Capítulo 05; Un secreto entre mafias

El problema con los alfas es su orgullo, es lo mismo que los hace enloquecer y guía la razón a meros instintos. No puede pensar en un momento donde el orgullo no estuvo presente en su cuerpo, lo sintió cuando su hermano tuvo su primera pelea, lo sintió cuando Alaric dio sus primeros pasos, cuando fue capaz de vencer en un combate limpio a su oponente y lo siente ahora solo que diferente, este es un tipo diferente, es oscuro mientras corre por su torrente sanguíneo, mientras aprieta los puños y su mirada sigue la de su amante.

— Gael — susurra uniformemente, demasiado para el instinto asesino que se instalaba en sus entrañas, las divagaciones de su amante no hacían nada por mejorarlo.

— Sus ojos son muy azules.

— Por tu bien espero que estés hablando de tu hermana.

— Alyra no se molestará si hablo de...— la burla en su voz le hizo querer romperle un par de dedos, 'la cara no, es su único atributo' — otros, ¿eso hiere tu orgullo?, alfa.

Él realmente puede decir que lo intentó, pero su orgullo nunca fue misericordioso. Siempre fue una cosa fea que lo solía arrastrar por donde fuera así que se levanta y se disculpa con su familia presente antes de salir de la hoguera. Hace apenas dos inviernos que dejó de ser un niño y cómo todo hombre joven de su tribu construyó una cabaña en la tierra que le fue heredada y mientras se dirige a ella sabe que lo siguen de cerca mucho antes de oír las pisadas o oler sus feromonas.

— ¿Estás enojado?

— Vete a casa, Romanov

— Tu la llamaste nuestra.

El se detuvo y volteó para mirarlo, odio lo que vio. Gael sin duda era un montón de piezas que seguía sin saber cómo encajar entre sí, su mirada siempre estaba nublada por el insomnio o el vino, pero estos momentos donde dejaba verse como niño asustado y sediento de afecto golpeaba su orgullo más que cualquier cosa, ¿Qué alfa con una pizca de orgullo no querría consolar a quien creía su pareja?. El suspiro de resignación fue incontrolable.

— Vamos.

En silencio llegaron hasta su casa, no se comparaba con la casona donde vivía el otro alfa pero estaba orgulloso de ella. La propiedad tenía dos pisos y fue hecha con un concepto abierto; a su alfa no le gustaba sentirse prisionero. Al entrar, Roan fue directo a la chimenea para encenderla y calentar la casa mientras Gael se recostaba en el nido que construyeron cerca a el fuego

— Quítate la ropa — gruñó Roan sintiendo el principio de lo que sería un dolor en sus sienes — no dejes otros olores en el nido.

Gael no protestó, obediente se quitó toda la ropa dejándola en el suelo esparcida para luego subir al nido y frotarse para marcar su olor. Roan soltó un suspiro desesperado mientras se aparta del fuego ya encendido y empieza a recoger la ropa para doblarla y dejarla sobre la mesita central de la sala.

— Únete a mi

— Espera niño mimado, estoy ordenando tu desastre.

— Por eso eres mi alfa, mucho mejor que yo — su voz suave, pronto dormiría. Roan inflo el pecho con orgullo ante su buen trabajo — ¿Puedes anudarme?

— Sabes que no, acompañare a mi familia mañana por la mañana, ellos sentirán tu olor en mi.

Gael apartó su mirada de Roan y se concentró en el fuego cercano mientras despotricaba en murmullos. Su mente nublada por el vino sentía una necesidad estrangulante de mandar a la mierda a la familia de su alfa, pero aun así se contuvo.

— ¿Y si lo quiero? Que me huelan en ti como tu en mi.

— No podemos cariño, lo sabes — su tono era apaciguador no queriendo una discusión, no por esto y no por hoy al menos  — debes pensar en tu familia, debes pensar en tu madre.

