Capítulo 20

Ambos estuvieron de aquella forma por unos minutos hasta que finalmente Mellea se separó primero disculpándose por todo en ese momento.

— Lo siento, ahm... iré a traerle más jugo — Dijo Mellea para asi salir de la habitación.

Evan le miro irse y solamente termino por quedarse ahí sentado.

Mellea bajo hasta la cocina donde tomo un pequeño trago de jugo y después sirvió en un vaso este mismo para asi disponerse a regresar.

Un severo mareo se apoderó de ella, sus piernas temblaron y sintió como estas terminaban por ceder, sentía que su respiración se estaba saliendo de control y pronto... termino tirada en el suelo completamente inconsiente...

...

Su mente estaba reviviendo duramente aquellos momentos, sentía que su piel ardia como si le arrancasen la piel, sentía ese dolor de nuevo en su vientre por aquel aborto vivido... cada momento que pasaba era cada vez peor.

"¡Despierta!. Mellea!... ¡Tranquila!..." escuchó por parte de una voz, poco a poco abrio los ojos algo agitada y casi pego un brinco al hacerlo encontrándose en brazos de él.

— Tranquila... todo está bien... — Dijo Evan teniéndola en brazos mientras un médico estaba ahí revisando su presión. Mellea de inmediato quizo no ser tocada por tal sujeto y Evan solamente la sostuvo. — No te preocupes... todo está bien... — Dijo él acariciando su cabeza.

— ¿Que paso?...— Preguntó Mellea.

— Te desmayaste en la cocina y parece que tenias una pesadilla... — Dijo Evan.

Mellea trago saliva y después noto como tenía otra ropa diferente a la suya.

— Esto...— Dijo en voz baja.

— Pedí que te cambien con ropa nueva... — Dijo él.

Sin saber que más decir se quedo quieta dejando que aquel doctor la revise para después escuchar lo que este le dijo.

— Parece ser que su corazón por un momento se descontrolo, únicamente estará bien con tomar algo de reposo y debe mantenerse tranquila. Si estas enferma del corazón intenta no enfrentarte a situaciones muy fuertes. — Dijo él médico dejandole unas pastillas para asi tomar sus cosas y marcharse.

Evan le ayudó a recostarse a lado de el sobre la cama y despues ella le miro de reojo.

— Tú herida.... ¿Está mejor?— Preguntó ella.

— Mm...? Si. Ya... casi no duele. — Dijo él.

Mellea sonrio un poco y después desvio la mirada, Evan se quedó mirandola por unos segundos y después se recostó bien sobre la cama para dormir...

Ella se quedo ahi solo observándolo, estaba algo deprimida por todos los recuerdos que se apoderaron de su cabeza, queria únicamente dejar de pensar en eso... pero no había forma...

Pasando algunas horas, Evan despertó de nuevo. Movió su mano sobre la cama buscando el rastro de Mellea pero no lo encontro, ella ya no estaba ahí... se sintió bastante mal y solamente suspiro para acomodarse en la cama.

No hizo más que hacer algo de esfuerzo para alcanzar su libro lo tomo y se dispuso a leerlo. Supuso que Mellea había regresado a su casa por lo que no hizo más que quedarse a descansar como ella le pidio.

Justo en ese momento la puerta de la habitación se abrio y Angelo entró caminando hasta el.

— Vaya vaya, que milagro que estés acatando ordenes de quienes te cuidan — Dijo el como si se burlase.

— ¿Por qué hiciste eso?. — Preguntó Evan dejando el libro.

— Por tu bien claro esta. Supe que terminaste con Kate, asi que ya tienes el camino libre con Mellea — Dijo el sonriendo.

— ¿Planeaste esto?— Preguntó Evan frunciendo el ceño.

— Ahm. Si y no. Estaba pensando en que ella venga a cuidarte, lo de Kate fue... suerte — Dijo Angelo sentándose a los pies de la cama.

— Idiota... — Dijo Evan.

Justo ahí de nuevo la puerta se abrio y Mellea entro con una bandeja de comida. Observo a Evan y Angelo por unos segundos y después camino hasta ellos. Evan no cabía de la sopresa, ya suponía que ella se había ido.

— Toma... debes comer... — Dijo Mellea acercando la bandeja para ponerla sobre una mesita.

— Gracias... — Dijo Evan al ver la comida.

— Que lindos se ven juntos, hacen una linda pareja — Dijo Angelo. Escuchando aquello Mellea le miro confundida y casi de inmediato Angelo recibió una cuchara en la cara en forma de golpe.

— Ahahaha, calma aych... — Dijo Angelo.

— ¿Y Deus?...— Preguntó Mellea mirando a Angelo. Al escucharlo Angelo sonrio y saco su billetera para sacar un pequeño fajo de estos para dárselos.

— Toma, necesitarás otra cama — Dijo Angelo levantándose para salir de la habitación.

Mellea no entendió, ni que decir de Evan. Hasta que finalmente Mellea entendió masomenos y solamente frunció el ceño.

— ¿Quién es... Deus?...— Preguntó Evan confuso.

— Mi amigo... — Le respondió Mellea.

— Ya veo... la chica de la cafeteria también era tu amiga?...— Preguntó el.

— Pues... amiga amiga... No. Solo, nos llevamos bien. — Dijo ella sentándose en la cama.

— Entiendo... ¿Ya comiste?...— Pregunto él a lo que ella negó. — Pediré que te traigan algo — Dijo el estirando su mano o hacia la mesita donde temía un teléfono

— No es necesario... no tengo hambre — Le respondio ella antes de que tome el teléfono. Evan la observo por unos segundos y después desvio la mirada.

— Debes comer algo... Un poco aunque sea — Dijo El.

— No te preocupes... puedo aguantar bastante sin comer...— Dijo ella mostrando una sonrisa recordando en parte una tortura de Alessandro.

Evan comenzo a comer y tras varios segundos se mantuvieron en silencio hasta que Evan decidió hablar de nuevo.

— Perdón por preguntar esto pero... Me gustaría saber... ¿Que te hizo Alessandro?...— Preguntó él. Mellea solamente miro al suelo, sintió escalofríos y despues solamente sonrio un poco nerviosa.

— Fueron... muchas cosas... — Dijo ella mientras limpiaba sus ojos a punto de soltarse en lágrimas.

— Anotalo — Le dijo él dándole una hoja junto con una lapicera. Mellea le miro confundida y a la vez algo extrañada.

— ¿Por que?..— Preguntó ella.

— Por qué me encargaré de cobrar justicia y venganza por lo que te hizo... — Dijo él. — El abuso a una mujer jamás debe de quedar impune — .

Mellea escucho sus palabras y después mirando la hoja solamente se puso de pie para caminar hasta una mesa en donde se dispuso a escribir todo lo que Alessandro le había echo.

Entre lagrimas y sollozos que trato de ocultar escribió llenando la hoja de todo lo que el le había echo...

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