Los cuatro coches de la familia Románov llegaron al puerto, eran las 1:30, no había nadie en el puerto, ni siquiera los pescadores se encontraban cerca.
Aleksander bajo del coche negro, cuando este estacionó a unos metros cerca del punto de embarcación. Unos hombres se pusieron detrás de él, protegiéndolo.
El alfa camino hacia un hombre vestido de negro, quien fumaba su pipa y miraba divertido al alfa joven.
— Aleksander — saludo el hombre.
— Nikolái. — respondió de igual manera. — Creo que tienes algo que me pertenece.
— Primero el dinero. — Aleksander lo miro desafiante e hizo una seña con su mano.
Uno de sus hombres se acercó con un maletín. El hombre se puso al lado de Aleksander y abrió el maletin.
— Cinco millones, para la primer entrega. El resto cuando me des el segundo cargamento — Nikolai estiró la mano para tomar uno de los billetes pero Aleksander cerro el maletin apretando uno de sus dedos.
— Maldito... — bramo el alfa mayor.
— No toques lo que aún no te pertenece. El cargamento, ahora. — amenazó el alfa.
Nikolái resoplo, y miro a sus hombres. Estos trajeron cajas, llenas de armas. Aleksander le hizo la seña a dos de sus hombres, y estos abrieron una de las cajas, mostrándole una de las armas.
— Entregáselo. — el miembro de la mafia negra que tenía el dinero asintió y le entregó el maletin a Nikolái.
Mientras los hombres de la familia negra exportaban las cajas al camión, Aleksander miro al hombre frente a él.
El alfa más joven se dio la vuelta y se dispuso a caminar de regreso al coche.
— Me he enterado de que tienes una nueva perra — Aleksander paro en seco — ¿No te basto con mi sobrina, que ahora te metiste con el bastardo de Victoria? — pregunto burlon el alfa mayor.
— ¿Que has dicho? — pregunto Aleksander tirándose sobre sus talones para mirarlo.
— Mi sobrina podría complacerte más que ese maldito bastardo. ¿No sabias que le abrió las piernas a mi hijo? Oh, la pequeña mierda se retorcía de dolor y placer cuando Ashton lo tomaba. — Aleksander apretó su mandíbula al oírlo.
Sus manos se volvieron puño, en cualquier momento se iba a abalanzar hacia el alfa mayor y le rompería la cara. Pero se contuvo, le había prometido a su omega que volvería.
Nikolái sonrió burlon, sabiendo que sus palabras habían dado en el punto débil del alfa.
— No te sorprendas si un día toca mi puerta, y abre las piernas para que le de mi semilla.
Aleksander se acercó al alfa mayor con una rapidez sorprendente y lo tiro al suelo, se abalanzó hacia él y lo comenzo a golpear con brutalidad, una brutalidad animal.
No era Aleksander el que lo golpeaba, no, era su alfa, uno el cual estaba molesto al saber que su omega había sido intimidado y que habían hablado mal de él.
En ese momento el caos se desató en el puerto en aquel momento, Gael se bajo del coche al ver a su hermano pelear. Ambas mafias sacaron sus armas y se apuntaron unos a otros.
— ¡Alto! ¡No disparen! — ordenó Gael también sacando su arma — Es una pelea justo, uno contra uno. — les dijo Gael a los demás.
A pesar de que ninguno disparo, ninguno fue capaz de bajar las armas. La pelea siguió, Aleksander daba puñetazos al hombre, como el hombre lo hacía con él. Fue un momento a otro, donde Aleksander recibió un disparo en el brazo.
Gael miro sorprendido la escena y rápidamente le disparo a la persona que se había atrevido a disparar.
Aleksander gimio de dolor y fue entonces cuando soltó a Nikolái, el hombre estaba casi muerto, aprovechando que el alfa más joven se descuido un momento, Nikolái saco su cuchillo y le corto el rostro al joven alfa.
El puerto se lleno de gritos, y ruidos de tiroteos, la pelea que antes era justa y uno contra uno se convirtió en otra masacre.
Gael y dos hombres más se acercaron hacia Aleksander, los dos hombres lo auxiliaron apresurandose a llevarlo al coche, mientras que Gael comenzo a golpear brutalmente a Nikolái siendo protegido por otros miembros de la mafia, el alfa lo comenzo a patear y por último le rompió el cuello, para luego dispararle. La sangre había salpicado su rostro, su ropa y el suelo.