Gael no dijo más, enterró su cara entre las mantas. Roan lo miró un momento antes de moverse y desnudarse para entrar en el nido y acurrucarse con el alfa inestable quien no perdió tiempo en presionar sus cuerpos mientras enterraba tu nariz en su cuello y su mano se arrastraba por su pecho.

— Los odio, por no dejarme ser feliz a tu lado, pero me odio más por ser un cobarde — no se refería a su madre ni a su familia, el sabia mejor que nadie  a quien se era dirigido ese odio —siendo que mi espíritu se quema cada que ella se acerca a ti...

— Sera mi prometida.

— Ellos no entiende cuanto te amo — Gael cerró los ojos mientras sus lágrimas rodaban — Ella te dará algo que yo no puedo, sin importar cuantas veces me anudes. Podrás pasear de su mano y ella llevará tu marca. Siento que muero por dentro cada que pienso en esto Roan, no lo resistiré.

— Amor...

— No pidas su mano aún.

— Gael.

— Por favor — el alfa albino soltó un gemido herido, Roan no pudo hacer más que acercarlo y marcarlo con su aroma. El no tenia que decir más porque Roan estaba dispuesto a nunca casarse con Julieta aún si debía enfrentar los problemas que tendría con su madre — Por favor, Alfa.

— Si, Alfa.

El cedió como siempre hacía cuando Gael quería algo que su orgulloso alfa podía darle, incluso cuando no debería él lo hacía; pondría más estrellas en el cielo de las necesarias, incluso si eso enfada a los dioses. Más temprano que tarde el sol iluminó todo, el poblado cobró vida con el bullicio y el movimiento de los que empezaban su día temprano; Gael odio el vacío que sintió a su lado haciéndole acurrucarse más entre las pieles.

— Buenos días, amor mío.

— Mhm

— Es gracioso como puedes estar de mal humor tan temprano — Roan  ya estaba completamente vestido con las ropas de ayer — el desayuno está servido, ven a la mesa... por favor. — pidió el alfa

— Tu hermano debe estar siendo anudado en este momento.

— Gael.— Advirtió.

— ¿Ahora quién es el que está de mal humor?

— Ven y come — gruño en advertencia Roan y se movió resoplando a la mesa para sentarse en los cojines dispuestos por el suelo. Gael no tardó en seguirlo acomodándose a su lado  — ¿No piensas vestirte?

— Te gusto así.

— Me gustas cuando no estás siendo quejumbroso.

— Puedo pensar en muchas ocasiones donde te gusto que fuera quejumbroso.

— No lo hagas mas difícil, amor — el silencio siguió, el alfa mayor aún se sentía inquieto y al cabo de unos minutos comiendo, Roan sintió la necesidad de retomar la plática — Hemos hablado de esto muchas veces...

— Sabes mi opinión.

— No me interrumpas por favor. Lo hemos hablado y sabes que es mi deber como primogénito de mi madre asegurar su línea.

— Y tiene que ser con ella, claro — dijo burlón Gael, no sin un toque de acidez claro.

— ¿Seria más fácil o cambiaría algo si no fuera Julieta? — preguntó escéptico, claro que no esperaba la respuesta.

— Si, lo sería — Roan lo miró fijamente por unos momentos en completo silencio  — si te comprometieras con cualquier otra seria mas fácil, pero que te comprometas con ella no es mas fácil.

— ¿En qué se diferencia?, Julieta no es distinta a muchas omegas que tiene tu villa y la mía.

— Existe una diferencia, no compartes lazos con otras, no admiras a sus padres, otras no son tan valientes y centradas con lo que quieren —  las manos de Gael temblaron haciéndolo soltar bruscamente su plato con comida; miraba a Roan como si lo odiara, aun si ambos sabían que era todo lo opuesto — ella es tan diferente a mi, ¿puedes mirarme a los ojos y decirme honestamente que no llegarías a enamorarte de ella, como tu omega y madre de tus hijos?

