Esa misma tarde Mellea termino de darle aquella comida a aquellas personas por lo que ahora fue hasta su casa para disponerse a hacer algo de limpieza..
Una vez ahí Amadeus estaba esperándola en la puerta por lo que al verla le mostró una sonrisa.
— A donde fuiste?. Que yo sepa no sales en las tardes — Dijo el.
— Fui a hacer un mandado. ¿Llevas mucho esperando?— Preguntó Mellea.
— Na, como 2 horas solamente — Dijo el.
— Ja ja — Dijo esta para asi abrir la puerta.
Ambos entraron y tras varios minutos se encontraban charlando en la sala sentados en el sofá.
— Así que pues si... eso paso — Dijo Mellea.
— Ya veo, vaya que tienes suerte para que te pasen esas cosas — Dijo Amadeus. — Ojalá ese hombre no quiera hacerte algo malo, escuche que es un verdadero monstruo —
— ¿Exactamente que es el?— Preguntó Mellea.
— Pues viene de una cadena de crimen completota. Es hijo de una familia reconocida por ser asesinos a sangre fría "Los Kregur" , y ahora es el líder de la mafia alemana por lo que se dedica a vender armas, la fábrica y trágico de drogas y la trata de blancas claro y mucho más — Dijo el.
Mellea solamente se quedo pensando en sus palabras, ella no sentía que ese hombre fuese... tan malo.
...
Pasando otro rato más llego la hora de la cena y Amadeus seguía ahí conversando con ella, estaban juntos preparando la cena que comerían.
— Quisiera cocinar asi de bien como tu — Dijo Amadeus probando una crema que había preparado Mellea.
— Si te enseñas bien sin duda podrías cocinar así o mejor — Dijo ella.
— Ahora que lo pienso.... ¿Por qué no pones tu negocio propio?. Podrías hacerte muy famosa aquí cocinando todo lo que sabes hacer — Dijo el.
— Eso necesita mucho dinero... — Dijo ella.
— Piénsalo, y si gustas yo con mucho honor me presto de ayudante — Dijo el mientras tomaba los platos para asi comenzar a ayudarla a servir.
Ambos terminaron cenando mientras seguian charlando y en ese preciso momento la puerta fue tocada.
— ¿Quién puede ser a estas horas?— Preguntó Amadeus. Mellea se dispuso a ir hasta la puerta y Amadeus no hizo más que ir tras de ella.
Al abrir la puerta Mellea encendió la luz de afuera y entonces miró a ese mismo hombre.
— Hola preciosa. ¿como estas?— Preguntó él.
— Ahm... bien... gracias... ¿puedo ayudarle en algo?— Preguntó ella.
— ¿Quién es?— Preguntó Amadeus asomándose. Angelo y Amadeus se vieron y ambos quedaron en shock por unos segundos.
— Buenas noches bello — Dijo Angelo.
— Hum. Buenas noches... Angelo — Dijo Amadeus cruzándose de brazos.
— ¿Se conocen?— Preguntó Mellea.
— Quisiera no hacerlo — Dijo Amadeus regresando al comedor. Angelo solo se noto serio con sus palabras y sin más se dirigió a Mellea.
— Lamento haber venido a estas horas, pero quería ofrecerte algo — Dijo Angelo.
— ¿Pasa algo?— Preguntó Mellea.
— Es sobre Evan. — Le dijo él. Mellea solamente suspiro y tomando confianza salió de la casa cerrando la puerta para detenerse a hablar con el.
— ¿Le paso algo?— Preguntó ella.
— Me preocupa. Trabaja demasiado y no guarda reposo... quizá a ti te haga caso — Dijo el.
— ¿Que te hace pensar eso?— Le pregunto Mellea.
— Por qué el te mira con otros ojos. Te dare la cantidad que quieras solo... ve y cuida de el..— Dijo Angelo
Ella se detuvo a pensar, desvio la mirada y recordó algo que Amadeus le había dicho. Ahora reconocia a Angelo, como el hombre que le rompió el corazón a Amadeus.
— Está bien... Pero no quiero tu dinero. A cambio quiero un favor — Le dijo Mellea.
— Lo que sea — Dijo El.
— Entra... y habla con Deus. — Le dijo ella. Angelo se quedo en silencio, trago saliva y después solamente suspiro.
— ¿Por qué eso?...— Preguntó Mellea.
— ¿Aún lo quieres no?...— Preguntó ella.
— ¿Que te hace pensar eso?. — Preguntó él.
— La forma en la que lo miras — Le dijo Mellea cruzándose de brazos. Angelo solamente trago grueso y después desvio la mirada.
— El no quiere verme.. — Dijo Angelo.
— Es mentira... El aún te ama. — Dijo ella.
— Ni siquiera sabes lo que paso entre nosotros — dijo el.
— Empezaste una relacion formal con el, y a los tres días te encontro besando su una mujer, tu te escusaste diciendo que era por que no estabas seguro de tu orientación — Dijo ella. Angelo se quedo en shock al saber que tenia toda la información y sin más solamente suspiro.
— Ya ya... esta bien. Entraré con Amadeus.. tu entonces sube al auto te llevarán a la casa con Evan — Dijo el.
Mellea sonrio y entró a la casa para ir por su bolso.
— Deus querido, iré a hacer un mandado. No se cuando regrese así que no me esperes. Te dejo tu regalito— Le dijo ella caminando a la puerta para asi dejar entrar a Angelo. Al verle Amadeus dejo caer el brazo de cristal y antes de poder salir Mellea cerro la puerta con llave.
— Fantástico..!...— Dijo Amadeus algo molesto.
Mellea termino por ir hasta el auto donde subió y el chófer solamente comenzo a conducir hacia otra direccion.
Pronto terminaron adentrándose en una zona boscosa, un tramo largo en el que no había ninguna luz o casa. Claramente se sintió asustada de no saber cuál era su destino por lo que decidió hablarle al conductor.
— Disculpe... ¿donde estamos?— Preguntó Mellea. El hombre la vio por el retrovisor y amablemente respondió.
— La calle no tiene nombre, pero es el camino a la mansion Orquídea del señor Evan Kregur — Dijo este.
— Oh.... Muchas gracias — Dijo Mellea sonriendo un poco.
Sin más el camino siguió, esperaba llegar pronto y sobre todo que el este completamente bien...
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