A lo lejos se podia escuchar el ruido de las sirenas. Eran la policía.
Gael se apresuró a ir hacia los coches junto con los otros miembros que habían sobrevivido o solo había sido heridos. Entró en el coche en el que estaba su hermano.
— ¡Conduce de regreso a la mansión! — le ordenó a uno de sus hombres y este atacó la orden.
Gael hizo presión en la herida del brazo de su hermano menor, mientras que otro de sus hombres mantenía un pañuelo sobre el rostro del más joven.
— Estarás bien, Alek. Necesito que seas fuerte. — suplico Gael preocupado mientras hacia presión en la herida de su hermano.
— Jay-Jayden — artículo el más joven y se volvio quejar de dolor — ¿es...cierto?
Gael asintió. Aleksander apretó su mandíbula molesto pero también por el dolor.
— ¿Como...?
— No me corresponde decírtelo. Ahora lo importante no es eso, debemos llegar a la mansión y debes salvarte— el alfa más joven nego — tienes dieciocho, ¡No puedes morir! — Exclamó Gael con desespero.
— Ma-ma...
— Ella espera vernos de regreso, Alekséi — susurro Gael.
Aleksander tenía el rostro cubierto de sangre, su ropa y cuerpo era un desastre. La herida en su brazo parecía grave, pero más grave parecía la sangre que empañaba el pañuelo en el rostro de su hermano, incluso las manos del hombre que lo ayuda estaban cubiertas de sangre, sangre de Aleksander.
El alfa más joven comenzo a cerrar sus ojos, se sentía débil, muy débil. Sentía un peso muy grande en su cuerpo, era como si estuviera cargando un montón de rocas en la espalda, además, el dolor que sentía en el cuerpo por los golpes, el dolor que sentía en su brazo por la bala, y el dolor que sentía en su corto por el cuchillo, lo hacía sentir aún más adolorido. Era como si un camión hubiese pasado por encima de él, seguido de dos camiones más.
Podría ser un alfa, podría ser fuerte, y de sangre pura. Pero eso no quitaba el hecho de que se sentía débil.
— ¿Alek? ¿Aleksei? — pregunto preocupado Gael cuando su hermano comenzo a cerrar sus ojos — No, no, no. Oye niño, mocoso, no te duermas. Oye, no cierres tus ojos — pidio preocupado el alfa mayor moviendolo — ¡Acelera! — le grito al conductor mientras volvía a mirar a su hermano — ¡No cierres tus ojos, maldición! ¡Aleksander!
Jayden abrió sus ojos al escuchar el ruido de coches estacionar rápidamente. El omega se levantó de la cama y fue hacia la venta. Vio como sacaban entre varios a un cuerpo del coche, luego comenzo a oir gritos.
Rápidamente y con el corazón latiendo de una manera desenfrenada en su pecho, se pusó la bata sobre su camisón y salió de la habitación, camino hacia las escaleras y fue en ese momento cuando vió a la persona con claridad.
Era Aleksandr
Su esposo.
Su alfa.
Sangre...inconsciente. Oh no.
El omega se apresuró a ir hacia su esposo, Alice estaba llorando, Alyra miraba a su hermano mayor preocupada, Gael esta desesperado, y Vlad, bueno el alfa mayor solo estaba perdido.
— ¡Dioses! ¿Que sucedió? — pregunto Jayden acercándose a su cuñado y a su esposo.
— Fuimos en busca del cargamento en el puerto — comenzo a explicarle Gael, mientras que llevaban a Aleksandr a la habitación — Pero la persona que nos entregó el cargamento comenzo a decir cosas, Aleksandr no lo tolero y lo golpeó — Jayden abrió la puerta de su habitación dejando entrar a su cuñado y a otros hombres.
Llevaron al alfa a la gran cama matrimonial y lo recostaron en ella, en ese momento Arwen entró a la habitación y se acercó hacia Aleksander, la mujer le dio instrucciones a varias sirvientas, quienes obedecieron rápidamente.
— ¿Que fué lo que le dijo aquel hombre? ¿Quien era? — le preguntó Jayden a Gael mirándolo.
— Todo ocurrió de un momento a otro, fue solo en un abrir y cerrar de ojos, cuando me di cuenta Aleksander ya tenía al hombre en el suelo y comenzo a golpearlo. Pero entonces se escucho un disparo, le habían disparado en el brazo. Y luego...