El se odiará por esto más tarde pero aun así permaneció en silencio, y eso fue en sí mismo una respuesta. Gael se paró y vistió a toda prisa, Roan permaneció mirando su comida hasta mucho después de que el alfa mayor saliera por la puerta. Ellos lo arreglaran, pero no ahora cuando tantas verdades fueron dichas dejando tantas incógnitas y miedos al aire.

Era un secreto, un secreto entre mafias. Un secreto que solo ellos dos sabían, o eso creían.

— Señor...

— Mhm

— Omega Jayden — -llamaron otra vez; al abrir los ojos se encontró con una criada beta parada al pie de su cama — Buenos días mi señor, avisare que despertó, pero antes, debo darle esto — Jayden fruncio el ceño cuando la sirvienta le ofreció un té.

— ¿Esto...?

— Órdenes del señor Aleksander — fue lo único que le respondió la sirvienta.

El omega tomó la taza entre sus manos viendo aquel té verdoso, Jayden soltó un suspiro antes de llevar la taza hacia sus labios y beber aquel horrible líquido. Cuando la sirvienta se aseguro de que el omega bebió todo el líquido, salió de la habitación.

Al quedar solo nuevamente recorrió con la mirada la que será temporalmente su habitación; de su esposo y suyo, todo se mira diferente a la luz del sol; las cortinas estaban plegadas y la ventana abierta, el cuarto en si era espacioso y amueblado con tapicería de cuero y telas suaves, si no fuera por los colores verdosos casi y podría decir que era agradable. Al cabo de unos momentos la puerta fue abierta de nuevo y por ella entró Alice su suegra, una omega mayor y la criada anterior. Intentando ser sutil subió la manta que le tapaba el torso hasta su pecho, una lastima que no pudiera hacer nada con el sonrojo vergonzoso que cubrió su cara, hombros y orejas, odiaba estar desnudo frente a las personas. Alice le sonrió ante su acto vergonzoso e infantil, y ella fue la primera en hablar.

— Buenos días, Jayden, esta es la curandera Arwen, ella te revisara y nos dirá si esta todo bien — le informo Alice con suavidad.

— ¡Estoy bien! — se apresuró a decir, no quería pasar por mas vergüenzas, aun podía sentir los fluidos de Aleksander que lograron escaparse y rodar por sus muslos internos durante la noches — Buenos días.

Un silencio lo siguió, la criada pareció estar conteniendo una risa y Alice para su crédito intentó despejar sus facciones de cualquier emoción. La mujer presentada con el nombre de Arwen pareció apiadarse de él mientras se acercaba sin vacilar 

— Sabemos que está bien pero mi trabajo es asegurar que su pureza fue tomada y proveerle un ungüento para su marca y mano para prevenir alguna infección. Por favor acuéstese separando las piernas y levantando las rodillas — pidió amablemente la mujer y el así lo hizo; no queriendo que la tortura y vergüenza durara mas de lo necesario, cuando la mujer termino de revisarlo y toquetearlo por todas sus partes privadas, no era capaz de mirar a nadie a la cara — Esta listo, ahora necesito que se levante mientras la criada quita las sabanas del colchón.

El conocía para que eran las sabanas, el sabia cuales eran la tradición de las mafias rusas; Si un omega de otra mafia es entregado a un alfa proveniente de una mafia ajena a la del omega, en la noche de bodas, la sangre sobre las sabanas blancas era prueba de que el alfa y el omega habían llevado a cabo la consumación del matrimonio, y la sangre representaba la pureza tomada del omega.

Dejando de lado su vergüenza se enrollo entre las mantas y se puso de pie, la criada no perdió tiempo y tomó las sábanas para dárselas a la curandera quien salió de la habitación.

— Cuando estés listo, únete a desayunar — su suegra salió dejándolo solo con la criada quien ya estaba preparando su baño.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Zinnia, mi señor —   Jayden tarareo para sí mismo en reconocimiento, la beta termino y se acercó a él estirando la mano — El baño está listo, mi señor.

