Libérate de la obligación de ser perfecto. Tienes derecho a cometer errores y aprender de ellos…
°°°Sebastián°°°
—Ya José me cansé de ganarte— estoy en la sala de juegos con mi mejor amigo— vamos doce a una, ya no crees que es hora de rendirse-
—La última partida, no entiendo como puedes ser tan bueno en el ajedrez—
—Jaque mate, te gane ya no juego más—suelto ya con fastidio.
—Joder, amigo, tenme piedad—
—Sabes que eres malo y aun así me retas, dale amigo vamos por algo de comer—
En la cocina mi nana nos prepara dos emparedados
—Y mi niño me vas a decir quién era la chica de la mañana—
—¿Qué chica?— ese fue José—por eso fue que te saltaste las clases—
Los dos me miran esperando una respuesta de mi parte.
—¿Qué?, no me miren así es una amiga— digo dándole una mordida a mi comida—
—Debe ser una muy buena amiga para que la hayas traído a esta casa, porque al único amigo que te conozco es a mi niño Joselito— dice mi nana.
Punto para ella.
—Si una “gran amiga”— dice el ratón, se acerca a mi nana y la abraza— para mí, nana que es más que una amiga, tú ¿qué piensas?—
—Se los ve tan lindo juntos, mi niño tan rudo y ella tan tierna—
—Disculpen, pero yo estoy aquí, digo si no se han dado cuenta y nana si tengo más amigos aparte de esa cosa— le digo señalando a José-
—Ya amigo tranquilo, bueno, ya me tengo que ir— le da un beso a nana, — gracias por el emparedado, estuvo para morirse, adiós enamorado, nos vemos en él, instituto más te vale no volver a faltar—amenaza.
—Y mi beso— le digo
—No seas marica hermano que donde se entere tu novia te va a botar a y se me olvidaba cuál es el nombre de la afortunada— dice entre risas.
Le saco el dedo del corazón— Ya lárgate—
°°°BLANCA°°°
La princesa está dormida, dice.
No ha muerto aún.
Esa voz es de mi madre.
Estoy en un bosque oscuro, una luz blanca brinca de un lado a otro
Es la misma voz de antes—“Vas a llorar”—
—Ya lloré. Es más, no sé cuándo, por fin, vaya a dejar de llorar… ¿Y ahora qué?—
Mamá sonríe como diciendo “Pobre ingenua”
Y pregunta
—¿Y ya terminaste?—
—No sé— le respondo— en este día he perdido mucho, incluso hasta mi trabajo—
Se acerca a mí— Pero también has ganado mucho— la miro sin entender a que se reviere, como si leyera mi mente me responde— has ganado a un gran joven—ella sonríe.
De inmediato pienso en Sebastián.
—Sebastián, me digo que ya había llorado mucho, y ya no debería quedar ni una sola lágrima más en todo el cuerpo—
Mamá se rie, ya no sonríe.
—Este Sebastián... Creo que ahí, en el extremo del dedo chiquito del pie… en un ladito de la punta de la nariz... por ahí andan restos de lágrimas… Así que aún no terminas—
Y entonces lloro otra vez, pero solo en el sueño.
Mamá no puede abrazarme.
Solo me mira.
Sin compasión, me mira.
Quisiera que se acercara y me abrazara.
Se comienza a alejar en medio de los árboles.
Mientras me calmo, dice, muy seria:
—Otro día de estos, vengo y conversamos—
Desperté
Todo había sido un sueño. Miro mi reloj y eran las seis y media de la mañana.
Hice mi rutina de cada mañana, salí de casa mordiendo una manzana camino a la parada del autobús, un auto que conozco muy bien, se para frente, de mi.
— Te llevo—
— Se dice Hola, buenos días, como amaneciste— muerdo mi manzana.
—Vale, vamos de nuevo—vuelve a subir la ventana del auto, ese acto me hizo reír— Hola buenos días, bella dama le parecería correcto, si me permite llevarla hasta su centro de estudio— soltó uno ahogada carcajada-eso sonó muy estúpido
— Si hasta para mi gusto, está bien, vamos—
Páramos en un semáforo, hasta ahora hemos estado en silencio y no es para nada incómodo.
— Que tal el trabajo—
— Mal, me despidieron— solté sin más, la noche del incidente tenía que estar trabajando como no fui, me echaron.
— Y eso porque, claro, si se puedo saber—
—Hubo recorte de personal, como era prácticamente nueva, me despidieron— no le podía decir la verdad, ya que eso implicaría contarle todo.
Entramos al estacionamiento del Instituto, todos los estudiantes presentes miran el carro de Sebastián, para algunos y no decir todos tienen un tipo de idolatría por él.
Él vaga poniendo la mochila en su hombro y sin darme tiempo a nada habré mi puerta y me invita a salir.
—Hemos llegado, señorita— Me dice ofreciendo su mano, la cual aceptó
— Gracias, buen caballero— Me quita mi mochila y la pone en su hombro.
— Estoy a su servicio mi reina—
Soltamos unas sonoras carcajadas, comenzamos a caminar al interior del Instituto, todos nos miraban. Ya sabía que era raro verme con él es decir, yo nunca he hablado con nadie que no sean mis amigos.
Nos detenemos en la entrada del Instituto, él comienza a saludar a algunos miembros del equipo, solamente recordar lo que paso ayer me hace calentar mis mejillas.
Ellos nunca me han molestado y la vez que lo hicieron Cristian les dio unos buenos golpes.
— He Sebastián— digo interrumpiendo su conversación— nos vemos luego— le digo quitándole mi mochila
— Está bien, te busco en el receso vale— Me da un beso en la mejilla y se aleja con el equipo.
Me quedo estática, estoy más que segura que estoy vuelta un tomate.
—Blanca Victoria Collins, me debes una buena explicación —Joder, digo mi nombre completo ahora si estoy en problemas.
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Comments
Adriana Araceli González Alonso
este capítulo me trae muchos recuerdos 😭😭
2023-04-27
2
Adriana Araceli González Alonso
jajaja k razón tienes JoceRockstar eso también me recuerda a mi madre aún k ya no está conmigo
2023-04-27
0
alexa c.amadeus
jajaja que nombre tan largo
2023-02-19
1