CAPITULO XIV UNA TRISTE NOTICIA

ALEXANDRA

Llego a la empresa exactamente a las 8:45 am buen tiempo. A pesar de que pensé que se me haría tarde, pues, debí detenerme en el camino porque las palabras de George siguieron retumbando en mi cabeza aun después de despedirme de él, y necesitaba además liberar la presión que tenía en la garganta, no quise pensar mucho, ni reflexionar ni martirizarme más solo necesitaba llorar. Luego que recupere la cordura, me puse nuevamente en marcha.

Al llegar, estaciono mi auto, tomo mis cosas y bajo. En la entrada, me encuentro parado en la puerta del edificio al vigilante que el viernes me tomo la foto y se llevó a Tom a la jefatura.

. – Buenos días, señorita Maxwell - me abre la puerta de vidrio – ¿se encuentra bien?

Lo miro pensando en que el día del incidente no le agradecí por ayudarme.

. – ¡¡Buenos días – paso, me detengo frente a él y le extiendo la mano – Muchas gracias!!

Él me mira sorprendido y se queda mirando mi mano y pensando, si la toma o no. Entonces la muevo en señal de que si puede y la toma. Le sonrío y me mira fijamente pero no como un hombre mira una mujer sino como un padre mira a una hija y eso me consternó.

Él es un hombre de unos 50 y tantos años, alto, demasiado corpulento y aún se conserva muy bien. Parece un militar retirado.

. – No fue nada señorita Maxwell – me sonrió – estoy para servir.

. – Por favor me puede decir Alexa – lo animo – ¿cuál es su nombre? - tres años aquí y ni siquiera sé el nombre del hombre que amablemente me ayudo la otra anoche. Sí que he sido antipática.

. – Nick

. – Es un placer Nick y nuevamente gracias. ¡¡De ahora es más eres mi amigo!! – le digo con sinceridad

¡¡Él abrió la boca y la volvió a cerrar, luego asintió!!

. - Gracias por esa gran consideración se… Alexa!!

. – ¡No se diga más!! ¡¡Hasta luego Nick!! – me despido y dirijo al ascensor. Lo pido y entro cuando las puertas se abren, marco mi piso y antes de que estas se cerraran le sonreí nuevamente a Nick quien me dedico una mirada protectora.

Llegue a mi piso, Salgo del ascensor al abrirse las puertas, saludo a quienes estaban por ahí y me dirijo a mi oficina. Es imposible no notar las miradas curiosas, me imagino que ya se enteraron de lo que ocurrió el viernes en la noche. ¿Qué tantas versiones habrá? Volteo los ojos en señal de aburrimiento.

Coloco mis cosas en el escritorio al entrar y camino directo a dónde está mi cafetera. Voy a preparar mi respectiva cafetera de café para el día. La limpio, le echo una buena cantidad de agua, café molido venezolano que siempre me envía mi mamá, para mí uno de los mejores después del colombiano, que también me envía porque sabe que me encanta, la enchufo y pongo a funcionar.

Mientras se hace voy al baño a atender una necesidad que nadie más puede hacer por mí. Vuelvo, me sirvo una buena taza y me siento en mi escritorio. Saco mi laptop del estuche y antes de encenderla decido llamar a la extensión de Ryan para saber si ya está en su oficina.

. – ¿Sí? – la flamante secretaria de Ryan contesta con su modesta voz de atención, entiéndase el sarcasmo.

. – Buenos días, Mayra – ruedo los ojos por la manera de esta chica responder. Me la imagino con la lima de uñas en la mano. Ella es otro familiar vago de Ryan – ¿Ryan ya llegó?

. – Sí, ya está en su oficina. ¿Algo más? - Me pregunta toda petulante – ¿lo llama para que vaya a retirar la denuncia contra mi primo?

¿¿Pero a esta qué le pasa?? ¡Claro que no haré eso!

. – ¡Hasta luego!! – le digo y cuelgo. ¡¡El colmo!!

