Un amigo

Los días de nieve terminaron y dejaron una gran capa de nieve de 3 metros de altura en la puerta de la casa Flemy, Jack no trató en quitar la mayor parte de la nieve con la pala ya que la nieve estaba fresca, fácil de quitar.

Como estuvo nevando mucho durante esos días, los niños no asistieron a la escuela y hasta entonces, Amelia pudo recuperarse del resfriado, y ser la parlanchina de siempre en la familia, a lo que Ana extrañaba la tranquilidad en casa.

Amelia: Mamá a qué hora comemos, tengo hambre...

Ana: Espera a que tu padre termine de quitar toda la nieve para comer juntos.

Amelia: ¡Va a llevar mucho tiempo!

Ana: Entonces, ¿por qué no vas a ayudarlo? Será más fácil con ayuda quitar toda esa nieve.

Amelia: Que toda esta buena causa sea por comida *Sa sale corriendo* ¡Papá necesitas ayuda! ¡Papá! ¡Papito!

Cuando los cabellos canela desaparecieron en la puerta de la cocina, Ana respiró aliviada.

Ana: *Suspiro* Al fin algo de tranquilidad *mueve la sopa*

Corriendo por el pasillo y dirigiéndose a la puerta principal, Amelia no notó algunos juguetes que dejó en el camino, tropezó y cayó al suelo.

*PUM!*

Amelia: *se frota el trasero* ¡Ay! ¡ay mi colita! ¡Mi pobre rabito se lastimó, tonto juguete! ¡Para que te colocas donde estoy cruzando! *le saca la lengua a un juguete de madera* Malo.

*Pasos, pasos*

Jack: *Sorpresa* Amelia, hija, ¿qué haces jugando en el suelo? Te vas a resfriar *la ayuda a levantarse*

Amelia: Es que me caí en el camino para ayudarte, ese feo juguete me tiró al suelo a propósito para no ayudarte...

Jack: *Sonríe* Ay, mi princesita quiere ayudarme, gracias por querer ayudar a papá, pero ya terminé de palear la nieve y te dejé una linda sorpresa cuando salgas.

Amelia: *Curiosa* ¿Sorpresa? ¿Qué tipo de sorpresa papi?

Jack: Lo sabrás cuando vayas, pero ahora vamos a desayunar porque mamá se pondrá de mal humor si tardamos mucho, ¿vale hija?

Amelia: De acuerdo, vamos entonces.

De la mano de su padre fueron al comedor donde Ana sirvió la sopa de verduras, y con una buena taza de avena.

Amelia: *Tomando su avena* Papá, ¿cuándo podemos ir a visitar a la abuela?

Jack: ¿abuela? ¿A quién te refieres?

Amelia: Le prometí a la abuela de Lehan que la visitaría y me dijo que me enseñaría a bordar y me daría un libro de arte.

Jack: Iremos cuando la nieve se haya endurecido, es tedioso ir con la nieve fresca.

Amelia: *Agacha la cabeza* Si, tienes razón...

Ana: Hasta entonces podrías ir haciéndole un regalo a la abuela, ella estará feliz.

Amelia: ¡Es verdad! ¡Cómo no pensé en eso antes! ya vuelvo *se levanta de la silla*

Ana y Jack: Amelia!

Amelia: *Susto*

Ana: *Mirada furiosa* Primero termina tu avena, no sobres nada, con tanto esfuerzo tu padre se mata trabajando para que tengas un plato en la mesa.

Amelia: jeje... ahora lo termino.

Jack: No es para tanto amor.

Sin decir nada, Ana le lanzó una mirada desafiante a su esposo que quería defender a su hija, quien terminó flaqueando.

Después del desayuno Amelia salió al patio a ver la sorpresa que su papá le dejó y vió muchos muñecos, para ser exactos una familia de muñecos de nieve y le saco una gran sonrisa ya que podría vestirlos al gusto.

Amelia, trajo ropa que no utilizan, los vistió a todos y les puso un nombre a cada uno.

Amelia: Ahora el toque final *pone la zanahoria en la nariz del muñeco* Te pareces a Lehan, le faltan las pequitas, pero ¿con qué podría hacerlo? mmm... ¡Ya sé!

Colocando semillas de calabaza para la boca del muñeco y el plumero para el cabello.

Amelia: Con ésto bastara *Satisfecha* Qué guapo se ve señor muñeco de nieve.

- Creo que deberías ponerme un abrigo, me voy a enfermar.

Amelia: *Sorpresa*

Lehan se coloca detrás del muñeco y comienza a hacer que se mueva y hablé para seguirle el juego.

Lehan: Señorita, ¿tiene algo para beber y comer? Tengo hambre.

Amelia: Señor le aparece una taza de chocolate caliente?

Lehan: Si, por favor.

Amelia: *Le sirve imaginariamente chocolate* jajaja, Lehan te ves muy gracioso haciendo que el muñeco se mueva, jajaja.

Lehan: Oh, fuí descubierto...

Amelia: jajaja

- ¡Jack! ¿¡Has visto las semillas de calabaza!? ¡No las puedo encontrar en ninguna parte!

Amelia y Lehan se miran, luego a los muñecos de nieve con las semillas de calabaza en la boca y los ojos.