Una vez vestido y acicalado sale al comedor donde los únicos faltantes eran los alfas Vlad, Gael, Kaiden, y Aleksander. El desayuno fue mayormente en silencio con conversaciones casuales entre las mujeres, su suegra, su cuñada y el.

— ¿Puedo preguntarle algo? — Alice miro a su yerno y asintió — ¿Mi familia...? — Alice lo miro con cierta pena.

— Tu madre tenia cierta prisa para irse lo mas antes posible, tus hermanos quisieron despedirse pero ella les dijo que era mejor no molestarte. Te desearon lo mejor, y que te cuidaras antes de irse — respondió la dama al recordar como Victoria tenia prisa en irse sin siquiera tomarse el tiempo de despedirse de su hijo.

— Oh — fue todo lo que salió de los labios del omega, Alice no se esperaba aquella respuesta, creía que el niño se largaría a llorar o haría una rabieta, pero no fue así, fue como si el niño estuviera acostumbrado a eso.

— Estaba pensando en que te unieras a mi esta mañana Jayden, iré con los omegas jóvenes a visitar a las ancianas, siempre es bueno estar en su presencia, la sabiduría y enseñanzas que reparten son uno de los pilares de la tribu — propuso Alice intentado levantar el animo del niño — Tal vez te guste nuestra villa, seguramente no será como tu antiguo hogar, pero puedo asegurarte que todos te trataran bien, con el respeto que te deben, nuestra villa tiene bellos lugares — aseguro Alice y vio una pequeña sonrisa en el rostro del niño.

—¿Realmente puedo salir? —Alice asintió.

— Claro que puedes, eres un miembro de nuestra familia ahora, puedes ir a donde quieras, siempre y cuando informes a donde iras, y si quieres salir de los limites de la villa para visitar a tu familia, solo avísale al chofer y el te llevara, pero iras con protección, tu familia no te hará daño, pero como sabes, la mafia no es segura — Alice sonrió al ver el brillo en los ojos de ese joven omega — ¿Entonces, te unirás a mi? — Jayden asintió eufórico

— Mhm, dicen que la señora Cora es la mejor cocina que tuvo la tribu — Alice se sorprendió al oír esas palabras del niño, jamás había pasado por su mente que el niño hablara con tantos respeto de una persona de otra tribu y mafia.

— ¿Te interesa cocinar? — pregunta curiosa Alice, él asiente ante la pregunta de la mujer — Es una afición útil, tal vez tengamos dinero, pero a nosotros los omegas se nos da mas el placer y los asuntos del hogar, saber cocinar es algo que todo omega debe de saber.

Después del desayuno salen de la casona, el se dedica a admirar a su nuevo pueblo, todos tienen una función que sirve a un propósito, su pueblo es hábil y poco perezoso, le gusta pensar que en algún momento realmente morirá que está ahí. El camino no es largo a la cabaña de las ancianas; el nombre siempre le dio gracia ya que realmente no viven aquí y fue nombrado así por las mujeres mayores que hicieron de esta casa un lugar para aprender de su cultura y tareas para las nuevas generaciones, tambien sirve para refugio.

Al llegar son recibidos con respeto por los jóvenes que ya se encontraron fuera, un par de mujeres betas y omegas y cuatro machos omega. Dentro fueron guiados por cada espacio designado que iba desde tejer y bordear hasta la preparación de pieles y utilidades de ciertas plantas; la cocina por otro lado está en una habitación aparte, dentro se encuentran la omega Cora y dos omegas, una empezaba a mostrar signos de un vientre protuberante.

— Buen día, dama Alice, buenos días joven Jayden, acércate — pidió la omega mayor quien apenas estuvo al alcance tomo sus manos y las mejores — tus manos son débiles para la cocina, pero algo se podrá hacer.