Enciendo mi máquina, reviso algunos detalles, termino mi café y salgo hacia la oficina de Ryan. Cuando abro la puerta y veo que hay un grupo de mujeres frente a ella, las miro con vacilación – ¿Serán admiradoras de Tom? Doy un paso atrás hasta quedar contra el marcó de puerta y coloco la laptop en mi pecho como señal de protección. Nunca se sabe lo que pueda hacer una mujer celosa por su hombre y mucho menos un harén. ¡Dios me libre!!

. – ¿Algún problema? – me atrevo a pregunta con firmeza, aunque ya estaba bastante incómoda y asustada para qué.

Me miran con indecisión, hasta que una de ellas da un paso al frente y habla.

. – Supimos lo que paso con usted y Tom el viernes y que por eso esta preso - me mira escudillando mi cara notando el hematoma que aún se refleja un poco en esta y después de una larga pausa – queremos que sepa que la apoyamos – me suelta. – Señorita Maxwell.

Miro de una a otra a otra y me quedo en shock. ¿Quiso abusar de todas ellas el muy maldito? Mi cara cambia de impresión a ira.

. – No llego al extremo que con usted – me responde como si leyera mis pensamientos - pero si ha sido abusivo y falta de respeto, además lo escuchamos decir cosas de usted que la pueden ayudar en un posible juicio. Señorita, No queremos que vuelva.

Bueno, no estoy tan sola como creía… hoy ha sido un día de lecciones. Toma las señales Alexa.

. – Muchas gracias, espero que no haya necesidad de llegar hasta allá – les extiendo mi mano a una por una – pero de verdad gracias y me pueden llamar Alexa – le dedico una sonrisa a todas.

. – Gracias a usted por ser tan valiente señorita – la miro reprobando como me dice – digo, Alexa!! – y ríe.

. – Lamento por lo que tuvieron que pasar con ese imbécil, pero él no volverá – y de eso me iba a encargar yo, o bueno Charly. - ahora debo retirarme. Nuevamente gracias. Vuelvan a sus lugares y que tengan un buen día - Asienten y se retiran.

¡¡Esto es increíble!!… Ellas son mujeres, madres de familia, Esposas, hermanas, hijas y éste infeliz les falta el respeto sin importarle nada. ¿Qué clase de monstruo teníamos nosotros en esta empresa?

Continúo mi camino hacia la oficina de Ryan y como siempre la recepcionista haciendo de todo menos su trabajo… así que sigo sin esperar ser anunciada, total ni sé por ningún lado. Toco la puerta y escucho el Adelante de Él.

. – Ryan buen día – le digo con una media sonrisa

. – Alexa!! – se levanta el de inmediato de su silla. ¿Está nervioso? – Alexa – se pasa la mano por la cara - quería pedirte disculpa por… - lo detengo con una señal de la mano que pongo frente a él.

. – Por favor no, no vengo a hablar de ese tema Ryan, además esa no es tu responsabilidad – le digo para calmarlo.

. – Alexa quiero que sepas que mi tía me está pidiendo, mejor dicho, suplicando que retire la denuncia –cuando miró que me puse pálida y apreté la laptop en mi pecho, se apuró a decir – pero no hay manera de que haga eso Alexa, no debes preocuparte, él puede ser mi primo pero yo repudio ese tipo de actos contra las mujeres – suelto el aire, él me invita a sentarme y me ofrece un vaso con agua – además me he enterado que ha molestado y faltado el respeto a muchas trabajadoras de este y otros departamentos. ¡¡No sé cómo no pude darme cuenta!! – aprieta los puños.

. – Ryan no te abrumes, esto no es tu culpa y mejor olvidémoslo por ahora – coloco mi laptop en el escritorio – no vine a hablar de ese imbécil – después que lo dije levante la cabeza y le dirigí una mirada de disculpa. Sea como sea ese es su familiar.

. – No te preocupes Alexa, más que un imbécil es una rata poco hombre… Ya no lo considero mi primo – apretó la mandíbula – me avergüenza. ¡¡No sabes lo que sentí el viernes cuando te vi así Alexa!! – se cubre la cara.

Realmente esta agobiado.

. – Te entiendo, pero, en fin, Ryan mírame, estoy bien. Por favor ya no te preocupes más. ¡¡Mira quiero que veas – insisto en cambiar el tema – ven acércate – lo animo!!

