Jayden retrocedió un poco, chocando con el pecho de su esposo, cuando oyó aquel nombre salir de los labios de esa mujer.
Lianna Beaumont.
La omega con la que su esposo salía, su antigua "prometida". Ella tenía una sonrisa en sus labios pintados de rojo. Vestía un provocador vestido azul que hacia resaltar toda curva de su cuerpo.
— Así que tú eres Lianna — sonrió forzadamente — Es un placer conocerte — Jayden extendió su mano hacia la joven, quien aceptó.
— El gusto es mío. ¿Te molestaría si me llevó a Aleksander un momento? — pregunto con una voz sensual y burlona mientras miraba al albino y luego miro al omega para sonreírle.
— ¿mi esposo? — el omega recalcó la palabra "mi esposo", y luego miro al alfa — ¿Quieres ir, alfa? — preguntó mirandolo y Aleksander pudo sentir los celos, la molestia y la burla a través del vinculo.
— Aleksander — el alfa miro a la omega y se está se acercó a él — Por favor, acompañe, necesito solo un momento de tu tiempo — pidió con voz suplicante.
— No es apropiado — Lianna se detuvo al escuchar al alfa — Mi esposo requiere de mi compañia, y no estoy dispuesto a dejarlo solo en esta fiesta — Jayden sonrió al oírlo.
— ¿Esposo? — pregunto incrédula — ¿De verdad piensas que este tonto omega puede satisfacerte como yo lo hacía? — pregunta burlona.
— No sé qué fantasías te has construido en tu cabeza pero si crees que de alguna manera me sentiré amenazado por ti estás muy equivocada. — respondió con tranquilidad el omega. — Pero tengo una pregunta para ti, ¿Has venido a disfrutar o a crear una escena? — pregunta Jayden, pero ella lo ignora y mira a Aleksander.
— Me parece increíble que te hayas casado con él. — miro al omega — Él y yo estábamos a punto de casarnos, pero tu llegaste y te metiste en nuestro camino. ¿Crees que puedes reemplazarme tan fácilmente?
— Creo que estas borracha — interviene Aleksander —. Y debes irte, lo que tú y yo tuvimos alguna vez, ahora es agua pasada. Jayden es mi omega, y mi esposo, y es a él a quién amo, soy feliz con él, así que te pido, que te retires — ordenó señalando la entrada.
— ¿Felices? — aquella pregunta salió con un gemido lastimero y miro con asco y rabia al omega — ¿Crees que por estar casado con Mi Aleksander, tienes derecho a ser feliz? Recuerda que yo era la omega de Aleksander, yo le daba placer cada noche, yo lo llevaba al éxtasis. Era a mi a quien buscaba cada noche. Lo único que importa es que yo solia ocupar el lugar que ahora ocupas tú,en su cama. — Jayden río ante las palabras de la omega.
— ¿En serio? Entonces permíteme corregirte— dio un paso hacía ella —. Yo no ocupó su cama, yo la comparto con él. — dio otro paso hacia ella — Porque soy su omega, su esposo, y su compañero. Algo que tú, nunca y jamás lograrás ser — sonrió mirándola, ella lo miro con rabia.
— ¡No puedes quitarme lo que es mio! ¡No puedes competir conmigo! — exclamó histérica.
— No estoy compitiendo contigo, Lianna, no necesito competir — afirmó — El pasado es solo eso, pasado. No lo puedo cambiar, mucho menos puedo borrar lo que viviste con mi esposo, pero lo que si puedo hacer, es hacerte entender que Aleksander es mi esposo, mi alfa, y el padre de mi hijo, él me eligió, no sólo para calentar su cama sino para formar una familia juntos— la sonrisa de la mujer decayó al oir la última palabra — No necesito humillarte, Lianna. Porque al parecer tu propia amargura te consume lo suficiente. — Ella niega sin poder creer las palabras del omega.