— Fui alterado por mi padre, el alfa Danil en el uso de las dagas, le aseguro que mis manos no son frágiles ni débiles — intentó excusarse con respeto. Los otros omegas lo vieron con asombro, muchos de su casta preferían aprender cosas que no incluían sangre.

—  Cualquiera puede sostener un cuchillo y matar con el, cachorro, la cocina se trata más que quitar y proporcionar — la anciana se movió y comenzó a organizar utensilios de cocina por la gran mesa  — , se trata de dar culto y respetar la vida que fue arrebatada por los nuestros, cuando damos de comer lo hecho por nuestras manos cuidamos nuestro pueblo, alimentamos a los jóvenes que se descubrieron en hombres y mujeres, alimentamos a nuestras familias para preservarlos y alimentamos nuestro propio cuerpo para cuidarlo. que nosotros, son años de proveer y cuidar a nuestras familias, la organización y la tribu. Todos aquí somos miembros de la mafia, pero tambien somos manadas. No abusamos de nuestras riquezas y hacemos mansiones que quieren llegar hasta los cielos y que ocupan espacio innecesario, usamos esas riquezas para proveer, vivimos en casas no mas de dos pisos y con espacio suficientes para nuestra familias — explico la mujer poniendo los condimentos sobre la mesa.

— Nunca lo había visto así — dijo la omega embarazada.

— Tienes una vida dentro de ti, tienes que cuidar tu cuerpo, comenzando por cuidar lo que le das de alimento. Bien, hoy aprenderán a hacer estofado de conejo — Alice miro divertida a su yerno cuando el rostro de este palideció.

Con lo último dicho a Jayden se le fue el alma del cuerpo. Esa mañana aprendió a cortar un conejo en contra de su voluntad; que partes sirven y cuales se les da a los perros, aprendió que había mas de un tipo de papa y que el pimiento rojo y el verde en realidad si saben diferentes. Cuando el sol se posó en lo más alto del cielo todos los que estaban en la cabaña se unieron en una mesa, tuvo que admitir que la sensación de haber llevado en la preparación de esos alimentos y ser parte de quienes proporcionaron algo para nutrirse a los presente dejo una cálida sensación en su cuerpo, incluso Alice lo felicito, casi olvida que es un omega casado rodeado de omegas en su mayoría sin lazos y curiosos por la vida de casado, aún cuando él no lleva ni un día en esto y no a visto ni tenido una plática adecuada con el que ahora es su alfa.

— ¿Cómo es formar un lazo? —  pregunto Lesly, la omega embarazada quien descubrió esta casada con una beta; los betas no forman lazos.

— Duele —  ni siquiera lo pensó, cuando miro hacia arriba fue consciente que ahora todos lo miraron atento, incluso Cora quien pareció divertida por su sincera respuesta — es decir duele, pero está... bien

— ¿Podemos verla?— preguntó uno de los omegas machos, tiene un vago recuerdo de su nombre pero no lo ubica del todo — La marca quiero decir.

— Eso no es apropiado, Nial — interrumpió Alice. Una gran parte de Jayden estaba agradecida, no quería enseñar su marca, era suya y de el alfa para ver — basta de la conversación, ayuden a limpiar la cabaña — los miembros presentes obedecieron, Alice era la señora después de todo.

Jayden limpio y salió rápidamente del lugar, la conversación lo dejó ansioso. El omega comenzó a caminar y se detuvo a tomar asiento en un banco cerca de la cabaña. El ver a Lesley acariciar ese vientre, el ver a madres con sus hijos, le dejo un sabor amargo en la boca.

"— Responde, ¿Si los Romanov hubiesen pedido a uno de mis hermanos, hubieses aceptado?"

"— No, jamás lo habría aceptado"

Entonces ¿Por qué con el era diferente? ¿Qué lo hacia tan diferente de sus hermanos?

Alice salió de la cabaña y su mirada busco a su yerno, hasta que lo encontró sentando en uno de los bancos bajo uno de los árboles de roble, mediante la dama negra se iba acercando pudo sentir las feromonas agrias del omega, al parecer esta estaba triste.

