CAPÍTULO XX

°°°Blanca°°°

—Señorita Collins, está interesante lo que escribe—dice mi profesor, levanto lentamente mi mirada de mi cuaderno-No le importará si lo leo-no me da tiempo a responder, ya que, lo arrebata de mis manos.

—Estou me apaixonando por ele, mas não sei se algum dia vou amá-lo tanto quanto contar a ele sobre meus sofrimentos ou se ele vai me amar tanto para reconstruir uma alma e um corpo quebrado—

Dice aquel hombre sin pena alguna, en un portugués casi perfecto, se calla de inmediato, cierra el cuadernillo y me lo entrega con una mirada de arrepentimiento, se muestra en su joven rostro—Disculpa—y continua con la clase por suerte la mis compañeros no entendieron nada o bueno eso es lo que espero.

La clase ya acabó, estoy recogiendo mis cosas, me encamino a la salida, pero una voz me interrumpe.

— Blanca, devo-lhe um pedido de disculpas—lo encaro

—No se preocupe profesor, no tiene por qué disculparse—lo miro directamente a los ojos, no sé por qué aquellos ojos color topacio me recuerdan tanto a mi pesadilla, no le da tiempo a responder, ya que su celular suena-con permiso.

Me hace una señal para que lo espere así lo hago.

Coloca su celular sobre la mesa y activa el spiker

—Si, hermano que sucede—dice el maestro Parker

—Quiero pedirte un pequeño favor hermanito—esa voz, sé que la he escuchado antes, pero no recuerdo en donde—esta mañana, cuando te deje en tu trabajo, me cruce con una chica muy buena, quiero saber si me consigues su número de teléfono—

Mi maestro niega con la cabeza—Que me viste cara de guía telefónica, busca algo bueno que hacer Iam—y corto la llamada—disculpa Blanca, mi hermano es algo insoportable, cambiando de tema, sabes que el instituto cuenta con un centro ayuda—

—Sí, profesor losé—respondo secamente, nunca me ha gustado que los desconocidos se metan en mi vida-

—Ellos, te pueden ayudar—

—No he necesitado ayuda ni antes ni muchos menos ahora y si me disculpa profesor tengo otra clase—

Salgo de aquel salón sin esperar una respuesta alguna.

En la entrada de la clase de Química está Sebastián hablando muy animadamente con su hermano.

El chico que ocupa mis pensamientos está de espaldas, así que no nota mi llegada, busco mi lugar y me siento.

—Blanca, te veo muy, distraída, estás bien—pregunta Mary sentándose a mi lado.

—Si Mary, solo estoy cansada, ya sabes tareas y estudiar para los exámenes, para rematar hoy tengo trabajo en él inverno—digo, recostándome en el escritorio.

—No deberías estudiar y trabajar, se te nota la falta de sueño, tienes unas ojeras de mapache—me dice entre risas.

—Tengo que hacerlo, es la única manera de pagar el 20% de las pensiones, y cubrir los gastos de mi casa—suelto un bufido, con mis pesadillas no he dormido ni comido bien.

Las clases pasaron rápido, en ocasiones crucé miradas con Sebas y me mostraba una sonrisa, eso me bastaba para tranquilizarme.

Salgo del intitulo a lo lejos observo el auto de la señora Diana, me alegra saber que una familia se está reconstruyendo.

Llamo un Uber según Mike tenía que llegar lo más pronto posible, hoy se celebraría un cumpleaños de una persona muy importante y nos necesitaba.

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—Oritos, estás bien—son alrededor de las dos de la mañana, estoy tumbada en un banco junto a la barra estudiando mi cuaderno de física, ya que hoy tengo un examen.

—No puedo más, Dra hoy tengo examen en vez de estar en casa descansando, estoy aquí sirviendo a hombres que podría llegar a ser mis abuelos—

—Tranquila, mi pequeña que te parece si te vas a casa y yo te cubro sí, necesitas dormir, aunque sea un par de horas.

—Gracias, amigo, por eso es que te amito—le doy un beso en la mejilla y me dirijo a los camerinos a deshacerme de este incómodo atuendo.

Llego a casa, en cuestión de minutos, y ya estoy en la comodidad de mi cama. Como necesitaba esto. Conecto mi celular al cargador y un mensaje llega.

Es de Sebastián lo leo.

Sebas😊

— Tengo la impresión, aunque en realidad es más bien un deseo, de que la luna brilla solo para nosotros. Te quiero mi princesa.

00:52

—Gracias, me acabas de alegrar, mi madrugada nos vemos en clases, besos.

02:23

Cierro los ojos y de inmediato caigo en los brazos de Morfeo.

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Diario

Querido diario eme aquí a las cuatro de la mañana sin haber podido dormir más de una hora, las pesadillas cada vez son más frecuentes.

De mi mente lo logro borrar aquellos recuerdos. En estos momentos quisiera tener a mamá conmigo, no suelen decir que las madres lo saben todo y tienen una solución.

Me siento muy cansada tanto físicamente como mental.

Tantos pensamientos llegan a mí.

La vida realmente vale la pena.

Para vivir con este miedo que me carcome es mejor estar muerta.

Habrá un momento en que moriré y diré “al fin soy feliz”

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—Aquellas peguntas inundan mis pensamientos, me levanto de la comodidad de mi cama e ingreso al baño. Observo mi reflejo en el espejo del lavamanos y me da asco ver en lo que me he convertido. En un saco de huesos andante. — camino a mi mesa de noche hay esta la foto de mi madre.

— Pronto me reuniré contigo—digo en un pequeño susurro y dándole un beso a la fotografía de mamá.

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