante las peticiones de la dama negra.
— Me disculpo, mi señor — Vlad miro a su esposa — Creí eras solo Vlad.
— Alice...— la mujer hizo una rápida inclinación y se fue del gran comedor dejando al alfa solo, el hombre sintió sus piernas flaquear así que cayo al suelo, incapaz de mantenerse de pie por mas tiempo.
— ¡Llamen al medico!
Le gustaría que ese día hubiera sido diferente para poder decir que hubo nubes negras al horizonte o una tormenta torrencial como quien profetiza el final de la paz, eso lo haría más infausto quizás, pero no fue tan diferente a cualquier otra noche a finales de un hermoso verano lleno de la suave briza que rondaba los pasillos de su hogar mientras avanzaba al salón principal donde su padrastro y madre se acurrucaban juntos al calor del fuego de la gran chimenea. Su sonrisa fue detenida en su lugar al ver la silueta dibujada por las llamas de su madre, su padrastro a un lado sentado en su sillón favorito mientras seguía mirando el papel garabateado con tinta, como si leerlo mil veces más haría que las palabras cambiarán.
— Jayden...— fue apenas un susurro lo que salió de los labios de madre, era como quien habla consigo misma sin esperar una respuesta, pero era su nombre el que fue dicho y él siempre quiso ser considerado un digno hijo de Victoria.
— ¿Si, madre?
Ella ni siquiera actuó sorprendida cuando lo volteo a ver. Danil dejó aun lado el papel para sostener los hombros de su esposa de la misma manera que usaban para consolar se entre ellos cuando las palabras no llegaban o cuando solo podían dar consuelo a los males que los atormentaban.
El omega miro a sus hermanos mayores, estos tenían una expresión de molestia pero a la vez preocupación en sus rostros. Lo que lo puso en alerta cuando la mirada de sus hermanos se poso sobre el. Jayden volvió a mirar a su padrastro y a su madre, y podría decir que por primera vez en mucho tiempo vio el miedo en los ojos de su madre.
— Mi dulce niño...— susurro la mujer acercándose a Jayden y tomándolo de los hombros. Victoria no pudo terminar su oración mientras miraba aquellos condenados ojos verdes. Pero aun así, Jayden no era capaz de apartar la mirada y romper el tenso silencio, de alguna forma, le agradaba que su madre le digiera mi dulce niño, como tantas veces había hecho con sus hermanos.
— ¿Sucede algo? — pregunta mirando a su madre y luego a su padre.
— El jefe de la mafia negra...
— El señor Romanov — interrumpió Victoria al alfa.
— El señor Romanov, líder de la mafia negra y tu madre, llegaron a un acuerdo para acabar las enemistades entre ambas familias, creen que la mejor manera de que eso pase es...— Jayden era consiente de que no era culpa de su padre, pero en cuanto lo miro mientras decía esas palabras, odio a su madre y lo odio a el — Creen que lo mejor es mediante una alianza.
— ¿Acaso ellos saben que soy...?
— Lo saben — esta vez la respuesta vino de su madre, su hermosa y perfecta madre quien jamás lo considero como suyo — El señor Romanov, quiere que te enlacemos, tu, mi único hijo omega con...— la mujer no era capaz de terminar su oración, no podía seguir viendo al niño delante de ella.
— Con su segundo hijo alfa, Aleksander Romanov — termino por ella Danil, el vértigo que sentía el omega en ese momento empezó a endurecer sus extremidades hasta hacerlo temblar sin control, quería controlar su voz pero el miedo lo convirtió en una cosa chirriante y jadeante.
— yo, yo no...tengo-tengo miedo, el puede...el puede herirme...
— Aleksander no puede herirte, se unirán como una alianza por la paz, si lo hace habrá consecuencias. — intento calmarlo Roan, pero eso solo lo empeoro.
— Eso solo significa que las consecuencias lo alcanzarán después de mi muerte, eso no me asegura nada Roan — el mayor vio como los ojos de su hermanito se llenaron de lagrimas —, nosotros estamos en guerra con los Romanov hace mas de diez años, ellos nos odian, Aleksander me odia, y yo... yo seré vendido a ellos en bandeja de plata por ustedes — la angustia hace cosas por la mente, la desesperación agrio su olor y angustio más a sus hermanos que no sabían que hacer, pero angustio aun mas a su padrastro que no sabía cómo proteger a su hijo.
