Capítulo 13

Tras caminar unos minutos llegaron a su casa, Mellea le ayudó a entrar y le llevó hasta su habitación en donde le dejó sobre la cama, el ya estaba casi inconsiente y eso la asustaba demasiado.

Apenas lo dejo ahí corrio hasta una cajonera de donde saco un montón de cosas para poder curarlo.

Primero fue hasta el y con algunas telas intento parar el sangrado, era dificil pero poco a poco logró ir disminuyendo la sangre. Finalmente tomó un spray cuyo contenido roceo en dicha herida. Este hizo su trabajo y sirvio como anestesia.

Mellea hizo uso de sus conocimientos para coser la herida, no era profesional pero mínimo le salvaría la vida...

Pasando algunos minutos él comenzo a despertar un poco, miró borroso como Mellea estaba junto a el limpiando la sangre con agua caliente. Le miro algo confundido y después recordó todo para asi quedarse quieto.

Notando que despertó Mellea llevó su mano a la frente de él tomando asi su temperatura. No tardo mucho en levantarse y asi dejar el traste con agua y el trapo en una mesita.

Salió de la habitación rumbo a otro lado y Evan solo quedó observando y después hizo esfuerzo para intentar levantarse. Noto un vendaje alrededor de su abdomen y sintió los hilos por las costuras, estaba sorprendido de tan buen trabajo.

Pasando unos cortos minutos el logro sentarse en la cama y Mellea regreso teniendo en manos un tazón. Al verlo de inmediato dejo la comida en una mesita y camino hasta el.

— Por favor recuestese... podría abrirse la herida — Le dijo ella mientras le tomaba por los hombros.

— Mm... No... debo irme — Dijo el intentando pararse a lo que ella hizo presión sobre el para dejarlo sentado.

— Hágame caso... Creo que ya esta suficiente grande para entender que debe tener reposo — Dijo Mellea algo exaltada.

— Tú eres la que no entiende — Dijo el mientras tomaba una de las manos de Mellea, las de el eran del doble del tamaño de ella, y claramente tenían más fuerza. — ¿Por qué dejas que un extraño se quede en tu casa?. Y si intento hacerte algo?— Le dijo él mientras llevaba su mano hasta detrás de su cintura para acercarla a el. Mellea se puso roja y algo asustada le tomó de las mejillas.

— Si quisieras hacerme daño lo hayas echo en el callejón como con los otros... confio en ti... así que confía en mi y recuestate — Dijo Mellea.

Evan se quedó en silencio mirandola y después le solto para asi desviar la mirada y volver a recostarse. Una vez echo Mellea regreso por el tazon y se sento en una silla a lado de la mesa.

— Perdio mucha sangre... así que come para recuperar fuerzas — Dijo ella mientras con la cuchara tomaba un poco del caldo y los vegetales, soplo un poco y después con cuidado lo llevó a la boca ajena.

El recibió la comida bastante tranquilo sin quitarle la mirada de encima, Mellea repitio el proceso por algunos minutos y después finalmente acabó de comer.

— Ya esta... ahora... descansa — Dijo Mellea mientras tomaba las sábanas y cubria el cuerpo ajeno para mantenerlo caliente. — cualquier cosa estaré afuera... descanse — Dijo Mellea para asi tomar los tazones sucios e ir hacia la puerta. Sin embargo antes de poder hacerlo sintió un fuerte jalón en su muñeca terminando por tirar los trastes al suelo.

Dandose cuenta ahora estaba casi encima de él por lo que sus nervios aumentaron.

— ¿p-pasa algo?— Preguntó Mellea.

El le miro y sin decir nada la termino tumbando a la cama a lado de él para asi abrazarla. Ella se quedo sin palabras, intento liberarse pero ahora estaba de alguna forma... atrapada.

— Shh... duerme ya... — Dijo él.

— Mm... debo... recoger todo...— Dijo Mellea nerviosa.

— Mañana lo haces... quédate conmigo... — Le dijo él.

— ahm... o-okay...— Susurro dandose por vencida. Miro de reojo como el comenzaba a dormir y aprovecho para preguntar. — ¿Cuál es tu nombre?— Preguntó.

— Evan... Dime Evan...— Le dijo él mientras inclinaba su cabeza hasta dejarla sobre el hombro de Mellea durmiendo cerca a su cuello.

Mellea no tuvo de otra más que quedarse quieta y finalmente pasando unos minutos... se quedó dormida.

A la mañana siguiente, Mellea despertó algo confundida. Abrió los ojos y noto que el seguía durmiendo. Casi había sentido que lo de anoche fue una pesadilla pero sin mas se levantó de la cama y fue hasta el baño disponiendose a darse una ducha.

Pasando algunos minutos ella volvió a la habitación envuelta en una toalla y busco de su armario algo de ropa para ponerse. Evan por el contrario comenzo a despertar y miró de reojo a Mellea buscando ropa.

Decidio mirar a otro lado y después intento levantarse haciendo el mayor esfuerzo posible por no lastimarse. Mellea noto esto por lo que de inmediato termino por dejar la ropa a un lado y se aproximo hasta el.

— Por favor recuestate — Dijo Mellea sujetandole.

— No... Debo irme — Dijo el mientras se apoyaba de un mueble para asi ponerse de pie.

— Por favor... no puedes ni caminar. — Le dijo Mellea.

— Agradezco lo que hiciste por mi... pero debo irme antes de que también corras peligro — Dijo el mientras le sujetaba de los hombros.

— ¿Peligro?... Eres algún tipo de... ¿maleante?— Preguntó Mellea tragando saliva. El le miro fijamente y después solamente suspiro.

— De verdad deseas saber?— Preguntó él.

— Mejor... no — Dijo ella tragando saliva.

— Bien... ahora... debo irme — Dijo el caminando a duras penas hacia la puerta de la habitación.

Mellea termino por tomar su ropa y se vistio lo más rapidonque pudo para así salir corriendo tras de el.

— Por favor... Mínimo llama a alguien que pueda venir por ti — Le dijo ella poniendose frente a el.

— Mm... Puedes correr peligro por mi culpa... hazte a un lado — Dijo el.

— No. Hágame caso... es por su bien — Le dijo Mellea poniéndose firme.

El le miro con bastante frialdad y termino suspirando para asi recargarse en la pared.

— Está bien...— Dijo él.

Mellea sonrio y camino hasta el teléfono de la casa para asi dárselo.

— Tome, haga su llamada... prepararé el desayuno — Le dijo Mellea caminando a la cocina.

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