-— ¿Luego que...?
— Luego Nikolái le corto el rostro — al escuchar aquel nombre, Jayden se tambaleo un poco.
— ¿Q-Que le dijo? — pregunto con la voz temblorosa.
Gael solo guardo silencio y miro hacia la cama, donde su hermano era atendido por Arwen, quien estába limpiando sus heridas e intentando venderlas.
— Gael, responde. — insistió pero al alfa solo guardo silencio — ¿Que fue lo que le dijo? Responde ¿Que fue lo que dijo? ¡Responde!
— ¡Que te acostaste con su hijo!
— grito el alfa desesperado.
El rostro de Jayden palidecio y miro a su esposo antes de mirar de nuevo a Gael, sin poder creer lo que su cuñado decía. Jayden retrocedió y rápidamente Gael lo sostuvo para evitar que caiga.
— Yo...yo no...
— Esta bien, Jay. Conozco lo que ocurrió contigo, se que jamás te acostarias con el hijo de Nikolai. Tranquilo. — lo intento calmar Gael.
Arwen se acercó a ellos y se inclinó rápidamente.
— Él estará bien — fue lo primero que dijo la mujer — La bala fue extraída con éxito de su brazo, pero no podrá moverlo hasta dentro de un mes; por otro lado, la herida en su rostro es más complicada.
En ese momento Alice entró a la habitación, siendo acompañada de unas doncellas que intentaban que la dama no se desmayara. Gael fue hacia su padre y la abrazo, intentando calmarla.
— ¿Que tan complicada? — pregunta con la voz temblorosa el omega.
— En definitiva le dejara una cicatriz. Fue una bendición de los dioses que no haya perdido el ojo. Pero como la herida es profunda, deberá usar un parche. Y ser limpiaba, dos veces al día. — explicó Arwen y se acercó a Jayden — Eres su omega, no puedes estar tenso, asustarte o ponerte mal, si tu estas bien, él también lo estará. — Jayden asintió.
— Gracias, Arwen. — agradeció Alice y la mujer sonrió.
— Seguramente tardará en despertar, por la cantidad de sangre que perdió. Pero es un niño fuerte, estoy segura de que despertara más tarde. Cuando lo haga, avísenme inmediatamente. — le dijo la mujer a la pobre madre que estaba preocupada, y luego miro al omega nuevamente — Te diré como limpiar sus heridas, Zinnia también puede ayudarte ¿esta bien? — asintió.
Gael y Alice acompañaron a Arwen, mientras la mujer le decía todo lo que debía hacer. Cuando Jayden quedó solo en la habitación se acerco a su esposo, y soltó un sollozo al verlo en ese Estado.
— Te pedí que volvieras, pero no medio muerto — sollozo el omega viendo la sangre en todo el cuerpo de su esposo.
Jayden se puso de pie y fue hacia el baño a buscar agua caliente y unos paños. Se acercó nuevamente a su esposo, y se sentó en la cama, sin querer lastimarlo.
Con delicadeza le saco la camina blanca, la cual estaba cubierta de sangre, dejando al descubierto su pecho y la herida de bala. Sumergió uno de los paños en el agua caliente y comenzo a limpiar su cuerpo, primero fue el rostro de su esposo, con suavidad limpio la herida en su rostro; luego su cuello, brazos, pecho.
Cuando término, el agua estaba teñida de rojo por toda la sangre que había sacado del cuerpo de su alfa.
Jayden se sentía culpable. Aleksander había golpeado a Nikolai, el hermano de Danil. Y todo por su culpa, sí él tan solo se hubiese defendido aquella vez, cuando tenía 7 años, solo tal vez, ahora su esposo no estaría en este Estado.
Postrado en la cama, con una herida de bala en el brazo y una herida en su rostro.
Su madre tenía razón, él solo traía problemas, solo daba vergüenza por ser tan débil e inservible, por ser un omega.
— Despierta. Por favor. — pidió con lágrimas en sus ojos y sosteniendo su mano.
Le dolía verlo así, pero más le dolía saber que fue por su culpa.
— Por favor, despierta alfa.
Aleksander abrió sus ojos, con dificultad. Miro a su alrededor, estaba en su habitación.