— Que tengas una buena noche — intervino Aleksander con voz sería, pero por dentro se sentía orgulloso de su omega. Agarro la mano de Jayden y caminaron hacia sus hermanos.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos de Lianna, Jayden se soltó del agarre de su esposo, molesto y le robo la copa de vino a Gael.
— No, no, no — dijo rápidamente Gael sacándole la Copa de vino a su cuñado —. No puedes beber, estas embarazado. El alcohol le hará mal al bebé — Jayden soltó un suspiro pero aún seguia molesto.
Aleksander intento acercarse, pero el omega lo fulminó con la mirada, por lo que el alfa se quedó quieto en su lugar.
— Te traere un poco de agua — dijo Kaiden a su cuñado — Y llamaré a mi mama, ella sabrá que hacer — el alfa menor fue hacia la dama negra quien se encontraba charlando animadamente con unas amigas.
Gael se acercó a su hermano, mientras veía como el omega casi echaba humo de lo molesto que se encontraba.
— ¿Que fue lo que sucedió? — pregunto Gael en un susurro a su hermano.
— Lianna, eso paso — respondió el alfa con un tono de cansancio en su voz.
— ¿Lianna? ¿La omega? — Gael guardo silencio cuando Jayden se giro a mirarlo.
— No pronuncies ese nombre o te arrancare la lengua — gruño molesto el omega, y Gael mordió su labio para evitar reír.
— ¿Que sucede? — pregunta Alice acercándose — Jay, ¿estas bien? — pregunta la mujer acercándose al omega.
— Creo que deberías preguntar si Aleksander esta bien, Jayden esta apuntó de arrancarle la cabeza — Bromea Gael.
Alice miro a su hijo, Aleksander nego, sin saber que responder, la mujer volvió a mirar al omega y tomó sus manos.
— ¿Que sucede? — pregunta nuevamente con tono dulce
— Lianna — responde el omega, y la sonrisa de la mujer decayó — Ella se apareció en la fiesta, diciendo que queria a Aleksander un momento, que necesitaba de su compañia, que nadie lo podia complacer como ella — se quejó el omega molesto e histérico — Lo insinuó mamá Alice, insinuó que ella era la que calentaba su cama cada noche, que yo no era nada, que Aleksander jamás podría olvidarla. La odio, la odio, la odió.
En ese momento, ocurrió algo que nadie se esperaba; el omega sollozo, haciendo un puchero apuntó de llorar.
Rápidamente Aleksander se acercó hasta su omega, lo abrazo, y liberó sus feromonas con cuidado, a pesar de los forcejeos del omega que no quería que su esposo lo tocará. A los segundos, el omega se calmo un poco y dejó que lo abrazara.
— Esa víbora — todos miraron a Alice — ¿Quien se cree que es para venir a mi hogar y perturbar la paz de mi familia? —mascullo la mujer molesta.
— Madre, debes calmarte. — Kaiden se acercó a ella — Te has esmerado tanto en esta cena, no puedes permitir que Lianna arruine tu fiesta — Alice soltó un suspiro pero asintió.
Una sirvienta se acercó hacia ellos, y se inclinó ante la familia Románov.
— Mi señora, la cena ya está servida — informó la sirvienta y Alice asintió.
Gael y Kaiden se pusieron a su lado, y ambos se engancharon en sus brazos. La mujer camino hacia el centro del Gran salón y habló.
— Mis invitados, la cena ya está servida, les pido, por favor, que me acompañen a la mesa — todos dieron un aplauso y caminaron hacia el gran comedor.
Alice camino con sus hijos, uno de cada lado hacia el gran comedor, mientras que detrás de ella, iba Aleksander junto con Jayden. Todos vieron la escena frente a sus ojos, el alfa era bastante atento con aquel omega de cabello castaño.
