Viajando a Nara Parte 2

Luego de despedir al barón y a su hija, cerré la puerta y me vestí con mi ropa de negra, la cual servía para camuflarse mejor en la oscuridad, salí por la ventana y me dirigí a la mansión del gobernador, luego de comprobar que el gobernador cenaba con su familia, me infiltró en su oficina, como se esperaría no encontré ningún documento que demostrara su culpabilidad, sigilosamente, comencé a explorar la mansión, tanto el primer como el segundo piso estaban limpios, seguí explorando la mansión, hasta que observé una pequeña casa de piedra en la parte de atrás, gracias al amparo de la oscuridad, pude acercarme a la casa, dentro de esta se encontraban seis guardias de la mansión, ingrese a la casa, tan silencioso como pude, sin que ninguno me viera, ingrese a la única puerta que había, esta llevaba a una escalera, que descendía mucho más que el sótano de la mansión, para mi sorpresa, no encontré nada incriminatorio, sin nada más que hacer, abandone la casa y continúe observando desde la lejanía la mansión, luego de comprobar que el gobernado se encontraba dormido, regresé a mi habitación en la posada y me dispuse a dormir

Día 42 del sexto mes del año 1001

En cuanto me desperté, baje la escalera y me dispuse a desayunar, pagué seis Sils de plata por el plato y dos por una copa de jugo de manzana, cuando termine de comer, pague todo y me dirigí a la calle del mercado, compré algunas plantas medicinales y algunos regalos.

A la hora del almuerzo, me encontraba montando mi caballo y dirigiéndome fuera de la ciudad en dirección a la villa Alezio

"Joven Dorian, bienvenido" dijo el barón en cuanto llegue a su villa

"Barón, Baronesas, espero que acepten este regalo" les entregue a las tres mujeres unas pulseras de plata decorada con algunas esmeraldas

"Agradecemos sus regalos, el almuerzo ya está listo, solo esperábamos su llegada"

"Vamos entonces" el barón me guio hasta el comedor de la villa, el barón se sentó en la punta de la mesa, su esposa a su izquierda, yo a su derecha y una de sus hijas junto a mí "Señoritas Alezio, un amigo comentó de una desafortunada experiencia que tuvieron que soportar, me gustaría saber cómo se encuentran" luego de hacer la pregunta, las jóvenes observaron a su padre quien les indicó que podían hablar

"Nos encontramos bien, por fortuna esos hombres no nos hicieron nada, aparte todo el tiempo fuimos protegidas por el nieto del alcalde quien también estaba encerrado"

"Es bueno escuchar eso, barón, si no es problema, me gustaría hablar en privado con usted, una vez acabado el almuerzo, por supuesto"

"No es problema" dijo el barón, en ese momento los sirvientes trajeron los platos y comimos tranquilamente, las dos hermanas hablaban entre sí y cada tanto me realizaban preguntas relacionadas con la medicina "joven Paracelso, mi oficina está por aquí" el barón me llevó a la biblioteca y luego a un escritorio ubicado al final de la biblioteca

"Nuestro amigo en común está en la ciudad, le gustaría saber que vecino tiene relación con el ejército imperial"

"Esos serían los Azores, su hijo mayor está al mando de los soldados imperiales de Kern ¿por qué desea saber eso?"

"Como ya debe de estar enterado, nuestra familia resultó envuelta en el caso de algunas jóvenes secuestradas por la serpiente, pues resulta que esta noche puede pasar por aquí algunas mujeres, la única pista que tiene nuestro amigo es el gobernador, parece estar envuelto"

"Si eso es verdad, no cree que usted sería sospechoso, en la primera situación, los soldados fueron a buscarlos, porque vivían cerca de la ciudad y ya conocemos su fama como médicos, pero ahora, usted llegó por su propia voluntad a Kern"

"Por esa razón, nuestro amigo quiere saber de algún noble afiliado al ejército, en cuanto lleguen las jóvenes, el ejército será informado y yo permaneceré en mi habitación"

"Han pensado en todo"

"Todos tenemos un objetivo y si ese objetivo nos lleva a destruir al clan de la serpiente, no seré yo quien se queje"

"En eso estamos de acuerdo ¿nuestro amigo necesita algo más?"

"No lo creo, pero si necesitas de algo, nos avisará" me levanté de mi asiento y junto al barón caminamos en dirección al cultivo, estos campos de plantas medicinales cubrían tanto como mis ojos eran capaces de ver "Mi padre quiere que envíe estas plantas, se le pagará en cuanto llegue a la villa"

"Déjeme ver" el barón inspeccionó la lista durante unos momentos "Si creo que todas estas plantas ya están listas para ser cortadas, las enviaré cuanto antes" luego de permanecer algunas horas en la villa, emprendí mi viaje de regreso a la ciudad, en la posada, saludé al dueño y tome una tasa de té en el comedor, en cuanto anocheció, cené tranquilamente, siguiendo mi papel, en cuanto termine, regrese a mi habitación, cerré con llave y me vestí para salir, pasé primero por el cuartel, al ver que el líder se encontraba en su oficina, decidí hacerle una visita.

"Buenas noches" dije en cuanto estuve frente a él, en cuanto escucho mi voz saco su espada y espero que lo atacara "No he venido a pelear, tengo algunas preguntas que hacerle"

"Tiene cinco minutos, luego llamaré a los guardias"

"¿Qué piensa del clan de las serpientes"

"Son la enfermedad del continente"

"Si le dijera que tengo información ¿estaría dispuesto a escucharla?"

"Si resulta de utilidad"

"Me dirijo a la mansión del gobernador, recibí información que está noche tendrá nuevos juguetes"

"Espero que tenga pruebas de lo que dice, de lo contrario perderá su cabeza"

"Prepare a sus soldados y mandelos a vigilar la mansión del gobernador, si lo prefiere, también puede esperar mi carta" en ese momento abandoné con rapidez la oficina dejándolo solo, me quedé en la cornisa y lo escuche

"Guardias"

"Señor"

"Preparen a los soldados y aguarden mi orden, es posible que podamos capturar a algunas serpientes"

"Como ordené" el soldado salió rápidamente, despertó a todos los soldados del cuartel y dio las órdenes, con todo solucionado, abandone el cuartel y comencé a observar la mansión, esta noche se encontraba más activa que la noche anterior, ninguno de ellos sabe el destino que les aguarda.

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