Lo único que recuerda fue haber tenido una pelea con la basura de Nikolái, luego recuerda que sintió un fuerte ardor en su brazo, y haber sentido algo filoso lastimar su rostro. El muy maldito le había cortado el rostro.
Se sentía horrible. Su boca estaba seca, su rostro dolía, era como si le hubiesen quemado la cara al rojo vivo. Se sentía horrible, su cuerpo dolía horrible. El mismo dolor que había sentido ayer, ahora era peor, era el doble de doloroso.
Quiso llevar una de sus manos a su rostro para tocar la herida, podría tener los dos ojos, pero había una venda que no lo dejaba ver con claridad, y eso le molestaba. Al intentar mover su mano, noto una ligera presión en ella y un peso también. Miro a su derecha y entonces lo vio.
Jayden estaba arrodillado, su cabeza apoyada en su propio brazo, mientras que con su otra mano sostenía la mano del alfa. Aleksander miro a su omega, ese rostro lindo, y regordete, era como un angelito.
Miro con más detenimiento a su omega y noto pequeñas cosas. Las manos de su omega estaban ligeramente manchadas con sangre, su cabello rizado estaba despeinado, habían notorias ojeras debajo de sus hermanos ojos verdes, de los cuales se había enamorado, pero también, estaba pálido, y al parecer cansando.
Aleksander intento moverse y solto un quejido de dolor cuando sintió una punzada en su brazo y rostro. Pero se maldijo mentalmente cuando su omega se despertó rápidamente.
— ¡Estas despierto! — exclamó Jayden feliz al verlo despierto, olvidándose por completo del brazo herido de su esposo, Jayden lo abrazo con emoción. Aleksander se sorprendió y a pesar de que intento retener su quejido de dolor no pudo.
Jayden al ver lo que estaba haciendo y que le había causado dolor al alfa, se alejo rápidamente de él, preocupado. El alfa vio como rápidamente la sonrisa se esfumó de su rostro, y se volvió más serio.
— Iré a buscar a tu madre, y a Arwen. Se alegrarán de saber que estas bien — dijo rápidamente yendo hacia la puerta.
— Jayden — el omega se detuvo al oir la voz de su alfa — ¿Tu...te has quedado aquí toda la noche? — pregunto.
El omega mordió su labio, antes de sonreír y mirarlo.
— No, he dormido en la otra habitación. Vine hace unas horas para ver si estabas bien, pero me quedé dormido — mintió con una pequeña sonrisa — Iré a avisar que despertaste — volvió a decir antes de salir por completo de la habitación.
Aleksander se quedó en silencio, viendo como su omega se iba, quedando solo en la habitación.
¿Realmente él no se había quedado a su lado?
Siendo realista, ¿que podría esperar? Aleksander lo habia estado ignorando por más de un mes, si cruzaban 10 palabras ya era mucho, incluso mantenerle la mirada al otro era demasiado.
Pero también era difícil. Era difícil entrar a la habitación todos los días, y verlo. Era difícil ver como su personalidad dulce, amable, sincera y honesta, lo cautivaba día a día. Era difícil mirarlo a los ojos, y no quedarse hipnotizado por ese hermoso color verde esmeralda.
Era difícil ver a Jayden, y saber que él debía odiarlo.
Era difícil verlo, y saber que su padre y abuelo le pidieron que lo asesinara.
Era difícil verlo, y saber que no pudo casarse con la omega.
Era difícil, sobre todo sabiendo que aquel omega despertaba cosas en él.
Lujuria. Pasión. Tentación. Sentimientos extraños a los que aún no está dispuesto a ponerle nombre pero sobre todo; deseo.
Esa dulce mirada que hacia con esos bellos ojos verdes; como sonreía cuando algo le gustaba, provocando que sus labios sean tentadores; como le daban ganar de acariciar ese cabello rizado y castaño, sabiendo que sus rizos son tan suaves como el algodón; su piel blanca y lechosa, incluso su cuerpo un poco robusto y sus muslos lo tentaban.
Aleksander estaba loco.
No.
Él está perdido.
Perdido por aquel omega de mirada inocente y cuerpo que haría pecar a cualquiera.
Si.
Su omega lo volvía loco.
Porque tanta belleza, era digna de un pecado. Su pecado.
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Comments
zeelikebee
perdón me dió risa JAJAJAJAJAJAJJAJAJA
2025-03-22
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