— Ahora que todos estamos aquí reunidos — Vlad se puso de pie con ayuda de Alice. — Quería anunciar dos noticias — todos se pusieron atentos ante las palabras del líder. — Mi hijo y heredero, Gael Románov, ha decidido renunciar a su puesto como heredero de la mafia negra — todos exclamaron con sorpresa — y ha decidido pasar su puesto a su hermano, y mi hijo, Aleksander Románov — los aplausos no se hicieron de esperar.
Muchos miembros allí presentes, estaban felices y muy satisfechos con la desicion del ahora, antiguo heredero Románov.
— Otra noticia que debo de darles, es que mi familia muy pronto se extenderá — todos los presentes fruncieron el ceño ante las palabras de Vlad, el alfa mayor le hizo una seña a Aleksander y Jayden, ambos se pusieron de pie — Mi hijo y mi yerno, me han dado una notícia que deseo compartir con ustedes — sonrió — Mi yerno, Jayden, esta en la espera de mi primer nieto — además de los aplausos, un golpe repentino en la mesa se escucho.
Era Lianna. La omega estaba furiosa al oir aquellas palabras.
— ¡Es mentira! — exclamó — Ese omega no puede estar en cinta.
— Seguridad — dos hombres se acercaron al oir el llamado de la dama negra — Llevensen a esta mujer de aquí, no permitiré que arruine la felicidad de mi familia.
Los dos hombres de Seguridad sacaron a la fuerza a la mujer, quien gritaba que ella debía ser la mujer de Aleksander y no Jayden.
El omega sintió un ligero apretón en su mano, y miro a su alfa, Aleksander le dio una pequeña sonrisa y dejó un beso en su frente. La pareja volvió a tomar asiento en su lugar, al igual que Vlad.
— Perdónen la tardanza, tuve un pequeño inconveniente — Jayden levanto su cabeza rápidamente al oir aquella voz.
— Ashton...
— ¡Maldito seas! — grito Victoria con rabia — ¡Maldigo el día en que naciste! — grito al retrato de su hijo — ¡Hubieses muerto! — volvió a gritar rompiendo todo lo que se encontraba en aquella habitación.
Víctoria se encontraba en la antigua habitación del omega, con los ojos enrojecidos por el llanto, mirando a su alrededor con rabia contenida.
— ¡Maldito seas, Jayden! Me arruinaste la vida.
Victoria toma uno de los cuadros de la pared y lo lanza con fuerza contra el suelo, estrellándose en pedazos. El sonido del cristal rompiéndose resuena en la habitación.
— ¡Tantos sacrificios he hecho por ti, y así me pagas! ¡Maldito niño desagradecido! ¡Bastardo! — grito entre lágrimas.
Ella sigue arrojando objetos contra la pared, uno tras otro. Cada golpe del objeto rompiéndose es un eco de su dolor y desesperación. Victoria se detiene por un momento, se seca las lágrimas y mira a su alrededor.
— Este cuarto representa todo lo que te llevaste. Mi vida, mi matrimonio, mi esposo. ¡Me das asco! — grito con rabia.
En un arranque de ira, la rubia corre hacia la cama de Jayden y comienza a desgarrar las sábanas con violencia. Sus manos temblorosas arrancan trozos de tela mientras su respiración agitada llena la habitación.
— ¡¿Por qué?! ¿Por qué me hiciste esto? ¿Porque naciste? ¡Maldito bastardo enfermizo!
Su voz se quiebra, y en un intento desesperado por encontrar una respuesta, abre los cajones de la cómoda y arroja la ropa al suelo, como buscando algo que ya no está ahí.
Pero mientras la dama roja se sumía en su desesperación y dolor, destruyendo toda la habitación de su tercer hijo, no escucho los suaves pasos acercarse a la habitación.
