Una nueva luz

Día 25 del sexto mes del año 1001

Cuando desperté, la luz de la luna aún ilumina el cielo, baje a la cocina y comencé a encender el fuego para calentar agua, mientras el agua se calentaba, salí de la villa y recogí algunas flores de serbal, regresé a la villa y comencé a preparar una infusión, serví la infusión en una taza y salí nuevamente de la villa y me senté en la mesa, mientras contemplaba el viñedo, un guardia se acercó

"Mi Lord, hace mucho frío, será mejor que regrese dentro"

"No es necesario que te preocupes, ¿ya cambiaron de turno?"

"No mi señor, nos ordenaron permanecer en nuestro puesto hasta el amanecer"

"Cuando sea momento de cambio, llamen al que esté a cargo, deseo hablar con él"

"Como ordené" permanecí observando el viñedo hasta el amanecer, con el sol iluminando los terrenos de mi familia, me dispuse a dar un paseo, luego de bajar las escaleras que llevaban al viñedo, me di cuenta de una persona caminando hacia la villa, prepare mi daga y me acerque lentamente

"Mi Lord, soy yo" dijo la joven en cuanto me vio

"Mihrimah, que haces fuera de la cama tan temprano"

"Yo... No podía seguir en la cama y decidí salir a caminar"

"¿Su hermana ha podido dormir?"

"Mi hermana Ayşe, se durmió luego de haber comido, mi lord una vez más le agradezco lo que hizo por nosotras"

"Aún no me lo agradezcas, el clan de la serpiente sigue ahí fuera y no descansaré hasta destruirlo, por eso, quiero que me cuentes tu historia, quiero que me cuentes como llegaste aquí"

"Está bien, hace seis años nos mudamos con mi familia a Mirza, durante tres años trabajamos en un pequeño puesto que dirigía mi padre, pero cuando la enfermedad llegó a la ciudad, mis padres fueron de los pocos que se enfermaron, resistieron tanto como pudieron, pero no lo consiguieron, sin nuestros padres y con el príncipe muerto, el gobernador de Mirza recuperó el control y nos quitó el puesto y nuestros hogares a todos los que perdimos a alguien, los primeros meses todos los desahuciados contamos con la protección de la condesa Elena Capell, algunos se fueron y otros nos quedamos en el albergue que ella cuidaba, con la llegada del emperador intentamos quejarnos de lo ocurrido, pero el gobernador nos detuvo, cuando se descubrió que el príncipe aún vivía, nosotros nos quejamos nuevamente, ahora ante el príncipe, sin el gobernador para detenernos, el príncipe escuchó nuestros problemas y nos entregó una gran cantidad de oro por los problemas causados, ese oro nos ayudó a vivir sin preocupaciones por dos años. Antes que se acabara el oro, comencé a trabajar como sirvienta en una de las mansiones, lamentablemente mis antiguos señores perdieron todo su dinero por culpa de su hijo más joven y prescindiendo de la servidumbre, al no encontrar trabajo, volvimos a perder nuestro hogar y nos trasladamos a Cail, rápidamente encontré una mansión donde trabajar, el señor de la mansión no era muy agradable, pero nos dio comida y un lugar para dormir, trabajamos en su mansión por casi un año, hace un mes mi hermana y yo fuimos enviadas a comprar cuando regresamos fuimos interceptadas por unos hombres encapuchados, nos ataron y por la noche nos sacaron de la ciudad, desde entonces nos trasladaron entre varias ciudades, hasta hace una semana que llegamos aquí, de no ser por usted posiblemente estaríamos siendo trasladadas nuevamente"

"Ven conmigo, quiero que me muestres algo" tras decir eso la guie hasta la biblioteca y le mostré el mapa de todo el imperio "aquí al norte de Zerén está la ciudad de Cail, ¿por cuántas ciudades pasaron tras abandonar Cail?"

"Creo que fueron cuatro ciudades"

"Entonces debieron de venir por este camino, salieron de Cail, pasaron por Rhades, las dos ciudades pertenecen al ducado Kozlov, luego debieron haber pasado por la ciudad Rictio gobernada por el Marquez Vitale, la ciudad Jamit y terminando en Zerén, estas últimas son dirigidas por el conde Eberley, el tiempo que se tardaría en recorrer todo esto es de mes y medio, si se viaja con calma, si se está apurado se puede acortar a poco menos de un mes"

"Perdone que la pregunta, ¿pero porque quería saber todo esto?"

"Fueron secuestradas por el clan de la serpiente, el clan es buscado en todo el continente, excepto en Macenia, con la información que me has otorgado, las tropas imperiales podrán encontrar sus bases clandestinas con más facilidad"

"Si eso ayuda a que menos mujeres sufran lo mismo que nos ocurrió, me place haberle contado mi historia"

"Mihrimah, te tengo una propuesta que espero aceptes"

"Lo escucho"

"Trabaja aquí en la villa, todas las mujeres que rescatamos tienen un lugar al que regresar, excepto ustedes, por eso me gustaría que se quedaran aquí, podrán vivir tranquilamente sin preocuparse de la comida o por tener un techo sobre sus cabezas para resguardarse, espero que sí aceptan, puedan llamar a esta villa hogar" luego de sugerirle la idea, observe como su ojos comenzaban a mojarse.

"Y... yo... Se lo agradezco" dijo Mihrimah con la voz quebrada, me acerqué a ella y la abracé

"Ten, puede que esté frío, pero te ayudará a calmarte" le dije mientras le entregaba una taza de té de serbal

Mihrimah bebió del té y en cuanto estuvo calmada volvió a hablar "Gracias, aún es joven, pero si necesita algo de mi, solo debe solicitarlo" no entendí a lo que se refería

"Con que puedan volver a sonreír, será suficiente"

"Le aseguro que usted nos ha dado a mi y a mi hermana, esperanza, una nueva luz posa sobre nosotras"

"Será mejor que regrese a su habitación, los guardias ya deben de haber cambiado de turno, pronto les llevaré el desayuno y una medicina para quienes tienen moretones" Mahrimah asintió y subió las escaleras, por mi parte me dirigí a la parte de atrás de la mansio, saludé a los dos guardias que cuidaban la puerta, lo cual me pareció extraño que aún permanecieran en su puesto y comenze a buscar por las caballerizas, cuando no vi a ningún guardia comencé a preocuparme, saqué nuevamente mi daga y comence a inspeccionar la zona, no tarde mucho tiempo en encontrar un cuerpo, el uniforme amarillo y negro confirmaba que el era el líder en turno, busque un poco más cuando escuché ruido de batalla, al asomarme me encontré con algunos guardias luchando contra algunos hombres encapuchados, me acerqué al cuerpo de un guardia y le quite la espada, gracias al entrenamiento en esgrima, pude unirme a la lucha y junto a los guardias derrotamos a los bandidos "A la mansión rápido"

"Mi lord, ¿qué ocurre?" pregunto uno de los guardias al verme llegar con muchos guardias

"ingresen rápido la habitación de las jóvenes es la tercera a la derecha tras subir las escaleras" los guardias entraron rápidamente, para nuestra fortuna el pequeño grupo que atacó las caballerizas fueron los únicos enviados "Llamen al capitán, debemos reforzar la seguridad"

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***