Malas intenciones

Los días de otoño ya casi estaban llegando a su fin, el tiempo enfrió mucho durante ese periodo para despedirse del otoño todos los años en San Carlo se organiza una gran fiesta otoñal dónde habría baile, comida, competencia y juegos.

Al ser la primera vez Amelia asistiría a un evento como ése su emoción no desapareció desde que lo mencionaron y quería con todo su corazón participar.

En la granja Flemy.

El cielo frigido y el aire helado fluía, Amelia y su padre estaban inspeccionando las cosechas de calabazas pero sobre todo una que participaría en la feria del pueblo "la calabaza más grande del año", todos los agricultores participarían para ganar el premio con el objetivo de aparecer en el diario, una oportunidad única para promocionar la finca y la calidad de sus productos.

Amelia: Papá ha crecido mucho desde la última vez, ¡ganamos el premio seguro!

Jack: Si, solo hay que cuidar que no le pase nada malo a la fruta, ya sabes que la gente es envidiosa y cruel.

Amelia: Si.

En la conversación entre padre e hija de pronto escuchan una voz familiar y voltearon.

- Supongo que estás listo para perder este año *sonrisa torcida*-

Era nada más y nada menos que el señor Williams, un hombre próspero y dueño de grandes campos de cultivo, nada que la familia Flemy pudiera envidiar y, sobre todo, a Jack no le caía bien este tipo porque en su juventud este hombre quería llevarse su esposa de él a la fuerza. En ese entonces era un simple pastor de ganado y siendo de una familia humilde no tenia oportunidad contra su oponente, gracias a su esfuerzo desde muy joven logro todo lo que hoy tiene y fue capaz de brindarle un hogar comodo a su familia.

Jack: *mirada fría* ¿Qué estás haciendo en mi propiedad? Sabes bien que no eres bienvenido.

Williams: Así es como tratas a un conocido y viejo amigo?

Jack: No soy tú amigo.

Williams: *mira a la pequeña Amelia* Tu hija ha crecido mucho, la ultima vez que la vi era una bebé, que suerte... se parece a su madre, aunque me duele que tenga ese color... de ojos *Da una mirada sonriente*

Al escuchar que se refería a ella, Amelia se esconde trás su padre, le daba escalofríos ése hombre.

Jack: Quita tus inmundos ojos de mi hija!

Williams: Ja, como quieras *camina y mira de reojo* bueno, me voy, y buena suerte para que ganes incluso el 3er lugar.

Jack: *Disgustó* Maldito.

Amelia: *mira a su papá* no te enojes papá vamos a ganar el premio *abraza a su padre* me dijiste que el que canta victoria antes es el primero en perder, asi que no hagas caso a los comentarios negativos *sonríe*

Jack: *Suspira* Tienes razón hija *carga a su hija en los hombros y comienza a caminar* [No voy a arriesgarme a dejar sin vigilancia la calabaza, seguro trae algo entre manos...]

Mientras que Jack discutía consigo mismo, alguien tramaba algo malévolo dentro de su perversa y retorcida mente al llegar a su casa.

Aquel hombre arruinó el día tranquilo de Jack, estaba muy irritado desde la mañana y ésto fue notado por su esposa Ana.

Deja de arreglar la ropa y se dirige a su esposo que estaba leyendo el periódico.

Ana: Mi amor que te tiene tan de mal humor? *Le da un beso en la cabeza*

Jack: Ah, es ese Williams... No los encontramos en el huerto y no me gustó su forma de hablar.

Ana: ¡Qué estaba haciendo ese maldito bastardo en nuestra propiedad! ¡Después de todo lo que nos hizo se atreve a dar la cara!

Jack: Concuerdo contigo pero me parece curioso que estuviera justo donde está la calabaza seleccionada para la feria de otoño...

Ana: De seguro tiene algo entre manos, ump!

Jack: Como sea, mejor no hagamos suposiciones.

Ana: Tienes razón *cruza sus brazos*

Jack: Lo que quiero ahora es liberar el estrés *sonríe con picardía y abraza a su esposa por detrás* Creo que hace mucho tiempo que no lo hacemos... ¿No crees?

Ana entendió perfectamente lo que su esposo decía por lo que su rostro se enrojeció por completo.

Jack: *le susurra al oído* Y que dice mi linda esposa?

Ana: No te parece que es muy temprano para hacerlo? Además.

Jack: Amelia fue a casa de la abuela a ayudar a preparar las jaleas... y luego la voy a buscar, así que tenemos tiempo de sobra *le da un beso en el cuello*

Las atrevidas palabras, Jack comienza a tocar el cuerpo de Ana de una manera muy sugerente a lo que deseaba de ella.

Ana: * Sonríe* Está bien, solo un momento.

****************

En casa de la abuela, Amelia estaba ayudando mucho, como era de esperar la abuela también entraría al concurso de la feria y ya podía sentir el sabor de la victoria, nunca perdía en el concurso y sus jaleas eran patrocinadas y calificadas como producto de calidad.

Amelia: Ya están listos los envases con las etiquetas abuelita.

Abuela Mary: Gracias pequeña, sin tú ayuda no lo hubiera hecho sóla, en compensación de tú trabajo puedes llevarte el frasco de dulces.

Frasco de vidrio lleno de dulces.

Amelia: En serio! Puedo llevármelo!

Abuela Mary: Por supuesto, solo prométeme que te los comerás midiendo si no te enfermas.

Amelia: No te preocupes, gracias y hasta luego abuelita *le da un beso en la mejilla*

Abuela Mary: De nada mi pequeña, mándale mis saludos a tu mamá.

Amelia: Lo haré bien llegue a casa abuelita.

Entonces ella va al estante donde estaba el frasco y vació todos los dulces en su bolsa de tela y salió de la casa para esperar a su padre.

Saliendo corriendo de la casa y sin mirar por dónde iba, terminó chocando con alguien y cayendo al suelo.

- Mira por dónde caminas.

Amelia: *Sorprendida* [Esa voz!]

Alza la mirada y se encuentra con alguien conocido.

Amelia: [¿Qué hace aquí? Porqué?]

Williams: Buenos días Amelia.

Amelia: Buenos días señor Williams...

Williams: *Mira los dulces regados* Veo que tenías prisa, déjame ayudarte a recoger tus dulces.

Amelia: Si, claro...

Luego ambos comienzan a recoger los dulces pero de alguna manera Amelia sintió que el hombre no dejaba de mirarla y sintió un poco de miedo, estaba sola y su padre aún no había regresado a recogerla.

Hasta que una acción de ese hombre hizo que la pequeña Amelia entrara en pánico y temblara de miedo.

Apartando su cabello rubio hacia un lado con un ligero toque, le acarició la mejilla y estando muy cerca de ella solo sonrió y se fue del lugar.

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