Alaric, el pequeño niño de ocho años, fue hacia la habitación de su tercer hermano, le gustaba pasar tiempo allí y jugar con los juguetes de coleccion que su hermano le había obsequiado. Pero cuando llegó, vio a su madre, gritando, maldiciendo, destruyéndo todo. El niño se quedó quiero, mirando desde la puerta. Sus ojos brillan con miedo y confusión mientras observa a su madre desahogar su dolor en la habitación destrozada. Cuando vio a su madre romper los juguetes que su hermano le había obsequiado, al niño se le llenaron los ojos de lágrimas, su hermano se había ido, y ahora también lo único que le quedaba de él.
— Ma...mama ¿por qué...? — pregunto el pequeño con lágrimas en sus ojos viendo los juguetes en el suelo, rotos y pisados. — ¿Que hiciste, mamá? Estos jueguetes son de mi hermano.
Victoria se giro abruptamente al oir las palabras de su hijo, sus ojos enrojecidos se encuentran con los de su hijo más pequeño. Una mezcla de ira y arrepentimiento pasa por su rostro, pero no puede detenerse, hay algo en su pecho que es más fuerte que ella.
— ¡Cierra la boca! ¡Callate! — ella se acercó hacia él y lo abofeteó — ¡Tú también me traicionaras! ¡Te irás con ese maldito bastardo! ¿Es que no puedes verlo? Jayden es un bastardo, un desgraciado, un traidor que solo arruinó mi vida.
— Mamá... ¿Porque me pegas? — sollozo — Mi hermano no haría eso, mi hermano te quiere — lloro mientras su cuerpo temblaba por el miedo al ver a su madre en ese estado.
Víctoria se enfurece aún más al escuchar al niño decir eso, así que en un arrebató de ira, lo toma del brazo con una fuerza que asusta al niño y lo hace llorar. Ella lo lleva a rastras hacia las escaleras, para que se fuera.
— Si tanto quieres a tu hermano, entonces te irás con él. Mocoso malcriado.
Alaric forcejea con su madre, y entonces cuando logra soltarse de la mano de su madre, esta la abofetea. El niño retrocede por el impacto y dobla su pie, cayendo de las escaleras, y golpeando su cabeza.
Victoria se queda en shock, y no reacciona hasta que ve la sangre en el suelo. Rápidamente vuelve a la realidad y se da cuenta de lo que hizo, de lo que realmente sucedió.
Corrio hacia su hijo y grito cuando vio la sangre en su pequeño rostro, y la sangre en el suelo.
— ¡No! ¡No! ¡No! — gritó entre llantos — ¡Alaric! ¡No, no! — lloro incapaz de tocar el cuerpo de su pequeño niño. — Perdóname, Alaric. No quería... no debí... — lloro. — ¡Jayden! ¡Todo es tu culpa! ¡Maldito bastardo! ¡Devuelveme a mi hijo! ¡No!
Al ver al hombre frente a él una oleada de angustia y temor recorre el cuerpo de Jayden.
Era Ashton.
Era aquél maldito desgraciado que habia arruinado su vida.
Cuando la mirada de ojos negros se encuentra con aquellos ojos verdes que tanto anhela, el alfa sonríe, y aquella sonrisa maliciosa y lujuriosa solo le dan ganas de vomitar.
Ashton rodea la mesa y se acerca a Jayden, el omega rápidamente se pone de pie, al igual que Aleksander, quien se encontraba confundido por el acto repentino de su omega.
— Pequeño Jay-jay. Qué agradable sorpresa verte aquí. Han pasado tantos años. Te has vuelto todo un buen omega — esas palabras solo le dieron ganas de vomitar.
Jayden se tenso y cuando Ashton dio un paso hacia él, en un intento de abrazarlo, el omega retrocedió.
— No te acerques — pidió retrocediendo con la voz temblorosa.
Todos los presentes, o al menos los que estaban atentos a la conversación miraron con confusión al omega. Sabían que Ashton y Jayden eran primos, pero no sabían que se llevaban tan mal.
— ¿Que pasa, primo? — pregunta con algo de molestia en su voz por la actitud de su omega — ¿Acaso no te alegra verme? Hace tanto tiempo que no nos vemos — sonríe burlón — ¿No deseas darme un abrazo, como cuando eras niño?
