Feliz cumpleaños

El día que recibimos la carta quedó en un recuerdo lejano...Transcurrió un mes desde que fue entregada, solo faltaba un día para mi cumpleaños y cinco para navidad, la emoción no dejaba de llegar a mi corazón aunque sería bueno que toda la familia esté reunida.

Un día antes de mi cumpleaños, incontrolables veces me probé el vestido y con diferentes tipos de zapatos y el elegido fueron unas bailarinas blancas con lazos.

Retorciendo la falda varias veces daba una linda vista a los pliegues del vestido, tan brillante que pensé que era una princesa.

Ana: Te ves linda, solo faltan tus moños y un collar para que me destaque aún más.

Amelia: Sí, sería increíble si papá y Lehan pudieran verlo jajaja *se da la vuelta* Apuesto a que se quedarían sin palabras.

Ana: Claro, pero ahora tienes que cambiarte el vestido, lo podrías ensuciar.

Amelia: Está bien, estoy emocionada de tenerlo, ¡no puedo esperar a mañana! ¡Pero sobre todo comer dulces y bocadillos! Tener un baile...

Ana: El baile será para la próxima, tendrás a tu chambelán y bailarás como una princesa.

Amelia: Si, pero para eso necesito tu ayuda soy muy torpe para bailar.

De la mano de su madre, Amelia se acerca al tocadiscos y toca un vals para iniciar un baile entre risas entre las dos.

Que lindo es crear nuevos recuerdos que duran toda la vida, son únicos e incomparables... Pero no sabía que toda esta felicidad terminaría en poco tiempo y no estaba preparada para enfrentarlo...

Amelia: jajaja

Ana: Jajaja

Pasamos un buen rato riendo y bailando por la tarde, después de eso empezamos a bordar en la sala, mamá es muy buena y me enseñó todas las técnicas que sabía, con mucho cuidado logré hacer un pájaro bordado, todavía creo que tiene sobrepeso.

Amelia: Creo que esté gorrión comió demasiadas lombrices.

Ana: Es tu primer intento Amelia, es normal que te salga mal la primera vez, con la práctica lograrás aún más cosas, cuando yo tenía tu edad recuerdo que recién estaba aprendiendo a bordar con mi mamá, en ese tiempo yo y tu papá estábamos comprometidos y quería regalarle algo especial hecho con mi propio esfuerzo.

Amelia: Y que hiciste para él?

Amelia: Creo que era una bellota, desde que nos conocimos le puse ese apodo por el color de su cabello.

Amelia:[Así fue como Lehan y yo nos conocimos... desde que lo vi por primera vez lo llamé zanahoria y él me apodó, Nogal en los primeros días de escuela, fue una forma muy divertida de conocernos, jajaja]

Ana: *Sonrojada* Si hubieras visto la mirada el rostro de tu padre, te habrías reído a carcajadas, su expresión tímida era tan linda cuando recibió el bordado que me tocó el corazón y me sentí un poco culpable por burlarme de él de una manera disimulada. Pero a Jack no le importaba.

Después de la charla preparamos la cena y nos fuimos a dormir, yo quería compañía y fui a la habitación de mi madre, me contó una historia y pronto me dormí.

En la oscura y fría noche de Whisper los soldados montan guardia y custodian el puente Whisper, en caso de una posible invasión del ejército enemigo.

Este turno de noche era el turno de Lehan y sentado junto a la fogata mirando el fuego, hacía frío por la noche a medida que se acercaba el invierno; mirando las llamas del fuego Lehan estaba perdido en sus pensamientos, no podía dejar de pensar en Amelia, los días parecían interminables sin su encantadora presencia, el no poder ver su dulce sonrisa le causaba ansiedad al igual que todas las frías noches que pasaba.

Se sentía solo y sin su calor cuando iba a visitarlo en las noches tempestuosas o frías.