¡¡Lo veo secarse una lágrima…! ¡Oh Dios mío está llorando!! Ryan… me levanto y lo tomo de la mano.

. – Ryan, necesito que olvides lo que paso, sé que es difícil pero ya paso y las consecuencias de lo ocurrido recaerán sobre él no sobre ti. – Le aprieto la mano – no permitas que esto perturbe tu integridad, tú no eres como él. – Le levanto la cara – ¿me entiendes?? – me mira fijamente con expresión de asombro y admiración a la vez.

. – ¡Alexa eres tan fuerte!!, gracias, yo debería cuidarte, no tú a mí. – se reprocha – en fin!! – sonrió con ternura, me inclino y le dio un beso en la mejilla. Y él se ruboriza. Lo acerco a su silla y lo empujo para que se siente.

. – Vamos Ryan Blake, ¡tenemos trabajo que hacer!! – Lo animo nuevamente – quiero que veas lo que he hecho y me des tu opinión. ¡¡Si te parece lo enviamos hoy mismo!!

. – Okey. ¡¡Muéstrame!! – le acerco la laptop y le muestro los diseños. Los tres.

. – Vamos a ver primero el del urbanismo y después los otros dos – voltea a mirarme sorprendido – ¿Qué?

. – ¡¡Alexa!! ¿¿Hiciste los tres diseños??

. – Sí, ¿por qué?? – me intriga su pregunta.

. – Pensé que solo íbamos a proponer uno – ¿en serio Ryan??

. – Por supuesto que no, porque limitarnos, ¡si podemos ganar los tres! Vamos por todo y con todo - le digo levantando las cejas varias veces.

. – Cielos, Alexa, eres muy ambiciosa y una superdotada, los tres en ¿cuántos días? ¿Acaso has siguiera dormido? – me mira a los ojos como buscando señales de ojeras – de verdad mujer, deberías estar sentada en esta silla.

. – Entonces levanta las nalgas de allí – le digo en broma, pero veo que se está levantando – Ryan, ¡eres un tonto!! – volteo los ojos y le hago seña para que se vuelva a sentar y mire de una vez los diseños. ¡¡Dios mío!! Le doy con la mano en la frente.

Me hace caso y se concentra en los diseños. Yo espero con los codos en la mesa y las manos apoyadas en la cara. No veo ninguna emoción en la cara de Ryan cuando pasa de un diseño a otro. Luego levanta la vista y empuja el computador hacia mí. ¿Qué significa?

. – Alexa, esto es…. – pone las manos en su frente como buscando las palabras correctas – ¡ayúdame ¡! – me pide

. - ¿Descomunal? – le digo en broma

. – Más que eso Alexa, imponente, monumental y no sé qué más pero mucho más Alexa, no hay nada que mejorarle – se levanta y me toma de las manos para ponerme de pie - Alexa eres increíble, estoy seguro, lo estoy, de que los ingenieros del grupo Stone van a quedar como yo con esta propuesta. Es genial, eres un genio Alexandra Maxwell – me abraza y yo le correspondo.

Me separa un poco de él…

. – ¡Alexa debemos enviar eso ya mismo… ellos deben verlo ya!! – me suelta, estaba muy inquieto - ¿sabes el correo o la página donde se debe enviar??

. - Cálmate Ryan – me rio – además la página de recepción estará abierta hasta el miércoles a las 12:00 am

. – No importa hay que enviarlo ya, no se sabe – mueves las manos como imaginando muchas cosas – envíalo, envíalo, ¡Alexa!! - De pronto me mira, levanta el dedo índice – no, ¡espera! Si hay algo que corregir Alexa.

Lo miro asombrada…

. – Coloca BLAKE DESINIG, pero diseño de ALEXANDRA MAXWELL – me quede boba.

. – ¿Estás seguro? – le pregunto. Una de las políticas de la empresa es trabajar para la empresa no de manera individual. Por lo tanto, si yo trabajo en algún diseño esta representaba a la empresa no a mí en particular. Por su puesto que ganaba prestigio, pero el diseño queda bajo la tutela de la empresa.

. – Por supuesto que si Alexa, después de esto no puedo seguir cortando tus alas, eres realmente increíble y debes demostrarlo. ¡¡Esto Alexa - me dice señalando la laptop - es tuyo, tu logro y de nadie más!!

