CAPÍTULO VIII

°°°BLANCA°°°

—Voy a matarme—

— Que dices— Sebastián se acercó alarmado al ver en mí una angustia legítima.

Los jugadores del equipo me observaban callados.

No me moví.

—Siéntate— me invito— Vamos a hablar—

Negué con la cabeza, di media vuelta y salí de ahí.

—¡Detente!— ordeno caminando detrás de mí, no obedecí.

Me alcanzó y me hizo volver hacia él.

— ¿Qué te pasa?—dice molesto.

— ¡Odio a toda la gente!. Tengo miedo de caminar por la calle, me siento una basura rodeada de más basura.

Veo a los hombres y pienso que son animales. He perdido la ilusión de vivir—

— Vamos—

—Si te hieren personas que no conoces como quieres que confíe—grite ignorando su invitación— no puedo volver a confiar en nadie más espero y lo entiendas—.

Entonces comencé a desahogarme.

Sebastián me escucho atento, grite, llore y maldije en medio del patio sin importarme la mirada curiosa de los estudiantes.

Caminamos al estacionamiento del instituto, abrió la puerta de su carro, me invito a subir pero me negué.

—Vamos, sube por favor, te sacaré de aquí—

— Blanca— escucho la voz de Keyla, giro en mi eje y la miro, unas lágrimas traicioneras comienzan a resbalar por mis mejillas— he no llores que te paso-

Me he enriado entre los brazos de mi mejor amiga, no soy capas de decirle lo que me ocurrió.

— Walker que le hiciste pedazo de cabrón— dice Keyla sin soltarme.

—Él no ha hecho nada más que ayudarme— dije

Me mira sin entender qué está pasando.

—Nos vamos Blanca— dice Sebastián

—Si vamos — miro a Keyla— Te lo explicó luego si—

Cuídala es lo único que dice mi amiga antes de ingresar al Instituto.

Me subo al auto de Walker bajo la atenta mirada de todo el instituto.

Recuesto mi cabeza en el cristal polarizado de su ventana y cierro mis ojos tratando de olvidar todo lo ocurrido.

°°°SEBASTIÁN°°°

Me detengo en un semáforo, ya falta poco para llegar a la mansión, Blanca se quedó dormida, me doy el tiempo de observarla, su nariz está tan roja de lo mucho que ha llorado, sus labios son finos, pero carnosos, tiene unas pestañas largas.

El sonido de un clapson me hacen salir de mi trance.

...

Los portones se comienzan a abrir, estaciono mi auto en la entrada principal.

Tomo a Blanca entre mis brazos, con mucho cuidado lo último quería era despertarla.

Toco el timbre con mi frente, al instante mi nana me habré su cara, es todo un poema.

— Sebas cariño que está pasando—pregunta sorprendida.

—Nada nana, todo está bien, me subes un té, por favor—ella asiente.

Sin decir más, subo a mi habitación, antes de colocarla en mi cama se remueve en mis brazos, sus ojos se comienzan abrir lentamente, su mirada conecta con la mía, una extraña corriente eléctrica baja por toda mi columna.

— Me puedes bajar, por favor— la coloco en mi cama, ella solo agacha su cabeza.

—Que te ocurrió sé que prometí no preguntar, pero en serio por algún motivo que desconozco me duele verte así— Alza su mirada, sus ojos se cristalizan.

—No quiero hablar de eso, por favor—

—Está bien entonces que hacemos ya perdimos un día de instituto—

Abrió tanto sus ojos que juraría que se iban a salir de su órbita

—Carajo, y no podemos regresar—

—Claro que no vamos a regresar, ya que estamos aquí, hay que aprovechar, no todos los días se fuga del instituto—busco la consola de videojuegos.

Una pequeña sonrisa se curva en sus labios.

Era la primera vez que la veía sonreír.

—No eres como te pintan en el instituto— dice sin más, esas palabras me dejan confundido—

—A qué te refieres—

—Ya sabes, ósea, eres el capitán del equipo, hijo único, tu padre es el hombre más millonario y poderoso del estado, es decir el más popular y aparte esos tatuajes tan raros que cubren casi todo tu cuerpo, no dejan mucho a la imaginación—

—Woo, realmente sabes mucho de mí, pero te equivocas en muchas cosas—

—En que me equivoco—

—Uno, el millonario es mi padre, no yo—la corrijo—Dos no soy un popular como serlo, si mi mejor amigo es una rata de biblioteca, y por último mis tatuajes no son para nada raros, lo que pasa es que una simple mortal como tú no lo entendería.

Soltó una gran carcajada.

—Vale entones, disculpe su divinidad—

Así nos pasamos toda la tarde conversando de cosas triviales, me digo que tenía que irse a trabajar, me ofrecí a llevarla pero se negó.

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Comments

Norma

Norma

A ver si no resulta embarazada de esos violadores de mierd.😬

2022-03-24

2

Ludivia Aguilar

Ludivia Aguilar

Al menos un poco de aire fresco en su vida

2021-12-13

0

Mercedes Sanchez

Mercedes Sanchez

bueno, por lo menos ya sonrió con Sebastián

2021-07-25

1

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