Jayden se pone a la defensiva, sus ojos se llenan de miedo y dolor. Parpadea rápidamente, tratando de contener sus emociones mientras mira directamente a los ojos de Ashton.
Pero era imposible.
Los recuerdos de aquella noche, volvían a su cabeza, una y otra vez.
— Jay-Jay...
— No me llames de esa manera — exigió con rabia en su voz — ¿Que haces aquí? ¿Como te atreves a venir, después de lo que tu padre le hizo a mi esposo? — pregunto Jayden, refiriéndose a la cicatriz en el rostro de Aleksander, cicatriz que su esposo odiaba porque decía que era asquerosa, pero que a la vez estaba orgulloso, porque Jayden le decía que aún así lo ama.
— Tu esposo solo recibió una herida, en cambio mi padre murió — Bramo.
Ashton, en ese momento, se había olvidado por completo de que estaba hablando sobre Aleksander Románov, el hijo del líder de la villa y la mafia negra, y de la dama negra, la omega temida.
Al igual que Jayden, ambos parecían olvidar que estaban en una cena, y estaban peleando delante de casi toda la villa.
— ¿Te atreves a excusar a tu padre? Él se lo merecía, tu padre merecía morir — aquellas palabras sorprendieron a todos, el omega dulce, amable y gentil, no era el que estaba diciendo esas palabras, era como un omega herido y lleno de rabia y odio. — Y tu también deberías de morir, deberías de morir después de lo que me hiciste — mascullo.
— Estas diciéndo idioteces, estas loco, confundido — el alfa apretó su Mandíbula.
— ¿Cómo te atreves a fingir que no sabes lo que me hiciste? ¿Como finges que no sabes el daño que me hiciste? — Ashton finge sorpresa, mirando a su alrededor en busca de apoyo.
— No tengo idea de lo que estás hablando, Jayden. Deberías calmarte.— se excusa.
Aleksander, preocupado por la notoria incomodidad de su esposo, lo toma de los hombros y lo aleja a un rincón apartado. La respiración de su omega se había comenzado a acelerar. Aleksander podía sentir por el vínculo varias emociones.
— Jayden, ¿qué te sucede? — toma el rostro de su omega entre sus manos — ¿Estss bien, amaré? ¿Que sucede? ¿Que es lo que te hizo? — pregunta con cautela intentando no alterar al omega.
El omega miro a su alfa, con los ojos llenos de lágrimas, entonces se aferró al alfa, escondiendo su rostro en su pecho.
— Ashton... él... abusó de mí cuando era un niño, al igual que su padre. — sollozo el omega en el pecho de su alfa — Lo siento, Aleksander, pero no quería que lo supieras, al menos no así.
— ¡Zinnia! — grita el alfa albino, llamando la atención de las personas en el comedor, y haciéndo que la joven omega fuera corriendo hacia sus dueños.
— ¿Si, señor?
— Lleva a mi omega a sus aposentos, ayudalo a que tome un baño y que se acueste, la cena de hoy lo ha agotado — ordenó el alfa con voz firme y ronca, miro nuevamente a su omega, y dejó un beso en su frente antes de separarse de él e ir hacia el gran comedor.
Jayden intento ir detrás de él, pero Zinnia, junto con dos doncellas de confianza de Alice, obligaron al omega a subir las escaleras, el cual no sabía que el caos se desataría.
Cuando Aleksander vuelve al gran comedor, la ira del alfa se desborda al ver a Ashton de pie con una sonrisa en su rostro, como si estuviera feliz por lo que había causado. Aleksander se acerca a Ashton y sin pensarlo dos veces, se abalanza sobre Ashton, golpeándolo una y otra vez.
La habitación se llena de gritos y confusión mientras los demás invitados intentan separarlos. Pero Aleksander sigue golpeando a Ashton con una furia incontrolable.