— ¿Jayden? — el omega levanto su mirada encontrándose con los ojos negros de su suegra. — ¿Estas bien? — pregunto con un poco de preocupación la omega sentándose al lado del niño.

— ¿Puedo hacerle una pregunta? — la mujer asintió — ¿Usted quiere a sus hijos? — aquella pregunta tomó por sorpresa a la mujer.

— ¿Por qué preguntas eso? — Alice estaba confundida por la repentina pregunta.

Jayden miro a una mujer que jugaba con sus hijos. Vio la alegría y la hermosa sonrisa que tenía aquella omega al ver a sus hijos, esa alegría le recordó a su madre, la manera en la que su madre sonreía cuando veía a sus hermanos o cuando jugaba con Alaric. Sus ojos vidriosos y llenos de incertidumbre reflejaban su necesidad de encontrar algo que siempre parecía escabullirse de su alcance.

En el silencio incómodo que siguió, Alice miraba sin comprender la pregunta de su ahora yerno, pero este recordó con claridad los momentos en que su madre sonreía dulcemente a sus hermanos, mostrándoles un amor que siempre pareció eludirlo a él. Cada recuerdo de ternura y cariño se entrelazaba con el amargo sentimiento de exclusión y abandono.

A lo largo de su corta vida, el joven siempre se esforzó por complacer a su madre. Sin embargo, todo lo que hacía parecía no ser suficiente. Sus intentos por ganarse su aprobación se encontraban con indiferencia o desdén, sumiendo al joven en una tristeza insondable. Cada vez que esperaba un destello de afecto por parte de su madre, solo encontraba un vacío que lo atormentaba.

En medio de estas dolorosas reflexiones, una chispa de consuelo se encendió en su memoria: su padrastro. Era él quien había sido la luz en medio de la oscuridad, el único que se había preocupado verdaderamente por él. Recordó cómo su padrastro lo había llamado su hijo y cómo siempre lo había apoyado y defendido.

Sin embargo, las heridas aún estaban frescas y el joven recordaba vívidamente el día en que lo llamaron "bastardo". En ese momento de angustia y rechazo, su madre permaneció en silencio, sin levantar una voz ni ofrecer un abrazo compasivo para aliviar su dolor.

Mientras el sol se ponía y las sombras se alargaban, el joven se encontraba frente a la mujer, incapaz de expresar verbalmente todo su sufrimiento y su anhelo de ser amado y aceptado. El peso de sus recuerdos y la tristeza que los acompañaba se fundieron en sus tristes ojos, creando un reflejo de melancolía que parecía no tener fin.

— Jayden ¿estas bien? — pregunto nuevamente Alice con ese tono maternal que usaba para llamar la atención de Alyra.

— ¿Usted podría abrazarme? — aquello sorprendió a la mujer.

Alice guardo silencio unos minutos intentando descifrar la actitud del niño. Cuando Jayden estaba apuntó de retractarse, sintió unas cálidas manos abrazarlo, permitiéndole sentir ese amor maternal que no había sentido en mucho tiempo.

— Esta bien, dulce niño. Todo esta bien. 