Te extraño tanto que si tuviera la oportunidad de verte iría sin dudarlo, extraño todo de ti, tu sonrisa, tu mirada que refleja mucho de lo que quieres decir, tu voz suave pronunciando mi nombre... Provoca un sentimiento indescriptible en mi corazón y en mi alma... Quién diría que alguna vez podría enamorarme de ti, juré que nunca lo haría y ahora me siento como un tonto por no aceptarlo antes. ¿Qué habría pasado si te diría que me gustas? ¿Cómo habrían reaccionado esos ojos verdes ante tal confesión? Puede que nunca lo sepa...

Cómo saber si nadie ha comprado la vida, no sabemos si al día siguiente despertaremos... Pero si tuviera la oportunidad de decírtelo, te diría

..."Te amo"...

Suspiró profundamente y miró las estrellas.

Quién diría que de lejos miramos las mismas estrellas... Ya es tarde y hoy es tu cumpleaños, quisiera enviarte una carta pero no es posible, solo le pido a Dios poder volver a tu lado y en un futuro poder formar nuestra familia.

El sol salió por el horizonte entre las grandes montañas de San Carlo y dando los buenos días a la cumpleañera con un cálido toque en su rostro, Amelia despertó, abriendo los ojos lentamente vio el nuevo día y solo significaba una cosa para ella , su cumpleaños.

Rápidamente se levanta de la cama y va al baño para lavarse la cara y luego buscar un vestido e ir a la habitación de su madre.

*Abre la puerta*

Amelia: Mamá estás despierta?

Ana: *Soñolienta* ¿Eh? ¿Eso?

Amelia: *Emoción* ¡Mamá hoy es mi cumpleaños! Jajaja

Ana: Si cariño *bostezo* Todavía es temprano, prepararemos todo más tarde.

Colocando los moños en la larga cabellera canela, Ana ya estaba preparando a su hija para su quinceañera y se esforzó en que se viera hermosa y deslumbrante, Amelia sin maquillaje se veía linda pero con maquillaje se veía aún más hermosa y ese vestido que la resalta la belleza le hace ver como una princesa.

La decoración festiva se dispuso el día anterior y sólo faltan los invitados.

Ana: No te preocupes, no tardará mucho, todavía es temprano, ahora voy a ir a comprar las empanadas que faltan.

Amelia: ¿Puedes traerme un pastel de carne, por favor?

Ana: Está bien mi princesa.

Al salir de la casa, Amelia procedió a sentarse en el sofá y a leer un libro, no tardó en sonar la puerta nuevamente por lo que fue a abrir.

Amelia: [Habrá olvidado la cartera?]

Va hacia la puerta y la abrió con alegría, pero al abrirla se encuentra con alguien que conoce y tenía una amplia sonrisa y sostenía un ramo de flores, ese hombre horrible estaba parado en la puerta de su casa y no dejaba de mirarla ya que estaba atónito por lo que estaba viendo.

Williams: Buenos días Amelia, feliz cumpleaños.

Amelia: B-buenos días... Gracias.

Williams: *Extiende el ramo* Esto es para ti.

Amelia: ... Gracias.

Williams: ¿Puedo pasar?

Amelia: lo siento pero no puedo hacerlo pasar...

Williams: es tu mamá? *Sonrisa*

Amelia: [Tengo que pensar en algo para que se vaya] Sí, pero ahora nos vamos de compras, disculpe.

Williams: Entiendo...(no sabes mentir)

Al escuchar estas palabras, Amelia comenzó a cerrar rápidamente la puerta, pero Williams la detuvo, quien rápidamente tomó medidas y la agarró de la muñeca con fuerza.

Amelia: ¿Qué crees que estás haciendo?

Williams: Lo que debí haber hecho hace mucho tiempo, te amo Amelia, me gustas desde que te vi.

Amelia: *Aterrada* ¡Suéltame! ¡Déjame en paz! ¡Usted está loco! ¡¡¡Ayuda!!!

En su intento de escapar del agarre de Williams, él la golpea con fuerza en la cabeza y Amelia se desmaya, su visión se nubla cada segundo y pierde el conocimiento por completo...

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