. – Ryan… - me quede sin palabras!!

. - Ven vamos a arreglarlo – vuelve a tomar la computadora – dime como es Alexa, ¡este programa es algo nuevo para mí y tú sabes que indio cuando pisa tierra nueva se pierde!!

Ja, ja, ja Me rio y me acerco… allí nos quedamos arreglando ese detalle. Después enviamos las propuestas a la página. ¡¡Ahora a cruzar los dedos porque a los ingenieros del grupo Stone les convenza!!

Almorcé con Ariadna en la cafetería y El resto del día se fue rápido, revisé los demás pendientes de la empresa, aprobé algunas propuestas, les hice sugerencia de cambio a otras. Y a las 5 me dispuse a salir. Me despedí de los que quedaban y bajé. Cuando el ascensor se abrió en planta baja y Nick vio que era yo se levantó se su silla, nos saludamos, me abrió la puerta y me acompaño hasta que me monte en mi auto. Le agradecí con una sonrisa. Y me puse en marcha.

Concentre mis pensamientos en la propuesta, aunque un hermoso y atractivo hombre barbudo amenazaba con descontrolar mi cabeza por ahí, de vez en cuando. Pero lo envié a lo más profundo de mis pensamientos y allí lo enterré. No tengo tempo para perder en ti.

Cuando entre al condominio, estacione en mi lugar y camino a recepción pensé encontrar solo a George y Thomas, sin embargo, estaban casi todos los inquilinos por no decir todos. ¿Había asamblea y no supe? Me acerco y noto que algunos lloran, suspiran y comentaban entre ellos. ¿Qué está pasando?

. – Buenas noches – le dije a Thomas que al verme se me acerco – ¿pasa algo?

. – Señorita Alexa, ocurrió una desgracia – me dice Thomas sollozando

. – ¿Qué, Qué paso? – Ante su silencio, le suplique - dime Thomas.

. – M mi amigo falleció – me dice sollozando y yo quedo igual de perdida. ¿Su amigo, cuál amigo?

. – Thomas… – le digo bajo

. – George señorita Alexa, George falleció – dice Thomas y llora. Me tapé la boca y me tambaleo...

¿QUÉ, CÓMO, Por qué? Los ojos se me abren como platos y miro hacia el estacionamiento donde en la mañana estuve conversando con él. ¿Cómo es posible, por qué?

. – Qué... – carraspeo para aclararme la garganta porque siento que no me sale la voz – ¿qué paso? – miro a Thomas.

. - Fue un ebrio que se comió la luz y lo embistió, no se pudo hacer nada. ¡Murió instantáneamente Señorita – lloriqueó – y tan contento que salió de aquí esta mañana después de despedirse de usted! Yo lo ayudé a subir las cosas que iba a llevar al refugio. Realmente estaba muy contento. Decía que no se había equivocado con usted.

¿Cómo qué no se había equivocado conmigo, de qué habla?

. – ¿Por qué diría eso? No entiendo - lo miro con curiosidad.

. - Le pregunté por qué estaba tan contento y me dijo; que no siempre las cosas son lo que parecen, que a veces solo queremos burlar la realidad usando un escudo, no entendía lo que me decía señorita Alexa, a veces me costaba entender sus comentarios, entonces me dijo que No hay tal dama de hielo - me miro apenado – entonces supe que se refería a usted, ¡lo siento!

. - ¡Dios mío!! – susurro y cubro mi rostro con ambas manos. ¡¡No puede ser!! Miro nuevamente a Thomas – hablaste de un refugio Thomas…

. – El señor George tiene una fundación donde alberga a mujeres maltratadas, abusadas y hasta violadas. Allí las orientan, las ayudan a superarse y les consiguen trabajo. Es muy bonito, señorita Alexa. Jazmín y rosa son unas de ellas.

Me quedo procesando sus palabras, Jazmín es la chica que limpia el edificio junto a otra señora, rosa creo que así se llama. Son algo retraídas pero muy trabajadoras¡¡Por demás está decir que estoy sorprendida…! ¡George!! ¡Necesito subir a mi apartamento! ¡¡Estoy desconcertada!!

