Inicio del invierno II

El extraño ruido hizo que los niños se escondieran detrás del sofá de la sala, los tocamientos se intensificaron hasta que, asomando un poco la cabeza, Lehan pudo ver una sombra a través de la ventana y eso lo asustó.

Él mismo le contó la historia de terror a Amelia de la que terminó creyéndo y asustado.

*Toc, toc!*

Amelia: ¿¡Entonces es Krampus quien vino a comernos!? ¡Todo por ti! ¡Si no hubieras mencionado su nombre, no habría pasado nada!

- Lehan habré la puerta! Lehan!

Entre el miedo y el terror escondidos en un rincón, Amelia pudo identificar la voz de su padre y salió de su escondite, dejando solo a Lehan que la miraba con asombro.

Amelia: Papá! Eres tú!?

- Guau Guau!

Colocando leña en la chimenea de la cuál salen unas chispas.

Lehan: Disculpa señor Jack por tardar en abrir la puerta... Es que Amelia creyó que era el monstruo de las nevadas y se escondió tras el sofá.

Amelia: Pero si tú fuiste el primero en ir a esconderte, me dejaste atrás.

Lehan: No es verdad!

Amelia: Si es verdad!

Marta: Guau Guau!

Jack: Ya niños dejen de pelear despertarán a la abuela.

Amelia: Papá vamos a quedarnos a dormir aquí o regresamos a casa?

Lehan: Si desea señor puede quedarse a dormir hoy acá hasta que pase la tormenta.

Jack: No es mala idea pero mi esposa está esperándonos.

Amelia: Será mejor que pasemos la noche aquí, la tormenta es muy fuerte y nos podemos perder, mañana por la mañana podemos salir cuando haya amainado... Además, tenía ganas de jugar con Lehan...

Lehan: Tiene razón de seguro la tormenta disminuirá mañana.

Amelia y Lehan: Por favor.

Marta: Guau Guau! * Mueve la cola*

Lehan: Está bien

Amelia y Lehan: Si!

Y así Amelia se quedó en casa de Vernost jugando con Lehan, jugaron un largo rato hasta que cesó el ruido que hacían.

Al no escuchar ruido alguno Jack procedió a levantarse del sofá y ver cómo estaban los niños, se llevó una gran sorpresa.

Los niños dormían profundamente recostados sobre el esponjoso pelaje blanco de Marta, que también dormía cómodamente en la alfombra junto a la chimenea.

Jack: [Niños, los voy a acostar se pueden resfriar, dónde estará la habitación de Lehan?]

Temprano a la mañana siguiente, la tormenta amainó dejando una gruesa capa de nieve fresca por todas partes, el arroyo que corría frente a la casa de Lehan se congeló, los majestuosos pinos estaban cubiertos de nieve, y el cielo estaba nublado.

Alrededor de las 7 de la mañana el cielo aún estaba oscuro, todos en la casa estaban despiertos, mientras Jack preparaba el desayuno y los niños fueron a buscar huevos en el gallinero.

Amelia: No sabía que tendrías un gallinero tan grande y con muchas razas de pollos dentro, es fascinante.

Lehan: No es para tanto Amelia, tenemos que darnos prisa antes de que Bartolomé regrese.

Amelia: Bartolomé? Quién es Bartolomé?

Lehan: Es el gallo que cuida las gallinas, es una raza de gallo muy grande y da unas patadas que te dejan la piel morada, el otro día me pateó por agarrar una gallina para la sopa de la abuela.

Amelia: Vaya, es muy agresivo.

Lehan: No solo eso, es el padre de la mitad del gallinero, he vendido muchas gallinas y gallos gracias a el, es tan rapido que en un día puede preñar 10 gallinas.

Amelia: Es muy rápido.

Lehan: Por eso lo encerré en un gallinero aparte, la población de pollitos era incontrolable, pero ahora que ha llegado el invierno tengo que soltarlo ya que los zorros rondan el lugar con más frecuencia.

Amelia: Esos zorros son muy molestos, por culpa de ésos zorros mi gallito enano murió, lo encontré tieso en el gallinero...

Lehan: Lo siento.

- ¡Quiquiriquí!

Lehan: Mejor retiremonos que está cerca, con estos huevos serán suficientes para el desayuno.

Una vez dentro de la casa, los niños dejaron la canasta de huevos sobre la mesa y fueron a lavarse las manos a la fuente de agua que estaba afuera de la casa, abrieron el grifo y salieron unos chorros de agua ya que se había congelado en su interior.

Cuando salió un poco de agua helada, Lehan no dudó en poner sus manos heladas y mojadas en el cuello de Amelia, que estaba temblando de frío.

Amelia: Lehan!!!

Lehan: jajaja

Amelia: Ya verás *Sumerge sus manos en la fría agua y la lanza al rostro de Lehan*

Entré jugando con el agua por un momento y en el frío no tardaron mucho en estornudar.

Jack: Lo que me faltaba, que se enfermarán.

Amelia y Lehan: Achís! achís!

- Niños tenían que ser, ésto me recordó cuando Luhan era un niño.

Amelia: Luhan? Quién es Luhan?

Jack: Es el papá de Lehan.

- Al pequeño le gustaba jugar en la nieve y un día por desobedecer acabó cogiendo un fuerte resfriado que lo dejó en cama un mes entero, y lo más curioso que me dijo fue que le gustaba estar enfermo porque así podía pasa más tiempo con él y cuidarlo. ... lo recuerdo como si fuera ayer, esa carita dulce y tierna...

Lehan: Pues él ya no está, mejor cambiemos de tema...

Amelia: [A Lehan no le gusta que hable su abuela de su papá? Porque?] *Lo mirá confundida*

Jack: Terminen de comer niños que el desayuno se enfría.

Durante la hora del desayuno Lehan no decía ni una palabra y solo jugaba con su comida con una mirada perdida y triste, cada vez que lo mencionaba por alguna extraña razón se sentía molesto al escucharlo, el simple hecho de que se quedó solo le molestaba.

Terminando el desayuno, Amelia y su padre pronto tuvieron que abandonar el lugar.

- Ven a visitarnos más seguido pequeña.

Amelia: Si, no se preocupe abuelita, la visitaré, adiós.

Al llegar a la casa, Ana, quien esperó angustiada durante toda la noche, salió rápidamente de la casa y abrazó a su esposo e hija, quienes les explicaron todo lo sucedido.

Después de llegar a casa Amelia pronto mostró los síntomas de su resfriado y su madre la cuidó y le puso paños húmedos en la frente para bajarle la fiebre y la pequeña durmió toda la mañana hasta la tarde, solo la despertaron para la cena y luego se volvió a dormir.

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