El inicio del invierno

Los copos de nieve caían consecutivamente por todo el lugar haciendo que el suelo y los árboles se volvieran blancos gradualmente, Lehan y Amelia, que miraban hacia el cielo, pronto tuvieron algunos copos de nieve en sus rostros.

Luego se miraron y rieron ya que podían jugar en la nieve, entonces Lehan con su mano rozó la nieve que se estaba depositando en los mechones color canela y en su rostro haciendo que Amelia se sonrojara un poco por tal acción suya.

Los ojos anaranjados se veían tranquilos mientras hacia éso pero cuando se encontró con los ojos verdes temblaron y apartó la mirada de ellos.

Lehan: Vamos a casa, va a hacer más frío y te puedes enfermar.

Amelia: De acuerdo... Pero quería jugar...

Lehan: Muy bien, juguemos un poco y después nos vamos.

Sin más preámbulos, los dos se salieron de la carretera y fueron a jugar al campo cubierto de nieve, ambos corrieron por todos lados hasta que hubo suficiente nieve para hacer un muñeco de nieve.

Amelia: Le falta la nariz y algo de abrigo, el pobrecito se morirá de frío.

Lehan: Es un muñeco hecho de nieve :v

Amelia: Pero igual! Dijiste que debería ser lo más realista posible!

Lehan: Enana renegada!

Amelia: Zanahoria!

Lehan: Nuez!

Amelia y Lehan: Ump!

Sin decirlo, Lehan le lanza una bola de nieve a Amelia quien también responde y comienzan una pelea de bolas de nieve, construyen su fortaleza y comienzan a lanzarse por un largo tiempo.

Amelia: [Una bola más y ganó la partida, dónde estás?] *Mira por todos lados*

* Pum! *

Esa bola imprevista cayó sobre la espalda de Amelia, tirándole al suelo nevado y ensuciando toda su ropa con nieve.

Amelia: ¡Eso no es justo! Viniste de atrás...

Lehan: jejeje, Eso te pasa por no estar atenta, y no reclames por qué gané el juego.

Amelia: A la próxima te ganaré, así que no esperes que te deje fácil la victoria, ¡achís! ¡achís!

Después de tanto tiempo afuera jugando en la nieve, Amelia se resfrío y Lehan le dio su abrigo para mantenerla abrigada hasta que llegaran a casa, pero como el clima era tan malo que la nieve caía con fuerza, la vista no era buena debido a la fuerte nevada.

Y la casa de Amelia estaba lejos entonces la llevó a su casa hasta que la tormenta de nieve cesará.

Tomándola de la mano la llevó a la casa Vernost era una casa hecha de madera, con cercas de madera rodeando la casa y un gran árbol al lado de la ventana donde se encuentra la habitación de Lehan, también tiene un pozo de agua y un pequeño jardín.

Esta casa fue construida por el difunto padre Lehan como un regalo para su familia y al enterarse de la historia, Amelia sintió nostalgia y pena por Lehan.

Faltando solo unos días para que él naciera, su padre murió de su enfermedad terminal, y cuatro años después de su muerte falleció su madre, ella nunca pudo superar la muerte de su esposo... Y ahora lo único que queda de su familia es su abuela que es una señora mayor.

Lehan: *Bota humo por la boca* Te quedarás aquí hasta que la tormenta pasé, la abuela se pondrá feliz al verte, no recibimos visitas a menudo.

Amelia: Sí.

Luego saca la llave de la casa de su bolsillo y abre la puerta, se percibe un ambiente cálido al entrar por lo que fue agradable para ambos y se quitaron la bufanda, los zapatos y el suéter para moverse con facilidad por la casa.

Así que Lehan va a su armario debajo de las escaleras y saca un suéter para Amelia, la niña lo tomó y se lo puso con ayuda, ese suéter era tan grande que le llegaba hasta las rodillas al igual que las mangas.

Amelia: Es un poco grande, parece un costal.

Lehan: jajaja, es porque eres muy bajita, es el suéter más pequeño que tengo.

Amelia: Pero eres muy alto, tan alto que me llevas por una cabeza, has crecido mucho durante este tiempo.