. – Thomas mañana me avisas donde será el entierro y donde queda el refugio de George – sentí un nudo en la garganta al decir su nombre y ser consciente que ya no está - Ahora debo subir.

. – Señorita, el señor George dijo algo más antes de subir a su auto… - hace una pausa y me detengo a escucharlo - que ojalá usted nunca dejara de sonreír.

. – ¡¡Oh Dios Thomas!! – lloré, me olvido de todo y de todos y lloro, allí mismo donde estaba. Esas fueron parte de sus palabras esta mañana. Dejé salir todo mi dolor, lloré por George, por mí, por no haberme dado la oportunidad de conocerlo mejor, por ser tan dura, por haberme hecho a la idea de que estar sola era lo mejor apartando a gente buena como George. Lloro desconsoladamente cubriendo mi rostro, no sé cuánto tiempo estuve así – pero cuando sentí una mano tocar mi brazo, retire mis manos de la cara y levante la cabeza, entonces Thomas con sus ojos rojos y lágrimas rodando por sus mejillas, me entrega una tarjeta en la que leí: REFUGIO ESPERANZA: No todo está perdido. Psic. George Thorner. Atención psicológica, defensa personal, ayuda laboral, refugio.

¡¡Ya no estás sola, no tendrás por qué temer!!

¿Era psicólogo? George a pesar de verte todos los días durante 3 años consecutivos, No supe nada de ti. Solloce nuevamente. Tú le negaste la entrada Alexa, tú y tu maldita manía de catalogar a todos por igual. Me reclamé… Necesito subir, necesito estar sola.

. – Gracias, Thomas – le dedico una sonrisa de solidaridad y me dirijo al ascensor, lo pido y al abrir entro, presiono mi piso y las puertas se cierran. Me recuesto en la pared y cierro los ojos. Cuando la campanita anunció mi piso y las puertas se abrieron Salí casi corriendo. Saque mi llave, abrí, entre y cerré la puerta detrás de mí, coloque mi portafolio en el sofá y camine como sonámbula directo a mi habitación. Puse la cartera en la cama, me senté en la orilla y cubrí mi cara con ambas manos. Estoy totalmente consternada.

Me eché hacia atrás y me recosté dejando mis piernas fuera de la cama y mirando al techo.

Recuerdo claramente mi conversación con George esta mañana, como nos reímos, cómo sus palabras calaron en mi ser, pienso que hoy logramos congeniar. Ahora que lo pienso, Hoy le abrí esa puerta que él siempre busca abrir, no como hombre, sino como psicólogo. Entonces, ¿cómo es qué ahora está muerto? Miro la tarjeta que tengo en la mano. PSICÓLOGO, ¿Es posible que George percibiera que algo no estaba bien conmigo y por ello su insistencia a abordarme cada vez que tenía la oportunidad, por eso sus palabras esta mañana? ¿Tal vez la invitación que quería hacerme era para que conociera su fundación, o quería analizarme personalmente porque por lo visto ya lo había hecho desde la distancia, él quería ayudarme? Ahora nunca lo sabré por mi maldita obsesión de alejar a cuanto hombre me saluda.

¡George, lo siento, lo siento tanto!! Vuelvo a llorar…

Me niego a seguir siendo esta mujer que me inventé, me niego a ser indiferente ante los demás, es seguro que quitándome la armadura las cicatrices de mis heridas se volverán a abrir, pero trataré de tomarlo como parte de la vida y si quiero seguir viviendo o empezar a vivirla de verdad, porque realmente estos 5 años he sido un cuerpo sin alma tendré que exponerme tal cual soy, aunque me sienta frágil, porque la coraza y los muros que levante no son la solución.

Basta de insensibilidad y frialdad, hoy se ha ido un buen ser humano que me negué rotundamente a conocer, a cuántos más he de alejar y después tener que lamentar…

No sé cuánto tiempo lloro, pero me quedé dormida. Cuando despierto, era pasada la medianoche, ¡ay! tengo las piernas entumecidas por la posición en que estaba. Decido que ya es muy tarde para comer y sencillamente me quito la ropa, me puse mi dormilona y me acomode en mi cama para seguir durmiendo. Espero que esta vez hasta mañana.

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