Lehan: Creo que mejor recogemos todo antes de que se de cuenta.

De esa manera recogieron todas las pepitas y las llevaron a dentro donde lo encontró.

Amelia: Ahora que hacemos?

Lehan le arroja una bola de nieve y sale corriendo, por lo que Amelia lo persigue con una bola también en la mano.

Amelia: ¡No huyas! ¡Ven aquí! ¡No escaparás!

Lehan: jajaja, no me atrapas!

Desde ese día Lehan y yo nos hicimos amigos, dejamos de pelearnos como perros y gatos, jugamos mucho durante ese día de invierno, hasta nos subimos al viejo roble, le pedí que me ayudara a subir y ver las maravillosas vistas de San Carlo.

El lago congelado y el pueblo se veían a lo lejos, fue una experiencia única ver el paisaje nevado.

Amelia: Mira ésa nube tiene forma de conejo, wow.

Lehan: Esa parece un zorro.

Jack, que pasaba buscándolos, los encontró sentados en las ramas del roble, lo que casi le da un infarto por la imprudencia de los niños.

Jack: ¡¿Qué están haciendo ahí arriba?! ¡¡¡Niños!!!

Desde arriba lo vieron agitar los brazos como si quisiera decirles algo pero no pudieron escuchar exactamente qué era.

Amelia: Nos está saludando.

Lehan: Si.

Jack: ¡NIÑOS BAJEN DE ALLÍ! SE VAN A MATAR!!!

Desde arriba los pequeños saludaron a Jack para no ser groseros.

Después de un rato bajamos del roble pero recibimos una buena reprimenda por hacer algo tan peligroso como trepar a un árbol en invierno donde sus ramas están cubiertas de nieve y pueden romperse.

...****************...

Al día siguiente temprano en la mañana Amelia se alista para ir a la escuela pero esta vez su padre la acompañó para evitar el incidente el otro día, camino a la escuela se encontraron con Lehan que los estaba esperando en el carretera para ir todos juntos.

Lehan: Buenos días Amelia y Sr. Jack.

Amelia: Buenos días Lehan, pensé que ya habías ido a la escuela, no esperaba encontrarte todavía aquí.

Lehan: No quería ir solo...

Amelia: Así que vamos, una carrera para ver quién llega primero al pueblo.

Lehan: ¡Vale, uno, dos y va! *corriendo*

Amelia: ¡Oye, eso es hacer trampa! ¡Espérame! *Va trás Lehan*

Jack: [Jajaja, niños]

Antes de llegar al pueblo, los dos niños terminaron tan cansados ​​que no querían caminar más, por lo que Jack terminó cargándolos a la escuela.

Jack: Nos vemos pronto, Lehan cuidá a Amelia.

Lehan: Si.

Sin más, salió de la escuela, por lo que entraron y buscaron su salón de clases cuando vieron a varios niños reunidos en el tablón de anuncios de la escuela y se acercaron por curiosidad.

Lehan: Cédric, ¿qué pasa?

Cedric: Son los resultados del examen de otoño, felicidades, obtuviste la calificación más alta en matemáticas.

Lehan: *Sorpresa* Oh, gracias.

Amelia: *Emocionada* Exámenes, quiero ver cuánto es mi calificación!

Lehan la toma de la mano y la ayuda a llegar al centro de la multitud para ver sus calificaciones generales, comenzó de arriba hacia abajo y obtuvo 30 puntos en toda la prueba, lo que le resultó extraño ya que estaba segura de haber respondido correctamente.

Amelia: ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué mi nota es tan baja...? Pensé que lo hice bien...

Lehan: No te entristezcas, veremos las respuestas para repasar en ese tema.

Amelia: *Desánimo* Está bien...

En el salón de clases.

- ¡Tiene la primera posición!

- ¡Felicidades Florentina!

- ¡Definitivamente eres la mejor! Quiero ser como tú, eres mi Inspiración.

Florentina: No es gran cosa chicas, el examen fue más que un regalo, jajaja.

Entrando Amelia y Lehan al salón.

Al verlos juntos, Florentina sonrió soberbiamente mirando a Amelia, que estaba deprimida por su calificación.

- Solo un burro ignorante no saldría bien en un examen tan fácil, ¿no crees? No tiene ni un gramo de cerebro, jajaja.

*Reír*

Esas horribles palabras corrieron por los oídos de Amelia y se sintió aún más deprimida, ni siquiera podía resolver un examen tan fácil y ahora cómo miraría a las caras de las otras chicas cuando obtuvo una calificación tan baja.

Amelia: [¿Cómo es posible que no pueda aprobar? Me esforcé mucho en estudiar para obtener una buena calificación, pero ahora que veo mis resultados soy completamente inútil... Qué vergüenza...]

Amelia se quedó en silencio mientras se dirigía a su asiento, sus ojos parecían que iban a llorar en cualquier momento por seguir escuchando palabras hirientes de sus supuestas amigas ya que sabían que ella saco la nota más baja.

Lehan, que estaba escuchando todo esto, iba a decir algo cuando un niño entró al salón de clases con las hojas del examen y las repartió una por una, a lo que Florentina se levantó rápidamente de su asiento para ayudar al niño cuando fe pronto es tomada con fuerza por el brazo.

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