Lehan: No es para tanto.

- ¿Quién está ahí? Lehan eres tu?

Lehan: Sí abuela, tenemos una visita.

- Visita? Hazle pasar hijo.

Caminando los dos hacia la sala de estar, encontraron a una anciana tejiendo sentada en su silla junto a la chimenea.

Se acercan hasta donde se encuentra la abuela.

Amelia: Buenas tardes abuelita, un gusto conocerte *Extiende su mano*

Lehan: (Amelia la abuela no puede verte)

Amelia: Disculpa...

- Buenas tardes pequeña, pero de quién eres hija?

Amelia: De Jack Flemy y Ana Bella.

- Jack y Ana, tú eres la pequeña Amelia de la que Lehan hablá tanto.

Amelia: Lehan hablá de mí?

- Si, siempre en sus temas de conversación hablá de tí, deben ser muy amigos.

Amelia: *Lo mira*

Lehan: *cierra los ojos y carraspea la garganta* Abuela ¿cómo te sientes hoy? ¿Te duele algo?

- No, por ahora me siento tranquila solo con algo de hambre.

Lehan: Ahora voy a prepararte una sopa, Amelia te importaría quedarte con la abuela un momento?

Amelia: Claro con gusto me quedo.

Lehan procede entonces a salir de la sala hacia la cocina, dejando a las dos, Amelia a quien no le gustaba hablar, le dio una larga y entretenida charla a la abuela, contándole con gran detalle las cosas hermosas que le sucedieron.

La abuela estaba encantada con la pequeña, sonriente y llena de vida, se notaba tanta dulzura y amabilidad en sus palabras que aunque no podía ver, podía imaginar cómo era.

Lehan no tardó mucho en regresar con un plato de sopa caliente y entregárselo a su abuela, siendo ciega la anciana Lehan la ayuda a comer.

Después de un rato, la anciana terminó de comer y le dio medicinas para que descanse, Lehan la guía a su habitación y la acuesta en la cama.

Lehan: Descansa, cualquier cosa me avisa, tiras de la campanilla.

- Si hijo, no te preocupes, ahora solo quiero dormir un rato.

...****************...

*Zzasss*

Ana, que miraba angustiada por la ventana, no podía dejar de pensar en su hija y su esposo Jack, que fue a buscar a Amelia, se demoró demasiado que la preocupó aún más, tenía miedo de que algo malo pudiera haber pasado.

Ana: [Ya tardaste demasiado ¿habrá pasado algo? No... Debo ser positiva y pensar en que están bien, mi amor encuentra a nuestra bebé...] Jack, Amelia...

*Zzasss* Auuu!!!

Ana: *Sorpresa* [Lobos! que hacen tan abajo de las montañas?! Jack!]

El viento frío golpea con fuerza el cuerpo de Jack mientras va camino al pueblo, ya era noche y la visión no era para nada buena.

Con un farol en la mano, alumbra su camino, pero no estaba solo, trajo consigo a Marta para que fuera su guía al pueblo.

Sosteniendo una lámpara de aceite con la mano, la aleja un poco de él para ver mejor el camino cuando a lo lejos del camino ve unas luces y la casa más cercana a la de ellos era la casa Vernost.

Jack: [Espero que estés aquí mi princesa, debería echar una ojeada]

Caminando con dificultad entre la nieve y la fuerte ventisca Jack va en dirección a la casa.

Mientras tanto, dentro de la casa, Amelia y Lehan estaban jugando una partida de ajedrez cuando escucharon fuertes golpes provenientes del exterior, lo que le pareció extraño, ya que "¿quién en su sano juicio caminaría sobre una fuerte nevada?"

Lehan: Quién será?

Amelia: Debe ser el viento.

Lehan: ¡O tal vez sea Krampus quien deambula por la zona en busca de niños mimados! Boo, ten cuidado Amelia, no te dejes comer por el monstruo.

Amelia: ¡Ahhh! ¡No me asustes, mentiroso! ¡Krampus no existe! ¡Es solo una historia para asustar a los niños!

*Toc, toc*

Lehan y Amelia: *Susto*

- Guau Guau! Auuu!

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