Capítulo 15

En aquella camioneta Evan se mantenía tranquilo observando a la ventana, mientras que Angelo estaba con una computadora móvil sobre su regazo buscando algo.

— Y oye , ¿te gusta la chica-?— Preguntó Angelo. Evan le miro de reojo notándose molesto y después solo suspiro. — ¿Es un si?. Te informo que se ve muy joven, ya vas para los cuarenta y ella parece que apenas va a los treinta — Le dijo Angelo burlándose.

— Bueno, eso no es de tu incumbencia, y deja de coquetear con ella — Dijo Evan.

— Jajaja, ¿por que? Si tu no la quieres, déjame ser yo quien se divierta — Respondió Angelo.

— Dije que no — Dijo Evan mirandole molesto notando ahí que estaba buscando algo. — ¿Que estas buscando sobre Alessandro?— Preguntó.

— Me preguntaba donde había visto a esa chica, estoy seguro de haberla visto antes — Dijo Angelo.

Evan solamente se mostró confundido y miró a la ventana para asi solo suspirar bajo. Tras varios minutos Angelo por fin mostró una sonrisa llena de satisfacción.

— Bingo!. — Dijo él para asi mostrarle en la computadora una serie de imágenes. Evan miro el computador para asi mirar las imágenes tomando asi la computadora para ver estas más de cerca. — Al parecer es la viuda de Arthur, hermano de Alessandro. Casi dos meses después de su muerte se rumoreo que ambos salían ya que tuvieron apariciones públicas y las empresas de White comenzaron a escalar por lo que se teorizo que se trataba de una compra de poder. Sin embargo una empleada de la mansion Capella de Alessandro hizo una confesión en donde afirmaba que Mellea sufría de abuso físico, psicológico y sexual. También indicó que Alessandro provocó un aborto espontáneo en ella y poco después Mellea logró escapar. La mujer apareció en su casa colgada con una supuesta carta que decía que todo lo anterior era mentira. Pero las teorías indican que Alessandro la mando a la otra vida — Dijo Angelo.

Evan miro aquellas fotos, podía notar los cambios y ahora entendía por qué miraba tantas cosas en Mellea. En la foto con Arthur se veía alegre, mantenía una sonrisa feliz con la mirada llena de ilusiones. En la aparición con Alessandro mostraba felicidad pero se veía la gran diferencia de como ni siquiera lo estaba disfrutando. Y ahora recordando a Mellea... siempre que ela sonreía sentía ese dolor por parte de ella...

Tras varias horas pasando, Mellea termino comiendo bastante tranquila en su casa, había preparado pollo a la mantequilla con ensalada. Aunque ahora estaba algo pensativa pues había traído comida de más pensando que el se quedaría más tiempo.

Finalmente se decidió con que hacer con el sobrante por lo que se puso de pie y se dispuso a cocinarlo para después poner todo en unas charolas plásticas. Termino haciendo 5 charolas de comida por lo que una vez listos tomo estas y salió de casa con su bolso.

Camino hacia el centro del pueblo y de paso llego a una tienda donde compro cinco botellas de jugo para una vez esto ir hasta un parque en donde siempre habían algunas personas sin hogar que dormian ahí.

...

Por otro lado, Evan ahora estaba en su casa, aunque otro doctor lo reviso dijo que al parecer estaba muy bien echa dicha sutura como si de un profesional se hubiese tratado.

Este mismo le indico REPOSO pero Evan termino por ignorar sus palabras y estaba trabajando sin cesar en su oficina que estaba en esa misma casa.

El estrés también podía provocar una mala recuperación. Poco le importo siguió trabajando pese a los intentos de Angelo de decirle que vaya a descansar.

Poco después llego a aquella oficina una mujer bastante atractiva y bien vestida.

— Evan, ohhh por dios deberías de saber que me paso — Dijo ella caminando hasta el. Evan le miro y después esta camino hasta sentarse sobre su regazo sin cuidado alguno.

— ¡Kate! No hagas eso!— Dijo Angelo que estaba sentado en el escritorio frente a ellos. Evan estaba aguantando todo lo posible el dolor aquello solamente lo duplicó.

— ¿Tu que?. Déjame — Dijo ella sentada en el regazo de Evan.

— K-kate... Levantate por favor...— Dijo Evan en voz baja.

— ¿Que?... ¿por que?. Ya no me quieres?— Preguntó ella.

— Está herido..— Dijo Angelo.

— ¿Oh?. Ya veo. Bueno. — Dijo ella levantándose para después verle.

— ¿Como fue tu viaje?— Preguntó Evan.

— Oh sobre eso, ahh.... El viaje fue increible~. Pero me molesto que me trataron mal en el hotel... osea les dije sábanas rojas y me dieron rosas y luego el agua del hotel olía horrible — Dijo esta.

— Hablaré con el dueño después...— Dijo Evan.

— Pero bueno no importa... Evan, sacaron una nueva campaña de ropa y ahh~ muero por tenerla. Puedes comprarmela?— Preguntó ella besando su rostro. Angelo miró esto y sólo nego con la cabeza para volver a revisar los papeles que tenia. Evan no lo dudo y estiro su mano hasta un cajón para de ahí sacar unos fajos de billetes

— ¿Con esto será suficiente?— Preguntó él.

— Creo que si — Dijo ella emocionada tomando dichos billetes. — Owww ~ gracias eres el mejor te amo te amo — Le dijo volviendo a darle varios besos para después caminar hacia la puerta. — Bueno, nos vemos Evan — Dijo ella tras irse.

Apenas se fue Angelo miro a Evan quien se notaba algo decaido pero que sin más volvió a su trabajo.

— ¿Por qué sigues con ella?— Preguntó Angelo. — Solamente te quiere por el dinero que puedes darle, ni siquiera se preocupa por ti — Dijo el.

— No te incumbe...— Dijo Evan.

— Claro que si, Soy tu amigo. Deberías de buscar una chica que de verdad se interese por ti y no por otra cosa. Quizá esa chica... la tal... ¿Mellea?— Dijo Angelo. Evan solamente la recordo, de alguna forma ella le llamaba la atención pero tampoco queria traicionar a Katherina.

— Cierra la boca. — Dijo Evan.

— Bien, entonces si no te molesta yo si voy a ir por ella — Dijo Angelo poniéndose de pie. Al escucharlo Evan le miro con algo de molestia y solo se levantó golpeando el escritorio.

— No te atrevas... — Dijo él.

— Está bien esta bien, iré a hacer lo que me pediste. Adiu— Dijo Angelo saliendo de la habitación. . .

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