La carta

Enviar las valiosas cartas fue difícil para la avioneta, teniendo que pasar desapercibido para los cazas enemigos y volando tan bajo que casi rozaba las copas de los pinos saliendo de Whisper, tenía un largo camino por recorrer.

En la corresponsal de San Carlo.

Los empleados trabajan duro durante este tiempo, muchos están en demanda para todo el trabajo en documentos, cartas e informes.

Amelia, quien acudió a la "Britton Postal Company" a entregar su carta dirigida al cuartel militar de Whisper, se sorprendió por el gran tamaño de la empresa en la entrada, tenía un acabado único, era la primera vez que iba allí y ella estaba fascinada.

Al entrar por la puerta a dos aguas había muchas casillas de asesoría, también otro donde las escribanas están trabajando con sus respectivos clientes con máquinas de escribir y otros donde se encargan de recibir el correo y enviarlo a sus destinatarios, le pareció interesante el trabajo, bien organizados, los encargados iban de allá para acá, todos muy ocupados.

Amelia: [Wow, es muy grande y lujosa al mismo tiempo, tiene muchos empleados... Debería consultar dónde entregar mi carta]

Camina directo a la cabina de consulta, ya que la mesa es alta, el trabajador solo podía ver su pecho a la cabeza de Amelia.

- Buenos días jovencita, ¿cómo puedo ayudarla?

Amelia: Buenos días, quisiera enviar una carta al cuartel militar de Whisper, ¿sería posible?

- Cuartel general militar? Será complicado...

Amelia: Oh... Entiendo...

- Pero hemos recibido el informe de la avioneta de la empresa de correos que está en camino, lleva la carta a recepción y dale este papel.

Amelia: Ok, gracias.

Busca la recepción indicada en el segundo piso y encuentra una puerta abierta donde hay mucha gente trabajando y atendiendo.

Amelia: (Casilla número 8)

Luego se acerca a la caja y entrega la carta, solo tendría que esperar una respuesta y con lo que le dijo el asesor, la avioneta con cartas de Whisper llegaría en unos días, esperando recibir cartas de Lehan y su padre salió de la compañía y se fue tranquila a casa.

*Los carros transitan por la carretera, las personas por la vereda*

Caminando y mirando a su alrededor con más calma, Amelia tenía una sonrisa en su rostro, solo pensar que Lehan recibiría su carta escrita con tanto cuidado y amor la hacía sonrojarse, pero también esperaba con ansias su carta e imaginaba el tipo de contenido.

Antes de abrir la puerta da un suspiro para calmar su agitado corazón y entra a la casa.

Amelia: Mamá ya regresé.

Marta: Guau Guau!

Amelia: Qué sucede Marta? Por qué estás así?

Al adentrarse más a la casa encuentra a su madre sentada en el sillón y se notaba angustiada.

Amelia: Mamá ya llegué, traje el pan para la cena.

Ana: Ah... Sí, ponlo sobre la mesa y siéntate.

Amelia: ¿Eres así por papá? ¡Porque tengo buenas noticias! ¡Viene un avión del corresponsal de Whisper! ¡Papá y Lehan deben haber enviado una carta! *alegre*

Ana: Que buenas noticias me traes, como los extraño, que esta guerra termine lo antes posible.

Amelia: También deseo lo mismo, demasiadas vidas se han perdido por esta guerra sin sentido, pudiendo poder vivir en paz.

Ana: Desgraciadamente el corazón de los hombres es perverso y solo piensan en sí mismos...

Amelia: Si...

Ana: Amelia, gracias por traerme esta buena noticia, ya me siento más tranquila, pero quería hablarte de tu cumpleaños.

Amelia: Claro dígame.

Ana: Cariño, pronto cumplirás 15 años, pero no sé qué quieres de regalo, aún no hemos hablado de eso.

Amelia: Ya que lo preguntas, ¡me encantaría un vestido blanco con mangas abullonadas! Sería perfecto para mi quinceañero.