Victoria lo seguía sosteniendo entre sus brazos, viéndose reflejada en su hijo, la misma actitud que estaba teniendo su hijo en ese momento, era la misma que ella, hace años atrás, cuando se caso por primera vez.
Fuertes manos lo separaron de su madre, lo enderezaron y limpiando sus lágrimas lo hicieron mirar directo a aquellos ojos marrones que le daban seguridad.
— Escúchame Jayden Ivanov, te unirás a él, es cierto, pero no eres un omega indefenso, fuiste educado y entrenado, si te atacan tienes que defenderte, no podemos cambiar esta decisión pero podemos enfrentarla, esos desgraciados de los negros y su bastardo no pueden tocarte, eres nieto de uno de los grandes mafiosos mas poderosos de la historia que dominó siete paises más grandes de este lado del mar, eres hijo de tu madre y ella es la líder de la mafia negra, tambien recuerda que eres hijo del señor de los cielos y del infierno, eres mi hijo y lo más importante que no debes olvidar es que eres un omega pura sangre, luchas con garras y dientes, ¿Me entiendes? — el omega asintió ante las palabras de su padre — Si te hacen daño, te lastiman o algo, asegúrate de asesinar al desgraciado o desgraciada que se atreva a ponerte una mano encima, de lo legal nos haremos cargo después ¿Te quedo claro, muchacho?
— Si...— Danil lo miro expectante — Si, padre.
El podía ser fuerte y él probablemente lo haría, pero no esta noche y en definitiva no ese día. No puede decir con exactitud cuando fue arrastrado al nido de su madre, pero es consciente de los dedos que apartan sus lágrimas y del calor que rodea su cuerpo, sabe que sus hermanos en algún punto se unieron. Pero al mismo tiempo no quiere saber nada de esto así que deja que la noche lo arrulle, que las lágrimas mojen su piel y que la inconsciencia lo abrace mientras le reza a dioses en los que no está seguro si creer, reza por su vida y reza por un destino que está seguro, ya no le pertenece, no más.
Por la mañana lo recibió el dolor de cabeza familiar por la deshidratación más no se paró de la comodidad que le brindaban las mantas hasta que reunió el coraje necesario, podía escuchar el sonido familiar de personas desayunando y tratando de hablar en susurros mientras avanzaba por el pasillo al comedor, Roan fallo en su intento, la vista que lo recibió al entrar al comedor es la misma que a visto por miles de soles y el doble de lunas, pero esta vez se sintió desgarrador, sabía que no lo vería en un tiempo. cuando sus hermanos lo notaron callaron como se caya en un funeral, sepulcral y conciso, trago el nudo asfixiante de su garganta hasta se movió a su asiento usual, incluso Danil lo miraba como si esperara un estallido en cualquier momento, no les daría el gusto a ninguno
— ¿Cuándo partiremos a la mansión Romanov?
— Mañana al amanecer — respondió Victoria mirando con lastima a su hijo, sabiendo que ella lo había condenado a eso.
Su plato de comida fue puesto ante sus ojos, era su favorito pero en ese momento se veía igual de apetecible a un puñado de pasto.
— Pensé que tendría más... tiempo — respondió en un susurro casi inaudible dicho para el mismo, pero al parecer su familia logro oírlo.
— Seguiremos aquí Jay — Colin tomo su mano y le sonrió, el omega quería borrar esa sonrisa del rostro de su hermano.
— Seguimos siendo familia, nada lo cambiara, se necesita mas para deshacerte de nosotros. — le aseguro Roan sonriendo.
Examinó los rostros de todos, su madre le sonrió tranquilizadoramente aún con incertidumbre en sus ojos, Alaric lo miraba con ingenuidad y una sonrisa de pequeños dientes blancos, sus hermanos mayores lo miraban igual que Danil, como si esperaran algo. Él lo sabía mejor que nadie, para un omega casarse y unirse a su alfa lo era todo, pero para el este era el principio de su fin. No podía decir si, y que estaba feliz, así que les sonrío y se sentó a jugar que todo estaba bien aun si su comida sabía a cenizas y sus mejillas se sentían como acero, solo sonrió.
Solo podía sonreír, y aceptar que su familia lo había utilizado como una moneda de intercambio.
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Updated 97 Episodes
Comments
zeelikebee
y lo que tú hiciste no lo es?
2025-03-22
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leli thv
me gusta como va la historia segui así 😉😉
2023-07-22
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