— ¡Hijo, detente! — grito Vlad al ver a su hijo golpear brutalmente a Ashton, el cual vagamente intentaba devolver el golpe.
— ¿Que haces? ¿Porque lo golpes? — preguntó Alice con su corazón latiendo desenfrenadamente, intentando acercarse a su hijo, pero siendo detenida por su hijo mayor — ¡Alek! ¡Detente!
— ¡No! — grito el alfa albino con sangre en su labio inferior — ¡No lo haré hasta matar a este maldito desgraciado! — grito con furia y rabia en su voz.
Kaiden y Gael se apresuraron a ir hacia su hermano, y con ayuda de otros miembros de la mafia, lograron separarlos, ambos hermanos Románov tuvieron que sostener con mucha fuerza al albino, cuando este quería volverse a abalanzar sobre Ashton.
— ¡Es suficiente! ¿Que es lo que esta sucediendo? — pregunto Vlad.
— ¡Ese maldito abuso de Jayden! ¡De mi omega! ¡Y aún así tiene el cinismo de presentarse ante él y fungir que todo está bien! — al oir esas palabras salir de la boca del segundo de los Románov, Gael y Kaiden se apresuraron a soltarlo.
Los hermanos Románov estaban furiosos, fue entonces que cuando recibieron una mirada de reproche de su padre, estos lo ignoraron. Pues, entendían la furia que debía sentir su hermano. Si ellos estaban molesto, y eso que solo eran los cuñados de Jayden, no querían imaginarse la molestia y rabia de Aleksander, que es el alfa y esposo de Jayden.
¿Pero porque? ¿Porque se atrevería a hacer daño?
Jayden era la definición de la inocencia y dulzura, además Alyra, claro está. Jayden era gentil y amable con todo el mundo, incluso con los que no lo merecían. Trataba al personal de la servidumbre como si fueron personas de su mismo nivel, no le molestaba limpiar, cocinar, pasar tiempo con las ancianas de la villa, acompañar a Alice, incluso no le molestaba jugar con Alyra, la joven de quince años que algunos consideraban una niña enferma.
— ¡Lo mataré! — grito con furia.
— ¡Detente! — grito Alice acercándose a su hijo — Jayden te necesita ahora, esta en la espera de tu primer cachorro. Si esto es verdad, entonces Ashton pagará — al oir las últimas palabras, Ashton se levantó del suelo sin importarle que estaba herido e intento huir, pero fue detenido por Gael, quien le dio un puñetazo en el rostro, rompiendo su nariz.
— Saquen a este desgraciado de aquí, será interrogado más tarde. — ordenó Gael y los hombres se lo llevaron a la casa Roja, una casa de torturas.
Cuando Ashton fue llevado lejos, Alice obligó a su hijo que la mirada.
— Ve con Jayden. Él te necesita más que nunca — susurro la mujer y Aleksander asintió.
El alfa se apresuro a ir hacia la habitación, con miles de pensamientos rondando por su cabeza. Se sentía molesto, sentía rabia, odio, resentimiento, asco, e importencia. Todas esas emociones, eran como un torbellino de emociones, uno caótico u desastroso.
Cuando llegó a su habitación, Aleksander se quedó quieto en la puerta, solto un sonoro suspiro antes de abrir la puerta y adentrarse en la habitación. Buscó rápidamente esa mirada verdosa que tanto añoraba. Entonces...
Lo vio.
Azul y verde chocaron, y sus miradas reflejaron un sin fin de emociones.
— Viniste.
— Siempre.
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Updated 97 Episodes
Comments
zeelikebee
que tan buenas o malas personas son las víctimas no les importa a los abusadores, asco.
2025-03-23
0
Zaurus
JAJAJAJAK lo amo
2024-07-19
1
Yendi Jaramillo Avila
espero que no le pase nada al hermano de Jayden
2024-05-04
1