¿Venganza?

Día 34 del sexto mes del año 1001

Luego de desayunar, guardé las monedas de oro entre mi ropa y monté mi caballo, los soldados abrieron la puerta y me permitieron salir, en cuanto llegue a la ciudad, al tener tiempo de sobra, me dirigí a la calle del mercado e ingresé al pequeño edificio del gremio comercial, aquí se encontraban los mejores artesanos de Zerén y la mayoría de mercenarios que esperaban que alguien los contraté para proteger las caravanas

"¿Eres Stanislav?", le pregunté a un hombre corpulento

"Soy yo ¿qué necesitas niño?", pregunto en cuanto me vio

"Mi padre te recomendó, dijo que mi oro estaría seguro bajo tu protección"

"¿Cual es su destino?" pregunto ahora interesado

"Yo, a ningún lado, pero dentro de poco, doce jóvenes abandonarán mi villa y deseo que un grupo las escolte desde el cruce de los tres ríos, hasta sus hogares, estoy dispuesto a pagar seiscientos Sils de oro" la última frase la dije más alto, provocando que todos los mercenarios me prestaran atención

"Mi señor, mis hombres y yo, deseamos trabajar para usted" dijo el líder de un grupo de mercenarios

"Nosotros también" dijo otro, al ver esto se formó una sonrisa en mi rostro

"No tengo problema en contratarlos a todos, pero recuerden que pagaré seiscientos Sils en total, el pago será menor dependiendo a cuantos contrate"

"Mi nombre señor, somos mercenarios, los comerciantes nos pagan cuatro Sils de oro, para proteger su caravana de aquí a Daria, esos Sils, debemos repartirlos entre nosotros, que usted esté dispuesto a pagarnos, al menos un Sils a cada uno, es suficiente"

"Stanislav ¿tu grupo se unirá?"

"Si mi señor"

"¿Alguien más?, por lo que veo tengo a treinta mercenarios dispuestos" al poco tiempo, tuve a setecientos mercenarios deseando trabajar para mí o para el dinero que les daré "Stanislav, ven a mi villa dentro de dos días, este sello le permitirá pasar a los soldados imperiales" al de ir esta frase, los mercenarios se dieron cuenta de quien era y a quienes protegerían, la mayoría decidió rechazar inmediatamente la misión, quedando únicamente trescientos mercenarios

"Lo veremos dentro de dos días" dijo Stanislav mientras me retiraba, con esto resuelto, monte mi caballo y me dirigí a la escuela, la clase comenzó sin ningún incidente

"Recuerden, el día 39 tendrán que traer materiales naturales, como caña, juncos, ramas, hojas de vid, entre otros, utilizaremos el material para representar al relato heroico de Marat, pueden retirarse" con la clase terminada, nos dirigimos al salón de aritmética

"Atención clase, hoy resolveremos las siguientes problemas" la profesora comenzó a escribir en la pizarra los problemas que resolveríamos

"Profesora ¿puedo ir al baño?", pedí luego de estar quince minutos resolviendo los problemas de aritmética, con el permiso de la profesora, abandone el salón y me dirigí a los baños, no estuve mucho tiempo dentro, cuando me disponía a salir, me encontré con el único que no se había disculpado conmigo

"Pero miren a quien tenemos aquí, el pequeño Dorian", comentó mientras me bloqueaba la salida "¿por qué te quedas callado?, acaso no sabes que debes responder cuando un mayor te habla" él me sujetó de una parte de mi ropa, en ese momento, lo sujete, lo levanté apenas del suelo debido a mi estatura y lo coloqué contra la pared del baño, en ese momento no prestaba atención a mi entorno.

"Te lo advierto, nunca más vuelvas a intentar algo contra mí" en cuanto lo solté, él salió corriendo -Lo conseguí, detuve su intento de golpearme, pero, porque me siento así, por qué mis lágrimas no paran, lo detuve, no dejé que me golpeara y al igual que yo evité golpearlo, debería sentirme bien, pero que es este dolor, esta tristeza que siento dentro de mí- estuve dentro del baño durante algunos minutos hasta que conseguí calmarme y regresé a la clase, en cuanto ingrese la profesora me grito para saber por qué me había tardado tanto, sin ninguna excusa válida, escuché sus gritos y en cuanto pude volví a sentarme, intenté resolver los problemas, pero mi cabeza recordaba una y otra vez mi forma de actuar, no podía entender por qué me sentía así, me vengué verdad o al menos evite que intentara golpearme, no lo entiendo, cuál es la diferencia, envenene al hijo mayor del conde Eberley, a esos criminales del clan de la serpiente, pero no puedo mantener mi tranquilidad luego de evitar que me golpee una persona de tan solo un año mayor que yo, en cuanto el día termino, salí rápidamente de la escuela y regresé a la villa, en cuanto ingrese salude a mi madre y a las jóvenes, para luego encerrarme en mi habitación, solo salí a la hora de cenar, mi hermana ya había regresado, cenamos tranquilamente sin ninguna interrupción, cuando me disponía a regresar a mi habitación fui detenido por mi padre, quien quería hablar de esta mañana

"Manejaste muy bien todo el asunto de contratación de los mercenarios, es muy probable que si intentas contratarlos una vez más, aceptarán si ninguna duda, esa noche pude ver en tus ojos, tu sed de sangre, tu deseo de destruir a la serpiente, es posible que esos mercenarios se conviertan en tu ejército privado y posiblemente destruyan junto a ti a todo ese clan y a sus colmillos" esas palabras provocaron que se me devolviera el estómago, solo podía pensar en el incidente de hoy, por favor cabeza mi, olvida ese incidente, regresa a ser el Dorian de siempre "Hijo, estás muy pálido, regresa a tu habitación y descansa, mañana por la mañana seguiremos hablando"

"Como guste" abandone la oficina y caminé a paso lento a mi habitación

"¿Amo?", al escuchar esa palabra me di vuelta y me encontré con Mihrimah

"Podrías dejar de llamarme así, decir eso podría generar muchos malentendidos"

"Pero usted me salvó, ahora mi vida está en sus manos, soy libre lo sé, pero en mi corazón, soy su esclava y lo seré hasta el día que eche de aquí" esas palabras provocaron un nuevo sentimiento dentro de mí, quería negarle que sintiera eso, pero mis palabras no salían, incluso puedo decir que me sentía halagado

"Que hay de mi padre ¿también eres su esclava?"

"No, solo le pertenezco a usted, el señor es bueno conmigo, pero solo tengo un amo y es usted, el señor, la señora y la señorita solo son mis jefes"

"Entiendo, puedes seguir diciendo eso, prefiero que hablen de mí por como me llama mi sirvienta, a que hablen de como me golpearon"

"Agradezco que lo entienda, lo dejaré regresar a su habitación, descanse"

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