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Comments

zeelikebee

zeelikebee

recordatorio de que literalmente es un niño al que forzaron casarse

2025-03-22

0

zeelikebee

zeelikebee

alv, me voy a llorar

2025-03-22

0

♡♏Melany_Martínez♏♡

♡♏Melany_Martínez♏♡

estoy llorando 😭

2024-07-20

2

Total
Capítulos
1 Prólogo
2 Capítulo 01; El Error.
3 Capítulo 02; El acuerdo.
4 Capítulo 03; Moneda de intercambio
5 Capítulo 04; Alfa y Omega
6 Capítulo 05; Un secreto entre mafias
7 Capítulo 06; Lazos rotos
8 Capítulo 07; ¿Celos?
9 Capítulo 08: Promesas Vacías.
10 Capítulo 09: Inservible
11 Capítulo 10: Volveré.
12 Capítulo 11: Sentimiento de culpa
13 Capítulo 12: Amore
14 Capítulo 13; Confesiones
15 Capítulo 14: El omega imperfecto
16 Capítulo 15: Una noticia
17 Capítulo 16 : Invitados inesperados
18 Capítulo 17 : Conocido del pasado
19 Capítulo 18 : Revelaciones
20 Capítulo 19: Negro y Rojo
21 Capítulo 20 : Lazos Rotos
22 Capítulo 21 : Recuerdos del pasado
23 Capítulo 22 : La Verdad
24 Capítulo 23: Engaño
25 Capítulo 24 : Morirás.
26 Capítulo 25 : Ataque.
27 Capítulo 26 : Pridurok
28 Capitulo 27; esta bien
29 Capitulo 28: Propuesta
30 Capítulo 29: Te amo
31 Capítulo 30: Gustar
32 Capítulo 31: celos
33 Capítulo 32: Uno de los dos
34 Capítulo 33: Latidos
35 Capítulo 34: La cena
36 Capítulo 35: Huye conmigo
37 Capítulo 36: Planes
38 Capitulo 37: Escapo
39 Capitulo 38: Una espera
40 Capitulo 39: El nuevo integrante
41 Capítulo 40 : Noche de bodas
42 Capítulo 41: Llamada
43 Capítulo 42 : Reencuentro
44 Capítulo 43: Noticias
45 Capitulo 44: No puedo
46 capitulo 45: Informante.
47 Capitulo 46: Quiero a mi bebé
48 Capitulo 47: Caer
49 Capitulo 48: Presentimiento
50 Capítulo 49: No me dejes
51 Capítulo 50: Errores
52 Capítulo 51: Divorcio
53 Capítulo 52: Asesino
54 Capítulo 53: Enfrentamiento
55 Capítulo 54: Sentencia
56 Capítulo 55: Siempre serás mi pequeña
57 Capítulo 56: Una copa
58 Capítulo 57: Los nuevos líderes
59 Capítulo 58: Castigo
60 Capitulo 59: Deuda Saldada
61 Capitulo 60: Segundas oportunidades
62 Capitulo 61: Arma Letal.
63 Capitulo 62: Dos bebés y una llamada.
64 Capitulo 63: Eres miembro de esta familia.
65 Capitulo 64: Mellizos
66 Capitulo 65: Heredera
67 Capitulo 66: Iniciación
68 Capitulo 67: Calma antes de la tormenta
69 Capitulo 68: Te amamos.
70 Capitulo 69: Infierno
71 Capitulo 70: Bienvenidos al mundo.
72 Capitulo 71: Nivel uno, Nivel dos.
73 Capitulo 72: Jamás.
74 Capitulo 73: Espérame
75 Capitulo 74: Tu no fuiste el único
76 Capitulo 75: Estrategia
77 Capitulo 76: Destrucción en la ciudad.
78 Capitulo 77: Perdóname
79 Capitulo 78: Esos ojos...
80 Capitulo 79: Voy a casarme.
81 Capitulo 80: Mío
82 Capitulo 81: Tu culpa
83 Capitulo 82: Experimento
84 Capitulo 83: La Ciudad Del Pecado
85 Capitulo 84: Fuga
86 Capitulo 85: Regresé
87 Capitulo 86: Me has hecho falta.
88 Capitulo 87: Tiempo.
89 Capitulo 88: En mis manos
90 Capitulo 89: Vendetta
91 Capitulo 90: Libre
92 Capitulo 91: Me alegra haberte conocido...
93 Epílogo.
94 Agradecimientos.
95 Anuncio.
96 Ayuda.
97 No es capitulo.
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1
Prólogo
2
Capítulo 01; El Error.
3
Capítulo 02; El acuerdo.
4
Capítulo 03; Moneda de intercambio
5
Capítulo 04; Alfa y Omega
6