Ana: ok, mi pequeña, le diré a la costurera del pueblo que lo haga, mañana por la mañana iremos a tomarte las medidas.

Amelia: *Sonrisa* Gracias mamá! *Abraza a su mamá*

Ana: jajaja, y ese milagro que quieres un vestido? ¿Planeabas impresionar a Lehan?

Amelia: *Avergonzada* ¡N-no! Solo pensé que sería bueno tener uno y usarlo para mi cumpleaños...

Ana: Sí, claro que te creo.

Amelia: ¡Mamá!

Ana: jajaja

Amelia: Mejor me voy a mi cuarto si no me vas a molestar.

Al día siguiente, temprano como prometió Ana, salieron de casa para ir a la costurera, la tienda de ropa estaba llena de diferentes tipos de telas, encajes y hasta bisutería, sin mencionar la enorme variedad de vestidos.

Amelia le dijo como quería los detalles de su vestido a lo que la costurera le mostró los diseños disponibles en la tienda.

- Tome las medidas y me sorprende ya que Amelia es tan pequeña como una niña y habría que ajustar algunas cosas, nada especial y les aseguro que en una semana estará listo el vestido.

Ana: Ok, gracias.

Saliendo de la tienda nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo ya que no teníamos nada que hacer en casa y nos encontramos con la amiga de mamá en el mercado y ella nos invitó a su casa, fue muy amable, nos dio bocadillos y unas tazas de té.

Pasaron la tarde hablando mientras yo jugaba con la hija de la señora Maya en la casa de muñecas, Iris era una niña de 10 años que tenía cáncer, no tenía ni un cabello en la cabeza así que se cubrió la cabeza con un trapo, ya que era cáncer terminal, por lo que la enviaron a casa para pasar sus últimos días con su familia.

Iris: Amelia eres una buena amiga, siempre ven a visitarme para jugar juntas.

Amelia: Claro, vendré más seguido a jugar, y traeré mis muñecas.

Iris: jajaja, eso es bueno! ¡Siempre podremos jugar!

Al escuchar esas palabras, sonaron muy tristes y dolorosas para Amelia en su corazón, sabía bien que la pequeña Iris moriría por la enfermedad, pero no quería que ella se enterara y arruinara su felicidad, así que permaneció en silencio.

Amelia: *Agarra la muñeca* No podremos jugar juntos toda la vida...

Iris: a que te refieres ¿Ya no jugarás con muñecas?

Amelia: No es eso pero a lo mejor la vida nos lo impide...

Iris: *Pensativa* ¿Vida? Si esta vida es suficiente para jugar contigo y estar con mi familia será más que suficiente.

Amelia: Tienes razón [No puedo decirte lo que sé, tal vez sea lo mejor que vivas tu vida feliz hasta el final acompañado de tus seres queridos]

Iris: Amelia, ¿cuándo viene Lehan a montar a caballo? Prometió llevarme a dar un paseo cuando regrese.

Amelia: Seguro que lo hará, siempre cumple sus promesas, solo que ahora está muy ocupado y no es posible.

Iris: Oh... Entonces esperaré a que regrese.

Amelia: Si.

Días después de la visita, mamá y yo fuimos a la "Britton Postal Company" para ver si teníamos correo, estuvimos esperando temprano en la sala de espera hasta que llegó la avioneta con las cartas de Whisper, el gerente buscó y encontró la carta con el nombre de Lehan Vernost y otro de Jack Flemy, cuando nos lo entregaron lo abrimos de inmediato y lo leímos con gran entusiasmo.

Esa carta de Lehan hizo que mi corazón tuviera un torbellino de emociones, después de tanto tiempo recibí una carta de él.

Leyendo atentamente su carita, tan breve y romántica a la vez, pero la última parte me provocó mucha curiosidad.

Amelia: [¿Qué quieres decirme? ¿Qué es ese algo tan importante para nosotros?]

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