Capítulo 05; Un secreto entre mafias
7
Capítulo 06; Lazos rotos
8
Capítulo 07; ¿Celos?
9
Capítulo 08: Promesas Vacías.
10
Capítulo 09: Inservible
11
Capítulo 10: Volveré.
12
Capítulo 11: Sentimiento de culpa
13
Capítulo 12: Amore
14
Capítulo 13; Confesiones
15
Capítulo 14: El omega imperfecto
16
Capítulo 15: Una noticia
17
Capítulo 16 : Invitados inesperados
18
Capítulo 17 : Conocido del pasado
19
Capítulo 18 : Revelaciones
20
Capítulo 19: Negro y Rojo
21
Capítulo 20 : Lazos Rotos
22
Capítulo 21 : Recuerdos del pasado
23
Capítulo 22 : La Verdad
24
Capítulo 23: Engaño
25
Capítulo 24 : Morirás.
26
Capítulo 25 : Ataque.
27
Capítulo 26 : Pridurok
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Capitulo 27; esta bien
29
Capitulo 28: Propuesta
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Capítulo 29: Te amo
31
Capítulo 30: Gustar
32
Capítulo 31: celos
33
Capítulo 32: Uno de los dos
34
Capítulo 33: Latidos
35
Capítulo 34: La cena
36
Capítulo 35: Huye conmigo
37
Capítulo 36: Planes
38
Capitulo 37: Escapo
39
Capitulo 38: Una espera
40
Capitulo 39: El nuevo integrante
41
Capítulo 40 : Noche de bodas
42
Capítulo 41: Llamada
43
Capítulo 42 : Reencuentro
44
Capítulo 43: Noticias
45
Capitulo 44: No puedo
46
capitulo 45: Informante.
47
Capitulo 46: Quiero a mi bebé
48
Capitulo 47: Caer
49
Capitulo 48: Presentimiento
50
Capítulo 49: No me dejes
51
Capítulo 50: Errores
52
Capítulo 51: Divorcio
53
Capítulo 52: Asesino
54
Capítulo 53: Enfrentamiento
55
Capítulo 54: Sentencia
56
Capítulo 55: Siempre serás mi pequeña
57
Capítulo 56: Una copa
58
Capítulo 57: Los nuevos líderes
59
Capítulo 58: Castigo
60
Capitulo 59: Deuda Saldada
61
Capitulo 60: Segundas oportunidades
62
Capitulo 61: Arma Letal.
63
Capitulo 62: Dos bebés y una llamada.
64
Capitulo 63: Eres miembro de esta familia.
65
Capitulo 64: Mellizos
66
Capitulo 65: Heredera
67
Capitulo 66: Iniciación
68
Capitulo 67: Calma antes de la tormenta
69
Capitulo 68: Te amamos.
70
Capitulo 69: Infierno
71
Capitulo 70: Bienvenidos al mundo.
72
Capitulo 71: Nivel uno, Nivel dos.
73
Capitulo 72: Jamás.
74
Capitulo 73: Espérame
75
Capitulo 74: Tu no fuiste el único
76
Capitulo 75: Estrategia
77
Capitulo 76: Destrucción en la ciudad.
78
Capitulo 77: Perdóname
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Capitulo 78: Esos ojos...
80
Capitulo 79: Voy a casarme.
81
Capitulo 80: Mío
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Capitulo 81: Tu culpa
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Capitulo 82: Experimento
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Capitulo 83: La Ciudad Del Pecado
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Capitulo 84: Fuga
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Capitulo 85: Regresé
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Capitulo 86: Me has hecho falta.
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Capitulo 87: Tiempo.
89
Capitulo 88: En mis manos
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Capitulo 89: Vendetta
91
Capitulo 90: Libre
92
Capitulo 91: Me alegra haberte conocido...
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Epílogo.
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Agradecimientos.
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